—Hey, ¿ya tienen una idea de qué hacer? —pregunto a los muchachos, mientras Ochako me hace flotar. La estoy ayudando un poco más en la resistencia de sus poderes, y va avanzando bastante bien— Para el festival de cultural, me refiero. La verdad es que el departamento de héroes no resalta mucho en estas cosas. Cuando yo estudiaba aquí los que más se daban a lucir eran los del equipo de apoyo. Entonces, ¿qué tienen en mente?

—Lo planeamos hoy en clase: ¡vamos a hacer un concierto!

—¡Un concierto! ¡Qué genial! —aplaudo con emoción.

—Ryōsoku-san —avisa Ochako-chan, quien ya sonaba enferma.

—¡Ah! ¡Espera! —le pido, intentando acomodarme correctamente.

—¡Lo siento!

Y entonces caigo de boca.

—Auh —reclamo, dejándome en el piso—. ¡Lo hiciste bien, Ochako-chan! ¡La próxima lo harás mejor!

—Gracias por el apoyo.

Shōji-kun y Sato-kun me ayudan a ponerme de pie.

—Entonces, ¡el festival! Vamos, no sean tímidos, cuéntenme todo el plan. No importa si es secreto, ¡soy excelente guardando secretos!

—Ah, de hecho, todavía tenemos cosas que arreglar —murmura Kyoka-chan—. Tendremos una banda, bailarines y personas encargadas del ambiente y la decoración.

—¡Ah! Yo puedo ayudar con la decoración. ¡Soy alta! Y se me es fácil llegar a lugares que muchos no alcanzan. También soy buena recortando y haciendo manualidades, y tengo una letra bonita. También puedo ayudarlos a mantener el lugar frío con tal que las personas no se exasperen por el carlo, y también-

—Ryōsoku-san, está bien —interrumpe Mina-chan—. No necesita perder su tiempo con nosotros.

—¡Ah! ¡Pero quiero ayudarlos! ¡Cualquier cosa que necesiten, la haré! He estado vagando por todos los salones y los únicos que me han pedido ayuda son los de segundo año porque van a hacer una pista de patinaje, ¡pero será solo unos momentos! Además, tampoco quiero andar patrullando con los demás, y Sh- Eraserhead se va a quedar con Eri-chan y dice que no necesitará mi ayuda. ¡Para algo debo ser buena! ¡Vamos!

—¡En ese caso, Ryōsoku-san! —exclama Momo-chan— Usted será la encargada de las compras.

—¡Bien! —exclamo, quizás demasiado emocionada al respecto— ¿Algo más? La verdad es que tengo demasiado tiempo libre, así que mientras más tareas me den será mejor para mí.

—También podría ayudarnos a confeccionar los trajes.

—¡Sí!

—Y realmente vamos a necesitar ayuda con la decoración del escenario.

—¡Sí!

—¡Y quizás una bailarina extra!

—Ahí ya no cuenten conmigo. Tengo dos pies izquierdos. ¡Pero en el resto les ayudaré con gusto!

🐾🐾🐾

Pasé el mes entero ayudando al 1-A a organizarse correctamente. Si necesitaban algo iba a comprarlo, si necesitaban una opinión la daba, si necesitaban una mano la ofrecía, me aseguraba de mantener un clima fresco para todos con tal que el lugar de trabajo fuera agradable. Casi se puede decir que me he comportado como una madre dedicada.

Casi.

Y así, para mi placer, el día antes del festival llegó, y con él llegaron Togata y Eri-chan.

—Eri-chan —saludo, acercándome a ella.

—Ah, Ryōsoku-sama…

“Sama”.

¿Tan vieja me veo? ¿Qué tanta edad piensa que tengo para dirigirse a mí como “sama”? Pero, claro, como soy la “san” de Togata y Midoriya ha de pensar que llevo un nivel superior que ellos.

—¡Qué gusto me da verte, Eri-chan! —aseguro, acurrucándome a su altura con tal que no deba ver hacia arriba— Lamento no poder visitarte mientras estaba en el hospital, yo también estuve un poco mal.

—¿Ya se encuentra mejor? —pregunta un poco preocupada.

—¡Bastante! ¡Es más! Creo que todos mis males se han curado solo con verte, ¡eres genial, Eri-chan, realmente genial!

—Ah, gracias.

—Como no sabemos cómo reaccionará ante tanta gente, decidimos traerla para que se acostumbre al ambiente —explica Shōta, acercándose a ella. Mirio la observa desde el arbusto justo a su lado.

—¿Ah? ¿Qué dicen? ¡Eri-chan es una niña excelente! ¡Realmente lo es! Un poco de personas no lograrán intimidarla, ¿verdad, Eri-chan?

—¡Sí! ¡Soy fuerte! ¡Cómo Ryōsoku-sama!

—¡Ese es el espíritu! —río, extiendo mis brazos a ella. Me abraza y la cargo para colocarla sobre mis hombros— ¡Vamos a recorrer la fantástica U.A, hogar de los más fabulosos y famosos héroes!

—¿Cómo cuáles?

—Como tu servidora, por supuesto.

—¡Genial!

—¡Vamos!

—¡Vamos!

—Ryōsoku —Shōta interrumpe el emocionante momento—, no te emociones tanto.

—¡Es muy tarde! ¡Ya estoy muy emocionada! Y tú también, ¿verdad, Eri-chan?

—¡Sí! Quiero ver el lugar en que estudió Ryōsoku-sama, y el lugar en que estudian Deku-san y Lemillion-san.

—¡Esa es la actitud, dulzura! ¡Vamos a ello!

—¡Vamos!

Camino con ella sobre mis hombros. Kirishima-kun, Tsuyu-chan y Ochako-chan la saludan, aunque parece que no los recuerda. Paso con ella explicándole superficialmente los quirks del A-1, y ella parece sorprendida por ellos. Sigo por el B-1, repitiendo el proceso de explicar superficialmente sus quirks.

—¡Vamos por dulces, Eri-chan!

—¡Dulces!

¿A qué niño no le gustan los dulces?

Seguimos por los generales. Le muestro alguno de sus proyectos y muchos alumnos nos ofrecen dulces y comidas; o al menos me lo ofrecen a mí, pero al ver a tal pequeña criatura avanzar conmigo es imposible no ofrecerle algo también, en especial con lo adorable que es.

Seguimos avanzando hasta el departamento de apoyo.

—¡Ryō-san! —saluda Hatsume-san— ¡Midoriya-kun, Togata-senpai! Que gusto verlos por aquí. ¿Vienen a ver mis bebés?

—¡Sí! —exclamo con emoción— Eri-chan, esta es Hatsume Mei, ¡de las mejores constructoras que tenemos en la U.A! Hatsume-san, esta es Eri-chan.

—¡Hola, Eri-chan! —saluda, dando un pequeño salto con tal de darse a notar.

—Hola —saluda la niña.

—Ryō-san, me pidieron informarle que los guanteletes y las medias que pidió estarán listas pronto.

—¡Gracias, Hatsume-san!

—También tu equipo, Midoriya-kun. ¡Lo tendré listo poco después del festival!

—Gracias, Hatsume-san.

—¡Además! Este es mi nuevo bebé. ¡Ryōsoku-san, me encantaría que lo probara! ¡Debería estar hecho para ajustarse a cualquier estatura, tamaño y masa muscular, así que…!

—Deberías hacerlo a prueba de fuego.

—¿Ah? ¿Estaría dispuesta a probar su quirk en mi bebé?

—No, porque está en llamas.

—¡¿Ah?!

—Será mejor que nos vayamos antes que esto se riegue.

Y así termina nuestro recorrido a la U.A.