—¡Eres genial, Ryō-chan! —exclama Toga, sujetando sus mejilas— Vienes de una familia lleeeeeena de villanos, ¡es genial!

—Lo es, ¿no? ¡Realmente soy genial!

—¡De grande quiero ser como tú! Quisiera tener unos pechos graaaaandes como los tuyos.

—¿Ah? ¿Qué cosas dices? —río, dándole un suave golpe en la frente— Eres muy pequeña para tener pechos grandes como los míos, ¡perderías el equilibrio y caerías de boca a cada rato!

—¡Qué cruel!

Ambas reímos.

—Atsuko, hija, ven un momento —llama mi abuela, asomándose un poco por la habitación.

—Ahora voy —respondo—. No te metas al agua sin mí —le advierto a Toga, antes de retirarme con mi anciana familiar. Una vez a una distancia considerable de los dormitorios me acurruco frente a ella con tal de no hacerla elevar la mirada. La diferencia entre ambas es ridícula—. ¿Qué sucede?

—¿Qué tan mal te está yendo con Temperature? —murmura, viendo severamente a mis ojos.

Tomo un fuerte respiro y dejo salir el aire totalmente helado.

—Es grave, eh.

—Creí que se trataba solo de regular mi temperatura, por lo que he estado derritiendo y calentando cosas a más no poder, pero ya ni siquiera he sudado, abuela. Temo estarme congelando desde adentro.

—Le advertí a Marise que esto sucedería —suspira—. Eres la única Kishaba, después de tu abuelo y yo, que sabe usar el temperature en su propio cuerpo. Incluso entre nosotros debemos ayudarnos, él cuando mi temperatura sube demasiado, yo cuando la de él baja demasiado.

—¿Estaré bien?

—Lo estarás, linda —asegura, colocando su pequeña mano en mi mejilla—. Tu abuelo y yo te ayudaremos.

—Gracias, abue.

—Pero ahora lo mejor que puedes hacer es irte a relajar un rato con tus amigos. Después de todo, no puedes usar temperature si no tienes toda tu concentración en ello. El agua te aliviará las penas.

—Está bien —accedo fácilmente, besándole la frente y poniéndome de pie—. De nuevo, gracias. Las cosas con los Fukugawa no han estado muy bien.

—Espero me lo cuentes después, querida —advierte, palmeando mi pierna.

—Lo haré —aseguro, y finalmente regreso a la habitación.

—¿Estás lista para ir al agua? ¿Estás lista? —insiste Toga— ¡Vamos al agua, Ryō-chan! ¡Vamos al agua!

—Dios, relájate, Toga. Actuas como-

“Como una niña”.

Observo fijamente a la chiquilla frente a mí, sus grandes ojos amarillos me observan.

Claro. Es una niña. Aveces olvido que todos estos sujetos realmente son niños disconformes con la sociedad que los acoge, niños a medio berrinche por que los demás le presten atención.

—¿“Como una…”? —repite, viéndome levemente confundida.

—Olvídalo —murmuro, depeinándola levemente—. Actua como quieras, no está nada mal.

🐾🐾🐾

—¡Tus cicatrices son todas tan geniales! —halago a Dabi, observando la cicatriz su quijada— ¡Vamos, dime tu secreto!

—Solo son piercings, gigantona —asegura, señalándolos con un solo dedo—. No son la gran cosa.

—¡Genial, realmente genial!

—Se suponía que veníamos a relajarnos —reclama Shigaraki. El resto de su cuerpo está igual de maltratado que su rostro, lleno de piel seca, arrugada e infinitas cicatrices de heridas. Las de los brazos me llaman especial atención, pero prefiero no comentar nada—, pero con todo su ruido es totalmente imposible.

—No te relajas porque no quieres —aseguro—. Solo déjate llevar por el agua caliente, ¿sí? Y despeja tu mente de todo lo que te abruma, arrecuestate sobre las rocas, cierra tus ojos y…

Dabi le lanza un montón de agua al rostro.

—¡Mocoso de mierda! —exclama irritado, acercándose rápidamente a él.

—Oye, relájate —ríe él, sujetándole los brazos con tal de evitar ser desintegrado—. Es que te veías tan metido en lo que te decía Ryōsoku que no pude resistirme.

Toga ríe bajito.

—Se puede decir que pelean por ti —señala, claramente burlona.

—¡Qué románcito! —exclama Twice.

—Oh, por favor, estoy demasiado vieja para amorios de ese estilo —aseguro, sumergiéndome hasta el cuello—. Lo único que necesito ahora es otro come-todo con quien tener un hijo de quirk poderoso. ¡O alguien de quirk poderoso!

—¿Qué hay de tu novio? —recuerda Mr. Compress— Eraserhead.

—Él es lindo y todo, pero necesito un hombre. Alguien duro, rudo y fuerte, que pueda cargarme hasta la puerta de la casa, ¿entiendes? ¡Alguien que soporte mi estilo!

—¿Quién lo diría? Tenemos una fetichista en el grupo —ríe Spinner, viendo al agua. Realmente no me soporta.

—Supongo que lo puedes poner así —río. Como sea, no quiero tener nada que ver con él.

—¿Y si no encuentras a nadie que cumpla tus expectativas? —sugiere Dabi, quien sujeta la cabeza de Tomura bajo el agua, mientras este pelea por volver a tomar aire.

—Supongo que deberé conformarme con algún alfeñique de ustedes. Quizás piense en tener un hijo con Shōta antes de traicionarlo totalmente, ¿quién lo sabrá?

—Realmente quieres tener un hijo, eh.

—Un heredero —corrijo—, alguien que pueda seguir con la cadena del come-todo. Los Fukugawa somos de las pocas familias que ha logrado mantener un solo quirk por 12 generaciones, ¿tienes una idea de la hazaña que es esa? Tengo mucho sobre mis hombres ahora mismo.

—Estás mal de la cabeza, Ryōsoku.

—Dime algo que no sepa, por favor.

Finalmente deja libre a Tomura, quien sale bruscamente del agua y toma aire a bocanadas.

—Tú…

—Hey, no puedes matar a nadie aquí dentro —le advierto—, un movimiento en falso y te congelaré de cuerpo completo.

Se limita a fruncir los labios y mantiene su distancia de Dabi, este último sonríe en señal de victoria. Realmente son todos comos niños… Somos todos como niños.

¿Qué haremos cuando la realidad nos golpeé con todo lo que tiene?