Esa estúpida rata se está queriendo pasar de la raya. ¡Se necesita más que un alumno con un micrófono para frenarme! ¡Me está subestimando!

Como si no supiera lo mucho que ello me molesta.

Tomo un fuerte respiro y congelo totalmente el gimnasio Gamma. Exhalo fuertemente el aire frío que retengo en mis pulmones. Realmente no entiendo de donde viene, nunca me había sucedido algo así, pero ahora que casi no derrito objetos mi interior debe estarse congelando. ¡Mis pulmones deben estar llenos de hielo! ¡Qué miedo!

Devuelvo el estado original al gimnasio y salgo de ahí. Camino por el campus hasta llegar al territorio Beta, el lugar donde se realizaron los exámenes. Me adentro a la simulación de ciudad y, aún exhalando aire frío, me acerco a una viga de concreto, la toco con mi mano derecha y la derrito sin remordimiento alguno.

Pero el aire frío no deja de salir.

Me acerco a una pequeña tienda, toco la pared exterior con mi mano derecha una vez más y lo derrito totalmente. El aire es menos frío.

Finalmente, cansada, me acerco al edificio más grande que encuentro. Me posiciciono correctamente a su lado y congelo mis pies, pero no al piso. Pongo mi mano sobre el edificio, tomo un fuerte respiro, siento la estructura, las barras de metal en él, el grosor de los muros, la altura de los muros, los pisos, las divisiones, los escombros dentro de él. Siento el calor recorrer todo eso, siento la temperatura elevarse, siento las partículas separarse, siento la estructura colapsar poco a poco, el sólido pasa a líquido, y el líquido chorrea. Todo colapsa, el calor a mi alrededor aumenta. Exhalo fuertemente, el aire finalmente no es frío, pero el calor es abrasador y abrumador. Hace largo rato no derretía algo tan grande, se siente bien volver a sentir tanto calor recorrer mi cuerpo.

—No creo que debas estar aquí derritiendo todo —habla Shōta, con cierta burla en su tono.

—Lo siento, es solo que… Shōto habló conmigo, y creo que me dejó un poco alterada.

—Te refieres a Todoroki.

—Debe detestar ese apellido —murmuro acertadamente, volviendo puños mis manos y presionándolos con fuerza—. Me hizo pensar cosas que quizás no debía pensar.

—¿Y por eso derrites edificios?

—No. Temo que me esté congelando de adentro hacia afuera. Creo que necesito regular mi temperatura o moriré congelada.

—¿Crees?

—Nunca me había sucedido algo así, y me preocupa.

—Seguro no es nada.

—Seguro no lo es —repito, saliendo del líquido todavía caliente con los pies totalmente congelados—. Deberías apartarte —una vez al extremo del desorden, hundo sin miedo mi mano. Amo la sensación del calor, me quema el brazo, pero no lo suficiente, y poco a poco lo vuelvo sólido una vez más.

—Deberíamos irnos —sugiere, acercándose a mí—. El doctor dijo que debías reposar.

—El reposo me aburre.

—Es por tu propio bien. Aún con tu regeneración acelerada el doctor dijo que tenías demasiadas lesiones. Vamos, te acompañaré al cuarto.

De mala gana me dirijo con él. Pero entonces suena mi celular. Es mi abuelo.

—¿Qué pasa?

—Ven para acá —pero esa no es la voz de mi abuelo, sino la de Shigaraki—. Di que tu abuelo está enfermo o algo así, Toga lo imitará para que puedas venir.

—¡Ah! Claro, de inmediato —miento rápidamente, intentando lucir aterrada—. Llego allá de inmediato.

Corto la llamada y miro a Shōta.

—Mi abuelo enfermó —murmuro, tomando un fuerte respiro y mostrándole la llamada—. Necesito irme, papá dice que es serio.

—No deberías ir en ese estado.

—Shōta, necesito ver a mi abuelo, quien sabe si es realmente serio y… y quizás esta sea mi última oportunidad y…

—Hey, hey… está bien. Pero te acompañaré, ¿ok? Sabes como es esto.

—De todas formas, gracias.

🐾🐾🐾

Al momento que la puerta de mi casa se abre, coloco mi mano en la nuca de Shōta y este cae inconciente.

—¡Atsuko! —exclama mi papá, apresurándose a acercarse a mí para cargar al pro héroe— ¿Qué hiciste?

—Fue solo un chispazo —aseguro, restándole importancia—. Estuve practicándolo varias noches, dormirá unas dos o tres horas, regresaré antes que despierte. Si despierta antes, el abuelo está seriamente enfermo y yo estoy buscando su medicina, ¿ok?

—Atsuko…

—Regresaré al rato.

Sin dejarlo seguir su seguro “regaño lastimoso” me retiro de lo que hace unas semanas era mi hogar, y me adentro de inmediato a los callejones de la ciudad, por donde me desplazo ágilmente. Envío ondas frías cada cierto tiempo con tal de asegurarme que nadie me sigue, las ondas se encargan de recorrer el lugar y el cuerpo entero de las personas, por lo que puedo reconocer siluetas fácilmente y saber si estoy siendo perseguida o rastreada. Así encontré el micrófono de Todoroki.

Deslizándome despreocupadamente mientras sujetaba mi brazo lastimado contra mi pecho llegué hacia el lugar de reunión. Toque suavemente con el patrón determinado y un portal de Kurogiri me transportó dentró.

—Ryōsoku —me recibió Shigaraki, mientras yo apartaba el cabello de mi rostro—, a partir de hoy, eres una yakuza infiltrada…

—¿Ah?

Es broma, ¿no?

—Trabajarás al lado de Toga y Twice junto a O-

No le deje terminar. Me precipito hacia él y lo sujeto del cuello para elevarlo del sofa.

—No me jodas —mascullo, arrugando la nariz y mostrando mis colmillos—. Es un puta broma, ¿no?

—¿Te parece que río?

—¡¿Quieres que trabaje al lado del idiota bastardo que asesinó a Magne de una forma tan repugnante como esa?! ¡Una mujer genial como ella no merecía morir de así! ¡¡Mucho menos ser irrespetada por él!! Si haces que me enfrente a él voy a romperle el puto cuello sin compasión alguna, ¡voy a derretirle los putos órganos de adentro hacia afuera! ¡¿Me escuchaste?! ¡¡De adentro hacia afuera!!

—Hey, relájate —ríe de forma levemente burlesca, rozando sus dedos con mi piel, sin llegar a juntar los 4 a la vez—. ¿No entiendes a dónde puede llevarnos todo esto, Ryōsoku? Les hablé de ti como una maníaca que está con nosotros por poder y nada más, porque su único propósito es ser parte de quienes acaben con la sociedad de mierda que nos rodean. Ellos piensan que tus ideales encajan perfectamente con ellos. Ellos piensan que tú podrías ser una buena aliada.

—Yo pienso que deberían irse a la mierda.

—No entiendes, ¿verdad, gigantona? Esos sujetos pondrán toda su confianza en ti, todas sus esperanzas en ti… serás su arma secreta.

Poco a poco mi agarre se relaja. Lo suficiente para que Tomura aparte por si mismo mi mano y pueda acercarse a mí. Me sujeta la nuca y me acerca a él al tiempo que se pone de puntitas. Sus maltratados y quebradizos labios están al lado de mi oreja, sus resecos dedos juguetean con mi maltratado cabello, puedo ver el intenso rojo de sus ojos desde el rabillo de mi ojo.

—Podrás acercarte a ellos tanto como quieras, y entonces darás el golpe de gracia.

Sus palabras me hacen reír y extiendo mi mano para atrapar su cabello entre mis dedos. Él se aferra cuidosamente a mi yeso.

—¿Y entonces?

—Entonces podrás cobrar venganza por lo que ese idiota bastardo le hizo a nuestra bella Magne.

…

alo, tiempo sin actualizar.

El wattpad me había borrado la mitad de este cap y la verdá no quería volver a reescribirlo porque el original tenía como 1500 palabras, pero bueno…