—A partir de ahora —sentencio, viendo fijamente a Kurai, a su lado está Ryū, ambos me observan expectantes— seré una heroína. Mi vida de crímenes termina aquí.

—¿Ah?

—¡Debes estar bromeando! —reclama Ryū— ¡Somos un equipo! ¿Recuerda? ¡La maldad recorre por tus venas! ¡¿A qué viene esto?! ¡¿Quién te lavó el cerebro?! ¡¡Hace solo unos días te emocionaba traicionar a All Might!!

—Lo sé… Lo sé, pero… estar con los estudiantes ha cambiado mi forma de ver todo. No quiero ser una heroína, todas ellas me dan asco, pero… proteger alumnos… ¡es eso lo que me encanta! ¡Orientarlos, ayudarlos! ¡Y son todos tan geniales, con quirks tan asombrosos!  ¡Lo he entendido! ¡Es mi deber orientarlos por el camino correcto, chicos! No quiero ser una heroína, realmente no, pero yo… ¡quisiera ser una excelente tutora para estos muchachos! Quisiera ser… la tutora que nosotros nunca tuvimos…

—Es algo respetable, Ryō. Pero… ¿piensas dejarnos solos? —reclama Kurai. No está alterado como Ryū, pero la idea seguro le molesta tanto como a él— Somos una familia, no toleraría ser tu enemigo… no toleraría que nos dejaras atrás.

—Chicos, son mis mejores amigos —aseguro, abriendo mis brazos para abrazarlos—, siempre serán mi familia. Les dije ya que no pienso ser un héroe… simplemente una tutora, pero para eso debo dejar todo esto atrás: ¡quiero ser un buen ejemplo para mis muchachos! Ustedes ya están grandes, estarán bien sin mí… Pero, son villanos, no pueden ser parte de mi vida ahora.

Ryū llora en mi hombro. Kurai intenta contenerse, pero termina llorando igual.

—Vamos a extrañarte, gigantona —solloza Kurai—, gracias por todo.

—¡Siempre serás parte de nuestra familia, Ryō-chan! ¡Te amamos mucho!

—Yo también los amo, muchachos.  Saben que pueden volver a mi vida cuando decidan tomar el buen camino… los esperaré con gusto.

—Está bien, pero escucha —Ryū se sorbe los mocos e intenta mantener una cara seria—, si algún villano te patea demasiado el culo, se las verá con nosotros.

—En serio, gracias. Gracias por estos 14 años juntos, pero aquí es donde nuestros caminos se separarán.

—Suerte, heroína bastarda, Ryōsoku.

—Suerte a ustedes también… dúo imparable de carteristas en Musutafu.

🐾🐾🐾

Una reunión, eh…

Con los medios de prensa…

Me observo al espejo y arreglo mi falda negra formal y el cuello de mi blusa. Fue difícil para el director conseguir ropa elegante de mi talla, pero lo hizo, y debo presentarme a la misma reunión a la que asistirán Vlad, Shōta y Nezu para aclarar toda la situación del campamento, excelente. Tomo el peine y hago todo mi cabello hacia atrás, dejando expuesta mi frente, lo sujeto con una diadema negra y ya estoy lista para esto, ¡bien! ¡No debo ponerme nerviosa! No podré congelar ni derretir nada o demostraré debilidad ante los medios, ¡no puedo mostrar debilidad! O me atacarán ahí.

—¿Lista? —Shōta luce genial con su cabello tan bien arreglado y sin su barba, ¡me encanta! Ojalá pudiera pasar más así.

Lo único que me molesta de todo esto es el hecho de que mientras a nosotros nos bombardea la prensa, un montón de héroes geniales se preparan para emboscar la liga de villanos, ¡y yo quiero hacerlo también! ¡Vaya que sí! Como sea, la reunión no terminará a tiempo; pero All Might me prometió llamar si las cosas se ponían pesadas para él, ¡ojalá lo haga aunque todo esté bien! ¡Conoce excelentemente mi entusiasmo por las peleas!

—Lista —respondo.

Aunque quizás miento un poco.

La sala de prensa inicia. El primero en ser bombardeado es Nezu…

Pero luego los desgraciados vienen por mí.

—¿Qué les hizo pensar que fue mejor idea llevar una heroína recién llegada, novata, y desconocida como Ryōsoku para proteger a sus alumnos y no a ningún otro profesor?

—Ryōsoku no es una recién llegada y mucho menos novata —me defiende Shōta—. Es una graduada de la U.A, especializada en rescates; como sabrán, fue ella una de las responsables por la captura de Stain, y aquí, gracias a ella, capturamos fácilmente tres villanos. Tres poderosos villanos, que le dieron pelea a las Pussycats.

—Confiamos en la señorita Ryōsoku por el terreno al que se dirigían —continúa Nezu—. Sus habilidades de rescatista serían de utilidad si ocurría algún desastre, como derrumbe o terremoto. Con su ayuda, los daño se redujeron al mínimo.

—¿Es el mínimo 11 heridos, 15 inconscientes y 1 desaparecido? —cuestiona otro periodista— ¿Cuál hubiera sido el máximo?

—Muertos —respondo claramente—, el daño máximo hubieran sido muertos, no importa cuantos. Es verdad, no pude preveer que la Liga de Villanos tuviera aliados con quirks como gas venenoso, magnetismo, clonación, fue mi error; lo siento.

—¿Por qué se ha dado su repentina aparición al mundo de los héroes? Hace nada era una simple civil, pero ahora ha decidido poner en uso su licencia como heroína y rescatista, capturando a Stain y otros ocho villanos relacionados a la Liga, ¿por qué?

—Mas que una heroína, he decidido convertirme en una tutora —explico, juntando mis manos sobre la mesa—, estos muchachos necesitan más orientación de la que parece… y al haber podido perfeccionar tanto mi técnica, he decicido ayudarles a hacer lo mismo —¿habré sonado demasiado presumida? Oh, definitivamente, sí, pero ya no importa.

—¿No cree usted que…?

—Disculpen, pero la señorita Ryōsoku debe marcharse —interrumpe Nezu—, el resto de preguntas las responderemos los profesores y yo.

¡Bien! ¡Es mi momento de brillar!

—Con permiso.

Salgo caminando de la sala, pero al momento de estar fuera de su campo de visión corro al baño para deshacerme del traje con el cuidado que merece. Debajo de la ropa formal tengo colocado mi traje de heroína, el cual, para mi suerte, es pegado al cuerpo. Me coloco mis medias y mis guantes, y de nuevo corro al lugar indicado. All Might me lo dijo, recuerdo la dirección a la perfección, no será en el bar de Shigaraki, sino en una especie de fábrica abandonada o algo así.

¡Que emoción! ¡Estoy tan emocionada por esto! ¡Realmente emocionada!

Pero mi emoción se disipa al ver aquel destrozo… y a mis alumnos.

—Ustedes… —gruño, arrugando la nariz—, ¡por ustedes All Might me envió aquí!

Por alguna razón me indican silencio. Están petrificados de temor, puedo verlo.

—Ryōsoku, la heroína bastarda —aquella voz rasposa me causa escalofríos en todo el cuerpo. He oído esa voz, es la voz con la que Shigaraki habla, la del monitor en el bar. Maldita sea—, a ti te esperaba.

—¿Lo hacías? —murmuro al principio sin miedo. Pero ahora que le veo el rostro estoy nerviosa, realmente da miedo, el piso debajo de mi se derrite.

—Me pregunto, ¿qué tan útil será para mí poseer un quirk como el tuyo?

Su mano se acerca a mí, lentamente. Debería alejarme, pero me siento incapaz, ¡me tiene petrificada, maldita sea!

—¡All for One!

Esa voz iracunda…

La conozco.

All Might aleja la cosa esa de un solo golpe.

—Gracias por contenerlo, Ryōsoku. Pero, la verdad, es que la llamé para que ayudara con las víctimas atrapadas en los escombros. ¡Por favor, encárguese y manténgase alejada!

—Sí… como ordene.

Todavía, ciertamente aterrada, me alejo. Los escombros son un montón, necesito identificar un lugar seguro para llevar a las víctimas…

Para reducir los daños.