Capítulo 42.
Estoy descansando. Masaru y mi abuelo se encuentran conmigo, y no paran de decir lo genial que me vi.
—¡Ryōsoku, su habilidad es genial! —exclama Midoriya, acercándose a mí— ¡Y su bozal es ex-!
Su mano se acerca a mis mejillas, y toca el tornillo que abre mi boca. El rebote es sorpresivo, me lastima las mejillas y las encias, y las hace sangrar.
—¡Atsuko! —exclaman mis familiares, totalmente horrorizados.
Chillo de dolor.
—¡Ryōsoku! ¡Lo siento tanto! —exclama el alumno, horrorizado por la sangre que derrama. Debe estar aterrado por como la mirada de mi abuelo y mi padre lo amenazan, y no lo culpo.
Cierro la boca con dificultad, y de inmediato me quito el bozal. Mis mejillas están desgarradas, sangran a montones.
—E-Está bien, Midoriya-kun. De verdad. Estoy bien —trato de limpiar la sangre con mi camiseta, y congelo las heridas con tal de detener el sangrado—. Sanaré, lo juro.
—Lo siento, no creí que su bozal tuviera esa función... Es el mismo que usó en la U.S.J, ¿no es verdad? ¡Lo siento tanto! ¡Debí notarlo!
—En serio estoy bien —suspire, descongelando las heridas poco a poco para que sanen por su cuenta.
—Viendo su pelea, Ryosoku-san, me parece que no ha dado todo de sí, y que los demás tampoco lo han hecho.
—No, no lo han hecho —suspiro, desviando la mirada al piso—. Todos ellos me han subestimado. No son como ustedes, que admiran mis quirks, la mayoría estudió conmigo, y piensan que todavía soy torpe y descuidada como hace 14 años... —me muerdo la lengua, sin llegar a sangrarla, frunzo el ceño y arrugo la nariz—, incluso Shōta me subestimó de una forma tan insultante. Los únicos que lo dieron todo de sí fueron el director, y Present Mic, quien no le importó estar apunto de reventarme los oídos; y el director casi me aplasta con una jodida bola de demolición—vuelvo mi mano un puño y hago presión antes de congelarla totalmente, golpeo el bozal y lo destruyo.
—¡Mi bozal! —Masaru exclama horrorizado. Ha de haber trabajado tanto por esta mierda, seguramente hasta dio su culo por él... es patético.
—La próxima persona que me subestime, le voy a partir el culo—me pongo de pie y arrojo los restos del bozal a pies de mi padre, quien me observa horrorizado—. No necesito tu maldito esfuerzo para ello. Mi quirk es de esta forma, y yo misma puedo lidiar con él.
Sin decir más, salgo de la sala al vestidor para colocarme algo más cómodo.
🐾🐾🐾
—Lamento que hayas visto eso, Midoriya-kun—suspira el viejo Kenta, una vez su nieta se ha retirado de la sala, viendo a su hijo recoger los trozos del esfuerzo que desperdició por tantos años para conseguir aquel bozal—. Mi nieta es un poco… inestable. Detesta que la subestimen, detesta que la vean como una mujer indefensa.
—Pero ella, aveces... luce tan frágil. Ni siquiera parece usar su quirk adecuadamente... sus mejillas se derriten y congelan sin control alguno...
—¿En serio crees que así es? —habla Masaru, resignándose en cuanto al bozal y poniéndose de pie junto a su padre— Tu mismo viste el alcance de su quirk Temperature, creo un muro con las partículas del aire. Es verdad, hay veces que pierde el control de él, cuando se enferma o sufre alguna contusión, pero aparte de eso...
—Deberías verla con más respeto, Midoriya-kun. Con menos admiración y más temor. ¿Oíste de la heroína Temperature?
—Sí... Kishaba Marise, Temperature. Su carrera de heroína fue echada al caño luego de descubrirse que tenía un amorío con el villano Noburu, el ladrón de bancos.
—Bien, Marise era la madre de Ryōsoku, Kisahaba Atsuko. Y yo soy Noburu, el ladrón de bancos.
—¡De ahí sus quirks!.—exclama, sorprendido— Claro, una mezcla entre el suyo y el de ella, ¡es genial! Entiendo ese resentimiento a usted: le quemo el ojo.
—No fui yo quien lo hizo. Fue Marise. La detestaba por ser mi hija, por tener un quirk como el mío. No lo sabes, pero Ats... digo, Ryousoku detesta los héroes... detesta ser una heroína, porque se recuerda a su madre. Piensa que el poder corrompe, y ella no quiere ser corrompida. Su mente está bastante dañada por la forma en la que su madre siempre la maltrató.
—Eso no explica por qué detesta ser subestimada.
—Porque entrenó toda su vida para ser lo que es ahora. Le dio a sus dientes la indestructibilidad de la que presume, le dio a su lengua la agilidad para usarla como un tercer brazo, mejoró su oído, arriesgó la sensibilidad de su piel con tal de poder usar le temperature por más tiempo... Es capaz de congelar solo la capa superior de su piel, es capaz de congelar las moléculas del aire, es capaz de pasar de derretir a congelar en segundos, y visceversa. Lo ha dado todo de si por ser poderosa, para que nadie sea capaz de vencerla fácilmente... Pero, incluso ahora, nadie parece tomarla en serio.
—Es algo triste...
—Lo es. Pero no le tengas lástima.
Atsuko, en el vestidor, rompió la banca con un solo puño.
—Eso también la molesta.
…
detesto los personajes op que son op solo porque sí 7^7
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro