Capítulo 33
—¿Ya te sientes mejor, Atsuko?—pregunta Shōta, colocando su mano en mi frente y verificando a pulso mi temperatura.
—Bastante —admito con sinceridad. Todavía quiero vomitar, pero ya puedo permanecer de pie sin desmayarme—. No deberías estar aquí conmigo, deberías preocuparte por tus alumnos. Yo ya estoy grande, ellos todavía necesitan un orientador capacitado.
—Yo no estoy precisamente capacitado —admite sonriendo de lado.
Cuando estudiamos juntos casi no sonreía, pero conmigo hasta le parece agradar hacerlo, lo que es sorprendente. ¿En serio tengo tanta influencia en este hombre?
—Estarán bien sin mí, Atsuko. Saben contenerse, y sabes tan bien cómo yo que por mucho que Bakugo lo quiera, no va a asesinar a Midoriya.
—Sí, tienes razón —río falsamente, todo me da demasiadas vueltas como para encontrarle gracia alguna al comentario—. Pero hablo en serio, no quiero que te metas en problemas por mi culpa, ¿sí?
—Bien, me iré —suspira, poniéndose de pie y besándome en la mejilla—. Pero cuídate, ¿sí? Pasaré de nuevo al terminar las clases.
—No te preocupes, Aizawa—interrumpe mi abuelo, acercándose a nosotros y palmeando el hombro de mi pareja—. Yo cuidaré de mi nieta, ¿sí? Tú puedes marcharte tranquilamente.
Shōta me quiere, pero no es capaz de contradecir a mi abuelo, lo sé. De hecho, no creo que nadie sea capaz de contradecirlo: es demasiado intimidante. Nadie quiere enfrentarse a aquellos grandes y peligrosos colmillos, o a su larga y filosa lengua.
—De acuerdo, Fukugawa-san —se despide con un último beso en mi mejilla y finalmente se marcha.
Mi abuelo y yo permanecemos callados unos segundos.
—¿Seguro que no lo quieres ni un poquito? —pregunta, arrugando la nariz— A mí me parece un buen partido para ti, ¿sabes? Imagínate un hijo con su quirk... o con un quirk entre una mezcla del suyo y el tuyo, ¡es más! Un hijo con dos quirks.
—No empieces abuelo —suplico y cubro mis ojos con ambas manos—. ¿Sabes? Ni sé si quiero casarme realmente. Lo único que quiero es que el quirk come-todo no desaparezca.
—No desapareceremos, linda—asegura mi viejo, palmeando mi estómago con cariño—. Por ahora no te preocupes, ¿sí? Ahora tu prioridad es recuperarte y volver a dar clases.
—Está bien, abuelo. No moriré —le tranquilizo, sentándome en la cama y quitando la toalla húmeda de mi frente. Permanezco quieta unos minutos para acostumbrarme a la sensación de vértigo—. Iré a darme un baño, ¿sí? Todavía tengo... cosas que arreglar.
—Atsuko... no es una buena idea que salgas.
—Abue, sé manejarme bien entre criminales.
—No me preocupan los criminales, hija. Quizás has logrado engañar a Aizawa (y a todos, la verdad), pero si de pronto empiezas a arriesgarte demasiado vas a echar a perder lo que has pasado estos meses, ¿entiendes? No puedes salir así. Si regresa y no estás, no encontraré qué decirle.
—Algo se te ocurrirá, abue, eres listo... ¡como yo! Deja de molestarme tanto, ¿quieres? Estaré aquí antes que Shōta regrese del trabajo.
—Ok, Atsuko... Pero regresa pronto, ¿ok? No me obligues a ir a buscarte.
—No lo haré, quédate tranquilo.
Me levanto con cierta dificultad de mi cama y entro al baño para llenar pacientemente la tina. En casa de mi abuelo había únicamente agua fría, por lo que siempre debo esperar sentada en el váter a que se llene un poco para calentarla y luego seguirla llenando de agua fría para dejarla tibia y decente. La tina era gigantesca, el baño también lo era, todo en casa es gigantesco gracias a que estaba construido a escala de mi abuelo y de cualquier otro come-todo regular.
Finalmente logré la temperatura necesaria. Me desvisto y entro al agua, tibia, cálida, acogedora, da gusto estar aquí, realmente necesito relajarme antes de hablar decentemente con Shigaraki y Kurogiri.
—Esos dos —suspiro con desagrado, pasando mis mojadas manos por mi cabello para humedecerlo. No quiero lidiar con ellos, ya pasé tranquila demasiado tiempo.
De mala gana termino mi baño. Coloco una toalla sobre mi cuerpo y camino a la habitación para vestirme. Una camiseta blanca, sin mangas, ajustada, por dentro de un pantalón negro, ajustado también; no porque quiera, sino porque todo lo que compro me queda ajustado. Me coloco mis medias sin talón y con agujeros en los dedos, seguidamente mis zapatos, los cuales son fáciles de poner y quitar en caso de cualquier emergencia. Finalmente cubro mi boca con la mascarilla que tiene una “x” al medio, esta vez omito las gafas.
—Volveré al rato, abuelo —aviso, abriendo la puerta principal de la casa.
—Cuídate —advierte.
No necesito que me lo recurde.
Finalmente me retiro. Camino con cierta prisa y rezo por no encontrarme con ningún conocido en el camino.
El sol me da en el rostro, no es muy fuerte pero con mi condición actual es lo suficientemente fuerte como para causarme máreos. A pesar de la dificultad sigo caminando, no pienso detenerme en ningún momento, tengo que llegar al bar a como dé lugar.
Una vez en el callejón me apoyo contra la pared. Toco mis mejillas con mis manos para enfríar un poco mi rostro, pues sé que tengo fiebre. Una vez mas, ahora fresca, decido avanzar a pesar del temblor en mis piernas. Tomo un fuerte respiro antes de entrar al bar.
—Shigaraki Tomura —vocifero, exhalando aire helado. ¿Me estaré congelando por dentro? Me siento cansada, como si hubiera caminado por horas, aunque solo me ha tomado unos minutos llegar hasta acá.
—Gigantona —responde, abriendo sus brazos como si fuera a abrazarme— ¡Mírate! ¿Acaso vienes a pedir clemencia? ¿Piedad? ¿Perdón?
—Ninguno —gruño, irguiéndome lo más que puedo. El aire cada vez se siente más y más helado, empiezo a pensar que en serio me congelo por dentro—. Vengo a aclarar todo.
—Habla.
—Ahora mismo soy una infiltrada en la U.A, tengo acceso directo a las instalaciones, los estudiantes y los profesores. Y ahora mismo tengo a mi favor dos de los más grandes héroes a los que te has enfrentado: Aizawa Shōta, Eraserhead, y Yagi Toshinori… —hago una pausa que les ha de parecer dramática, pero es realmente para tomar aire—, el legendario Símbolo de la Paz, All Might, quien, además, no es tan fuerte como piensas.
…
>:0
keijaeputa
Ok, el All For One conoce la identidad de All Might, pero juraría que Shigaraki no. No es algo que digan ni el anime ni el manga, así que aquí todos vamos a asumir que no lo sabía y Ryōsoku es una pieza clave y una gran traidora 👌
y puto el que me contradiga.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro