Al final, como todas las veces que me reuno con Shōta para ver películas, me dormí. Y lo sé porque he amanecido en la cama, sentada, cubierta por la misma sábana de ayer, abrazando la misma almohada. Ni siquiera recuerdo de qué trataba la película… Es más, ¿siquiera vi la película entera?

—¿Fue un sueño? —susurro atontada, estirando mi cuerpo y levantándome de la cama para dirigirme de forma perezosa a la cocina. Shōta está en pijamas, cocinando. Podría ser realmente un sueño, realmente no concibo la idea de alguien queriendo ser mi novio… Ni de yo queriendo ser novia alguien.

—Haré omelette —avisa, mientras yo me siento despreocupadamente en el comedor. Intento acomodar torpemente mi cabello con mis manos.

—Suena rico, gracias —bostezo de forma perezosa, frotando mis ojos, el  derecho, el lastimado, arde demasiado. A él le toma unos segundos, pero finalmente se gira y me mira.

—Entonces, ¿no hay beso de buenos días?

El comentarió me hace reír.

—Me estaba cuestionando si lo que pasó anoche era real o lo había soñado todo. No quería acercarme hasta estar segura...

—Bueno, ahora estás segura, así que...

Sonrío una vez más y me pongo de pie para acercarme a él, una vez frente a frente me agacho un poco para ofrecerle un corto beso. La diferencia de altura me parece graciosa, siempre he pensado que mi pareja debía ser alta y musculosa para cargarme… pero entre nosotros, es más fácil que yo lo cargue.

Como sea. ¡Que lindo es besar! ¿Por qué me he perdido de esto durantes tantos años de mi vida? ¡No puede ser!

Nos sonreímos nutuamente.

—Aprovechando que es sábado, ¿quisieras salir a algún lugar? —sugiere, sirviendo el desayuno en dos platos.

—Estaría bien salir a caminar un rato —cedo totalmente. ¿Salir con Shōta, como pareja? Definitivamente no voy a perderme eso. Definitivamente no. Me rehúso a perdérmelo. A lo mejor conosca una nueva faceta de él que nunca conocí en la academia.

O a lo mejor es realmente alguien desinteresado, serio y aburrido, lo que sería fatal. ¡Eso no es lo que busco en un esposo!

—¿Al parque?

—Sí... el parque es perfecto.

🐾🐾🐾

La caminata es tranquila. Apenas hablamos, pero siempre ha sido así: siempre ha sido callado, y prefiere no usar palabras más que las necesarias; aun así me encanta apreciar la expresión en su rostro al ver los gatos que pasan junto a nosotros. Todavía ama los gatos, eso es tan lindo.

Realmente no tengo una idea sobre cómo terminará esta relación, ¡pero voy a dar lo mejor de mí! ¡Haré del tiempo que pasemos juntos un lindo tiempo! ¡Voy a-!

¡Aaaaaah! Su mano está sujetando mi mano. Su mano está sujetando mi mano. Su mano está sujetando mi mano. ¿Quién se cree para hacer algo así tan de la nada? ¡No es justo!

Giro levemente mi cabeza y veo que está viendo en dirección contraria a mí. Sus mejillas están rojas, lo que me hace sonreír involuntariamente.

Definitivamente podría acostumbrarme a esto. ¡Me encanta!

🐾🐾🐾

—¡Toshinori-san! —exclamo, totalmente encantada de verlo.

—Ah, buenos días, señorita Atsuko —saluda también, sonriendo sin problema alguno. Me gusta que la gente sonría cuando me ve, me hace sentir menos extraña—. ¿Tuvo un buen fin de semana?

—¡Definitivamemte!

—¿Y ese fin de semana tuvo que ver con Shōta? —pregunta Hizashi, acercándose a nosotros con una traviesa sonrisa en el rostro.

—¿Ah? ¿Qué dices? —río suavemente— ¡Claro que no! Es solo que estuve planeando mi rutina para mis encantadores alumnos del A1.

—Sí sabes que tienes otros salones, ¿no?

—¡Oh! ¡Claro! Es solo que el A1 es mi favorito. Con Deku, Kacchan, Ochako-chan, Tsuyu-chan y Deku todo es fabuloso.

—Mencionó al joven Midoriya dos veces —señala All Might.

Mierda, ¿lo hice?

—Me agrada el joven Midoriya —me excuso de inmediato con tal de esconder mi torpeza.

—Bueno, Atsuko-chan, ¿qué es eso con tus alumnos que te tiene tan emocionada?

—Espera y verás, Hizashi, espera y verás.

Y ahora debo pensar en algo genial que hacer con mis alumnos o mi mentira quedará totalmente expuesta. ¡No puedo permitir eso! Ni siquiera sé si Shōta estaría de acuerdo en que les diga al resto de héroes sobre nuestra nueva y joven relación. Con lo reservado, serio y callado que es, seguro preferirá mantenerlo en secreto hasta que ellos lo descubran por su cuenta y-

—Buenos días, Atsuko —saluda con su típica indiferencia, pero, no como otros días, esta vez se acerca a mi asiento, me sujeta el hombro y me besa la frente, lo que me hace sonreír como una idiota y logra distraerme totalmente de mis dudas sobre si decir a los demás o no.

—Buenos días, Shōta —respondo sin dejar de sonreír, sujetando con cariño la mano que mantiene en mi hombro.

¿Así será siempre tener novio? ¿Por qué nadie me dijo que era algo tan lindo?

—I knew it! —exclama Hizashi desde su asiento, a su lado Nemuri nos observa con demasiada sorpresa, y Toshinori-san también nos mira con ojos bien abiertos— ¡Sabía que algo escondías, Atsuko-chan! ¡Y sabía que ese algo tenía que ver con Shōta!

—Espera, espera, espera —murmura Nemuri, quien de pronto parece consternada ante la idea—. ¿Cómo pasó esto? ¿Cuándo?

—El sábado —responde él, dejando sus cosas en su escritorio y sentándose.

—Me preguntó si me gustaría ser su novia y le dije que sí —concluyo, aliviada que a Shōta no le moleste hablar sobre esto.

—Romantic! —ríe Hizashi. Nemuri ríe también.

—Te aseguro, Atsuko-chan, que ese será el gesto más lindo que recibirás de Shōta.