—¡Ryōsoku-san! —exclama Ashido Mina-chan, acercándose a mí junto a Momo-chan, Tsuyu-chan, Ochako-chan y Kyōka-chan justo cuando termina la clase.

—¿Sí? —respondo con tranquilidad, limpiando el sudor de mi rostro. Ellas también se ven cansadas, pero no exhaustas.

—Perdone la intromición —se disculpa Momo-chan, acercándose un poco más—, pero, ¿es usted la novia de Aizawa-sensei?

—¿Ah?

—¡Como nuestro profesor de aula tenemos derecho de saber si ustedes dos-!

—¿De dónde sacaron esa idea?

—Present Mic lo comentó en la clase —explica Tsuyu-chan, emitiendo un “ribbit” luego de la frase—. Dijo que siempre habían sido “muy cercanos”.

—Sus mejillas —señala Kyōka-chan—, se están derritiendo.

—¿Lo es? —repite Mina-chan, sonriendo ampliamente— ¡Es que son tan lindos juntos! ¡Parece que se quieren mucho y-!

—¡No lo somos! —la interrumpo de inmediato, quemando totalmente la toalla con la que limpiaba mi sudor. ¿Quiénes se creen para meterse así en mi vida?— ¡Solo somos amigos! ¡Buenos amigos! ¡Amigos de la infancia!

—Entonces ¿por qué se pone tan nerviosa?

—¡Cualquiera se pondría nerviosa si se acercan a decir cosas como esas!

—Pero Present Mic…

—¡Suficiente charla! Ya es hora que se vayan a clases.

—Pero…

—¡Ahora!

—Sí, Ryōsoku-san.

🐾🐾🐾

—Oe, Atsuko —llama Shōta, acercándose a mí durante la hora del almuerzo. Lleva con él un jugo en bolsa—, sabes que hay una sala de maestros en la que puedes comer, ¿no?

—¿Ah? ¡Claro que lo sé! Pero es aburrido estar con ustedes. All Might es muy callado, serio, reservado; Nemuri se la pasa haciendo chistes de doble sentido sin gracia, de los que Hizashi se ríe como si fueran lo mejor del mundo; tú pasas dormido; Cementoss pasa leyendo. No encajo con ustedes. Me parece más divertido observar a los alumnos.

—Por favor, es todo igual a hace 14 años.

—No, no lo es. Porque yo hace 14 años ni siquiera compartía salón con ustedes.

—Bueno, lo que sea. ¿Quieres venir a mi casa luego de la escuela?

—¿Para qué?

—Pienso ver unas películas de terror, y seguro son del gusto de una malévola villana canibal como tú.

—No me gustan las películas de terror. Me ponen nerviosa, y me la pasaré la noche entera aferrada a ti, gritando y pidiendo piedad, mientras tú solo sonríes y susurras lo patética que soy.

—¡Ryōsoku-san! ¡Aizawa-sensei! —exclaman las chicas de la clase 1-A, con los rostros ridículamente enrojecidos y los ojos bien abiertos.

—¡Nunca creí que estuvieran metidos en algo como eso! —exclama Ochako-chan, desviando la mirada.

—Pero tiene sentido viniendo de alguien tan dura cono Ryōsoku-san —señala Hagakure Toru-chan.

—¡Como sea! ¡Es horrible! —asegura Mina-chan.

Me toma un rato entenderlo.

Ellas…

Ellas piensan que hablábamos de algo totalmente ajeno a las películas.

El color sube a mi rostro, y cuando intercambió miradas con Shōta también suben al de él, aunque en su caso es menos notorio que en el mío.

—Y hablar de algo así en la U.A…

—¡Se equivocan! —exclamo, golpeando la mesa— ¡No nos referíamos a eso! ¡Hablábamos de películas de terror! Shō- Eraserhead sugirió ver unas.

—Por favor, no intente ocultarlo más. ¡Su secreto está a salvo con nosotras! —asegura Momo-chan.

—¡No hay ningún secreto aquí!

—Entonces… ¿es algo público? —pregunta Tsuyu-chan.

—¿Eso quiere decir que usted y Aizawa-sensei en serio son pareja? —pregunta Kyōka-chan.

¡Voy a derretirlas a todas si no-!

—Sí, lo somos —interrumpe Shōta, manteniendo su indiferencia a pesar que hace solos unos segundos estaba igual de enrojecido que yo. ¡Ah! Admiro tanto su capacidad de mantenerse tan tranquilo. Yo, en cambio, me pongo nerviosa fácilmente, lo que dificulta el control de Temperature—. Pero no hablábamos de lo que creen, en serio hablábamos de películas de terror. Ryōsoku es una miedosa.

—¡Maravillosa coartada, sensei! La seguiremos —insiste Ochako-chan, guiñando un ojo—. Disfruten sus “películas”.

Finalmente se retiran, murmurando entre ellas. Mis mejillas se derriten, y la comida que sotengo se congela.

—¿Por qué dijiste que éramos novios? —es mi primera pregunta, levemente molesta. Conosco a las chicas de su edad: luego le contarán a alguien de confianza, y ese alguien de confianza le contará a alguien más, y así hasta que todos en la Academia lo sepa.

—No creerían si lo negáramos —asegura sin duda alguna—. Lo peor que puede pasar es que se lo digan a todos, no es la gran cosa.

—¡Es la gran cosa! Ahora pensarán que salimos, ¡y no es así!

—Volviendo al tema de las películas.

—No pienso hablar más de películas contigo. Ahora todos nos verán como unos pervertidos. Y no sé tú, pero yo no lo soy.

—¿Ah? ¿Dices no serlo cuando fuiste TÚ la que habló de esa forma tan indecente y morbosa? Pero está bien, entiendo si no quieres pasar tiempo de calidad con tu viejo amigo. Seguro tienes más cosas que hacer, lo entiendo, eres una mujer ocupada.

—¡No me refería a eso! ¡Me encantaría ir a ver películas contigo!

—Entonces ya está.

—¿Qué?

—Aceptaste. Ahora vendrás a mi casa a ver películas.

—¡Oh, ya veo! Eres un manipulador, Shōta, un verdadero manipulador —acuso, entrecerrando mis ojos.

—¿No lo eres tú también? —sonríe, desviando levemente la mirada— Escondiéndote detrás de esa fachada de niña tonta. La cicatriz en mi brazo la causaste tú, y lucías segura de tus acciones. Así que deja de fingir, quiero ver a la verdadera Atsuko.

No puedo evitar mostrar mis colmillos, es la mueca más parecida a una sonrisa que tengo. ¡Sus palabras son tan firmes! ¡Me encanta!

—Oh, mierda, me descubriste.