—¡Con que aquí has estado! —exclamó mi madre inmediatamente mi abuelo le abrió la puerta.

Congelé el chocolate caliente que mantenía en mis manos.

—¿Tienes una idea de lo preocupada que he estado por ti, Atsuko? ¡Te fuiste sin decirme nada! ¡Te he estado buscando como loca!

—¿Olvidaste buscarme en la academía?

—Atsuko… —canturreó mi abuelo.

—Gracias por cuidarla, Kenta. Yo… te lo pagaré luego. Me la llevaré ahora…

—No —me negué de inmediato, descongelando mi chocolate para seguir tomándolo. Acerqué mi dedo al líquido frío y lo hice hervir—. No quiero.

—¡Atsuko!

—Atsuko tiene razón, Marise —indicó mi abuelo—. No deberías llevártela ahora. En cuanto mejore te la devolveré.

—"Me devolverás" —repetí, sonaba ofensivo.

—Sí, te devolveré, Atsuko. Debes estar con tu madre.

—Bien, lo que digas, abuelo.

—Ahora, Marise, por favor retírate. Atsuko está muy enferma, y sería contraproducente que tú también te enfermarás. Por favor…

—No me iré sin mi hija.

—Sí, te irás sin tu hija. Adiós.

—No creas que tú-

Mi abuelo la cargó sin ningún problema a la salida.

—¡Kenta, abréme o quemaré la puerta!

—¡No tienes licencia alguna para usar tus poderes! Hazlo y llamaré a la policía.

Oí claramente como mi madre maldecía en voz alta.

—Deja que viva aquí, abuelo —supliqué encarecidamente, sabía que lo que me esperaba al llegar a casa no serían más que golpes y maltratos—. Cuando me vuelva una heroína te lo pagaré todo, lo juro. Pero no me hagas volver con mi mamá.

—Atsuko —suspiró, sentándose a mi lado—, no deberías estar aquí, en casa de un viejo malvado, deberías estar con tu madre. Sé que ustedes tienen muchos problemas… pero ya eres grande, debes aprender a lidiar con ellos.

—Mamá nunca escucha.

—Entonces hazla escuchar.

🐾🐾🐾

—¡Ingenium! —exclamo mientras escucho la radio.

Están anunciando lo herido que lo dejó "El Asesino de Héroes". ¿Cómo un héroe tan asombros y fuerte como él fue vencido? ¿Qué hay de sus compañeros? Juraría que tiene muchos. ¿Se pondrá bien? Por lo que dicen las noticias es posible que sus heridas sean incluso más serias que las de Shōta…

—Fue atacado en Hosu.

Hosu…

Mi abuelo se había mudado a Hosu…

Genial.

—¡Chicos, me voy a Hosu!

—¿A qué irás a Hosu? —pregunta Ryū.

—Digamos que a visitar un ser querido.

🐾🐾🐾

—¡Hosu!

Hermoso y maravilloso lugar. Con personas tan agradables y héroes tan asombrosos como ese muchacho que va ahí muy parecido a…

—¡Ingenium!

Él se gira, y yo corro de inmediato en su dirección. ¿Será que la radio exageró? ¿Será que mintieron? ¡Este no puede ser nadie más!

—¡Tensei! ¡Eres tú! Con traje diferente, pero…

—Disculpe, pero le está hablando al héroe equivocado. No soy Tensei, soy su hermano menor: Iida Tenya.

Vaya.

Mi entusiasmo disminuyó de inmediato. Entonces lo que dijeron fue verdad, Tensei definitivamente ha de estar mal, fatal… quizás en riesgo de muerte.

—Lo siento, Iida-kun —suspiro, alejando mis manos de él—. Yo… yo en serio pensé que eras Tensei… digo —me corrijo de inmediato—, Ingenium… ¿Cómo está él?

—¿Lo conoce? —pregunta. Recuerdo a este niño. Cuando Tensei estudiaba en la U.A él era un recién nacido, verlo ahora tan grande me hace sentir vieja…

—Fuimos compañeros en la U.A. Soy Ryōsoku…

—¡Ah! ¡Usted estaba en el incidente del USJ! —recuerda, sobresaltándose.

—Shshsh —indico silencio—, no es necesario que lo grites.

—Pero usted-

—Es largo de explicar, solo dime cómo está tu hermano, por favor, estoy preocupada. Te juro que no tengo malas intenciones para con él, solo… me preocupa… mucho.

Él permanece en silencio.

—Bien… entiendo que no quieras decírmelo. Por lo que oí en la radio sé que está muy mal… Pero, por favor, dile que me viste. Realmente espero que se recupere, adiós.

Tensei…

🐾🐾🐾

—¡Atsuko, tienes visitas! —exclamó mi abuelo.

—¿Visitas? —repetí, limpiando torpemente mis mocos.

—Son dos chicos, ¿quieres que los haga pasar?

—Seguro con Shōta y Hizashi —susurré para mi misma—. ¡Que pasen, abuelo!

Pero no. Eran Shōta y el chico Iida. Me ahogué violentamente con mi chocolate. ¡Iida-kun! ¡Que vergüenza! Pensé en ese momento; ¡que me vea así es tan vergonzoso, no puede ser!

Mi abuelo se asomó levemente por el umbral de la puerta.

—¡Ah, lo siento! —exclamé de inmediato, logrando congelar el chocolate antes que ensuciara la cama. Mis mejillas arden, pero sé que Shōta no va a permitir que se derritan.

—Por favor no te disculpes —sonrió Tensei.

“¡Que gentil! ¡Realmente un caballero!”

—Como presidente del salón me sentí con la obligación de venir a ver si te encontrabas bien. La salida de hoy era una muy importante, tenía entendido que harías tu pasantía con Endeavor; si decidiste perdértela debes estar realmente mal. Aizawa-kun me acompañó para indicarme el lugar.

—No estoy tan mal —aseguré, masticando el hielo de chocolate, intentando tranquilizarme. Mis mejillas se sienten calientes, no puedo verlo al rostro—. Lamento preocuparlos tanto.

Tosí un poco, y al toser me mordí la lengua, lo que hizo parecer que tosía sangre.

—¡Kishaba-san!

—¡Atsuko!

—¡Estoy bien! —interrumpí avergonzada— Solo me mordí la lengua.

“¡Soy tan torpe! Me mordí la lengua frente a Iida-kun, ¡no puede ser!”

—Ah, menos mal, creí que era algo más grave.

—Te trajimos unas cosas —indicó Shōta, mostrándome la bolsa blanca que cargaba con él.

—No debieron molestarse.

—Jarabe para la tos, pañuelos desechables, compresas frías. Oh, y Taiyaki.

—No sé cómo pagárselos.

—No debes, Kishaba-san —sonrió Tensei—. Seremos héroes, ¿no? Los héroes debemos ayudarnos mutuamente, ¿no crees?

—En serio gracias. No olvidaré este favor, jamás —y no mentía. Todavía lo recuerdo.

—No es la gran cosa —aseguró Shōta.

—Aún así, se tomaron las molestias de hacerlo. Son un encanto, los dos, hasta podría comerlos…

—¿A-Ah?

—Es broma, Iida-kun, es broma —reí, aunque de inmediato tosí.

“Una broma de la familia, estoy acostumbrada a que nadie ría”.

Pero, sorprendentemente, Iida-kun rió.