15.
Tercera persona.
Primero, había comenzado como un dolor de cabeza.
Luego al abrir los ojos, se había sentido muy molesto por toda la luz, sentía que le quemaba la retina, sin embargo, al cerrar los ojos no se había aliviado para anda su malestar.
Quiso cubrirse con las manos, pero alguien tomo su mano para que no lo hiciera, intento forcejear, pero aquella mano no se lo permitió.
-mierda...- gruñe con los ojos cerrados- ¿puedes soltarme?- pregunta al desconocido, quien le sostenía con firmeza.
-no- habla serio y Kise suspira molesto.
-¿Qué hago aquí?- pregunta luego de unos minutos, poniendo la otra mano sobre sus ojos, o al menos intentando cubrir la mayor cantidad de ellos.
-tuviste una crisis de angustia, Kuroko fue por ti- habla enojado- ¿has pensado siquiera lo asustado que estaba?
Kise gruñe y no responde, dejando que el silencio se apodere de aquella sala.
El rubio escucha la puerta de la habitación, pero no le toma importancia, a lo cual, se queda en la misma posición esperando el recién llegado diga algo, estaba demasiado preocupado en como se podría disculpar con el chico, como para tomarle importancia a una tontería como quien entra a la habitación.
-sal de aquí, Kagami- habla aquella voz que el rubio conocía demasiado bien y le hacía erizar la piel.
-¿Qué?- pregunta molesto el nombrado- no saldré, Kuroko dijo que regresaría aquí, me pidió que cuidara de Kise mientras tanto, o hasta que llegue el médico.
-¡Que salgas, te dije!- grita el moreno más enojado que antes, mientras El pelirrojo suspira, soltando levemente al rubio.
-de acuerdo, idiota- habla enojado- pero no le hagas nada.
-claro.
Kagami vuelve a suspirar, saliendo de la habitación, dejando a ambos en silencio de nuevo.
Kise no se atrevía siquiera a moverse, apenas respiraba, mientras que Aomine se acerca lentamente a la cama.
-¿estás bien?- pregunta sentándose a un lado del rubio, quien aún no le miraba.
-si- responde de manera seca, sin moverse.
Aomine intenta mirar su rostro, pero Kise lo desvía, evitando a toda costa que el moreno le mirara.
-¿no quieres hablar?- pregunta el moreno, pero no obtiene respuesta- Kuroko estaba asustado, pensó que te había dado un infarto o algo así, me llamo casi gritando.
Kise traga el nudo en su garganta, intentando no llorar frente al moreno.
-¿hay algo que debas decirme?- pregunta Aomine y Kise levanta una ceja- ¿estás seguro?
-¿Por qué viniste?- habla al fin el rubio.
-ya te lo dije, Kuroko me llamo y solo yo tenía llave, así que era la única manera de entrar al departamento- habla tomando su mano libre- como pudimos te trajimos aquí... estabas desmayado.
-aja- habla el rubio mirándole al fin.
-pensamos que algo te había pasado, algo grave- habla el moreno entrelazando sus dedos.
Kise se deja hacer totalmente, no sabe si estaba cansado por todo el esfuerzo de lo que había pasado, o le relajaba el tacto suave y delicado del moreno mientras le miraba fijamente.
Se miran durante largos minutos, en un acuerdo silencioso que les mantiene calmados durante varios minutos, hasta que el rubio quita su mano de la del moreno.
-no sé porque viniste- habla enojado- necesitabas tiempo, ahora lo tienes ¿y vienes a verme?- habla casi gritando- ¿esto es alguna clase de maldito juego para ti?
-¿Qué?- habla enojado el moreno- ¿de qué mierda hablas?
-¡De esto!- grita Kise frunciendo el ceño- ¡Me haces a un lado para luego venir como el gran héroe! ¡Yo no quería verte! ¡No te necesito!
Aomine le mira enojado, intentando mantener la calma, mientras Kise respira rápidamente.
-respira, no es momento de esto- habla enojado el moreno- no puedes alterarte.
-¡Jodete!- grita enojado el rubio para darle la espalda.
En eso, entra al lugar un hombre mayor, saluda cortésmente, para luego comenzar a leer la información de Kise desde una tablilla al final de la cama.
-bien, Kise Ryouta, omega- habla el hombre- ingreso hace unas cuatro horas, por dolor punzante en el torso, además, de problemas respiratorios- habla el hombre acercándose al rubio- latidos del corazón erráticos- se acerca para anotar la información que había en las maquinas, que recién en ese momento, Kise noto que tenia- te hicimos variados exámenes, la verdad físicamente, no tienes nada preocupante, sin embargo, creemos que lo que sucedió fue una crisis de angustia, derivado por una separación abrupta de tu pareja.
Kise asiente mientras el hombre anota todo.
-Adicional a la crisis de angustia que tuvo, encontramos una alteración en la hormona gonadotropina coriónica humana, a lo que, tenemos que comenzar de inmediato con los controles- habla el medico de manera calmada- de ahora en adelante, lo ideal es que no se estrese, no es sano para usted- Kise asiente- ni para él bebe.
El rubio queda paralizado unos momentos ¿bebe? ¿Había escuchado bien?
-¿Qué... que bebe?- pregunta y el médico le entrega una ecografía, un pequeño recuadro en blanco y negro, con un centro redondo en medio.
-su bebe, de un mes aproximadamente- habla y Kise se cubre la boca en blanco- debemos comenzar cuanto antes con el control del embarazo, en sus exámenes, se ve muy bajo el nivel de varias vitaminas, en especial el hierro, por lo que tendrá que tomar suplementos y seguir una dieta especial.
Aomine, quien se había mantenido en silencio todo el tiempo, toma la ecografía con una expresión neutra, casi en pánico, para luego abrazar al rubio.
Kise comienza a llorar de inmediato, mostrándose en pánico y el medico decide salir unos minutos, mientras ambos se calmaban.
-no... no sabía...- susurra Aomine con una leve sonrisa, mientras Kise aún se mantiene sin cambiar su expresión.
Aomine toma su rostro, dejando pequeños besos en sus labios, mientras sonríe.
Kise está feliz, a pesar de aun estar en shock, porque uno de sus sueños siempre ha sido ser padre... pero no deseaba serlo así...
-Aomine... yo... yo no quería así...- susurra y el moreno comprende de inmediato a que se refiere.
-Kise- habla tomando sus manos para arrodillarse frente a el- ¿te casarías conmigo?- pregunta y el rubio le mira demasiado sorprendido.
***
Alguien lo vio venir? jajaja
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro