15
Jimin.
Los días pasaron muy rápido y casi en un pestañar ya era lunes y se estaba por acabar el mes. No podía dormir tranquilo, la culpa de todo lo sucedido por mi falta de cuidado y manejo de la empresa comenzó a caerme encima y lo único que hacía era revisar la grabación una y otra vez. Si bien podía denunciarla y que la policía la cogiera presa, también estaba poniendo en peligro la vida de ese chico y de su madre. Ayer había discutido con Hara y malditamente me sentí un imbécil por hacerla llorar, aun cuando ella lo único que quería era ayudar y le había dejado claro que no la quería dentro de esto. Ella no podía correr ningún riesgo.
El estómago se me hace un nudo cuando observo a Taehyung y Namjoon frente a mí, a mi derecha estaba Jungkook y solo bufaba como un toro cabreado en espera de mi respuesta. Taehyung tecleó algo en su ordenador y levantó la mirada quitándose los lentes.
—¿Encontraron algo?— apenas pude hablar, y Jungkook me miró negando mientras se pasaba una mano por la cara.
—El no, pero yo sí. No es mucho, pero creo que sería una buena estrategia.
Me tendió el ordenador y se colocó los lentes en la cabeza. Observé lo que había escrito luego de sacar la información.
—¿Piensas que meter un abogado lo va a solucionar todo?— Namjoon hizo una mueca ante mi humor de perros y Taehyung suspiró.
—No lo va a solucionar todo, pero te va a ayudar a que si algo sale mal, no vayas a la cárcel por un fraude que no cometiste. ¿Entiendes?
—Si, ya caigo en lo que planeas. Entonces, repasemos todo, llamo a Ha Sungwoon y que nos ayude a ejecutar una orden, el padre de Jungkook puede ayudarnos con par de agentes de inteligencia y la policía debe estar al tanto de la operación si no queremos que algo salga mal.
—Ese es mi jefe— Namjoon tomó a Taehyung de los hombros y me señaló —. Tiene ojeras y parece un muerto, pero paga bien.
Lo fulminé con la mirada al tiempo que me miraba en el espejo a un lado de la pared, me pasé una mano por los pómulos notando mi cara deshidratada y mis ojos más rojos de lo normal, sin contar las ya notables ojeras.
Parezco un muerto viviente.
(...)
Un tono, dos tonos...
—Sungwoon del despacho de bufetes Min. —Se escuchó de la otra línea.
—Sung, soy Park Jimin, de Park's Empire.
—¿Pasa algo? ¿Todo bien con tus padres?—Preguntó.
—Todo bien, pero necesito de tus servicios para una operación auspiciada por la policía. Dime si estás disponible y nos ponemos al tanto.
—Está bien, deja y termino un caso y salgo enseguida para allá.
—Gracias Ha— colgué la llamada mirando un punto fijo al tiempo que suspiraba cansado, me sentía agotado físicamente y pensar en Hara distanciada de mí, hacía que el estómago se me revolviera y algo me apretara el pecho.
—Iré a ducharme, ustedes pueden irse a descansar y por favor, no comenten nada con Hara.
—Lo dices tan fácil, es mi amiga, y no tenemos secretos — contestó Jungkook serio.
—No te estoy pidiendo que le mientas, pero tampoco que se lo cuentes para que se ponga en riesgo. Ya bastante tengo con esto, y con ocultarlo de mis padres, de velar que los rumores no lleguen a la prensa y no quieran saber cuántas cosas más — concluí, bebiendo el vaso con agua que había en la mesita de centro y Taehyung asintió de nuevo, Namjoon recogió sus cosas, palmeó mi hombro.
—Estamos contigo Park, para lo que necesites — me dijo cerca y asentí sonriendo de labios cerrados, acompañando a los tres hasta la puerta.
Debía bañarme, y luego recojer un poco el desorden en el salón. Pensé mirando el desorden de documentos en el sofá y la mesita, así como envoltorios de comida y otras cosas.
Ya extrañaba al ama de llaves y solo llevaba un día de descanso.
(...)
Sentado en la cama miro mi celular, Hara había visto el mensaje de texto que le había enviado, pero al parecer seguía enojada conmigo ya que no hacía el esfuerzo de responderme. Suspiro pasándome la toalla por el cuello y me reviso la cara en el espejo de cuerpo entero frente a la cama California King. El cambio fue notable, me había aplicado una crema hidratante para que mi aspecto sombrío no reluciera tanto y ahora podía decir que había mejorado, no del todo, pero era un avance.
"¿Sigues enojada?"
Le envío buscando persuadirla luego de un rato.
"Hara, por favor entiende mis razones. No quiero arriesgarte, no sería justo."
Suspiro observando que marca el recibido y luego el visto. Dios mío. ¿Qué estoy haciendo? Se suponía que solo sería un polvo, pero mi obsesión me llevó a estarle rogando a una mujer, la chica que me volvía loco hace unos años y que ahora se ha colado de nuevo en mi corazón. Es difícil luchar contra ese sentimiento de apego que me aprieta el pecho, aún cuando sabes que no puedes verla, porque si lo haces caerás y ella se verá afectada.
El sonido de un mensaje me saca de mis pensamientos...
"Está bien Jimin, no quiero hablar contigo ahora. Luego conversamos."
Un nudo me aprieta el pecho cuando lo leo y se que me pasé cuando discutimos, pero reitero que lo hice por su bien. Porque quiero que si pasa algo ella no salga afectada en ningún sentido. No desearía verla sufrir si algo sale mal con la empresa o con el plan, peor todavía, que la prensa se entere y llegué a oídos de mi padre. Se supone que el me confió la empresa como su primogénito, y mi deber es velar y seguir con el legado de convertir a Park's Empire en una potencia internacional, en el mundo del comercio.
Minutos después estoy recibiendo a Ha en mi sala de estar. Lo acompaño hasta el sofá largo en forma de L y este dejando su maleta de lado, toma asiento cruzando las piernas.
—Hacía tiempo no venía — asiento tomando asiento frente a él —. Son buenos los cambios que le has hecho. Me gustan.
Niego con una pequeña sonrisa. La verdad desde que compré este ático hace unos pocos años lo que menos pensaba era llenarlo de cuadros, pero como no, si amaba el arte y tenía hasta una pequeña sala de cine que pocas veces usaba. En mi habitación tenía varios discos de artistas conocidos, entre ellos Los Beatles, eran canciones clásicas que me gustaba escuchar cuando no me sentía bien conmigo mismo.
—Solo fueron algunos cuadros adquiridos en subastas, no es la gran cosa, ese cuadro de allí me costó más de doscientos mil dólares y no es de los más famosos—señalo el cuadro que tenía una mezcla extraña entre colores negros, blancos y grises—. Si lo miras bien, puedes sentir la tristeza que emana.
—Soledad, desánimo, un corazón abandonado — expresa con la mirada fija y asiento haciendo que me miré.
—Hay muchos cuadros que sin ser valiosos expresan muchas emociones que con los más caros no sabemos apreciar, o no emiten esas sensaciones— me levanto caminando hasta la vitrina a una considerable distancia de la sala—¿Tequila, vodka, whisky o prefieres un coñac? Mira que tengo una buena colección de las mejores bebidas— le enseño una de las más añejas.
—Vodka estaría bien— tomo la botella y lleno dos shots, camino hasta el y le entrego uno.
—Te llamé porque tengo una situación un poco compleja que requiere tu ayuda — le hago saber y el asiente tomando el último sorbo y dejando el pequeño vasito sobre la mesita de centro.
— Te escucho— me acomodo para hablar recostando mi espalda en el sofá y tomando un fuerte suspiro cuando siento mi corazón acelerarse. Bebo mi shot y el alcohol me quema la garganta dándome ese valor para hablar que ya necesitaba.
—Desde hace unas semanas notamos que el balance registrado ha disminuído, y con ellos las acciones de la empresa. Al principio creí o creíamos, porque hay varios al tanto de todo, que se trataba de que estaba disminuyendo la exportación de productos, pero resultó que nos estaban robando en nuestras propias narices.
—Un poco turbio, pero hay leyes que respaldan en caso de robos y puedo tomar acción en...
—No es solo eso— lo interrumpo respirando para continuar —, hay una víctima la cual puede morir en caso de tomar esto a la ligera, en las grabaciones que creí perdidas, pudimos recuperar un material donde se muestra como la persona que nos está robando amenaza a un chico, casualmente pasante, de muerte, a el y su madre, la última como una advertencia.
—Es algo complicado. Creo que entiendo que temas que la empresa sea demandada, o tú, esto lo puedo manejar. Supongo que la policía ya está al tanto— asiento y el copia mis palabras en un block de notas, hace algunas marcas en la hoja y me mira asintiendo concentrado en mis palabras.
—Claramente, y en caso de que aceptes, se te pagará una suma considerable de dinero, por defender la compañía y el apellido Park cuando todo el proceso legal y de aprensión comience. Además de que si las cosas se salen de control, por alguna casualidad, no te verías involucrado— le hago saber alzando una ceja y cruzando los brazos. Es una buena oferta y yo nunca pago mal, el lo sabe.
El asiente terminando de copiar la información y bebe otro shot de vodka poniéndose de pie y guardando sus cosas en la maleta.
—Entonces si es así, estoy dentro. Luego necesito que me pases la información de la sospechosa y como podía afectar a Park's Empire.
Lo acompaño hasta la puerta y el palmea mi espalda con una sonrisa.
—De acuerdo.
[•••]
El abogadito está interesante 🙈🤭.
Gracias a las que esperaron por este capítulo y lamento que no haya sido el mejor ni haya habido interacción entre nuestros protagonistas. Recuerden votar y comentar.
Espero que la historia siga creciendo en cuanto a votos, vistas y comentarios.
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