No creí que las palabras de mi madre se fueran a hacer real, cuando retóricamente preguntaba: si tus amigos saltan de un avión tú también lo haces?, la respuesta que se esperaría sería un rotundo no, pero este no es el caso pues pasaron todo un día tratando de convencerme para que si ellos saltan yo también lo hiciera.

Y lo lograron, pero vaya que les costó convencerme. Aunque debo admitir que me tranquilice un poco al saber que mi arnés estaría sujeto al de una persona calificada para dicho deporte y no tendría que ser yo quien maniobrara para abrir el paracaídas, sigo con la idea de retractarme pero sé que es algo que Alan me ha pedido hacer por varios meses, como también que sé que eligió el lugar que tiene mejores recomendaciones de seguridad sin importarle el elevado costo que este tenía.

—Estoy tan emocionado —Donovan se veía bastante hiperactivo, y eso que aún faltaban un par de minutos para llegar al centro de vuelo. —Tú por el contrario pareciera que tienes ganas de vomitar.

—Y si mejor hacemos otra cosa? Algo que sea aquí en tierra. —pregunté con la esperanza de que aceptaran ir a otro lugar.

—No seas llorona, los demás ya están allá. Además, ten en cuenta que vas con otra persona que si sabe lo que hace, así que si algo falla se mueren los dos.

—¿Qué clase de consuelo es ese? —se quejó el ojiverde tras el volante. —Cariño, todo estará bien, vale? Verás que lo disfrutarás.

Ninguno dijo nada más. Donovan se entretuvo en su teléfono, y yo intenté relajarme y olvidarme de lo que estaba a punto de hacer mientras oía música. Veía el paisaje a través de la ventanilla, a lo lejos alcancé a ver unas instalaciones pero no pude distinguir algo más, pocos minutos pasarían para darme cuenta que eran las instalaciones dónde estaban las avionetas y los instructores.

Cuando estábamos por llegar a los galpones me fijé en que el auto de Thomas y la moto de Max ya estaban aparcados, Alan se estacionó junto al auto de su amigo, y luego de bajar; los tres nos dirigimos al interior del galpón principal.

Allí adentro estaban los chicos sentados conversando de quien sabe que, cuando llegamos junto a ellos nos saludaron y poco después apareció un instructor, nos habló sobre la información básica que debíamos saber y luego de terminado su discurso nos presentó al resto de su equipo, nos entregaron unos trajes especiales y arneses que debíamos colocarnos, cuando todos estuvimos listos seguimos a los instructores hasta un hangar, nos presentaron al piloto de la avioneta y luego de que el hombre se asegurara de que todo estaba en orden; nos indicaron que debíamos subir.

La avioneta empezó a recorrer la pista  y pocos minutos después ya la aeronave estaba ascendiendo permitiéndonos observar el paisaje desde las alturas.

—Como ya les mencioné antes el salto será desde una altura de cuatro mil metros, ¿todos están listos o hay alguno que crea que no esté en condiciones para saltar?

Todos afirmamos estar preparados para saltar, aún cuando yo estaba muriendo de nervios decidí vivir la experiencia, igual y estaba segura de que no pensaba hacerlo nuevamente.

Los chicos se veían emocionados, sobre todo Alan y Donovan quienes parecían niños a punto de recibir su tan ansiado regalo.

Me entretuve viendo por la pequeña ventanilla de la avioneta, desde esta altura se tenía una vista grandiosa, aunque todo era tan miniatura visto desde acá arriba. Solo se alcanzaban a ver con tal claridad el contraste entre el marrón del terreno deforestado con el verde de algunas zonas arboladas.

Hasta donde tenía entendido el salto se haría en una zona especialmente utilizada para tal actividad, unas montañas bastante conocidas por ser de gran atractivo visual a la hora del descenso, solo que aún no llegábamos hasta ese punto.

—Estamos a un par de minutos de estar en el punto perfecto para saltar, ubiquense junto a un instructor para proceder a abrochar sus arneses a los nuestros.

Hicimos caso a sus palabras y cada uno fue con un instructor que se ocupó de realizar el procedimiento de unión de ambos arneses, la puerta de la avioneta se abrió y el hombre preguntó quién sería el primero en saltar, y casi sin pensarse la respuesta mi mejor amigo levantó la mano ansioso.

Su instructor asintió y juntos caminaron hasta la puerta, Donovan flexionó un poco las rodillas y poco después ambos se dejaron caer al vacío, los siguientes fueron Thomas y Jade, y así sucesivamente se fueron lanzando los demás hasta que llegó el turno de Alan, su emoción era bastante evidente, había querido hacer esto por meses y justo ahora estaba a punto de dejarse caer como los demás.

Estaban en la puerta preparados para saltar cuando volteó a verme, y luego de sonreír pronunció: 

—Te amo.

Seguido de sus palabras flexionó las rodillas y él y su instructor también saltaron. Ya no había marcha atrás, la última era yo. Me ubiqué en la puerta junto al hombre que saltaría conmigo y luego de inhalar profundamente asentí y nos dejamos caer.

El viento chocaba contra nosotros haciendo que varios mechones salieran de mi coleta, mi corazón latía desenfrenado y ni siquiera me atrevía a abrir los ojos. No sé cuanto tiempo tuvo que pasar para que lo hiciera; y así poder darme cuenta de lo que me estaba perdiendo, varios metros por debajo de nosotros estaban los demás, no podía distinguir quién era quién, lo que sí estoy segura es que se estaban disfrutando el momento, y extrañamente yo también empezaba a hacerlo, y aunque mi corazón no aminorara su ritmo; si empezaba a sobrellevar el vacío que sentía mi estómago al recordar que estábamos en caída libre.

El primer paracaídas se desplegó haciendo que sus vibrantes colores llamaran mi atención, seguido de ese los demás también empezaron a abrirse, y de pronto sentí un suave tirón que me hizo ver hacia arriba, el nuestro también se había abierto. Vaya alivio el que sentí.

La caída se había hecho muchísimo más lenta por lo que me permití admirar el paisaje bajo nosotros, los árboles se empezaban a distinguir mejor, a lo lejos se podía ver un gran lago rodeado de puro verdor haciéndolo parecer casi imposible de acceder a él.

Cada vez estábamos más cerca del suelo, los instructores maniobraban los paracaídas para que el viento nos llevara hasta un gran claro, el primer paracaídas se extendió en el suelo y pude observar como las dos personas que ya habían llegado soltaban el arnés que los unía. Uno tras otro fueron tocando tierra, hasta que como era de esperarse nosotros fuimos los últimos.

Cuando mis pies chocaron contra el suelo sentí que volvía a respirar con normalidad, mi instructor soltó nuestros arneses y troté hacia donde estaban los demás.

—¡Eso fue increíble! Quiero hacerlo de nuevo — No hace falta mencionar que tal entusiasmo solo podía de de Donovan, él realmente lo había disfrutado.

—Jamás pienso volver a hacer eso. —las palabras de Fabia sonaban bastante seguras —Juro que casi me orino encima cuando el hombre saltó, por mi mente solo pasaban las oraciones que mi abuela me enseñó de chiquita y de hecho creo que con el miedo las mezclé todas.

—Para nosotros ya no es el mismo miedo de la primera vez —comentó Jade —de hecho, esta es la tercera vez que hacemos paracaidismo.

Dejé de prestarles atención a los chicos cuando me fijé que Alan no estaba por ningún lado. ¿Dónde se habrá metido? Si no hace mucho estaba aquí con nosotros.

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Alan POV:

La adrenalina que había sentido al caer de la avioneta había sido demasiada, últimamente había querido experimentar esto; y con seguridad puedo afirmar que fue muchísimo mejor de lo que pensé.

Cuando llegamos todos a tierra nos reunimos y de inmediato todos empezamos a decir que tal nos había parecido, unos querían volver a hacerlo y otros se rehusaban si quiera a la idea de hacerlo nuevamente, y estaba bien, porque de eso se trata probar las cosas por primera vez y darte cuenta si la experiencia te gustó tanto como para repetirla o no.

Yo puedo decir que disfruté hacer paracaidismo y que sin duda lo volvería a repetir algún día, pero también puedo afirmar con un noventa por ciento de seguridad que Venus no se atreverá a hacerlo nuevamente. Y esta bien si no quiere volver a repetirlo, respetaré su decisión.

Todos estaban tan concentrados hablando entre sí que no se dieron cuenta que de a poco me fui alejando de ellos hasta ocultarme tras el tronco de un roble a unos cuantos metros, bajé el cierre del traje que tenía puesto y saqué los brazos haciendo que la parte superior cayera siendo sostenido nada más por la goma que tenía en la cintura, como pude saqué del bolsillo del pantalón eso que había estado guardando por días.

Después del momento lleno de adrenalina que acabábamos de vivir creo que era justo que hiciera la pregunta que había estado rondando por mi mente durante semanas. Fijé la vista hacia donde antes se encontraban los chicos reunidos y ya se habían dispersado, la chica que se había convertido en una de las personas más importantes en mi vida estaba parada a unos cuantos metros de mi, enfrascada en una conversación con Donovan y Fabiana; así que decidí volver.

No sé percató de cuando me coloqué a un paso detrás de ella, y aprovechando su momento de descuido me arrodillé y abrí la pequeña caja de terciopelo dejando a la vista su contenido.

—Creo que deberías voltearte —dijo Donovan al darse cuanta que el momento había llegado.

Venus hizo caso a sus palabras y cuando se volteó nuestras miradas se encontraron, ella luciendo sorprendida y yo con el corazón golpeando rápidamente contra mi caja torácica.

Es ahora o nunca.

—Desde que te vi intuí que de una manera u otra terminarías siendo parte fundamental de mi felicidad, y no me equivoqué, durante todo este tiempo he sentido que tu eres mi lugar seguro, ese lugar donde no importa si tengo mucho o poco, si tú estás conmigo siento que lo tengo todo...

Un par de lágrimas brotaron de sus ojos y se deslizaron por sus mejillas, la sorpresa y emoción en su rostro eran evidentes.

Los chicos habían sacado sus teléfonos para empezar a grabar, incluso hubo alguien que puso una canción romántica pero desconocida para mí.

—Prometo hacerte reír, y si algún día lloras por mi culpa te juro que sea lo que sea que haga no será de manera intencional porque jamás dañaría a la persona que llegó a poner mi mundo patas arriba desde la primera vez que nos vimos. —una risita salió de mis labios, la adrenalina estaba pasando y poco a poco los nervios empezaban a invadirme —Pasé semanas tratando de convencerte de hacer esta locura y ya que puedo tachar de mi lista saltar de una avioneta junto a ti, solo me queda preguntarte: ¿Quieres casarte conmigo otra vez? Prometo que esta vez si lo recordaremos.

Una gran sonrisa adornó su rostro, sus ojos cada vez estaban más brillosos por las lágrimas que trataba de retener, pero las palabras simplemente no salían de sus labios.

—¡Ya dile que sí! —exclamó mi primo haciendo que Venus empezara a mover su cabeza de manera afirmativa.

Se acercó rápidamente a mi e hizo que me levantara, apenas lo hice sus brazos rodearon mi torso y su cabeza se apoyó en mi pecho, justo donde mi corazón latía desenfrenado.

—Si... —su voz fue apenas audible para mi. Separó su cabeza de mi pecho sin dejar de abrazarme y fijó su mirada en la mía —Si quiero volver a casarme contigo.

FIN.

Aagradecimientos:

Holis✌ es bastante emotivo hacer esta nota porque será la última, solo quiero decirles que muchas gracias por llegar conmigo al final de la segunda parte de esta historia.

Gracias lector (a) que estuviste conmigo desde el principio de esta aventura, gracias por esperar pacientemente por las actualizaciones.

Gracias a ti también futuro lector por llegar hasta este punto. (Tú tuviste suerte porque no  debías esperar por actualizaciones 😅).

No tengo palabras para agradecer tanto amor de ustedes hacia mis desastrosos.

De todo corazón les deseo que encuentren a alguien que las ame de la manera en que Alan ama a Venus ❤ y que encuentren buenos amigos como Donovan, Fabia, Jade y el resto de los desastrosos ❤

Aún no puedo creer que esté sea el final de esta aventura, me la disfruté bastante creando los capítulos y leyendo sus comentarios cada vez que actualizaba.

Un beso con mucho amor de parte de Alan, Venus y Donovan 💋

NOTA: No se pongan tristes que aún faltan los extras, no sé cuándo los suba porque ni siquiera los he empezado pero pronto los tendrán por aquí.

No puse dedicaciones específicas porque creí que sería mejor dejarlo así y evitar que algunx se molestara porque no puse su user. Pero igual saben que les amo mucho por darme la oportunidad de entretenerlos con mis escritos, valen muchísimo para mi 🥺

Por Instagram (oriaana13) les haré saber de mis próximos libritos 😊 así que si quieren enterarse les conviene seguirme por allá (ojo eso es solo si quieren).

Por otro lado, quería pedirles un pequeño favor. Verán, a la señorita que escribe esto se le metió la loca idea de que tal vez podía conseguir el millón de lecturas para el 15 de noviembre (faltan 170K), para los que no saben ese día se cumple un año desde que publiqué aquí la primera parte de TENTACIÓN, y pues ajá, he subido unos cuantos videitos a tik tok para ver si tengo suerte consiguiendo más lectores en esa plataforma, y aquí es donde viene el favor, quería saber si son tan amables de pasar por mi cuenta (también le puse oriaana13) y dejarle un corazoncito a los vídeos (son solo tres) no es necesario que me sigan pero me ayudarían muchísimo si les dan like para que el algoritmo pueda mostrarlos más.

Eso era todo, de nuevo muchas gracias a todos❣