⚛Capítulo 38⚛
Alan POV:
Definitivamente este cumpleaños había sido el más loco de todos, salí a un bar y terminé casado, solo con unos cuantos vídeos y fotos como prueba de esa noche pasada de alcohol.
Los chicos... ellos se sorprendieron y luego estallaron en risas al ver todos los vídeos que estaban en sus teléfonos. Está demás decir qué, mi ahora esposa, los mando al demonio a todos y luego se encerró en nuestra habitación hasta media tarde. Ese último día en Las Vegas fue más para buscar el alma que habíamos dejado en las botellas de alcohol que otra cosa, no salimos, todos estábamos lidiando con un dolor de cabeza de los mil demonios. Unos más que otros, aunque yo estaba entre los peores.
El dia después de ese... no había mucho que contar, abandonamos el hotel temprano debido a que debíamos ir al aeropuerto, nuestro vuelo salía antes que el de Jayson y Facundo por lo que nos despedimos de los antes mencionados y abordamos el avión cuando llegó el momento. Donovan viajaba con nosotros, aunque un día a antes estuvo tentado a cambiar el vuelo e ir con Jayson y Facu, desistió de esa idea al caer en cuenta que la casa de mis tíos estaría vacía, como siempre, por lo que decidió mejor pasar los otros días que le quedaban de estadía en mi departamento y no en una solitaria casa.
Así que después de todo eso, llegamos al día de hoy. Como suelo hacer, fui a la universidad y cuando terminé las clases esperé a Venus quien salió 15 minutos después, la dejé en su residencia quedando de vernos más tarde cuando fuera a la biblioteca por unos libros que necesitaba.
Cuando llegué a mi departamento me encontré a Donovan paseándose en mi cocina de un lado a otro con una espátula en su mano, tenía unos audífonos puestos y tarareaba la canción que estaba oyendo, tardó poco en darse cuenta de mi presencia porque cuando volteó para tomar un recipiente con rodajas de tomate que estaba en la encimera; su vista se fijó en mí sobresaltandose al instante. Se quitó los audífonos y hablo:
—Creí que llegabas más tarde. —se volteó hacia la sartén y siguió revolviendo lo que allí estaba cocinando.
—Faltó un profesor, por eso salí antes.
Seguí hasta mi habitación y después de cambiarme por algo más cómodo volví a la cocina donde ya se encontraba mi primo, estaba sentado en uno de los taburetes junto a la encimera y con desgano engullía lo que estaba servido en el plato frente a él. Me senté a su lado y con un movimiento de la cabeza me indicó otro plato que estaba cerca, lo acerqué hacia mi e imitando su acción empecé a comer.
Ninguno dijo nada durante el almuerzo y cuando terminamos de comer yo me encargué de lavar todos los utensilios y vajillas utilizados. Donovan se había perdido de mi vista pero pronto me di cuenta que estaba en el sofá frente al TV, llegué junto a él y vi que tenía uno de los controles del play, tomé el otro que estaba en la mesita frente al sofá y me dejé caer a su lado, iniciamos la partida y en esas duramos hasta casi entrada las 6:00 de la tarde, solo nos levantabamos para ir por otro par de latas de cerveza, o en su defecto, latas de coca cola cuando se terminaron las cervezas.
Luego de terminar la última partida dejé el control sobre la mesita y me levanté para ir a mi habitación, aunque me detuve un segundo para observar a mi primo; quien observaba su teléfono.
—Iré a la biblioteca por unos libros que necesito, y de paso a esperar a que Venus termine su trabajo para dejarla en su residencia.
—¿Trabaja en una biblioteca?. —preguntó dejando su móvil al lado.
—Por poco tiempo, la biblioteca está teniendo problemas y tal vez pronto tengan que cerrarla... ¿quieres ir?.
—Claro. —se levantó y juntos recorrimos el pasillo hasta entrar; él en la habitación que ocupaba, y yo en el cuarto de baño.
Me deshice de mi franela, pantalón y boxer, y los dejé en el cesto de la ropa sucia, a paso rápido fui hasta la ducha y me dejé mojar por la lluvia artificial, aproveché a lavar mi cabello y cuando el agua se llevó la espuma salí de la ducha y envolví una toalla al rededor de mi cadera, me observé un momento en el espejo y ese reflejo me dejó ver la marca que aún estaba —pero ya menos visible —en mi cuello a causa del chupete que me había hecho Venus. Salí del baño y crucé el pasillo hasta entrar en mi habitación, busqué en el clóset la ropa que me pondría y empecé a vestirme, no tardé mucho y ni siquiera me peiné, solo salí a la sala encontrándome con Donovan quien ya se había calzado unos tenis y se había cambiado en pantalón de pijama por una bermuda. Tomé las llaves y abandonamos el departamento, cuando íbamos a entrar al ascensor vimos un cartel que decía que estaba en mantenimiento por lo que tuvimos que bajar por las escaleras desde el cuarto piso.
Subimos a mi auto y lo puse en marcha saliendo del estacionamiento, como siempre; el tráfico a esta hora no era mucho por lo que luego de detenernos en un par de semáforos llegamos por fin a la biblioteca, aparqué y con mi primo siguiendo mis pasos me adentré al lugar antes mencionado, Venus se encontraba sola tras el mostrador, eché un vistazo al lugar pero no vi por ningún lado a Julie.
—Hola. —saludé apoyando los brazos sobre el mostrador.
—¿La gente no se aburre en este lugar?. —preguntó Donovan viendo a las personas que estaban ocupando las mesas y los sofás cerca de la ventana.
—Te aseguro que no. —Venus rebuscó entre unos libros que estaban apilados en el mostrador y después de darles un vistazo le tendió uno a mi primo. —Toma, inténtalo.
Donovan vio el libro como si fuese un objeto raro y después de encogerse de hombros caminó hasta una de las mesas desocupadas, tomó asiento y empezó a ojear el libro. Me centré nuevamente en la chica frente a mi y con un gesto me invitó a sentarme a su lado.
—¿Donde está Julie?, esta es la primera vez que vengo y no la veo.
—Salió hace poco, pero no me dijo a dónde.
Le quité el libro que tenía en sus mano y lo dejé en el mostrador justo en medio de ambos, iba a protestar pero se calló cuando se dio cuenta que lo hice porque quería leer también, se acercó un poco más a mi y me señaló el párrafo por donde iba, empezamos a leer en silencio y así duramos un buen rato hasta que llegaron unos chicos y Venus fue a indicarles en que sección debían buscar los libros que necesitaban. Seguí leyendo un poco más hasta que las sombras de dos figuras frente a mi captaron mi atención.
—Ahora entiendo porqué a Venus le gustan tanto los libros. —la voz de mi primo hizo que la señora a su lado le prestara atención. —esto es tan extraño, es como si tuvieras una televisión en tu cabeza que reproduce todo lo que vas leyendo. Definitivamente debo comprar unos cuantos de estos.
—Es bueno ver un rostro nuevo en mi biblioteca y que además le están gustando los libros. —Julie dio la vuelta y se sentó a mi lado. —tengo unos cuantos ejemplares en el depósito que aún no hemos sacado al uso público, y sinceramente tampoco creo que llegue a suceder, así que si gustas puedes llevar los que quieras.
—¿Por qué no los pondrán en las estanterías?. —Donovan dejó el libro sobre el mostrador y puso toda su atención en la dueña de la biblioteca.
—Porque tendré que cerrar la biblioteca por falta de fondos, toda mi vida está en este lugar y ya no puedo mantenerlo.
La voz de Julie era melancólica, como si le atirmentara saber la realidad de lo que sucedería.
—¿Y si la vende?. —a este punto de la conversación yo solo era un mero espectador. Donovan se veía interesado en saber más sobre porque cerrarían este lugar.
—No he tenido suerte encontrando a quien quiera comprar una biblioteca.
Estoy seguro de que ni siquiera lo pensó porque apenas Julie terminó de hablar, respondió él.
—Pues hoy es su día de suerte, aquí tiene a dos sujetos que comprarán su biblioteca. —afirmó Donovan pasando su brazo por mis hombros. —¿Verdad que sí?
Su pregunta me dejó sin habla, hasta el momento no había pensado en invertir en este lugar y de repente llega él diciendo que ambos lo haremos sin siquiera haberme preguntado antes.
—Necesito hablar contigo un momento.
Me levanté de donde estaba sentado y agarrandolo del suéter lo arrastré hasta que estuvimos unos metros lejos de Julie.
—¿¡Es en serio!? —mi voz era baja para no incomodar a los demás y evitar que Julie pudiera oirnos.
—Pues sí, ¿me crees capaz de jugar con los sentimientos de la pobre anciana?.
—Contigo nunca se sabe. —volteé a ver a la dueña de la biblioteca y esta tenia la vista puesta en nosotros. —¿Y que se supone que ganas tu con esto?.
—Un par de libros gratis. —se encogió de hombros y se dio la vuelta para observar los libros en las estanterías. —Además, creo que con unas cuantas remodelaciones se le podría sacar provecho.
Un suspiro de derrota abandonó mis labios al tiempo que Donovan regresaba hacia el mostrador, le seguí porque quería saber que más iba a hablar con Julie, además, ese interés repentino me resulta extraño.
—¿En serio comprarán la biblioteca?. —la voz de Julie había cambiado su matiz, incluso sus ojos habían adquirido un brillo que no tenían hace rato. —Pero... son muy jóvenes ¿de dónde sacarán el dinero?. —preguntó pasando su mirada de Donovan a mí.
Donovan apoyó sus antebrazos sobre el mostrador y se inclinó para que la señora oyera sus siguientes palabras, aunque yo también pude oírlo.
—¿Usted sabía que a los strippers nos va muy bien en los países asiáticos? —Julie lo observó sorprendida cuando mencionó su trabajo. —el dinero no creo que sea un problema. Solo habría una condición para cerrar el trato.
Mi entrecejo se frunció al oír sus palabras, ¿de qué condición hablaba?.
—¿Cual sería esa condición?. —preguntó Julie.
—Que el contrato de propiedad no esté a nombre de nosotros, si no de ella. —señaló hacia una de las estanterías donde estaba Venus acomodando unos libros. —pero eso será un secreto.
—¿Y como haré para que firme el contrato sin darse cuenta de lo que es?
—Ya encontrará que decirle, y si alguna vez pregunta solo dígale que fue idea de él —me señaló. —y yo no tengo nada que ver. —Donovan se calló al darse cuenta de que Venus se acercaba a nosotros, así que tomó el libro de había dejado en el mostrador para ir nuevamente hacia las mesas, pero se detuvo cuando pasó por mi lado. —Tomenlo como el regalo de bodas.
Y así, como si no hubiésemos hecho un acuerdo con la dueña del lugar —me incluyo porque aunque no hablé casi, también estaba parte de mi dinero —pasamos el rato hasta que fue la hora de cerrar.
NOTA: holis ✌ aparecí otra vez, tenía la mitad del capítulo hecho desde hace días pero me agarró un bloqueo y no supe como continuarlo hasta hoy.
Sinceramente no sé que hice, espero que por lo menos tenga algo de sentido.
Bye.
Un beso grandote 💋
Att: Oriana.
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