Alan POV:

—Hasta el fin del mundo si me lo pides.

Luego de que terminamos de hablar —y quedar en que pasaría por ella a media tarde —finalicé la llamada y tomé mi laptop para dirigirme a mi habitación. Me dejé caer en la cama apoyándome contra el espaldar, dejé la computadora sobre mis piernas y empecé a buscar hoteles que estuvieran cerca del centro.

¿Será muy costoso hospedar a siete personas en un hotel cinco estrellas?.

Como le había dicho a Venus, este no era mi plan inicial, pero digamos que alguien me hizo cambiar de opinión, e incluso ahora creo que es buena idea. Los chicos van a volverse locos cuando lo vean.

Tomé mi teléfono para marcar un número que aparecía en la página web del hotel que estaba viendo, hasta el momento este me parecía el más apropiado. Tiene excelentes recomendaciones y además queda bastante cerca de todos los lugares emblemáticos de la ciudad.

Una conversación un poco extendida fue la que se dió con la recepcionista del lugar, y al final terminé pidiendo una suite que tiene suficiente espacio como para alojarnos durante tres días.

Nada barato, pero tampoco nada que no pueda costear.

Apagué la computadora y la dejé en su lugar, y luego de enviarle un mensaje a los chicos avisandoles que todo estaba listo me dejé llevar por el sueño.

===============♡==============

Me desperté cuando oí sonar mi teléfono, aún estaba adormilado y tanteando en la mesita al lado de mi cama logré encontrarlo, sin siquiera ver quién me llamaba atendí y me llevé el teléfono a la oreja.

—Bueno.

Del otro lado se oía el ruido del tráfico y el murmullo de las personas.

—¿Como se supone que me presento en la recepción del hotel?. —confundido observé la pantalla del móvil y me di cuenta que eran las 8:00 de la mañana.

—Di quien eres y pregunta por la suite que está a mi nombre, en recepción te darán una tarjeta de acceso... o algo así mencionó la chica con la que hablé anoche.

Salí de mi habitación y me dirigí al baño mientras seguía oyendo al chico del otro lado de la línea hablar, puse la llamada en altavoz y dejé el teléfono a un lado del lavamanos mientras buscaba mi cepillo y pasta dental.

—Oye, ¿al final si me dejarás quedarme en tu departamento durante mi semana libre?.

—¿Que no se supone que tu semana libre se van en esos tres días aquí?. —pregunté de vuelta.

—Mi jefe está tan contento con mi trabajo que me dio unos días más. ¿Me dejarás quedarme contigo si o no?.

Escupí la espuma mentolada que tenía en la boca y le respondí:

—Claro, con tal y no quemes mi departamento.

Intercambiamos unas palabras más y nos despedimos cuando me dijo que iba a tomar un taxi para ir al hotel. Acababa de llegar así que nosotros lo veríamos bastante entrada la noche.

Terminé de cepillarme y tomé una ducha rápida, cuando terminé envolví una toalla en mi cintura y caminé de regreso a mi habitación. Busqué en las gavetas del clóset un boxer, y en el perchero un pantalón y una franela —ambos negros —y procedí a vestirme. Aún tenía algunas cosas que resolver, pero por suerte ya tenía comprado desde hace días los boletos de avión.

Tomé las llaves y salí del departamento, fui hasta donde estaba mi auto aparcado y luego de tomar asiento tras el volante; lo puse en marcha y me dirigí hacia la universidad. Llegué bastante rápido así que cuando encontré un lugar libre donde estacionarme, lo hice y sin perder tiempo fui directo hasta el salón donde me tocaba ver clases. En el camino me encontré con Lucía —quien después de tanto, logré recordar su nombre correctamente. —y como solía hacer, se puso a mi par hasta que llegamos al salón.

—¿Te puedo hacer una pregunta?. —se apoyó sobre su mesa quedando de frente a mi.

—Claro.

—No creas que te estoy acosando ni nada, pero... ¿esa chica con la que siempre andas y subes fotos, realmente es tu novia?.

Me quedé observandola con el ceño fruncido.

—Lo es, ¿por qué mentiría?.

—No digo que mientas, es solo que... me parecen tan diferentes.

—Siempre me ha gustado lo diferente, lo que es común; a mi me parece aburrido. —no volvió a decir nada y yo tampoco, todos tomaron sus lugares cuando vieron a profesor entrar.

La clase transcurrió como casi siempre, la única diferencia fue que antes de salir el profesor hizo preguntas al azar y los que iban contestando podían retirarse, por suerte y fui unos de los primeros. Deambulé un poco por los pasillos hasta que salí al estacionamiento donde estaba mi auto, tomé mi lugar y empecé a conducir de regreso a mi departamento, pésima suerte tuve que al tomar una vía para llegar antes quedé atrapado en el tráfico. Mientras esperaba a que los autos avanzaran respondía mensajes de los chicos. Jayson y Facundo estaban por abordar el avión, Thomas y Fabia estaban casi por llegar a mi departamento y yo le pedía a todos los dioses existentes que se agilizara el tráfico para poder llegar a hacer mi maleta.

Casi después de media hora por fin pude avanzar lo suficiente como para doblar en una intercepción y conducir por otra calle hasta llegar al edificio donde vivo, apenas entré divisé a mi mejor amigo y a su novia sentados en unos sofás cerca de donde estaba el portero, les hice una seña y tomando sus maletas me siguieron hasta el ascensor, cuando llegamos a mi piso abrí la puerta de mi departamento y los dejé pasar.

Le encargué a Thomas pedir algo de comer mientras yo iba a mi habitación a hacer mi maleta. Ordené todo lo que llevaría y cuando cerré la maleta; la tomé y volví a la sala para dejarla junto a la de los chicos. Ambos estaban sentados en los bancos de la encimera y tenían en sus manos pequeñas cajas con comida china, tomé asiento junto a ellos y mi amigo me ofreció una cajita restante mientras Fabia tomaba un vaso para servirme un poco de coca cola.

Comimos calmadamente y cuando faltaba un poco más de una hora para que saliera el vuelo; tomamos las maletas y bajamos hasta quedar frente del edificio para tomar un taxi, no tardamos mucho en conseguir uno y cuando este se detuvo frente a nosotros; Thomas y yo subimos las maletas al maletero y tomamos nuestros lugares junto a Fabia quien ya se había subido, le di la dirección al hombre y este empezó a conducir en dirección a las residencias donde estaba Venus.

Le envié un mensaje avisandole que pronto pasaríamos por ella y cuando llegamos ella ya estaba en la entrada sentada sobre su maleta, cuando el auto se detuvo bajé igual que el conductor y puse su maleta junto a las demás, ella subió junto a Fabiana en el asiento trasero y yo tomé lugar en el asiento del acompañante al lado de conductor.

El auto se puso en marcha nuevamente, esta vez el camino fue un poco más largo, el aeropuerto quedaba hasta el otro lado de la ciudad pero aún así el silencio nunca estuvo presente durante el recorrido, Fabiana y Venus comentaban lo repentino de este viaje, incluso a ellos los agarré desprevenidos pues se lo comenté hace dos días, Thomas de milagro y pudo conseguir el permiso; e incluso llegó a quejarse de que dejaría sus ahorros de tres meses en este viaje, pero cuando le comenté el destino dijo que valía la pena quedarse sin ningún centavo porque siempre había querido ir a esa ciudad.

Con Venus ese es otro cuento, ella aún no sabe a donde vamos, solo le dije que hiciera una maleta y trajera su pasaporte, no mencioné destino y mucho menos la sorpresa que más para mi era para ella. Digo... el del cumpleaños era yo, pero mi novia es quien va a ver a uno de sus amigos después de meses.

Cuando el auto se detuvo frente al aeropuerto le pagué al conductor y este se bajó para ayudarnos a sacar las maletas, le agradecí por el servicio y todos juntos atravesamos las puertas de cristal para adentrarnos al lugar e ir hasta la sala de espera.

—¿Como se supone que voy a viajar si yo no tengo boleto?. —preguntó Venus, quien caminaba a mi lado y tenía nuestras manos entrelazadas.

—Por suerte tienes un novio que tiene todo bajo control.

Dejé un beso en su mejilla y cuando llegamos a la sala de espera nos sentamos juntos, el rato pasó entre charlas y mensajes de los que ya estaban en el hotel, uno que otro beso y anécdotas de Venus, incluyendo esa de cuando llego y Max enseñó su ropa interior a gran parte del aeropuerto porque no sabían de quién de los dos era la maleta.

De pronto una voz se oyó por los parlantes haciéndonos saber que nuestro vuelo estaba por despegar y debíamos abordar, tomamos nuestras maletas y le pedí a Venus  su pasaporte para dejar dentro de este el boleto de avión, llegamos a la puerta de embarque y uno por uno fuimos entregando nuestros documentos para la correspondiente revisión y pasábamos cuando la chica nos devolvía el pasaporte y nos deseaba un viaje tranquilo.

Presiento que este viaje por mi cumpleaños va a ser todo menos tranquilo.

—¿Me dirás a dónde vamos? Porque no me dejaste ver el destino en el boleto de avión.

Caminamos hasta nuestros asientos y ella tomó el del lado de la ventanilla, por lo que me senté junto a ella.

—Iremos a Las Vegas.

Capítulo dedicado a mis bebés:

*Abdi_arana
*Yamy58
*majo_345678
*girlonfirethg04
*NathalydelCarmenVill
*Angélica.
*elizayat201

NOTA: yo otra vez ✌

¿Nos vamos a Las Vegas a celebrar con Alan su cumpleaños?

Quien quiera dedicación del próximo capítulo me lo hace saber en comentarios.

Por cierto no se olviden de recomendar TENTACIÓN I/II a sus amix a ver si también se enamoran de Alan.

Nos leemos después...

Bye.

Un beso grandote 💋

Att: Oriana.