Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

⚛Capítulo 29⚛

Un resumen de lo que ha pasado en los últimos días sería básicamente así:

Thomas y Fabia arreglaron su relación y oficialmente vuelven a ser Thobia, aunque ella odie que los llame así y él se ría, Fabia también hizo de las suyas y aparte de un ojo morado; también dejó a la chica mentirosa con una nariz rota y sin un diente.

Mi prima definitivamente es una mujer de cuidado.

El audio sí lo oí y me sorprendió cuán bien se le da a mi novio mentir, de no haber sido por su aclaración seguramente aún estuviera sin hablarle.

Por otro lado, la situación de la biblioteca sigue igual, ya hasta me hice a la idea de que en las próximas semanas tendré que buscar un nuevo empleo. Con la cena que hará mi madre, bueno... en eso estamos, justo estoy terminando de empacar lo necesario para estar fuera tres días.

—¿Falta mucho?. —Alan estaba sentado en mi cama y veía como metía cosas a la pequeña maleta.

—No, solo un par de cosas más y listo.

Días atrás él había propuesto viajar en avión hasta nuestra antigua ciudad, sería un vuelo de aproximadamente una hora; pero entonces el auto de Thomas se dañó y nos preguntaron que si podíamos pasar por ellos, así que con eso se hizo a un lado la idea de viajar en avión, iramos por carretera y sería un viaje bastante largo.

Terminé de empacar lo que necesitaría y dejando mi habitación ordenada salimos, no había rastro alguno de mi compañera por lo que solo dejé una nota en la puerta del refrigerador, tenía unos cuantos días para hacer de las suyas sin tener yo que presenciar situaciones bastante fogosas.

—¿Lista para pasar casi todo el día en el auto? —preguntó abriendo la puerta del acompañante para que subiera.

—De solo pensarlo ya hasta me duelen las nalgas. —él dio la vuelta para llegar a su lugar, pero por su sonrisa picara sé que había oído mis palabras.

—Yo también podría hacer que te duelan y te aseguro que te gustaría más. —se acercó hasta mi y fue dejando un camino de besos desde mi clavícula; pasando por mi cuello y deteniéndose cerca de mi oído. Su respiración hacia que mi piel se erizara. —Tal vez podríamos hacer una pequeña parada por ahí.

—Mientras más tardes en poner en marcha el auto, más tardaremos en el camino.

Dejó caer su frente en mi hombro y unos segundo después se sentó correctamente y encendió el auto.

—Bueno, lo intenté. —empezó a conducir y giró  para salir de la zona residencial de la universidad. —Pero no me rendiré tan fácil.

Nos incorporamos al tráfico que estaba bastante lento, conecté mi teléfono al reproductor del auto y dejé que las canciones se fueran reproduciendo aleatoriamente. Canción tras canción y cada vez íbamos avanzando más en el tráfico de la mañana, cuando por fin logramos salir de la autopista principal; Alan condujo sin interrupciones hasta llegar al gran cartel que daba la bienvenida/despedida a la ciudad.

Alan bajó las ventanillas haciendo la brisa repentina volará mis cabellos por todos lado, tomó de la guantera sus lentes negros y se los colocó evitando que el sol que nos daba de lleno le impidiera ver bien el camino, por mi parte recogí mi cabello como pude y lo amarré en una coleta alta.

Este viaje me recordaba a esa vez que fuimos a esa playa desierta, la diferencia es que ahora íbamos de regreso al lugar donde nos conocimos. Al lugar donde toda esta loca aventura comenzó.

—Yo sigo creyendo que es buena idea parar un momento, igual los chicos no sabrán que pasó aquí. —subía y bajaba sus cejas mientras su mano derecha se colaba por debajo de mi vestido hasta dejar suaves caricias en mi pierna.

—¿Estas propiendo tener sexo en el auto?

—Sí, eso nunca lo hemos hecho. —detuvo el auto a un lado del camino. —Estamos en un lugar bastante solo, además, cuando pasemos buscando a los chicos ya no podré hacer mis comentarios inapropiados.

—Ya habrá más tiempo, y un lugar más cómodo que el asiento del auto.

Me acerqué hasta dejar un beso en su mejilla, una sonrisa apareció en sus labios y en un movimiento rápido cruzó sus brazos al rededor de mi torso y sin mucho esfuerzo me sento a horcajadas sobre él, mi cuerpo quedó aprisionado contra su pecho y el volante, sin esperar mucho sus manos se posaron sobre mis nalgas por encima del vestido, su boca se dirigió a mi cuello y luego de un par de besos humedos dejó una pequeña mordida.

Apoyé mis manos en el espaldar del asiento para tener más estabilidad, un par de suspiros se me escaparon al sentir sus manos recorriendo mi piel lentamente, sin duda estaba haciendo que reconsiderara eso de tener relaciones en el asiento del auto.

Nuestros labios se unieron de tal manera que no quería que ese beso acabase, era algo tan embriagador, su manera de tratarme y de hacerme sentir tanto con solo una leve caricia, el magnífico olor de su perfume solo hacía que cayera cada vez más a ese punto sin retornos llamado: experimentar cosas nuevas.

Deberías tener sexo en un auto... es excitante saber que pueden ser descubiertos.

Quien diría que yo estaría haciendo caso a tal sugerencia de Fabia.

—Alan. —su nombre salió de mis labios como una súplica.

—Dime que deseas. —sus pupilas estaban dilatadas, en su mirada había algo más que lujuria pero no sabría decir qué.

—Te deseo a tí, justo en este momento.

Me acerqué a sus labios para besarlos pero corrió su rostro haciendo que mis labios se estrellaran contra su mejilla.

—Quien no quiso cuando pudo, no podrá cuando quiere. —y con esas palabras me devolvió al asiento del acompañante, estaba pasmada, me había hecho calentar solo para darme una lección.

Entendido, ahora yo me había quedado con las bragas mojadas y él con una estupida sonrisa socarrona.

Me limité a mirarlo mal y dándole la espalda me acomodé en el asiento de manera que mi vista daba al exterior, una pequeña carcajada oí de su parte y luego puso el auto en marcha de nuevo.

El resto del camino no hablamos, el silencio entre nosotros era interrumpido solo por las canciones que seguían reproduciéndose, así fue hasta que llegamos a una gasolinera, mientras él llenaba el tanque yo bajé y fui hasta la tienda que estaba a unos cuantos metros, entré y fui directo al mostrador, pedí unas botellas de agua, una bolsa de snacks y otra de gomitas, iba a pagar cuando en la parte baja del mostrador vi de las galletas favoritas de Alan, pedí un paquete y luego de que el hombre que estaba en la caja registradora metiera todo en una bolsa; le tendí los billetes, tomando la bolsa salí del pequeño establecimiento y a la distancia pude ver al chico de ojos verdes, estaba apoyado en el capó del Jeep, su camisa era agitada por el viento y su pelo revuelto le daban un aire bastante sexy.

Cuando estaba a unos pasos de él se quitó los lentes, iba a acercarse hasta mi pero pero lo rodee y me subí al auto.

—¿En serio me vas a hacer la ley del hielo?. —su entrecejo estaba fruncido, duró unos segundos en su lugar hasta que negando con su cabeza caminó hasta tomar nuevamente su lugar tras el volante.

Puso el auto en marcha, yo por mi parte tomé el paquete de gomitas y empecé a comer, intentó tomar algunas pero le di una palmada en la mano haciendo que desistiera de la idea. Cada tanto volteaba a verme esperando algún ofrecimiento de mi parte pero al ver que no decía nada simplemente lo dejó estar. Cuando terminé de comer tomé el paquete de galletas y se lo tendí, su mirada era sorprendida pero se veía feliz, eran sus favoritas.

—Gracias. —tomó el paquete y lo abrió, tomó una y me la ofreció y se llevó otra a la boca.

El silencio volvió a ser el mismo, y el camino faltante fue corto. El cartel con el gran nombre de la ciudad nos daba la bienvenida, Alan siguió conduciendo y casi 15 minutos después estábamos aparcando frente al edificio donde estaba el departamento de Thomas.

Llamé a mi prima y pocos minutos después ambos aparecían en la entrada con una maleta cada uno, acomodaron las maletas junto a las de nosotros y luego se subieron en el asiento trasero. Nos saludamos y Alan volvió a poner el auto en marcha, ahora es que queda el trayecto más largo.

—¿Por qué tanto silencio?. —preguntó Thomas pasando la mirada del chico a mi lado hasta mi.

—Aquí huele a frustraciones sexuales. —las palabras de Fabia hicieron que Thomas y yo fijaramos la vista en ella y Alan soltara una risita que fue audible para todos.

—Cosas que suceden cuando no se saben aprovechar las oportunidades. —tras sus palabras Thomas y Fabia intercambiaron miradas confundidos. De los cuatros solo Alan y yo sabíamos que había pasado, pero las palabras de mi prima no estaban lejos de la verdad.

Con su llegada el ambiente silencioso quedó opacado por las risas, los distintos cuentos dieron paso a un ambiente bastante entretenido; y eso era excelente dado que aún quedaban varias horas de viaje.

Capítulo dedicado a mis bebés:

*MelanyPlascencia
*rusmaritorres
*maritza_ester05
*DelenisAguirre
*joshelin2005
*Emily_Malfoy_Ross
*sabdra_kt
*DanaeDomnguez8
*__ValHoss__

NOTA: holis✌ aparecí rápido.

Yo solo diré que me gusta esa faceta de Alan moja bragas🤭

Quien quiera dedicación del próximo capítulo me lo deja saber en comentarios.

Pd: ¿Ya agregaron Enséñame a vivir a sus bibliotecas?

Se van a llevar una sorpresa al final de esa historia pero para eso necesito terminar esta primero.

Bye.

Un beso grandote 💋
(De parte de Alan)  

Att:Oriana.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro