⚛Capítulo 26⚛
La llamada de mi madre fue la causante de que nos despertaramos. Y es que después de una larga noche de películas, tanto Alan como yo caímos rendidos.
Me alegraba oír la voz de mi madre, me había llamado para invitarnos el próximo fin de semana a una cena que realizaría para presentarnos a su nuevo novio. No es que estuviera muy emocionada, pero si ella es feliz yo no pretendo arruinarle su momento y menos quitarle el derecho de que experimente el amor de nuevo. No soy quien para hacerlo.
Cuando terminé de hablar con mi madre fui hasta el baño para hacer mis necesidades, y cuando terminé me encaminé hasta la cocina donde se encontraba Alan preparando el desayuno, verlo luciendo solo un pantalón de pijama y con su torso desnudo me hizo detenerme para seguir contemplandolo por unos minutos más, me concentré en como los músculos de sus brazos se marcaban cuando revolvía algo en la sartén, o cuando los de su espalda se contraían por uno u otro movimiento que hacía. Me había quedado tan embobada viéndolo que solo su voz fue lo que me sacó de mi trance.
—¿Te busco una cubeta? Porque está que se te cae la baba. —estaba de frente a mi con una sonrisa burlona y moviendo de un lado a otro una espátula.
Tomé lo primero que estuvo a mi alcance —lo cual fue un paño de cocina —y se lo lancé dándole justo en la cara y provocándole una estruendosa carcajada.
—Tonto, ni estas tan guapo, eh. —lo señalé con un trozo de tostada para después llevármelo a la boca.
Dio dos pasos hasta quedar frente a mí y dejando la espátula sobre la encimera aparicionó mi cuerpo entre esta y el suyo.
—¿No? —acercó su rostro hasta dejarlo a una distancia mínima del mío. —¿No estoy tan guapo?.
Su mano se metió por debajo de la camiseta que cargaba puesta y empezó a dejar suaves caricias en mi cintura, su respiración se mezclaba con la mía, nuestras miradas fijas la una en la otra hasta que la mía se desvió a sus labios.
—¿No vas a decir nada?. —su mano cada vez iba subiendo más por mi cuerpo.
—Sí, se quema eso que está en la sartén. —ambos fijamos la vista en la sartén de la que ya se desprendía un humo negro y el olor a quemado.
Se alejó rápido de mí murmurando unas cuantas palabrotas y fue a quitar la sartén del fuego.
—Bueno, oficialmente el tocino se ha quemado. —tiró todo el contenido de la sartén a la basura y lo dejó a un lado, tomo otro para colocarlo al fuego y sacando del refrigerador nuevas tiras de tocino las puso a freír.
Esta vez aunque hablábamos, él estaba pendiente de lo que hacía y cuando el desayuno estuvo listo lo sirvió en dos platos para luego dejarlos sobre la encimera. Tomamos asiento en los taburetes y empezamos desayunar en silencio hasta que fue él quien lo rompió.
—¿Como está tu madre?.
—Bien, nos ha invitado a una cena el próximo fin de semana para presentarnos al hombre con el que sale. —mi expresión debió ser igual a la de él.
Yo también me sorprendí de que mi madre hubiese decidido aceptar salir con alguien, y no es que le faltaran pretendientes, solo que siempre se negaba por el simple recuerdo de mi padre.
—Será bueno volver a donde todo comenzó.
Sin decir nada más volvimos a concentrarnos en nuestros desayunos, cuando terminamos me adelante a poner todo en el lavavajillas y luego devolver todo lo utilizado a sus lugares correspondientes, fui a la habitación a cambiarme la camiseta que estaba usando por la ropa que traía anoche, había quedado en reunirme con Jade en su casa y terminar un proyecto que teníamos que entregar en unos días y si me quedaba más tiempo aquí sin duda no lo íbamos a terminar.
Una vez estuve lista me despedí de mi novio, se ofreció a llevarme pero esta vez me negué diciéndole que tomaría un taxi, bajé y cuando llegué a la calle me tarde un poco en conseguir un taxi disponible; pero cuando tuve suerte me subí y le di la dirección al conductor. Por el horrible tráfico que había a esa hora tuve que bajarme unas cuadras antes, no me compliqué, igual llegaría con tiempo y de paso aprovecharía a pasar por unas cartulinas a la papelerías que quedaba cerca, estaba a unos cuantos metros de distancia cuando me detuve abruptamente y me oculté tras un auto que estaba aparcado en la calle, creí haber visto mal, pero no, lo que mis ojos captaban en ese momento era tan real como que en Kínder me comí las galletas de la maestra y le eché la culpa a un compañero.
Mi prima acababa de salir de la casa de godzilla y se había despedido de él con un beso en la mejilla y una gran sonrisa.
Mi mandíbula en ese momento estaba en el suelo, y mi sorpresa era tal que cuando salí de mi asombro ya Fabiana se me había perdido de vista. Sin pensármelo dos veces caminé a paso decidido hasta llegar a la puerta, toqué un par de veces y cuando me percaté de quien había abierto me le lancé encima tal cual depredador capturando a su presa. Por la sorpresa este perdió el equilibrio y ambos caímos al suelo, me repuse rápido y colocandome encima de él empecé a goplearlo con los tubos de cartulina que había traído.
—Eres.Un.Grandísimo.Idiota —entre cada palabra, un golpe era atestado en alguna parte de su cuerpo. Intentó apartarme pero me aferré a él apretando mis piernas contra su cintura. —Esa es tu forma de vengarte de mí, ¿cierto?. Eres un resentido del demonio, solo fue una pequeña mentirita, no tenías porqué engatusar a mi prima, prostituto barato.
Las palabras salían de mi boca con tal rapidez que hasta dudo que se me entendiera lo que decía. Godzilla seguía tratando de impedir mis golpes y en un rápido movimiento los papeles se intercambiaron, ahora era él quien estaba encima de mi.
—¿Que mierda te ocurre, loca? —sus manos sostenían las mías a cada lado de mi cabeza. —¿algún cable te hizo cortocircuito?.
—No te hagas, vi a Fabia salir de aquí, ¿o lo vas a negar?. —intentaba soltarme pero su agarre era fuerte, ni siquiera removiendome como gusano lograba quitármelo de encima.
—¿Por qué lo negaría? —su ojos estaban clavados en los míos y una sonrisa burlona aparecía en sus labios. —Sí, ella estuvo aquí.
—¿Que hacía aquí?. —pregunté tratando de morder uno de sus brazos.
—No es tu problema.
Su respuesta solo aumentó las ganas que tenía de seguir golpeándolo pero, una voz hizo que detuvieramos nuestra pelea. Ambos giramos la cabeza hacia las escaleras y ahí estaba Jade viéndonos confundida, sé que iba a decir algo pero aproveché ese momento de distracción y le di un golpe a godzilla en sus partes; haciendo que cayera a mi lado quejándose mientras llevaba sus manos a la zona afectada.
—Preguntaría que esta sucediendo pero hay cosas más importantes que hacer, vámonos. —mi amiga me tomó de la mano y me llevó a rastras escaleras arriba.
Una vez en su habitación caí en cuenta de que había destrozado las cartulinas que había traído, y no solo eso, me había sentado encima de godzilla usando un vestido.
Una vez mi vergüenza hubo pasado me senté junto a Jade frente al escritorio, mientras ella investigaba yo iba haciendo los apuntes que pegariamos en las cartulinas —que por suerte ella tenía. —Cuando me cansé de copiar intercambiamos tareas y, ahora era yo la encargada de buscar en internet todo lo que necesitábamos incluir en nuestro proyecto.
Así pasamos todo el día y cuando por fin terminamos bajamos a la cocina por algo de comer, aproveché ese momento para preguntarle a la chica a mi lado si sabía la razón por la que mi prima estaba aquí, sé que no es de mi incumbencia con quien ella sale o no, pero me resulta extraño siendo que ella aún desea volver a su antigua relación.
—¿Fabiana? —asentí. —Ahhh vino a entregarle unos papeles a mi hermano Louis, pero como no estaba se los dejó con Max.
—¿Papeles?. —pregunté confundida.
—Sí ella trabaja en una de las sucursales de la empresa de mi hermano, ¿no te lo dijo?. —Negué a su pregunta.
—No, solo me mencionó que tenía un nuevo empleo.
Jade preparó unos sándwiches, tomó dos latas de coca cola y haciéndome señas fuimos hasta el comedor. Estábamos hablando tonterías mientras comíamos cuando de pronto oímos un par de voces que se acercaban, poco tiempo después se hicieron presentes godzilla y otro chico de facciones similares a las de él, pero más joven.
El chico saludó y se presentó ante mí extendiendo su mano.
—Soy Daniel Romero, mucho gusto.
—Venus Kelly, el gusto es mío.
No había terminado de hablar cuando a nuestras espaldas de oyó otra voz que yo ya conocía perfectamente.
—Mejor conocida como pateapelotas 3.000.
Capítulo dedicado a mis bebés:
*montielvale16
*Julisllas
*AniluapGomez
*Kandy07P
*alondra_barrios
*ElixPernia16
NOTA: holis✌ como cosa rara, no sé que contarles. Mi vida no es muy interesante. O bueno sí, me acordé que hace poco llegamos a los 100K de vistas en TENTACION II.
Quien quiera dedicación del próximo capítulo me lo deja saber en comentarios.
Por cierto, ¿ya agregaron Enséñame a vivir a sus listas de lectura?. La iré subiendo con calma pero prometo hacer que se enamoren de Allen y Nora.
Sin más que decir, nos leemos después.
Bye.
Un beso grandote 💋
Att: Oriana.
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