⚛Capítulo 23⚛
Y pensar que solo había pasado una hora desde que llegamos y ya había perdido de vista a Fabia por tercera vez.
De mi hermano y cuñado no me preocupaba, pero de ella, de ella si que lo hacía porque apenas llegar murmuró algo de que un clavo saca otro clavo y que ojo por ojo y diente por diente, y sabrá Dios que estaba pensando pero quiero evitar que haga algo de lo que mañana pueda arrepentirse.
—¿A quien buscas?. —preguntó Alan, teníamos poco rato en la pista de baile.
—A Fabia.
Sé que no estaba del todo prestándole atención a mi novio pero es que en serio Fabia estaba a punto de sacarme canas verdes, no es una niña y sé que puede cuidarse sola pero... ¡joder! es mi familia y si puedo evitar que haga una cagada, lo haré.
—Mírala, allá está. —señaló un lugar por detrás de mí, ahí justo en las escaleras estaba ella, sentada con la vista en la nada y un vaso rojo entre sus manos. —Iré con los chicos y así tu vas con ella, ¿te parece?.
Asentí y con un corto beso sobre mis labios se despidió, yendo en dirección contraria a la de él me dirigí hacia las escaleras y apenas llegar me senté a su lado. No dije nada y ella tampoco, solo dejó caer su cabeza sobre mi hombro y nos quedamos ahí, en medio de una casa llena de gente y música a alto volumen pensando en todo y a la vez en nada.
—¿Crees que fui mala persona?. —su voz era algo baja y aunque la música estaba bastante fuerte, aún así pude oírla debido a nuestra cercanía.
—Creo que eres una de las mejores personas que alguien pueda conocer, eres una buena amiga, buena prima, buena hija, novia... hay muchas cosas buenas en ti, la gente debería de sentirse afortunada de tener a alguien como tú en sus vidas.
Solo un asentimiento tuve como respuesta, oí como sonó su nariz y esa fue una señal bastante clara de que la chica apoyada en mi hombro estaba llorando.
Nadie merece llorar por amor, y es bastante contradictorio porque ese es uno de los sentimientos más bonitos que puede haber, pero también es uno de los que te destrozan el corazón de la peor manera.
—¿Puedes volver a ser tú aunque sea por un par de horas?. —tal vez estaba siendo egoísta por no dejarla sacar sus sentimientos pero, quiero que se olvide de eso que la lastima aunque sea por un rato.
—¿Quién se supone que soy yo?. —preguntó viéndome fijamente, sus ojos estaban cristalizados y se estaba aguantando para no seguir derramando lágrimas.
—Eres Fabiana Marie Reece, tu amas las fiestas y aún no puedo creer que en este momento los papeles se hayan invertido, sueles ser tú quien me obliga a disfrutar de esto —señale a mi alrededor.
Se quedó callada un momento y de pronto rodeó sus brazos alrededor de mi cuello, le devolví el abrazo, a veces solo necesitamos eso para salir un poco de ese pozo en el que estamos.
—Tienes razón —secó una última lagrima que recorrió su mejilla. —no fui yo quien falló, duele, pero no merezco cargar con un peso que no es totalmente mío. —de golpe se levantó y me tendió la mano para que la imitara, lo hice. —ya habrá un momento para llorarle a la almohada, pero justo ahora, Thomas se puede ir a la mismísima mierda.
Tomándome de la mano caminamos entre la multitud de cuerpos sudados hasta llegar a la gran barra de la cocina donde estaban los chicos reunidos.
Sin decir nada se colocó al lado de Godzilla y luego de un asentimiento tomó un nuevo vaso y se sirvió de una botella con líquido rosa que estaba junto a los chicos.
Sentí un brazo rodear mi cintura y un pequeño beso ser depositado en mi cuello, no me hacía falta voltear para saber que era él, mi chico de ojos verdes.
—¿Bailamos?. —asentí y entrelazando nuestras manos me llevó hasta la pista de baile. A medio camino voltee para ver a Fabia y como respuesta de su parte tuve una gran sonrisa y el vaso alzado en mi dirección.
Una canción bastante movida sonaba por todo el lugar, y colocando sus manos en mi cintura nos dejamos llevar entre intensas miradas y comentarios pícaros muy propios de Alan Johnson.
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Cuando nos cansamos de bailar salimos del montón de gente, busqué a mi alrededor a alguno de los chicos pero simplemente no los encontré. Fuimos hasta la cocina y luego de tomar un par de bebidas, Alan nos condujo por un pasillo hasta llegar a una amplia sala de juegos, en el centro de esta una gran mesa de billar reposaba, a un costado un gran sofá y frente a este una gran pantalla de TV, y ni que decir de la mesa de futbolín que estaba en una de las esquinas de la sala.
En la mesa de billar estaba Godzilla ordenando vasos rojos de lado y lado, esa pirámide de vasos que recordaba perfectamente de la vez que perdí jugando beerpong contra él y el chico a mi lado.
Más allá se encontraban Jayson, Facu y Fabia conversando entre ellos, y cerca otro grupo de personas desconocidas para mí.
—¡Llegue! —exclamó alguien por detrás de nosotros haciendo que me asustará. A nuestro lado paso una Jade bastante alegre, llevando consigo una de las famosas botellas de knockout que habían comprado por la mañana. Se la entregó a su hermano y este empezó a llenar los vasos que estaban en la mesa.
—¿Quien se atreve a jugar la primera ronda? —preguntó el cumpleañero llamando la atención de los demás en la sala. —esto será bastante interesante, será un hombre vs mujer, con apuesta y perdida de prendas de por medio.
Me fijé en él apenas terminó de hablar y una sonrisa bastante malvada estaba presente en su rostro.
Un chico y una chica pasaron al frente tomando sus lugares correspondientes, las reglas todos las sabíamos así que no hacia falta repetirlas.
—¿Jugarán? —Fabia se había posicionado a nuestro lado, se veía más feliz que cuando llegamos, signo evidente de que el alcohol le estaba haciendo efecto.
—¿Tú lo harás? —le preguntó Alan a lo que ella se encogió de hombros y respondió un tal vez. —Yo no necesito jugar esto para poder tenerte desnuda. —su susurro en mi oído hizo que mi piel se erizara y su mano apretando una de mis nalgas causó que me sonrojara. Estábamos frente a otras personas y aunque estas no estuvieran pendiente de nosotros, aún así me dio un poco de pena.
El juego avanzó como debía, el chico estaba sin camisa y sin zapatos mientras que la chica frente a él estaba más cubierta, solo había perdido su chaqueta.
Un lanzamiento del chico y metió la pequeña pelota en uno de los vasos de la chica, esta tomó el shot arrugando la cara supongo que por lo fuerte del alcohol y él, con unas palabras que no alcancé a oír le dijo a la chica cual prenda quitar, su blusa.
—De aquí se sale caliente por el alcohol o por las vistas que se están dando, pero de que salen calientes eso tenganlo por seguro. —dijo Facu, quien se había acercado con mi hermano hasta donde estábamos.
Un vaso tras otros fueron quedando vacíos y apartados de la mesa, prenda tras prenda fueron dejando cada vez más expuestos a los jugadores pero estos parecían disfrutar el juego, o simplemente no les importaba que los vieran a él en boxers y a ella con solo en short y brasier cubriendo su cuerpo.
Fin del juego. Ella ganó y vistiéndose como pudo mientras se tambaleaba le extendió la mano al chico quien le dio un fajo de billetes, con un movimiento de cabeza se despidió de él quien quedó con una sonrisa de tonto mientras veía por donde desaparecía ella.
—Siguiente ronda ¿quién se atreve? —la mirada de Max se paseó por todos los presentes en la sala y de un momento a otro mi prima estaba en un lado de la mesa frente a él. —Interesante, creo que esta vez el turno lo tomaré yo.
Se colocaron una nueva ronda de vasos y esta vez fue Jade quien los llenó, la sonrisa de él y la mirada decidida de ella... ¡Ay santa mierda! A esto no era a lo que me refería cuando le dije que fuera ella misma.
—¿Que apuestas, preciosa? —preguntó Godzilla mientras apoyaba sus brazos en la mesa y se inclinaba un poco hacia adelante.
—Ese reloj —Fabia señaló su muñeca y él dirigió la vista hacia ese lugar. —me darán un buen dinero por él.
Y no lo dudaba, ese reloj tiene pinta de que vale más que lo que yo podría ganar teniendo dos trabajos durante un año.
El chico frente a ella se quitó el reloj y con una sonrisa pícara lo dejó en el centro de la mesa.
—Okay. Me toca. —rodeo la mesa hasta llegar junto a Fabia y luego de apartar un mechón de su pelo, le dijo algo al oído, lo que provocó que mi prima lo viese un poco asombrada. —¿Aceptas o te da miedo?.
Que carajos le habrá dicho ese idiota.
—Acepto. —firme y decidido, así fue su tono de voz al decir aquello.
Godzilla volvió a su lugar y el juego comenzó, el primer lanzamiento lo tenía ella, falló, no entro en ningún vaso, por el contrario cuando fue el turno de él, acertó la pelotita en el vaso punta de la pirámide.
—Tengo miedo. —le susurré a Alan cuando Max le dijo a Fabia que se deshiciera de sus botas.
—Hasta yo tengo miedo de lo que pueda hacer una Fabia decepcionada. —inmediatamente voltee la mirada hasta él y sin necesidad de preguntarlo con palabras él respondió mi duda. —Es mi mejor amigo y sé que sucedió. No estoy de acuerdo con lo que hizo pero tampoco soy quien para meterme en relaciones ajenas.
Entiendo su punto, amo a Fabia; es mi familia, pero yo tampoco puedo decirle que hacer con su relación. Eso es solo decisión de ella.
Me distraje hablando con Alan y cuando volví a prestar atención al juego ya se hacían más evidentes la falta de vasos de ambos lados, Fabia estaba sin botas, sin su chaqueta de jeans y sin blusa, mientras que Max solo había perdido su chaqueta de cuero y franela.
Era claro quien tenía la desventaja.
Poco a poco me fui acercando cada vez más hasta que estuve a una corta distancia de donde estaba Fabia. Era el turno del idiota hermano de mi amiga y por mala suerte logró meter la pelotita en uno de los vasos de mi prima.
Echó una mirada a la habitación y solo quedábamos nosotros, el resto de personas desconocidas se habían marchado a seguir la fiesta.
—Entregame tu brasier. —sus palabras fueron como un balde de agua para mí, Facu y Jayson estaban con los ojos como platos y Alan se había dado da vuelta dándonos la espalda. —¿Miedo?
Volvió a hablar y juro por dios que estuve a punto de darle un golpe, pero lo que más me desconcertó fue la mirada decidida de Fabiana, llevo sus manos a su espalda y cuando vi los tiros de su brasier flojos supe que realmente lo haría, ella dejaría que él la viera.
Así de rápido como fue su movimiento, el mío también.
—¡NOOO!
Apenas quitó su brasier la cubrí con mi chaqueta universitaria sin dar tiempo a que el chico frente a nosotras viese su cuerpo. La mirada de él era un poco burlona, pero la de ella no sabría descifrarla. Sin soltarla y aún abrazando su cuerpo cubierto por mi chaqueta; la llevé hasta la salida de esa habitación y como pude la dejé encerrada en un baño mientras volvía por su ropa.
Suficiente fiesta por hoy.
Capítulo dedicado a mis bebés:
*Mrlynrp
*Ladybunnybom
*FanyOrtiz613
*gabdominguez7
*StivalizRivera
*Lali_ok
*OriangelisMalave
*Dily-san
NOTA: holis ✌ yo solo voy a decir que esa Fabia es una loquilla, y el Maximiliano no se queda atrás.
¿Que será eso que le habrá dicho?
Nunca había hecho un capítulo tan largo como este, ni siquiera en la primera parte.
Quien quiera dedicación del próximo capítulo me lo deja saber en comentarios.
Bye.
Un beso grandote💋
Att: Oriana.
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