Alan POV:

Bien, la primera parte ya estaba hecha, le dije lo que sentía. Ahora viene la más importante, hacerlo oficial, no quiero seguir en esto de me gustas, te gusto, pero no somos nada. En la vida a veces hay que arriesgarse y yo quiero poner todas mis fichas sobre la mesa solo por ella.

Mi teléfono sonó sacandome de mis pensamientos, lo tomé de encima de la mesita y vi que era Jayson quien me estaba llamando.

—¿Mi hermana está contigo?. —fue lo primero que me preguntó apenas acepté la llamada.

—Sí, justo esta dormida. —su cabeza estaba recostada sobre mi pecho y con mi mano libre hacia suaves caricias en su cabello.

—Me caes bien Johnson, pero si la veo llorar por tu culpa esta vez si te rompo la cara.

—Tranquilo, no lo hará. —dicho esto cortó la llamada, dejé el teléfono donde estaba y cerré los ojos para intentar dormir otro rato más pero, al no lograrlo cuidadosamente me salí de la cama y busqué algo de ropa en el clóset.

Salí de la habitación y fui hasta el baño para cepillar mis dientes y tomar una ducha, una vez listo me vestí ahí mismo para no incomodar a Venus por si llegaba a despertarse, apenas entré a la cocina busque un vaso de agua para tomar una pastilla que tomé del botiquín que estaba en el baño, aunque ayer no tomé mucho alcohol aún así mi cabeza dolía un poco.

Esperé unos minutos y comencé a preparar el desayuno, oí unos paso detrás de mí y cuando me voltee ahí estaba ella con uno de mis suéteres universitarios puesto, su cabello estaba un poco alborotado y con su mano derecha restregaba uno de sus ojos.

Y así, teniendo esa vista de ella, me parece la chica más hermosa que he visto en mi jodida vida.

—Buenos días. —me acerqué a ella y dejé un beso en su frente. —Estas en tu casa, sientete cómoda. —asintió a mis palabras y dando la vuelta se perdió de mi vista.

Seguí preparando el desayuno y una vez estuvieron listos los panqueques los puse en dos platos, saqué de la alacena la miel y la dejé en la encimera, del refrigerador saqué una jarra con jugo de naranja y cuando la iba a dejar junto a lo demás sentí unos brazos rodeando mi abdomen desde atrás.

—Aún tengo sueño. —la voz se Venus era bastante baja, apenas y algo más fuerte que un susurro.

—¿Por qué te levantaste?.

—Porque no te sentí a mi lado. —me giré y le devolví el abrazo a la vez que dejaba un beso en sus labios.

—Si quieres puedes ducharte aquí o lo haces cuando llegues a la residencia, como tu prefieras.

—¿me estas diciendo que huelo mal?. —se separó de mi para observarme indignada

Me provocó risa saber que llegó a esa conclusión solo porque le dije que si quería ducharse aquí podía hacerlo.

—No cariño, estoy tratando de decirte que quiero llevarte a un lugar y que si quieres ducharte puedes hacerlo aquí, aunque igual tendríamos que pasar a la residencia por un cambio de ropa. —me veía con los ojos entrecerrados y cruzada de brazos por lo que me acerqué para volver a abrazarla, aún cuando ella se resistía a devolverme el abrazo.

—Te voy a creer que es solo por eso y no porque me dijiste apestosa.

Nos sentamos a comer mientras conversábamos de mí, de ella, de nuestras familias, amigos, mejor dicho todo lo que se nos ocurría. Y aquí, sentados uno frente al otro, me di cuenta que siempre quiero dar la mejor versión de mi cuando estoy con ella.

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Venus había decidido tomar una ducha en mi departamento y luego cambiarse en la residencia, es bastante despreocupada y eso me gusta de ella porque poco le importó bajarse del auto con un jogger y una franela dos tallas más grandes, y como si le importara poco pasó junto a un grupo de chicas que se quedaron observandola, siempre con la frente en alto y una gran sonrisa adornando su rostro.

Mientras ella hacía sus cosas yo saqué el teléfono para escribirle a Jayson y que tuviera todo listo, una idea un poco loca se me ocurrió y aunque no fue nada fácil hacerlo en cuestión de horas y mucho menos barato; vale cada centavo.

Aprovecharía que ellos tres ya están aquí y así me ayudarían con todo.

No presté mucha atención a cuanto tiempo pasó, solo que de la nada la puerta del lado del acompañante se abría dejando ver a Venus lucir un bonito vestido amarillo con estampado de flores, su pelo recogido en una coleta y dos mechones sueltos caían a cada lado de su rostro.

—¿A dónde vamos? no has querido decirme y sabes que soy muy impaciente. —cerró la puerta y se cruzó el cinturón de seguridad.

—Ya te dije que es una sorpresa. —comencé a conducir hacia nuestro destino.

Puse mi mano derecha sobre la pierna de Venus y solo la quitaba cuando debía hacer los cambios necesarios, ella por su parte conectó su teléfono y subió el volumen del estéreo, como hacía antes.

—¿Falta mucho?. —preguntó mientras se giraba para quedar  de frente a mí.

—Apenas y salimos de los límites de la universidad, ten paciencia.

No volvió a insistir más, por el contrario se entretuvo cantando canción tras canción que sonaba de ese grupo llamado Morat.

—Te miro, me miras y el mundo no gira... —me gustaba verla así, feliz y cantando a todo pulmón esas canciones que tanto le gustaban.

Estoy jodido, tan jodido que me doy cuenta que si ella está conmigo mi felicidad está completa.

Casi llegábamos a nuestro destino, solo giré  en un camino de tierra y me detuve frente a un gran letrero que daba la bienvenida al lugar.

—¿Que hay aquí?. —preguntó apenas nos bajamos del auto.

—Ya lo verás. —tomados de la mano empezamos a caminar hasta que llegamos a donde estaba una mujer de avanzada edad esperándonos.

Nos presentamos y empezó a darnos el recorrido por el lugar, a lo lejos se podian ver hombres y mujeres con grandes sombreros cubriendolos del sol cortando la maleza que estaban cerca de los largos tallos echándoles algún abono.

—¡Me has traído a una plantación de girasoles! —la emoción en su voz me hacía sonreír, su mirada brillosa y su gran sonrisa eran dignas de recordar así que sin que de diera cuenta saque mi teléfono y le tomé una foto. —Son mis flores favoritas.

Siguiendo a la mujer que nos acompañaba caminamos por todo el sembradío, habían plantas de diferentes tamaños, unas con grandes flores de girasoles y otra aún pequeñas.

Mientras la mujer explicaba unos cuantos datos sobre dichas plantas Venus tomaba muchas fotos y amablemente saludaba a cada trabajador que se encontraba, incluso al terminar el recorrido le pidió a los trabajadores que se juntaran frente al sembradío para así poderse tomar una foto con todos ellos.

Me he enamorado de la persona correcta, de eso no hay duda.

—Me ha gustado mucho venir a este lugar. —dejó un sonoro  beso en mi mejilla  y luego entrelazó nuestras manos. —son tan bonitas, y tan altas.

Antes de irnos pasamos por una habitación climatizada donde habían pequeñas plantas de todos tipos en macetas, sin detenerme mucho caminé hasta un estante donde estaba una maceta con una planta de girasol y la tomé, le entregué a la mujer que nos dio el recorrido el valor de lo que costaba y luego fui a donde estaba mi futura novia, por que sí, esto aún no termina y estoy decidido a pedirle hoy que sea mi novia formalmente.

—Te compré tu plantita favorita. —se acercó y me rodeó con sus brazo y susurró un gracias para después separase de mi y felizmente tomar su planta.

Capítulo dedicado a mis bebés:

*AnaCarmenFerroNieto
*Nordalys_Vargas
*HernandezFaty1
*KizzyLeidys
*sheindling
*badgirl12092004 (si esa es tu fecha de nacimiento déjame decirte que casi fuimos gemelas de nacimiento, yo cumplo un día despues)

NOTA: holis✌ yo solo voy a decir que: Alan te amo. Y que esto aún ni termina.

Me voy porque se supone que yo debería estar estudiando.

Bye.

Un beso grandote 💋

Att: Oriana.