Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

02



-Te ves fatal.

Es lo primero que digo al ver a mi sobrina en el aeropuerto. Parece que no ha dormido en un mes. Y lo dice alguien que tiene problemas de insomnio desde...bueno, desde siempre prácticamente.

Se pasa el pelo por detrás de la oreja y me mira algo incómoda. Casi se me había olvidado lo mucho que nos parecemos físicamente. Podría pasar por hija mía, si no fuera porque nos llevamos sólo once años y yo no tendría hijos bajo ningún concepto.

-He tenido unos días...movidos. -responde finalmente.

Miro por encima de su hombro, un chico y una chica nos observan. Bella capta mi mirada y se gira hacia ellos. Ambos parecían esperar esa señal porque se acercan a nosotros.

-Estos son Edward y Alice. -la cabeza de Bella gira hacia mí - Ella es Carol. Mi tía.

Los observo. Son hermanos porque se parecen demasiado. Y además, son demasiado...perfectos. Suena a cliché pero es que no tienen ninguna imperfección, parecen estatuas vivientes no sólo por su perfección sino por su blancura.

Es la chica, Alice, que parece un hada de carne y hueso con el pelo disparado a varias direcciones, la que se adelanta para tenderme la mano. Su sonrisa parece tener tanta luz que por un momento me siento deslumbrada.

-¡Encantada de conocerte! ¡Soy Alice Cullen!

Habla con tanta emoción que parece que realmente llevaba tiempo esperando conocerme. Se la estrecho algo confusa por tanto entusiasmo, tiene la mano helada pero es cierto que en el aeropuerto exageran con el aire acondicionado.

-Un placer. -contesto intentando emular su amabilidad aunque fingir nunca ha sido lo mío. Ni ser amable, siendo honestos.

-Disculpa tanta molestia. -me dice Edward. Parece que tampoco ha dormido en un buen rato pero sus ojos brillan con algo que me parece curiosidad cuando me mira.

-¿En qué tipo de lío te has metido para que mi sobrina tenga que venir a salvarte? -le pregunto directamente, no me molesto en ser amable con él.

-Tía Carol...-me advierte Bella.

-¿Drogas? ¿Armas?

Edward niega y creo que está conteniendo una sonrisa. A mí no me parece gracioso.

-Sólo malas decisiones. Pero no volverá a ocurrir. -dirige la mirada hacia Bella y sus rostros iluminados por el amor me hace querer vomitar en la papelera más cercana. -No volveré a irme a ningún lado sin ella.

-Genial, seguro que Charlie estará encantado. -ironizo mientras cojo mi bolsa de viaje que tiene demasiado kilómetros encima. –Bien, ¿a qué hora sale el avión? Necesito comprar un billete.

Resulta que Alice había comprado uno más por error así que ni siquiera tengo que gastar mi propio dinero.

El viaje se hacer corto a pesar de estar en un avión durante horas con los dos seres más guapos que he visto nunca uno a cada lado. Bella está dormida con la cabeza apoyada en el hombro de Edward y éste parece dormir también.

Es Alice la que se mantiene despierta todo el viaje y me hace un interrogatorio casi de tercer grado.

-¿Qué haces en Italia?

-Vivir.

Eso le hace sonreír, como si fuera algo gracioso. No intentaba ser graciosa.

-Vivir es bonito. –responde y por su tono me hace pensar que es totalmente sincera. -¿Por qué no vivir en Forks?

Resoplo sin poder evitarlo.

-Forks es donde los sueños van a morir. –miro de reojo a la parejita dormida. Parece que mi sobrina sí que ha encontrado su lugar en el mundo en ese pueblo. –Los de casi todos, al menos.

-Quizás si le das una segunda oportunidad el pueblo te sorprenda.

La miro como si acabara de decir que va a saltar por la ventanilla del avión. Forks no tiene nada para sorprenderme. Es algo estático, nunca cambia.

-Quizás. –respondo y cierro los ojos, fingiendo querer dormir para no seguir la conversación. Alice no vuelve a molestarme.


El encuentro con Charlie me pone nerviosa. No es que lo vaya a admitir pero lo hace. Llevo sin verlo desde el funeral de nuestro padre, que fue poco tiempo después del de nuestra madre. En esos momentos yo hacía unos meses que me había largado. Él no me pidió que me quedara y yo no lo sugerí. Apenas tenía diecinueve años, odiaba ese pueblo, me sentía atrapada en él. Y mi hermano lo sabía.

Siempre hemos mantenido el contacto pero he acabado viendo más a Bella que a él –el único cumpleaños al que he faltado es éste último-. Una parte de mí cree que me guarda rencor por dejarlo sólo cuando nuestros padres enfermaron pero que yo estuviera ahí sólo habría complicado más las cosas, nunca me llevé demasiado bien con ellos. No entendían por qué no me contentaban con una pequeña vida en un lugar pequeño. Creían que tenía demasiados pájaros en la cabeza, que volvería con el rabo entre las piernas. Eso me dijeron el día que decidí irme.

Bueno, no volví. No de manera permanente. Hasta hoy.

Porque no sé qué demonios pasa con mi sobrina pero oculta algo con ese chico, y no pienso irme hasta saber qué es.

Por suerte para mí Charlie está tan enfadado con Bella que mi presencia pasa casi desapercibida. Hasta que amenaza con disparar a Edward si pone un pie dentro de la casa.

-Alto ahí, pistolero. –me meto en medio de ambos con las manos alzadas. Charlie parece estar a punto de pegarle un puñetazo al chico el cual está usando su mejor cara de arrepentido para evitarlo. –Nada de derramar sangre. Piensa en todo el papeleo.

-Además, Edward puede entrar cuando quiera, papá.

-No estás ayudando, Bella. –le siseo al ver cómo la cara de mi hermano pasa de rojo enfado a rojo furia. –Métete dentro y tú, desaparece un rato.

Edward parpadea aparentemente sorprendido de que le dé órdenes alguien que acaba de llegar. Lo reto a responder con mis dos cejas alzadas.

-Carol tiene razón, volvamos a casa. –la dulce voz de Alice parece suavizar un poco todo. Cuando mira a Charlie parece sentir de corazón sus palabras. –Lo siento mucho por todo, Charlie, intentaremos hacerlo mucho mejor esta vez.

Creo que el encanto natural de esa chica ha obnubilado un poco a mi hermano o que definitivamente le va a dar un ictus porque farfulla algo así como "tú puedes venir cuando quieras" o quizás sólo está pidiendo una ambulancia, no lo entiendo demasiado bien.

Cuando los hermanos Cullen se marchan y Bella entra en la casa con gesto malhumorado ante la escena que ha montado su padre, Charlie y yo nos quedamos en el porche incómodamente de pie y evitando mirarnos demasiado.

-Así que...¿vas a quedarte? –su enfado parece perdurar porque su tono es duro.

Me encojo de hombros dentro de mi chupa. Ya estoy echando de menos el calor mediterráneo.

-Creo que sí, un tiempo...si no es molestia.

Su rostro se suaviza y niega.

-Aún sigues teniendo tu habitación aquí.

-Bien, creía que la habías convertido en un estudio de yoga. –bromeo cogiendo mi bolsa de viaje.

Pone los ojos en blanco pero se aparta para dejarme pasar.

-Carol. –me llama cuando he puesto un pie en la escalera. Me giro para mirarlo, de pie en el pasillo con las manos metidos en los bolsillos. –Bienvenida a casa.

Asiento y esbozo una pequeña sonrisa mientras él hace lo mismo debajo de ese bigote que tanto le gusta llevar. Casa. Sí, quizás sea casa después de todo.




Poco a poco esta historia va arrancando. En el siguiente capítulo por fin se encontrarán nuestro doctor favorito y nuestra Caroline🤭🤭

¿Qué os ha parecido? Recordar darle me gusta y comentar lo que os apetezca, eso siempre ayuda a que la historia sida adelante🥰

Y muchas gracias por todo el apoyo!❤️❤️ Nos leemos!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro