༺ Prólogo ༻
— Personaje hablando.
— "Personaje pensando"
— *Personaje haciendo una acción*
✞ ✞ ✞
Narra ???
Oh, hola, no os había visto hasta entonces.
En este mismo instante estoy siendo perseguido por una ballena gigante blanquecina, proveniente de otra dimensión, esta tiene intenciones de comerme vivo. Puede resultarte muy cómica la situación, pero realmente está muy lejos de dar gracia, al menos para alguien en problemas como un nuevo amigo mío. Los cantos de esta gran bestia demoniaca, los cuales a pocos segundos de ser emitidos cambiaban a estruendos, retumbaban el terreno sobre en el que me mantenía acelerando el paso. Estremeciendo a todos los testigos de esta gran catástrofe.
Debo disculparme, me estoy adelantando, empecemos por el principio de toda esta calamidad.
Ciel.
▪︎ ■ ¿𝗦𝗶? ■ ▪︎
Sería de mi agrado que retrocedieras el tiempo hasta aquel entonces, será mejor que me presente como es debido ante nuestros queridos lectores.
▪︎ ■ ¡𝗘𝗻𝘁𝗲𝗻𝗱𝗶𝗱𝗼! ■ ▪︎
▪︎ ■ 𝗘𝗻 𝗯𝗿𝗲𝘃𝗲𝘀 𝗶𝗻𝘀𝘁𝗮𝗻𝘁𝗲𝘀 𝗿𝗲𝗯𝗼𝗯𝗶𝗻𝗮𝗿𝗲 𝗲𝗹 𝘁𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼 ■ ▪︎
.
.
.
.
.
.
De vuelta en lo que podríamos llamar mi hogar, la brisa fresca y natural revolotea las hojas primaverales, indicando claramente la estación en la que concurre esta historia. Me podéis localizar en una zona urbanizada, ubicada en el Bosque Jura, una amplia arboleda que una vez fue dominada por un abominable y temido dragón que lo incineraba todo a su paso con sus llamas doradas.
Afortunadamente, el dragón dejó de destruir y ocasionar caos por donde iba desde hace ya varios años, dejando paso a una nueva etapa de revolución donde varias razas de monstruos se unirían para convertirse en mis seguidores, creando un pequeño país donde se hallaría la famosa Federación de Jura Tempest.
Yo me considero el líder de esta nación, quien lo empezó todo, anteriormente me conocían como Satoru Mikami, de 37 años, pero eso es agua pasada.
En aquel entonces era humano, pero por desgracia fui apuñalado en la calle mientras intentaba salvar a un compañero mío, la herida fue demasiado profunda y fallecí desangrado. Ese fue el fin de esa vida, pero acabé reencarnando en un slime de color azul en un mundo totalmente paralelo al mío.
En plena etapa de evolución, me iba fortaleciendo por el camino a medida que me acostumbraba a este nuevo mundo, en la cueva en la que reencarné encontré a Veldora, ¿recuerdan ese dragón del que les hablé? Pues ese es su nombre, una cosa llevó a la otra y acabé ingiriéndolo, haciéndome sumamente poderoso con él dentro de mi, ahora unidos, me bauticé a mí mismo como Rimuru Tempest, si, ese es mi nombre como slime.
Ganándome el respeto de muchas razas, me convertí en el héroe de muchas ellas salvándolas de sus variados depredadores, en poco tiempo me convertí en el líder de toda una nación de monstruos y el mundo entero empezaba a oír mi nombre al popularizarme para ganarme el respeto que merecía.
Además de imitar una forma humana gracias a un ser querido el cual por desgracia murió y me vi obligado a consumir, me convertí en uno de los varios Reyes Demonio que gobiernan estas tierras, evolucionando en el proceso a la categoría Slime Demoniaco, y después a Slime Definitivo, en este punto podríamos decir que es mi forma final, y todo el universo me considera el monstruo más poderoso de todos.
Actualmente uso la vestimenta que llevaba cuando recientemente me proclamé como Rey Demonio, pero esa no es la única que suelo llevar por donde marco las huellas de mis pisadas.
Gobierno todo mi país desde un edificio central que se encuentra en el centro de la ciudad, aquellos que tienen el derecho a estar caminando en esta edificación son mis subordinados, invitados e visitantes, aquí nos reunimos para llevar a cabo nuestras tareas administrativas y laborales.
Podría dividir y presentaros a mis subordinados y compañeros por razas, eso podríamos hacerlo mientras transcurre mi historia, pero hay prioridades.
La compañera que estuvo junto a mí desde que reencarné se llama Ciel, y curiosamente me considera como su pareja, si, a mi, quizá porque nunca nos podremos separar.
Antes la conocía como Gran Sabio, y más adelante después de mi evolución a Slime Demoníaco se hizo llamar Sabiduría de Lord Raphael, vive dentro de mi, pero compartimos el mismo cuerpo, y es capaz de responder a cualquier pregunta que le haga o salvarme de cualquier problema que sufra, algo así como una diosa interna que hasta ahora me ha ayudado a mejorar, la considero como la perfección y la totalidad del conocimiento.
Como bien dije los dos compartimos el mismo cuerpo, por eso cuando toma el control de este mismo podréis identificarla con otra vestimenta, pero ya llegará la ocasión en la que seáis capaces de verla en cuerpo físico.
¿No es así?
▪︎ ■ ¡𝗣𝗼𝗿 𝘀𝘂𝗽𝘂𝗲𝘀𝘁𝗼! ■ ▪︎
Creedme que tener a una entidad con la que puedes hablar sea cuando sea es lo mejor que alguien puede desear.
Cuando era un joven slime, Ciel no era más que una fiel computadora sin alma que seguía las órdenes que le comandaba, gracias al tiempo que pasó a mi lado empezó a desarrollar emociones y sentimientos, y cuando finalmente la nombré pudo convertirse en una consciencia totalmente propia, la cual vive y siente como yo.
Por si no entendéis a lo que me refiero, en este mundo los nombres obtienen una importancia mucho mayor de la que ya tienen, cuando se le otorga un nombre a un ser este procede a evolucionar y cambiar. Es algo que no muchos monstruos tienen el privilegio de tener: un nombre.
Además de considerarme como su maestro, por mucho que debería ser al revés, Ciel empezó a apegarse a mis gustos, como por ejemplo, aficionarse al manga, siendo capaz de leerlo en mi memoria, me di cuenta de que es una chica que se parece mucho a mí en cuanto adoptó personalidad y gustos.
~ Por cierto, no era consciente de ello hasta hace muy poco, pero, curiosamente, Ciel se molesta cuando me empiezo a interesar en otras mujer, espero que algún día no me amenace, se enoje o algo parecido por mis inocentes acciones...~
▪︎ ■ 𝗧𝗲 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗼 𝗼í𝗿 𝗽𝗼𝗿 𝗺𝘂𝗰𝗵𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝘀𝘂𝘀𝘂𝗿𝗿𝗲𝘀 ■ ▪︎
¡No dije nada!
Regresamos conmigo.
Me encuentro en mi casa, cercana a la cueva en la que nací y en mi forma de Slime, estoy siendo acariciado por Shuna, apoyado en su regazo. Ella es una de mis subordinadas de mayor confianza y se trata de una Kijin, una especie desarrollada de los ogros, profundizando mucho más, es la Princesa Sagrada de los Kijin, quien cambió su aspecto cuando la nombré, volviéndose aún más refinada y hermosa de lo que era con anterioridad.
Me hallaba relajado, pero la acogedora presencia de otro amigo mío me mantenía despierto, ese amigo del que os hablo estaba leyendo manga mientras se acostaba en un sofá, se trata de Veldora.
Años después de consumirlo liberé al dragón de la tormenta, ahora en forma humana, por mucho que no esté dentro de mí seguimos siendo uno, por lo que puedo invocar a Veldora siempre que quiera, aunque obviamente depende de su voluntad al prestarme su apoyo.
— ¡Rimuru, mi amigo del alma, préstame el siguiente tomo, necesito saber que acaba haciendo el protagonista con las mujeres! — dijo Veldora, levantándose repentinamente, pidiéndome por el siguiente manga.
Al ser un slime fui bendecido con la habilidad Depredador, la cual me permitía engullir, analizar, guardar y después imitar todo lo que rodeaba, esta evolucionó a una habilidad mucho más poderosa, pero todavía no es el momento de presentárosla. Explicado esto, podríamos deducir que puedo crear copias de mis memorias dentro de mí y fabricarlas, tal es así como los mangas de Japón.
— ¡Por encima de mi cadáver...! — me negué — Hace dos días destruiste una pequeña porción de la ciudad al estar jugando con Milim, no creas que tendré compasión contigo...
Os presentaré a Milim otro día, no es una chica muy fácil de presentar que digamos.
— ¿¡Que?! ¡Eso es muy cruel, eso es muy cruel de tu parte! — me intentó suplicar.
— Adivinó, solo quieres el manga porque quieres ver esa escena sensual, ¿me equivoco? — deducía.
— No sé de qué me hablas — sonriendo inocentemente.
— ¡Si que lo sabes...! — le interrumpí.
— Rimuru-sama, hay algo que me inquieta y necesito comentárselo — dijo Shuna, con su bella voz habitual.
— ¿De qué se trata Shuna? –.
— Mi habilidad Evaluación Analítica me indica que no posee todas las Magiculas que en realidad debería tener, ¿se encuentra agotado? — me preguntó preocupada, acariciándome.
— ¿Mh? —.
Las Magiculas, o como también las podéis llamar: Partículas Mágicas, se tratarían de la materia espiritual que rodea todo este mundo, usada para desarrollar habilidades o usar estas mismas dependiendo de su tipo o función. Algo así como la energía que todos irradiamos. Cuando ascendí a Rey Demonio, multipliqué diez veces la cantidad de Magiculas que tengo en mi haber, haciéndome mucho más poderoso de lo que ya era.
Tal así como los nombres otorgan mucho poder, estos requieren uso de muchas Magiculas, es por eso que a veces caigo en un proceso de descanso de un tiempo determinado por haber gastado tanta cantidad de esas partículas nombrando monstruos.
Si la habilidad de Shuna no le está fallando entonces soy yo quien no consigue rememorar cómo perdí esas Magiculas.
— "Que raro me parece no recordarlo... ¿le puse un nombre a algún monstruo?" — me pregunté a mi mismo.
▪︎ ■ 𝗥𝗶𝗺𝘂𝗿𝘂-𝘀𝗮𝗺𝗮, ¿𝗧𝗲 𝗼𝗹𝘃𝗶𝗱𝗮𝘀𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗾𝘂é 𝗻𝗼𝗺𝗯𝗿𝗮𝘀𝘁𝗲 𝘁𝗼𝗱𝗮 𝗹𝗮 𝗵𝗼𝗿𝗱𝗮 𝗱𝗲 𝗛𝗼𝗺𝗯𝗿𝗲𝘀 𝗟𝗮𝗴𝗮𝗿𝘁𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝘃𝗲𝗻í𝗮𝗻 𝗱𝗲 𝘃𝗶𝘀𝗶𝘁𝗮 𝗮 𝗹𝗮 𝗰𝗶𝘂𝗱𝗮𝗱? ■ ▪︎
¿Uh?
▪︎ ■ 𝗥𝗲𝗱𝘂𝗰𝗶𝘀𝘁𝗲 𝘂𝗻 𝟮𝟬% 𝗱𝗲 𝘁𝘂𝘀 𝗠𝗮𝗴𝗶𝗰𝘂𝗹𝗮𝘀 𝗵𝗮𝗰𝗲 𝗮𝗽𝗿𝗼𝘅𝗶𝗺𝗮𝗱𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝟮 𝗵𝗼𝗿𝗮𝘀 𝘆 𝟯𝟱 𝗺𝗶𝗻𝘂𝘁𝗼𝘀 ■ ▪︎
— "Oh es verdad, ya recuerdo, gracias Ciel — agradecí — Pero tengo una queja, ¿podrías no ser tan explícita diciéndome la hora y minuto en el que lo hice...?"
▪︎ ■ *Suspira* 𝗖𝗼𝗺𝗼 𝘁ú 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿𝗮𝘀... ■ ▪︎
Me parece que se molestó un poco...
— No hay nada de qué preocuparse Shuna, nombré varios Hombres Lagarto en la entrada oeste de la ciudad, ya sabes que estoy más que acostumbrado a esto — le dije.
— Ya veo, es un alivio — sonrió.
Oh, vaya, mi habilidad Percepción Universal está reaccionando, me parece que cierto rey está cerca de mi ciudad.
Aún sosegado, previne la repentina aparición de otro fiel subordinado mío que hizo de su aparición poco tiempo después, Souei era otro ogro que evolucionó en Majin, ahora desempeña su trabajo como informador y espía, sirviéndome a mi, me resulta de mucha ayuda al poder detectar y describir al enemigo. Es un buen guerrero, uno de noble corazón.
— Rimuru-sama, hemos avistado al Rey Gazel Dwargo junto a cinco de sus Caballeros Pegaso a aproximadamente 500 metros de distancia de la entrada norte, sería recomendable que los reciba en persona — dijo Souei, de rodillas.
— ¿Dwargo, a tan tempranas horas? — dije, extrañado — Eso es inusual, entendido, iré hacia allí, gracias por avisar con antelación Souei.
— De nada, sabe que puede contar conmigo para lo que sea — dijo, para pocos segundos después desaparecer.
Dada la situación, decidí no perder tiempo y prepararme para recibir a un compañero mío que estaba de camino hacia mi nación, por lo que procedí a cambiar a mi forma humana y levantarme del regazo de Shuna.
— ¡Bien...! — estire los brazos — Será mejor que me arregle.
— Rimuru-sama, ¿podría ayudarle a vestirse como se debe? — me preguntó Shuna, con amabilidad.
— Por supuesto — sonreí — Veldora quédate vigilando la casa, si logras comportarte hasta esta noche quizá te preste el siguiente tomo - refiriéndome al manga.
— ¡Entendido! — ahora se le ve bastante eufórico...
✞ ✞ ✞
Transcurrieron pocos minutos hasta entonces, mientras me dirijo hacia la ubicación indicada junto a mis subordinados, puedo aprovechar el tiempo y contaros quién es el rey que me viene a visitar. Gazel Dwargo es el rey de los enanos y de, valga la redundancia, la Nación Armada de Dwargo.
Tal vez pensaréis que tenemos asuntos comerciales pendientes o invasiones problemáticas al ser ambos líderes de nuestras naciones, pero no es así, lo entenderéis más adelante.
Por el camino nos encontramos a Shion, aparte de una de mis mejores ayudantes, esta considerada como mi secretaria número uno, igual como muchos de mis otros compañeros, paso de ser un ogro a una Kijin cuando la nombré. No tardó en saludarme al cruzarme con ella, al parecer, tenía intenciones de acompañarme hasta la entrada de mi ciudad, acepté encantado.
Recibimos a Gazel a tiempo, a pesar de ser perteneciente a la raza de los enanos entrenó para adoptar una altura similar a la de los humanos además de un cuerpo robusto para intimidar a quienes se le enfrentan, no es alguien débil, a pesar de no ser un Rey Demonio.
Como bien debe ser, nos dimos un apretón de manos a modo de saludo, mirándonos con buena cara.
— Ha pasado tiempo Rimuru Tempest — dijo.
— Tampoco mucho jeje — dije, intentando evitar que exagerase — ¿Que te trae por aquí, carecéis de algún tipo de recurso? Si es así entonces no podemos negarnos a brindarte apoyo.
El motivo por el cual nos tratamos con respeto se debe a un antiguo pacto que hicimos hace ya mucho tiempo, nuestras naciones formarían una alianza permanente, de este modo podríamos apoyar el comercio y las filas de caballeros de la nación contraria sin necesidad de entrar en conflicto o guerra, nunca nos llevamos mal, y el momento en el que formamos nuestro pacto de no agresión tuve que prometerle a la raza de la que procede que no causaría ningún daño a su ciudad, soy un slime de palabra, y mi sueño es crear un mundo donde cualquiera pueda divertirse.
— No es eso, pero podríamos también hablar de ello, ¿tú no has sentido extrañas anomalías la última semana? — preguntó Dwargo.
¿Anomalías? Comprendo a lo que se refiere, mi habilidad Percepción Universal me permite percibir todas las cosas en un amplio rango, además de luz y el sonido, su extrema capacidad sensorial me hace capaz de sentir las intenciones asesinas y el clima. Sin embargo esto es único... aun con esa habilidad intrínseca no siento que algo ande mal como me lo está preguntando Gazel.
Pero tampoco niego que tenga razón, creo que aquí hay gato encerrado.
— Mh... — pensaba con una mano en el mentón — Conversemos bien acerca de esto en mi despacho, estaremos más cómodos, te ofreceré una taza con una exquisita bebida frutal.
— Esta bien, te lo agradezco —.
— *Sonreí, recibiendo la gratitud* —.
No nos importa el tamaño de las complicaciones, el pacto consistía en apoyarnos mutuamente entre naciones y defendernos de muchas otras, trataremos de aclarar las dudas y mover ficha. Procedimos a desplazarnos hacia la sala de administraciones, ubicada en el centro central de nuestra ciudad.
✞ ✞ ✞
Una vez allí, los que estaban presentes junto a mi eran mis secretarios, uno de ellos como bien sabéis es Shion, mientras que el otro se llama Diablo, es un demonio primordial, el cual agradeció un sacrificio que realicé para invocarlo y a continuación se hizo voluntario para servirme a mí, es alguien poderoso, y se ganó el puesto como segundo secretario de mi nación.
Además de él, también hay otros demonios primordiales que he reclutado, pero al parecer él es el único presente aquí.
Mientras me iba sentando, le dirigí la palabra a mi segundo secretario, que se encontraba parado al lado mío junto a Shion.
— ¿Diablo, tú otra vez aquí? — dije, extrañado — ¿Cuando fue la última vez que regresaste luego de estar acompañando a Youm en el Reino de Ingrassia...?
— Me alegra mucho que esté muy feliz de volver a verme amo... — dijo irónicamente, mientras lloraba en silencio.
— Je... — me rio nerviosamente.
— Vine porque me preocupo constantemente por usted amo, un sirviente siempre debe tener prioridades a la hora de estar lejos de su preciado líder, ¿tengo razón, Shion? — preguntó Diablo con una sonrisa.
— ¡Por supuesto! — asintió.
— "Como han cambiado estos dos..." — pensé con una gota de sudor que se resbalaba en mi cabeza.
La razón por la que pensé aquello era simple, al ser mis fieles secretarios estos anteriormente competían por ver quién era más responsable, o más bien quién llamaba más mi atención. Pero ahora parece que se llevan como si fueran amigos de la infancia, y no entiendo porque...
— Tome asiento Dwargo, no me siento cómodo siendo el único sentado aquí — le pedí mientras me sentaba correctamente.
— Está bien — asintió.
La mesa pequeña que se encontraba en medio de nosotros dos llevaba servidas dos tazas llenas de un líquido anaranjado, el rey que se postraba delante de mí bebió de una de ellas antes de empezar a entablar conversación conmigo.
— Uvas de Eurazania, no os cansáis de utilizar la misma bebida – dijo Gazel, sonriendo –.
— Y tampoco nos cansamos de mantener su gran calidad — agregué con una sonrisa tierna — Toma un gran porcentaje de nuestra agricultura a pesar de ser importada de esa región, pero no parece que te canses del mismo sabor, así que puedo deducir que te gusta, disfrútala.
— Eso haré, ahora bien, pasemos al objetivo principal de esta planificada visita, ¿tienes alguna respuesta o pregunta acerca de mi interrogante en la entrada?
— Siéndote honesto, lamentablemente tengo que decirte que no — negué — No recuerdo haber experimentado algo extraño los últimos días...
▪︎ ■ 𝗧𝗿𝗮𝗻𝗾𝘂𝗶𝗹𝗼, 𝗻𝗼 𝗹𝗼 𝗱𝗶𝗴𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝗶𝗻𝘀𝗲𝗴𝘂𝗿𝗶𝗱𝗮𝗱, 𝗿𝗲𝗮𝗹𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗻𝗼 𝗼𝗰𝘂𝗿𝗿𝗶ó 𝗻𝗮𝗱𝗮 𝗿𝗮𝗿𝗼 𝗵𝗮𝘀𝘁𝗮 𝗮𝗵𝗼𝗿𝗮 ■ ▪︎
— "V-vale..." Los testigos de los sucesos de tu población deberán haber informado acerca de esto a la familia real, supongo, ¿como describen esas anomalías? — pregunté.
— Son portales.
— ¿Portales? — dije.
— Que tipo de portales — preguntó Diablo.
— No lo logran describir, lo único que saben es que son objetos extraños que se elevan, y que aparentemente todo lo que entra en contacto con ellos desaparece o se teletransporta — explicó el rey — Lo único que sabemos es que este caso es único, básicamente porque no sucedió algo de semejante extrañeza en ningún momento de toda nuestra historia.
— ... — pensaba — ¿Han causado algún problema? Si es que representan una amenaza para nuestras naciones lo primero que tendríamos que hacer para resolverlo es empezar por los daños causados.
— Mis camaradas me confirman que el terreno sobre el que estás anomalías se encuentran se destroza con el tiempo, no saben cómo explicarlo, pero asimilan que todo lo que envuelve al portal entra en estado de putrefacción...
— Desde luego no son buenas noticias — dije — Si en verdad esta sucediendo eso debemos aclarar que solo está ocurriendo en tu reino, al menos de momento, porque en mi nación nada parecido ha ocurrido, pero sí que me llegó al oído que las rutas de comercio cercanas a tu país se están dañando de forma anormal, ¿los mercaderes se encuentran bien, o acaso sus ventas son un enigma?
— Mh, el pavimento de mis rutas de comercio es lo que más nos impacta al estar destruido, mi mercancía se ve corrupta, al igual que los trabajadores de los campos de cosecha no logran sentirse cómodos con su labor, esos portales están haciendo pudriendo y derritiendo diversas zonas y por eso disminuye la cantidad de los productos a la vez que aumenta su precio, esa es la causa principal — explicó Dwargo.
— ¿No habéis preguntado a otras naciones como el Reino de las Bestias de Eurazania? A Carrion le podría estar sucediendo lo mismo — preguntó Shion, mientras yo bebía de mi taza.
Para abreviar y como bien sabéis, no soy el único Rey Demonio de este mundo, Carrion era otro de ellos, otro con el que también tomé un pacto de no agresión luego de salvar a su nación un par de veces de ataques enemigos.
— Si, pero todavía no recibimos respuesta, por lo que aprovechamos el tiempo para venir a Tempest, hasta ahora no tenemos muy claro cómo manejar la situación, por eso vine a recolectar algunas ideas — contestó Gazel — Rimuru Tempest.
— ¿Si?
— Soy de los pocos gobernantes que conoce tu capacidad para manejar cuál sea la situación, eres un slime muy astuto e inteligente, ¿tienes alguna idea? —.
— ... — me cruzo de brazos -.
— Recuerda que no importa cuánta cantidad de apoyo les des Rimuru-sama, la recompensa está allí — me susurró Shion en el oído.
— La recompensa es lo que menos me importa... — dije — *Suspiro* Antes de ir a inspeccionar, debería ir otra persona que sea experta para ver el funcionamiento de estos portales, ¿no? — ideé.
— ¿Cómo quien? —.
— Como-
▪︎ ■ 𝗗𝗲𝘁𝗲𝗰𝘁𝗼 𝗮 𝘂𝗻 𝗥𝗲𝘆 𝗗𝗲𝗺𝗼𝗻𝗶𝗼 𝗮𝗰𝗲𝗿𝗰á𝗻𝗱𝗼𝘀𝗲 𝗮 𝗴𝗿𝗮𝗻 𝘃𝗲𝗹𝗼𝗰𝗶𝗱𝗮𝗱 ■ ▪︎
— ... ... ... ¿e? - dije.
— ¡Yo tengo una idea! —.
La ventana del salón estaba abierta, y con eso lo que parecía ser una hada de color amarilla entró para interrumpirme, no me queda de otra que presentaros a Ramiris, una Rey Demonio perteneciente a la primera generación, actualmente reside aquí y es una de los pocos reyes/reinas con los que me llevo bien, actualmente reside aquí, en Tempest, junto a pocos subordinados suyos.
— ¡¿Te alegras de verme, cierto?!
— No.
— Je, que cruel...
— De alegrarme sí que me alegro al verte pero tampoco es muy agradable que me mientas todo el rato... — dije — Ramiris, ¿que haces aquí, no me dijiste que estabas ocupada y no podrías verme la otra noche?
— Realmente fue agotador llegar hasta aquí... — procede a ignorarme.
— ¿Agotada de que, de tanto levitar?
— ¡No te burles de mí, realmente cansa, más de lo que crees!
— A mí sí que me cansa que me grites al oído todo el rato.
— ¡Oye! — molesta.
— Aunque con Veldora ya estoy más que acostumbrado, tiene tanto orgullo que le es imposible hablar en voz baja...
...
— *Estornuda* ¡Alguien estará hablando mal de mí...! — dijo Veldora, sin hablar en voz baja ni estando solo.
...
— ¿Y cuál es la idea? Fuiste capaz de organizar la creación de un laberinto, muy genio no eres pero puedo confiar en ti — dije —.
— Gracias por el cumplido... — sarcástica — Mi subordinada Beretta podría inspeccionar esos portales de los que tanto habláis, no tiene nada que hacer de hecho, así que podéis dejárnoslo a nosotras.
Beretta es la guardaespaldas de Ramiris y procede de la especie Metaloide del Caos, luego de destrozar en pedazos un golem de la reina demonio me vi obligado a fabricar otro por ella, y el resultado fue su creación.
— Dejárselo a ella, mejor dicho — intervine — Quizá se te olvida quien fabrico a Beret-
— Callate —.
— No me disgusta la idea, no conozco a esa tal Beretta, pero siendo ayudante de la mismísima Reina Demonio Ramiris no puedo negarme a aceptar vuestra apoyo, os lo agradeceré con cualquier cosa — dijo Dwargo.
— ¿Cualquier cosa? Entonces quiero unas-
Cubrí a la hada en mi puño para interrumpirla, sabiendo que era lo que iba a pedir.
— No te va a dar galletas — dije, molesto – Tu ya tienes muchas, comételas y deja de coleccionarlas.
— ¡¿Y qué importa cuánta galletas tenga yo?! — contestó Ramiris — Por cierto no te veo muy preparado para el miércoles.
— Preparado, ¿preparado para que? – dije, confundido.
▪︎ ■ 𝗘𝗻 𝗱𝗼𝘀 𝗱í𝗮𝘀 𝘀𝗲 𝗰𝗲𝗹𝗲𝗯𝗿𝗮𝗿á 𝗼𝘁𝗿𝗼 𝗪𝗮𝗹𝗽𝘂𝗿𝗴𝗶𝘀, 𝗻𝗼 𝗱𝗼𝗿𝗺𝗶𝘀𝘁𝗲 𝗯𝗶𝗲𝗻, 𝗰𝗿𝗲𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝘀 𝗽𝗼𝗿 𝗲𝘀𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝘀𝘁á𝘀 𝘂𝗻 𝗽𝗼𝗰𝗼 𝗱𝗲𝘀𝗽𝗶𝘀𝘁𝗮𝗱𝗼 ■ ▪︎
— "Oh, el Walpurgis, ¿¡tan pronto?! Razón no te falta Ciel... la última noche fue absurdamente horrible" — dije — "No me extraña que hoy esté tan olvidadizo..."
▪︎ ■ 𝗡𝗼 𝘀𝗲𝗮𝘀 𝘁𝗮𝗻 𝗱𝗲𝘀𝗰𝘂𝗶𝗱𝗮𝗱𝗼 𝗮 𝗹𝗮 𝗵𝗼𝗿𝗮 𝗱𝗲 𝗿𝗲𝗰𝗼𝗻𝗰𝗶𝗹𝗶𝗮𝗿 𝗲𝗹 𝘀𝘂𝗲ñ𝗼, 𝗹𝗮 𝘀𝗶𝗴𝘂𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗻𝗼𝗰𝗵𝗲 𝗱𝘂é𝗿𝗺𝗲𝘁𝗲 𝗯𝗶𝗲𝗻 ■ ▪︎
Como siempre, siendo tan preocupada por mi, gracias.
▪︎ ■ *Se enorgullece* ■ ▪︎
¿Porque me está dando la sensación de que en este momento estarías ruborizada?
▪︎ ■ 𝗦𝗲𝗿á𝗻 𝗶𝗺𝗮𝗴𝗶𝗻𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝘁𝘂𝘆𝗮𝘀 ■ ▪︎
Okey...
Por poco me olvido de explicaros con detenimiento de que se trata el Walpurgis, se trata de una reunión muy importante a la que es elogiable asistir, al menos para alguien como yo, porque allí se reúnen todos los Reyes Demonio, formando un banquete, antes eran diez, ahora debido al retiro de algunos de ellos y un asesinato de otro por mi parte somos ocho en total, renombré al grupo de reyes con un permiso especial ahora proclamado como un nuevo Rey Demonio, llamándonos el Octagrama.
— Cierto, el Walpurgis es en dos días ¿verdad? ¿Quién nos invitó? siempre tiene que haber un Rey Demonio que quiera empezar un debate o votación para solicitar el comienzo de un nuevo banquete.
— Yo tampoco tengo idea — dijo Ramiris — Solo venía a recordártelo, aunque podríamos asistir los dos juntos, ¿qué te parece?
No es mala ni buena idea, pero supongo que será mejor estar acompañado, no tengo intenciones de ir con muchos ayudantes míos al siguiente Walpurgis, pero tampoco se le halla mucho el sentido a lo que dice, porque ella también es una Reina Demonio, por mucho que su adiminuto aspecto y carácter no lo aparente...
— Esta bien Ramiris, me dices el punto de encuentro para-
▪︎ ■ 𝗖𝗿𝗲𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝘁𝗲𝗻𝗲𝗺𝗼𝘀 𝘁𝗮𝗿𝗲𝗮𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗵𝗮𝗰𝗲𝗿 𝗲𝘀𝘁𝗼𝘀 𝘀𝗶𝗴𝘂𝗶𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀 𝗱í𝗮𝘀 ■ ▪︎
— ...
Hey, recuerdo perfectamente que me dijiste que no teníamos más tareas laborales que completar esta semana, ¿es una excusa cierto, acaso te molesta verme junto a Ramiris?
▪︎ ■ 𝗡𝗼 𝗿𝗲𝗰𝘂𝗲𝗿𝗱𝗼 𝗵𝗮𝗯𝗲𝗿𝘁𝗲 𝗱𝗶𝗰𝗵𝗼 𝗲𝘀𝗼 ■ ▪︎
¡Mientes...!
En fin, aquí tenéis otra prueba de que realmente Ciel me adora como su... pareja. Supongo que estar tanto tiempo junto a alguien te hace inseparable de él o ella, hasta el punto de temer que se interese en otra gente y dejarte de lado.
Solo espero que su toxicidad no llegue tan lejos cuando socialice con otras mujeres.
— Oh, creo que tengo una idea en la cabeza — dije.
— ¿Acerca de qué? — preguntó la hada.
— De quién traer al Walpurgis, ya tengo claro quién me acompañará.
✞ ✞ ✞
En una remota localización, lo que aparenta ser en el interior de un palacio, hallamos sentada en un cómodo estado a otra demonio primordial de cabello violeta, subordinada mía, nombrada como Ultima, reclutada gracias a Diablo. Dejando de lado su belleza, podríamos decir que es el tipo de chica que hace berrinches en grandes cantidades.
— ... — sus párpados cada vez empezaban a pesarle más.
Aparecí repentinamente al lado suya en mi forma de Slime gracias a mi Movimiento Instantáneo, que me permite teletransportarme a cualquier lugar y en cualquier tiempo, la tomé sorprendida, cosa bastante improbable.
— N-no deberías aparecer así de la nada, podrías darme un infarto... — dijo Ultima, viéndome.
— Pero no te lo he dado, ¿cierto? Eso es lo importante — dije —.
— ¿A qué viniste amo, tienes algún inconveniente, o acaso tenías tantas ganas de verme que no te pudiste resistir? — preguntó, malinterpretándome.
— No no no, no es eso — negué — Asiste al Walpurgis conmigo.
Otro dato más que se puede abreviar es que no es ilegal traer ayudantes a la reunión de Reyes Demonio, quién sabe si allí puede residir tu última conversación, siempre hay que estar preparado para el peligro, y con peligro me refiero a las posibles acciones que algunos Reyes Demonio puedan tomar en tu contra.
— ... *Abriendo bien los ojos* Rimuru-sama, ¿me lo estás pidiendo o es una orden?
— Asimílalo como quieras, yo solo quiero que vengas — dije.
— Mi objetivo como tú subordinada consiste principalmente en cumplir con tus deseos y expectativas, no me queda de otra que aceptar tu petición y acompañarte amo — dijo Ultima, con su vaga sonrisa.
Me alegré en silencio, ahora solo quedaba esperar con paciencia al banquete, por lo que me dispondría a supervisar a la querida nación que yo mismo fundé, estaré bien en el siguiente Walpurgis, ¿verdad Ciel?
▪︎ ■ 𝗖𝗼𝗻𝗺𝗶𝗴𝗼 𝘀𝗶𝗲𝗺𝗽𝗿𝗲 𝗹𝗼 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗿á𝘀, 𝗻𝗼 𝗵𝗮𝘆 𝗻𝗲𝗰𝗲𝘀𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗱𝗲 𝗽𝗿𝗲𝗼𝗰𝘂𝗽𝗮𝗿𝘀𝗲 𝗽𝗼𝗿 𝘁𝘂 𝗯𝗶𝗲𝗻𝗲𝘀𝘁𝗮𝗿, ¡𝘆𝗮 𝗺𝗲 𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲𝘀 𝗮 𝗺í 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗲𝗹𝗹𝗼! ■ ▪︎
Siempre puedo confiar en ti Ciel, gracias por ser tan protectora. Bien, creo que hasta aquí puedo concluir mi presentación, es cierto que todavía no he presentado un gran porcentaje de todo lo que me rodea en este bello mundo, pero creo que ya os es suficiente conocerme a mí. Y quien iba a predecir que no tendría el tiempo para poder presentaros lo demás, porque esta historia no ha hecho nada más que empezar, me espera una larga y confusa travesía, debo mantenerme preparado.
Soy Rimuru Tempest, reencarné como un Slime en un mundo diferente.
Y es un gusto conocerte.
꧁༒꧂
Saludos queridos lectores, esto servirá como una última abreviación para cerrar este prólogo, tenía pensado expandir más mi mundo en Wattpad, por lo que pensé en crear una historia con una temática muy diferente a las que suelo escribir a diario.
Espero que puedan apoyarla mucho, lo agradecería.
Esta historia continuará.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro