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༺ Nueva dragona, nueva bienvenida ༻


☞ 𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚 𝐑𝐢𝐦𝐮𝐫𝐮 ☜

Después de los empeños de Milim en su enfrentamiento, nos separamos en dos bandos con dos encargos los cuales hacer, Subaru y Ram visitarían un poblado cercano, mientras que todos los demás, yo incluido, aportaríamos apoyo para restaurar todos los daños que Benimaru ocasionó en la mansión. Tomándonos un descanso, mi mejor amiga y yo, ahora volviéndonos a hablar como siempre, reanudamos nuestra última conversación que tuvimos en aquel tronco cerca de la casa, ya nos habíamos reconciliado, pero eso no significaba que pudiéramos seguir hablando del tema.

— ¿Que haremos si otro portal el cual está a punto de cerrarse vuelve a aparecer? — preguntó Milim, sentada al lado mío.

— No lo tengo claro, para empezar necesitaríamos alargar el tiempo de aparición de las anomalías, *suspiré* ciertamente todavía hay muchas cosas que necesitamos aprender de los portales...

Antes de seguir hablando, pude ver que a la dragonoid le temblaba la pierna derecha, causa de los nervios.

— Qué te pasa —.

— ¿Ah? No no es nada... no sé si son nervios o miedo, pero no quiero que vuelva a suceder lo mismo... — refiriéndose a la discusión anterior.

— No te preocupes, solo fue una estupidez mía al estar tan apresurado en regresar a Tempest, si algo parecido vuelve a suceder no me enojaré contigo — le calmé —.

— ¿Ya no quieres apurarte en volver a casa? — confusa.

— Si, entendí que debía tomármelo con más calma — dije — Aquel Benimaru no era de nuestra línea temporal, por mucho que volvamos a nuestro mundo, nada puede asegurarnos de que estemos en la época correcta...

— Tienes razón, a pesar de no aparentarlo yo también estoy preocupada de mi sociedad, seguramente deben estar preocupados del paradero de su Rey Demonio... — dijo, preocupada.

— "Cierto, la Ciudad del Dragón Olvidado debe estar buscándola por todos lados, a veces me olvido de que no soy el único ser en mi mundo que lidera una nación la cual arriesga todo por protegerlo..." — pensé, mirándola con la mejilla apoyada en una mano.

Milim acercó su rostro mientras yo la miraba con seriedad.

— ¿Huy, qué te pasa a ti Rimuru, tienes cara de estar pensando en algo mientras me miras fijamente? Hay algo que no quieres contarme? — preguntó, sonriente.

Ya se volvió coqueta de repente...

— No, yo ya te lo conté todo — dije con sinceridad.

— Eres cruel...

— Pero hay algo que... debo admitir — dije, mirando hacia otro lado.

— ¿El que?

— Nunca dije que me desagradaba ese vestido blanco que recuperaste del portal, la verdad es que no te queda mal...

Al escuchar eso Milim dejó de acercar su rostro y se recompuso sentándose correctamente en el tronco, no había necesidad de decir que estaba sonrojada ante lo dicho, no se lo esperaba de parte de su mejor amigo.

— G-gracias...

— ...

— Ahhh estoy muy cansada... — dijo la dragonoid, tambaleándose.

— Normal, usaste muchas habilidades contra Benimaru, "¿espera, acaso ella no se cansaba nunca...? ¿Es una excu-"

La pelirosada apoyó su cabeza en el hombro del slime, este se estremeció, pero antes de preguntarle porque se recostaba de él alcanzó a darse cuenta que tenía los ojos cerrados, supuso que estaba dormida.

— Ciertamente es muy extraño que te canses tanto después de un combate... pero que llegues al extremo de dormirte ya es algo único.

— N-no estoy dormida... —.

Cuando me esteré luego de la confesión, además de impactarme, no pude evitar ruborizarme ante esa preciosa muestra de afecto, Milim se tuvo que hacer la dormida para poder apoyarse en mi hombro, ella también estaba colorada, era cierto que ya había experimentado mucho contacto físico conmigo, pero ni siquiera ella lo comprendía, estar sola junto a mí en un lugar totalmente en silencio mientras la brisa fresca movía nuestros cabellos le parecía un momento muy especial.

Sin embargo, todo bello momento debe acabar.

— ¡Rimuru, Milim! — dijo Emilia, apareciendo por detrás.

— ¿Qué se te ofrece Emilia? — pregunté.

— "¡Tenías que venir en este justo momento para interrumpirnos...!" — pensó Milim, con las mejillas infladas.

— Perdonarme si os interrumpo, ya estamos a punto de terminar las reformas, pero en la parte delantera de la mansión es donde más escombros hay derrumbados, necesitaremos más ayuda en esa zona — dijo la medio-elfa.

— Es obvio, fue donde estaba atacando Benimaru con sus llamas — dije, recordando — Bien, ya se.

Me levanté de un salto y empecé a caminar en dirección recta, dándole la espalda a la mansión y confundiendo a mis amigas, estas observaban como alargaba el paso y me alejaba constantemente de ellas dos.

— ¿Qué vas a hacer, Rimuru? — preguntó Milim.

— Algo que debí hacer hace mucho tiempo — respondí — Y ahora que necesitamos ayuda es muy conveniente.

— ¿Liberaras a Veldora? — preguntó Emilia.

— No, esta vez vamos a darle la bienvenida a otra dragona — dije, sonriendo — "Ciel, la voy a liberar, estando fuera del portal que me comí en el Walpurgis no costará magiculas"

▪︎ ■ 𝗘𝗻𝘁𝗲𝗻𝗱𝗶𝗱𝗼 𝗺𝗮𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗮𝗻𝘁𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗼 𝗵𝗮𝗴𝗮𝘀 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝘃𝗶𝘁𝗲𝘀 𝗵𝗮𝗰𝗲𝗿 𝗮𝗹𝗴𝗼... ■ ▪︎

— "¿El que...?" —.

▪︎ ■ 𝗡𝗼 𝗰𝗼𝗾𝘂𝗲𝘁𝗲𝗲𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝗲𝗹𝗹𝗮... ■ ▪︎

— "E-está bien" —.

...

☞ 𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐧𝐞𝐮𝐭𝐫𝐨 ☜

Después de un resplandor, Rimuru Tempest abrió los ojos estando seguro de que había tenido éxito en su misión de liberación, Milim y Emilia, quienes estaban boquiabiertas detrás del slime, mantuvieron silencio para observar la reacción del peliazul ante la persona que se materializó delante de él.

Cuando abrió los ojos, no se sorprendió, porque a pesar de poder presenciar la belleza de la mujer que él mismo liberó, ya estaba acostumbrado a estar rodeado de "hermosuras" como ella, así las llamaría Natsuki.

— ¡Rimuru-samaaaa! — esbozó una sonrisa tan rápidamente como lo vio.

Antes de poder moverse, la chica de cabello azul atrajo a Rimuru con ambas manos y lo abrazó sin intenciones de dejarlo ir, al ser mas bajo que ella, el slime no pudo evitar enterrar su rostro ruborizado entre los pechos de ella. Su agarre era fuerte, así que no podría zafarse de ese abrazo tan fuerte y cariñoso.

La medio-elfa estaba impactada ante lo que veía, mientras la dragonoid estaba molesta al reconocer a la mujer que tenía el rostro de su mejor amigo entre sus pechos.

— ¡H-hola Velgrynd... cuanto tiempo...! "¿Me dijo -sama...?" — dijo y pensó Rimuru, sin poder respirar muy bien.

— ¡Sí! ¡Esperé todos estos meses a que me invocarás, pero a además de no encontrarte no sentía tu aura por ninguna parte, habías desaparecido completamente! — dijo Velgrynd — Aunque no me fue difícil entender todo lo que estaba ocurriendo con las anomalías y las otras dimensiones.

— "¿Porque está siendo tan cariñosa conmigo, qué le sucede...?" — pensó el slime — Espera un momento, ¿meses, cuánto tiempo transcurrió en mi universo mientras yo no estaba?

— Poco menos de 4 meses — respondió la chica — ¿Por?

— "Ya veo, entonces sí que estabas en lo correcto Ciel, además de que los portales provoquen viajes en el tiempo la cantidad de este mismo que vivimos en otros mundos es diferente a la del que provenimos"

▪︎ ■ 𝗖𝗼𝗿𝗿𝗲𝗰𝘁𝗼, 𝗲𝘀𝘁𝗶𝗺𝗼 𝗾𝘂𝗲, 𝗮𝗹 𝗵𝗮𝗯𝗲𝗿 𝘃𝗮𝗴𝗮𝗱𝗼 𝗽𝗼𝗿 𝗲𝘀𝘁𝗲 𝗺𝘂𝗻𝗱𝗼 𝗺á𝘀 𝗱𝗲 𝘂𝗻 𝗱í𝗮 𝗲𝗻𝘁𝗲𝗿𝗼, 𝘂𝗻 𝟮𝟱% 𝗱𝗲 𝗲𝘀𝗮𝘀 𝗵𝗼𝗿𝗮𝘀 𝗲𝗾𝘂𝗶𝘃𝗮𝗹𝗱𝗿í𝗮𝗻 𝗮 𝘂𝗻 𝗺𝗲𝘀 𝗲𝗻 𝗻𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼 𝗺𝘂𝗻𝗱𝗼 ■ ▪︎

— "Espero no considerar el tiempo una preocupación luego de descubrir eso..." — pensó Rimuru — "Y ahora a lo que iba..." Velgrynd porque te referiste a mí por -sama, ¡y además estás siendo muy apegada...!

— ¿Acaso te molesta que lo haga...? — deprimiéndose.

— No, pero busco una explicación "¡antes de que la celosa de Ciel me mate...!" — pensó — ¿Que pasó con Masayuki Honjou? Le prometiste tu amor verdadero, ¿o me equivoco?

— Ah sí, él... — dijo, pensativa — Verás Rimuru, por muy pocos meses que hayan pasado, muchas cosas ocurrieron en tu ausencia, y por cosas me refiero a muy malas cosas...

— ¿Cómo dices...?

— ¿¡Qué pasó? ¿Le ocurrió algo malo a mis seguidores?! — preguntó Milim, preocupada.

— Oh vaya, sobrina, no esperaba encontrarte aquí también — dijo Velgrydn — No, al menos que yo sepa, tu sociedad se encuentra bien.

— Que alivio... — dijo la pelirosada.

— ~ Milim, podrías darme un poco de contexto, ¿de qué otras dimensiones estáis hablando, y quién es esa mujer que apareció de la nada? ~ — preguntó Emilia, susurrando.

— Ella se llama Velgrydn, y es un Dragón Verdadero, para que me entiendas mejor familiar de Veldora, el hombre moreno y rubio que te ayudo junto a Subaru la primera vez que os visteis — dijo Milim — Acerca de las dimensiones pensaba que ya eras consciente de lo que sucedía después de lo de Benimaru, somos seres de otro mundo los cuales llegaron a este a través de portales, por eso hablamos acerca de nuestro mundo original, al que tratamos de volver.

— Me esperaba esa respuesta, vuestro aspecto y poder no concordaba con las capacidades de los seres de este mundo, ¿si tratáis de regresar a casa por qué no buscasteis otro nuevo portal?

— Según Rimuru los portales no guían a un mismo punto y si tratáramos de entrar en uno acabaríamos en otra línea temporal a la cual no pertenecemos — respondió la dragonoid.

— Ya veo, y eso os impide volver... ¿Y quién es Masayuki Honjou?

— El supuesto prometido de esa dragona—.

— ¿¡En serio?!

— Si, pero visto lo visto, creo que ya no podrá serlo... — dijo — Según su tono de voz, algo malo pasó.

Rimuru agarró la mano de Velgrynd, viéndola fijamente a los ojos mientras sentía lástima por ella.

— ¿Algo le pasó a Masayuki, verdad?

— ... *Bajo la mirada* No le pasó nada, más bien, hizo algo — respondió, agradeciendo el tacto cálido de las manos del peliazul desde su interior — Cuando finalmente lo encontré todos los seres que antes lo rodeaban, tanto humanos como monstruos, estaban desplomados y despedazados, no quería creer que él tenía que ver con esa masacre, pero me rendí luego de estarlo buscando durante todos estos días, y más descubriendo que también había escapado a través de un portal...

— Pero... ¿de verdad Masayuki pudo hacer eso...? Suena incluso raro escucharlo, pero si escapó por uno de esos portales supongo que esas anomalías tenían algo que ver con ese cambio, ¿tú no crees lo mismo? — dijo Rimuru — "¿Acaso se volvió loco como aquel Benimaru...?"

— ... Sinceramente, yo también he tenido la necesidad de cambiar, Rimuru-sama — dijo Velgrynd.

— ¿A qué te refieres con eso?

— ¿No lo ves? Estás en mis brazos mientras me refiero a ti con más respeto, después de la desaparición de la persona a la que amaba no he tenido alternativa y pasé de página, es cierto que le prometí un amor eterno, pero él no, nunca lo hizo, ahora me siento devastada, debes saber cómo me siento — dijo la dragona verdadera — No estoy segura de cómo reaccionaré cuando lo vuelva a encontrar, pero no creo que sea de la misma manera, soy una criatura que ha convivido mucho tiempo con otros seres, no dejaré que vuelvan a jugar con mi corazón.

— Ya veo... "con que se olvidó de él, eso ya me confirma que el amor siempre será incierto..." —.

— Pero eso es agua pasada, cuando me liberaste del control de Michael sentí un profundo respeto al no haberte reconocido como un verdadero dragón como yo, pero eras un slime más capaz de lo creí, y más habiéndote hecho amigo de Veldora — dijo Velgrynd — Es por eso mismo que no puedo desconfiar de ti, así que me olvidaré del pasado.

— ... Incluso yo no quiero que vuelvan a romperte el corazón, así que te lo advertiré con antelación, ¿estás segura de esto? Ni siquiera estoy seguro de mi mismo, no tengo ni idea si podré darte el afecto que ese traidor no pudo haberte ofrecido — dijo Rimuru, abrazándola por la cadera.

— *Sonrojada* Si, desde luego, sí que estoy decidida, al contrario que él, estás esforzándote en arreglar estas anomalías, te sigues preocupando por tu nación y por la gente que te rodea, ¿que señal en este mundo me dice que estar a tu lado es lo peor que puedo hacer?

La dragona verdadera enterró su rostro en el pecho de Rimuru.

— Quiero estar junto a ti, Rimuru, esa es mi decisión, y me aseguraré de ser la dragona que más afecto pueda ofrecerte, mi nuevo amor, esta vez, será infinito — dijo.

— Je, pues bienvenida, junto a mi, no volverás a pasar por lo mismo, te lo prometo — dijo Rimuru.

Emilia aplaudía para marchitar la tensión deprimente en el ambiente mientras Milim se acercó con un poco de disgusto a ellos dos.

— Velgrydn, realmente lamento lo que te pasó — dijo Milim Nava, sería.

— Gracias, y no te preocupes, ya estoy bien — sonriendo.

— ¿Pero podrías separarte de Rimuru? creo que necesita un respiro — respondió.

— Hum ya veo, con que tus amigas todo este tiempo fueron celositas, ¿no es así, Rimuru-sama? — dijo la chica peliazul, seria.

— ¿¡A quien llamas celosita?! — respondió la dragonoid.

— Yo no hice nada... — dijo Emilia, llorando cómicamente.

— No os empecéis a pelear — dijo Rimuru — tenemos que ayudar a Roswaal con la maldita mansió-

▪︎ ■ ¡𝗬𝗼 𝘁𝗮𝗺𝗯𝗶é𝗻 𝗺𝗲 𝘂𝗻𝗼 𝗮 𝗹𝗮 𝗽𝗲𝗹𝗲𝗮...! ■ ▪︎

— "¡¿Tu también?!" *suspira* "Como sea, Velgrynd dijo que muchas cosas habían sucedido en nuestro mundo, ¿crees que algo malo ocurrió en Tempest?" —.

▪︎ ■ 𝗡𝗼 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗼 𝗼𝗳𝗿𝗲𝗰𝗲𝗿𝘁𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝗯𝘂𝗲𝗻𝗮 𝗿𝗲𝘀𝗽𝘂𝗲𝘀𝘁𝗮 𝗰𝗼𝗻 𝗰𝗲𝗿𝘁𝗲𝘇𝗮, 𝗥𝗶𝗺𝘂𝗿𝘂-𝘀𝗮𝗺𝗮, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮𝘀 𝗻𝗼𝘀 𝗮𝗽𝗼𝘆𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗹𝗼𝘀 𝘂𝗻𝗼𝘀 𝗮 𝗹𝗼𝘀 𝗼𝘁𝗿𝗼𝘀 𝗽𝗼𝗱𝗿𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗹𝗹𝗲𝗴𝗮𝗿 𝗰𝘂𝗮𝗻𝘁𝗼 𝗮𝗻𝘁𝗲𝘀 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗿𝗲𝗲𝗻𝗰𝗼𝗻𝘁𝗿𝗮𝗿𝗻𝗼𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝘁𝘂𝘀 𝘀𝗲𝗿𝗲𝘀 𝗾𝘂𝗲𝗿𝗶𝗱𝗼𝘀, 𝗱𝗲𝘀𝗽𝘂é𝘀 𝗱𝗲 𝘁𝗼𝗱𝗼𝘀, 𝗲𝘀 𝘂𝗻𝗮 𝗽é𝗿𝗱𝗶𝗱𝗮 𝗱𝗲 𝘁𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼 𝗰𝗿𝗲𝗲𝗿 𝗾𝘂𝗲 𝗮𝗹𝗴𝗼 𝗺𝗮𝗹𝗼 𝗹𝗲𝘀 𝗼𝗰𝘂𝗿𝗿𝗶ó 𝗲𝗻 𝘃𝗲𝘇 𝗱𝗲 𝗽𝗲𝗻𝘀𝗮𝗿 𝗽𝗼𝘀𝗶𝘁𝗶𝘃𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲, ¿𝘃𝗲𝗿𝗱𝗮𝗱? ■ ▪︎

— *Sonríe* "Razón no te falta, al fin y al cabo, lo más importante es el presente, incluso perdidos en otra dimension, podemos seguir siendo felices con la autoestima bien alta, mientras nos mantengamos así, podremos solucionar algún día este suce-

Una risa muy reconocible se escuchó al rededor de todos ellos, Rimuru, sabiendo quién era, no se sorprendió y espero que a volviera a originarse otro resplandor, sin su permiso, Veldora Tempest se habia "autoliberado" e hizo su mítica entrada desde el cielo mientras su capa era levantada con el propio viento que él mismo produjo.

— ¡Aquí está de nuevo el amigo del alma de Rimuru Tempest para relajar una vez más el ambiente! — dijo el dragón verdadero.

— "¿Y a ti quien te dijo que salieras?" — pensó Rimuru, viéndolo con molestia.

— ¡Pasó un tiempo hermana mayor! — dirigiéndose a Velgrynd — Veo que tienes las intenciones de quitarme de las manos a mi mejor amigo, ¿ya superaste a tu amor platónico? ¡lo siento mucho pero Rimuru ya está ocupa-

Milim empezó a estirarle de las mejillas al dragón de la tormenta, interrumpiéndolo.

— ¡Aquí su mejor amiga soy yo! — dijo la dragonoid, molesta.

— ¡Suéltame niña, no me estropees mis maravillosos diálogos! — dijo Veldora, peleándose con ella.

— ¡Rimuru-samaaa! —.

Velgrynd volvió a abalanzarse sobre el slime, ignorando a Veldora y procediendo a besar la mejilla del peliazul, Emilia se tapó la boca con una de sus manos, mientras Veldora y Milim estaban impactados y enojados ante lo que vieron.

— Jiji... — se rio la dragona verdadera.

— "¿Ves Ciel? — pensó Rimuru, aturdido un poco por el beso — "A esto era lo que me refería, incluso sabiendo que nos será muy complicado regresar a nuestros hogares podemos seguir siendo felices, pero para eso necesitamos estar todos juntos" — pensó Rimuru — "Ser feliz en una época tan difícil es un todo un regalo para mi, y espero que también lo sea para ti"

▪︎ ■ 𝗝𝗲, 𝗺𝗮𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼, 𝗻𝗶 𝘀𝗶𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿𝗮 𝗮𝗹𝗴𝗼 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝗲𝘀𝘁𝗮 𝘀𝗶𝘁𝘂𝗮𝗰𝗶ó𝗻 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗱𝗲𝗯𝗲𝗿í𝗮 𝗽𝗿𝗲𝗼𝗰𝘂𝗽𝗮𝗿 𝗮 𝗮𝗹𝗴𝘂𝗶𝗲𝗻 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝘁ú ¿𝗮𝗰𝗮𝘀𝗼 𝘁𝗲 𝗼𝗹𝘃𝗶𝗱𝗮𝘀𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗾𝘂𝗶é𝗻 𝗲𝗿𝗲𝘀? ■ ▪︎

— Es cierto, después de todo, soy un dios, soy Rimuru Tempest, ninguna complicación me va a detener ahora que he llegado hasta aquí — dijo el slime, sonriendo — Sigamos esforzándonos.

Siguiente capítulo:
Aclarando situaciones

꧁༒꧂

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