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༺ Milim Vs. Benimaru ༻


☞ 𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐧𝐞𝐮𝐭𝐫𝐨 ☜

En la parte delantera de la mansión, estaba por disputarse el primer enfrentamiento mortífero de Milim Nava, enfrentándose a una versión paralela de lo que vendría a ser uno de los subordinados más poderosos de Rimuru Tempest, Benimaru. El slime se veía incapaz de luchar al haber liberado a Ultima, quien todavía no hacía acto de presencia junto a Carrera, por eso le cedió el turno a su mejor amiga para eliminar a su nuevo enemigo.

— Benimaru es fuerte pero tú eres un Rey Demonio, si pierdes no te daré miel por una semana — dijo Rimuru, parado detrás de la dragonoid.

— ¿Q-que? ¡No digas eso que das miedo...! Bueno, aunque también eso me da otro motivo por el cual no puedo perder — sonriendo — Por cierto, con mi habilidad Ojo de Milim no veo que esté mintiendo acerca de lo que dice de lo que podría haber hecho tu otra versión, Rimuru.

— Si, tampoco tenía razones por las que mentir, ya hemos comprobado que existen otras versiones horribles de mi, pero estate por seguro que yo no soy una de ellas — dijo el slime.

— Eso lo tengo claro, ¡bien, allá voy!

— Hmmf... —.

Ahora recuperada su vestimenta que usaba para pasear, Milim dio uso a su Cambio de Vestido para tener equipado instantáneamente su ropa de combate.

Subaru, Rem y todos los demás, alejados del peligro, confiaban en la fuerza de Milim para derrotar al samurai. Esta tenía un as en la manga, pero no lo usaría hasta verse en problemas. Benimaru no veía que nada más se interponía en su camino, podía empezar su cacería.

El oni alzó su mano izquierda inesperadamente, expulsando desde la palma de su mano un torrente de llamas negras que se acercaron muy rápidamente a Milim, esta lo esquivó, empezó a levitar y se acercó al ogro, la dragona se desplazó a una velocidad tan vertiginosa que los únicos que pudieron verla moverse fueron Rimuru y Benimaru, este último usó cierta habilidad para esquivar una patada que iba directa a su cara.

— ¿¡Lo evadió?! — dijo Subaru.

Se debía a la Aceleración de Pensamiento de Benimaru, la cual le permite pensar millones de veces más rápido que cualquier otra persona. Esta habilidad sirve tanto como para trabajar la mente como para pensar una manera de evitar los ataques antes de que estos lleguen a acertar en el usuario.

El samurai usó su Manipulación de las Llamas para envolver su katana en fuego ardiente y oscuro, Milim, la cual le dio la espalda, previno el tajo por detrás con su habilidad Oreja de Milim, la cual potencia sus capacidades auditivas a su alrededor, aportaría para percibir ataques por la retaguardia.

— ¡Eres lento! — dijo la pelirosada.

— No me subestimes...

Benimaru formó una esfera ígnea en su palma derecha, tanto Emilia como Subaru reconocieron la técnica, fue la misma que Rimuru utilizó contra Elsa Granhiert en el Bazar de Rom. Subaru alcanzó a recordar que Rimuru se había contenido a la hora de ejecutar ese ataque porque podría crear un cataclismo, si Benimaru usaba esa habilidad, alcanzaría a destruir más que el pais entero.

— Oh no... — dijo el joven de cabello grisáceo.

Rimuru predijo lo que el samurai haría, no dejaría que lo desintegrase todo. Milim solo se quedó a la espera del ataque, con una sonrisa.

Llamarada del Infierno —.

Benimaru la lanzó la esfera a la vez que Rimuru usaría su habilidad Prisión Infinita para encapsular a Milim y Benimaru junto al ataque ígneo en un radio de cien metros, la barrera parecía ser irrompible, y la explosión fatal perduró durante tres minutos, gracias a la técnica de Rimuru, pudo salvar a todos los demás de una muerte segura.

Dentro de la barrera el fuego las explosiones no cesaban, pareció ser un ataque muy inmenso, pero no debían preocuparse por Milim, no se debilitaría ante el primer ataque aún habiéndolo recibido.

— ¿¡Qué es esa habilidad, un escudo?! — dijo Subaru.

— Más o menos, es un campo de fuerza inmune a los ataques físicos, nada que quede allá dentro podrá salir hasta que se deshaga la barrera, la técnica no tiene tiempo límite de duración, de allí el nombre — explicó Rimuru, retrocediendo — Además, sella las habilidades de los objetivos dentro de la prisión, Llamarada del Infierno es un ataque de zona muy poderoso, en este caso Benimaru lo utilizó con la potencia habitual, mientras que yo, cuando me enfrenté a Elsa, reduje todo su poder al mínimo.

— ¿Qué quieres decir con eso?

— Que de no haber creado la barrera una gran parte del continente estaría hecha cenizas, ¿me entiendes? —.

— ... Maldición, estaríamos todos muertos, ¿pero qué tipo de monstruos hay en tu mundo? — dijo Subaru, intimidado.

— Los que son del tipo fuerte — respondió, sencillamente — Pero no hay nada que temer, por muy inmadura y pequeña que parezca, no subestimes el poder de una reina demonio como Milim Nava, Benimaru está muy lejos de igualar su monstruoso poder, ella solo está jugando con él.

— ... ¿Huh? — dijo Benimaru, inmune a sus propias llamas.

Cuando el fuego negro se disipó y Rimuru anuló la Prisión Infinita, la dragonoid se hallaba parada en medio de todos los escombros, estaba intacta y no pareció haberse movido en ningún momento ante esa técnica, el oni pudo entender como hizo para no ser dañada.

— Te protegiste con algo, ¿cierto? — adivinó el samurai serio.

Pero cuando el humo también desapareció, todos quedaron boquiabiertos al saber que no solo Milim había utilizado su habilidad Barrera Invisible, la cual además de estar hecha de polvo de estrellas en vez de magiculas es capaz de bloquear cualquier forma y tipo de ataque, si no que aprovechó el tiempo para manifestar su verdadera forma.

Subaru y Emilia quedaron impactados, Milim Nava lucía completamente diferente, era un poco más alta, su cabello rosado era aún más largo, llevaba consigo una armadura de poco más que detalles dorados y un gran cuerno rojizo nació de su frente. Esa era la forma original de uno de los reyes demonio más antiguos.

Y no solo eso, cambiaste tu aspecto, esa es tu verdadera apariencia, no recordaba que podrías transformarte, siendo sincero — dijo Benimaru, calmado.

— *La dragonoid sonríe* —.

— Da igual, una simple transformación no es suficiente para intimidarme dragona, yo también tengo mis propios métodos para conseguir ventaja — dijo el samurai.

Un resplandor provino de Benimaru, este manifestó lo que parecía ser una nueva katana, pero esta parecía ser más peligrosa y poderosa, tenía su brillo propio, muchos no entendieron que es lo que hizo.

— ¿Qué pasó? — preguntó Subaru.

— Esa es un arma de Grado Dios, son equipos que tienen voluntad propia al ser espíritus, los usamos como herramientas, pero estos mismo espíritus son los que eligen a su dueño, son objetos muy poderosos y de gran valor — dijo Rimuru — Benimaru no está dispuesto a morir aquí,
por eso mismo manifestó a Guren, ese es el nombre de ese tachi.

— ... Hoy estoy aprendiendo demasiadas cosas...

La dragonoid apareció enfrente del samurai y le propinó una patada en el torso, Benimaru retrocedió, no sin antes lanzar varios proyectiles de fuego negro, Milim se ocupó de repelerlos todos con sus puños, pero ni sabía que el oni alcanzó a ver a Subaru y Rem escondidos detrás de una columna de la mansión, Benimaru solo estaba ganando tiempo para incinerarlos a ellos primero.

— ¡Cuidado! — gritó Emilia.

— "¡Mierda, nos vio!" — pensó Subaru.

Benimaru lanzó las llamas de su espada para desintegrar todo a su paso, sin embargo, antes de que ellos sean alcanzados por el fuego, este se disipó antes de poder quemarlos. El ataque había sido cancelado.

— Nos salvaron...

— Subaru mira, allá arriba — dijo Rem, señalándole.

Todos dirigieron sus miradas al tejado de la mansión, finalmente las dos demonios primordiales habían llegado, Carrera anuló la Manipulación de Llamas de Benimaru con lo que parecía ser una habilidad única suya.

— ¡Perdonen la tardanza...! Nos fuimos a pasear por Lugunica hasta que vimos desde lejos la Prisión Infinita de nuestro señor — dijo la rubia, sonriendo.

— Mira quienes están aquí... — dijo Subaru, aliviado.

— ¿Como hizo para anular el fuego? — preguntó Rem.

— A través de mi habilidad definitiva Sandalphon, señor de la Condenación, puedo utilizar Disipar, la cual contrarresta efectos mágicos, por eso os pudisteis salvar de su ataque — respondió la demonio primordial amarilla.

— No os cansáis de ejecutar nuevas y nuevas habilidades, ¿eh? — dijo Subaru.

— Más enemigos dispuestos a entorpecerme... — susurró Benimaru, molestándose.

— No te despistes...

— ¡!

Reaccionando al sentir la presencia de Milim detrás suyo, el samurai dio la media vuelta y pudo bloquear lo que parecía ser un golpe de espada, sin embargo la fuerza de la dragonoid pudo más y volvió a lanzarlo lejos de donde se hallaba para mantenerlo alejado de Subaru y Rem.

— *Se ríe* Demasiado estás llamando la atención para después hacer el ridículo de esta manera, ¿eso es todo lo que tienes? ¡Todavía no me hiciste ni un rasguño! — dijo Milim, levitando.

— Cállate... *Incorporándose* Sorpresa tras sorpresa, tú también manifestaste tu arma de Grado Dios, ¿no es así, dragona? — dijo Benimaru.

La espada mágica que manifestó Milim Nava era otra arma similar a la de él, esta fue creada por cierto dios perteneciente al universo de Rimuru, el cual era su padre. Anteriormente estaba en posesión de Guy Crimson, pero este decidió regalársela a la dragona un buen tiempo después de tenerla en su haber. Su nombre es Asura.

— ...

— ...

Ambos se acercaron para colisionar sus espadas, Milim ganó el choque, porque Benimaru, sometido ante tanta fuerza bruta, tuvo que ponerse en posición defensiva mientras bloqueaba el tajo vertical de la dragona, el golpe de gravedad era tal que el suelo pastoso al rededor de él se empezaba a agrietar.

Estos dos luchadores empezaron a intercambiarse tajos y golpes, para prevenir que crearan un cataclismo, Rimuru volvió a crear otra barrera al rededor de ellos.

— "No puedo verlos... parece que se muevan en otra dimensión con esa velocidad, ¿de verdad existían seres así en este mundo...? porque empiezo a creer que no..." — pensó Emilia — "Ahora que lo pienso, Carrera apareció a través del portal... ¿será que... los compañeros de Rimuru vienen de otra dimensión...?"

— "Demonios... Milim realmente es fuerte" — pensó Subaru.

— *Las demonios primordiales observaban el duelo* —.

Milim usó un arte que le permitió envolver su puño en aura y convertir esta energia en una espada mágica, dio uso a su habilidad Colmillo de Dragón. Ahora tenía dos espadas con las que poder atacar, sin perder el tiempo esta se impulso hacia su objetivo para intentar desmantelarlo.

Sin embargo, Benimaru no se pondría en desventaja.

Ejecutaría su habilidad definitiva.

El samurai entraría en un estado de paz mental, olvidándose de todo lo que le rodeaba, este empezó a ser rodeado de una densa niebla y antes de ser alcanzado por Milim, la empleó sin remordimientos.

Amaterasu...

Siendo su enemigo ahora intangible, Milim no pudo acertar su tajo doble después de atravesar la neblina, Benimaru se hizo de alguna manera inmortal al no poder ser atacado dentro de esa extraña niebla. Sin embargo, su habilidad definitiva, denominada como Amaterasu, señor de la Llama Reluciente, no solo consistía en eso.

— ¿Ahora qué hizo? — dijo Subaru.

— Esa es su técnica más poderosa — respondió Rimuru, con una pierna arrodillada — Mientras este en este estado será inmune a cualquier ataque físico, mágico o espiritual, Milim no puede hacer nada mientras esté usando esa habilidad.

— ¿¡Quieres decir que ahora es inmortal, y como hará Milim para ganar?!

— Esperar, solo podemos hacer eso, cuando la habilidad definitiva se desactive tendremos oportunidad para matarlo — dijo Rimuru — No obstante, no lo hará hasta que Benimaru acierte su movimiento.

— ¿La habilidad no solamente consiste en la neblina?

— Si, a través de la intangibilidad, Benimaru podrá manifestar una llama mágica en su espada, esta puede eliminarlo todo, pero dudo que pueda matar a Milim, hasta que no la ataque con esa llama la neblina no se disipará — dijo.

— Tiene sentido... por eso Milim no se está moviendo...

Benimaru seguía esperando el momento para atacar, a la espera, Rimuru decidió sacarle información, alejado de la niebla.

— Respóndeme Benimaru, ¿cómo me encontraste? Es decir, en realidad no soy el Rimuru que tú buscas, pero es mucha casualidad que un portal te halla llevado directamente hasta mi localización — dijo el slime.

— Escapaste por aquel portal y yo te perseguí, ¿a qué viene esa pregunta tan tonta...? — serio, mirando fijamente a su enemiga.

— "¿Si lo que dice es cierto entonces porque mi otro yo no está aquí? Habrá atravesado otro portal nada más entrar en esta dimensión...?" — pensó Rimuru confundido.

— ¡Rimuru-sama, atento! — advirtió Carrera.

— ¡!

Benimaru se acercó hacia la dragonoid, esta cruzó sus brazos para protegerse, mientras el oni propinó el corte mágico, resultando en una explosión ígnea que Rimuru pudo anular copiando la habilidad de Carrera antes de barrerlo todo a su paso.

Milim retrocedió unos cuantos metros después del golpe, sin embargo no estaba en peligro.

— Eso ya dolió un poco — reconoció la pelirosada.

— Tsk... — dijo Benimaru — No me queda de otra, usaré mi último recurso, ¡no me importará perder la vida mientras os mate a todos!

— Oh no — dijo Subaru, asustado.

El oni liberó todo el potencial de Guren, haciendo que esta espada emita una Luz Roja que lo quemaría todo a su paso con tan solo ser iluminado por esta, Carrera se encargó de proteger a todos con Barreras Multidimensionales mientras Rimuru no tenía ningún problema al ser inmune al fuego. El ataque fue efectivo en el entorno, pero no alcanzó a dañar mucho a Milim, Benimaru citó su última técnica, que era un arte única de él.

Benimaru mezcló hasta fusionar el brillo rojizo emitido por su arma de Grado Dios con su propio haki, el cual era la presión espiritual que el usuario podía ejercer con su aura ante sus enemigos. Se registran en este ataque instantáneo millones de energías y se forma a partir de la unión de un movimiento ígneo con la aura oscura del portador, el sol negro formado por esta unión tomaría la forma de un dragón oriental que lo desintegraría todo, devorándolo a nivel molecular.

Aceleración de Prominencia —.

La bestia mágica se acercaba cada vez más al suelo, Milim podía desintegrarlo sin problemas, sin embargo, tenía miedo de hacer daños residuales.

— ¡Milim, no te preocupes, utiliza esa habilidad! — dijo Rimuru, corriendo.

— ¿¡Qué?! Pero... ¿estás seguro? — dijo la dragonoid.

— ¡Conmigo no habrán daños, tengo un plan, y además, si no detienes esa habilidad todos podrían morir, es tu oportunidad de matarlo! — dijo el slime, posicionándose muy lejos de la mansión.

— ¡Entendido, si no hay problema entonces es mi momento! — emocionada.

La dragona junto ambas manos, reuniendo polvo estelar para materializarlo y oprimirlo en una esfera que explotaría en unos cuantos segundos después de haber sido creada, Milim estaba preparando uno de sus ataques más poderosos, el cual no puede ser bloqueado por ninguna barrera y tiene el potencial de destruir el planeta entero si no se usa correctamente. Eliminaría a Benimaru ahí y ahora antes de que el dragón oriental la alcanzara.

Para evitar daños colaterales, Rimuru usaría su habilidad definitiva: Dios del Vacío Azathoth antes de que el ataque de su mejor amiga impactara contra el suelo.

No había inconvenientes, Milim podía ejecutar su técnica final.

— ¡¡¡¡¡Drago Nova!!!!! — exclamó.

La esfera que contenía entre sus manos explotó en un rayo gigantesco que desintegró por completo el dragón oriental de Berimaru, antes de que este último también muriese, espero tranquilo antes de perder su vida.

— Al menos lo intenté... intenté vengaros... — el ogro cerró los ojos.

Benimaru fue exterminado por el rayo de Milim, pero todavía el problema no había terminado.

Esta habilidad ocupaba tanto espacio como una ciudad entera, Rimuru, que estaba en frente del rayo, ejecutó en el momento exacto su habilidad definitiva para absorber sin muchas dificultades uno de los ataques más poderosos que Milim utilizó, se tragó el rayo y así el slime pudo salvar el mundo entero de una destrucción masiva. Ese era su plan, su pequeño y simple plan.

El enfrentamiento había terminado, Milim Nava salió como ganadora.

— Je, lo logró — dijo Roswaal.

— *Subaru, Emilia y las sirvientas gemelas estaban atónitas* —.

Esta aterrizó en el pavimento y anulo su forma verdadera, volviendo a ser la Milim que Subaru y Emilia podían reconocer.

— Cuando hay miel en juego, a mí nadie me gana — dijo Milim, recordando que Rimuru le advirtió que no podría comer miel si perdía el combate.

— ¡Buen trabajo dragonoid! — dijo Carrera, acercándose junto a todos los demás.

— ¡Je je...!

✞                   ✞                   ✞

Después de haber apartado todos los escombros del enfrentamiento, todos rodearon a Milim Nava, admirando y felicitándola por su monstruosa fuerza y talento en combate, esta recibía con una risa nerviosa todos los cumplidos, mientras Roswaal y Rimuru observaban desde lejos la compensación que la peli rosada tuvo después del combate.

El slime sonrió, alegre de volver a verla feliz a la vez que se enorgullecía de ella, sin embargo, sintió un pequeño mareo y desvió la mirada.

— "Tienes razón Ciel, la liberación de Ultima me agotó demasiado" — dijo Rimuru, sonriendo y viendo a Milim en la lejanía — "Realmente le dejé todo el trabajo en la mesa a ella"

▪︎ ■ 𝗔𝘂𝗻 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗰𝗮𝗻𝘀𝗮𝗱𝗼 𝘆𝗮 𝗽𝘂𝗱𝗶𝘀𝘁𝗲 𝗿𝗲𝗰𝘂𝗽𝗲𝗿𝗮𝗿 𝘂𝗻 𝗴𝗿𝗮𝗻 𝗽𝗼𝗿𝗰𝗲𝗻𝘁𝗮𝗷𝗲 𝗱𝗲 𝗺𝗮𝗴𝗶𝗰𝘂𝗹𝗮𝘀, 𝗿𝗲𝗰𝗼𝗺𝗲𝗻𝗱𝗮𝗰𝗶ó𝗻: 𝘀𝗶 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿𝗲𝘀 𝗮𝗰𝗼𝗿𝘁𝗮𝗿 𝗲𝗹 𝘁𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼 𝗱𝗼𝗿𝗺𝗶𝗿 𝘀𝗲𝗿í𝗮 𝘂𝗻𝗮 𝗯𝘂𝗲𝗻𝗮 𝗼𝗽𝗰𝗶ó𝗻, 𝗺𝗮𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼 ■ ▪︎

— ...

— También es un buen trabajo por tu parte, chico — dijo el dueño de la mansión, al lado del peliazul.

— Yo no hice nada — dije.

— Sin ti todo el reino estaría reducido a polvo, ¿con eso te refieres a nada? — preguntó.

— ... Bueno "y no solo el reino..." —.

— Sé que no estabas en condiciones de luchar, eres un ser infinitamente poderoso, pero le cediste a tu amiga la oportunidad de aplastar a lo que parecía ser la versión paralela de un ayudante tuyo, ¿resumí bien la situación? —.

— ¿Tu estás al tanto de los portales espacio-temporales?

— Podríamos decir que si, pero en un principio no tenía pensando involucrarme en esas anomalías — dijo — Volviendo al tema, eres un buen amigo, intentar recibir el perdón de una persona haciéndola feliz mediante una pelea ha sido una buena idea, vi vuestra discusión en la mansión, después de todo sabía que estabais enfrentados.

— Je, de todos modos no sabemos si de verdad Milim me ha perdonado... — estirando los brazos — Tengo sueño.

Ambos se quedaron mirando a la pelirosada, quien se sentía famosa y poderosa al estar siendo rodeada de Subaru, Rem, Ram, Emilia y los demonios primordiales. Desde el punto de vista del slime, no tenía la sensación de que la dragonoid quería su atención, decidió que ya su trabajo había terminado. Por lo que se dio la vuelta y empezó a caminar rumbo a la mansión para descansar.

— ¿Te vas, no te le vas a acercar? — preguntó Roswaal.

— ... No creo que haga falta, que disfrute de su momento — dijo Rimuru, alargando el paso.

— *Sonríe* —.

Pero...

— ¿Dónde crees que vas, tonto? —.

— ¿Eh?

Tan rápidamente como Rimuru se volteó, este recibió un gran abrazo de una Milim que rodeó su cuello con sus brazos, no se lo esperó. Ese fue el motivo por el que Roswaal sonrió. El slime pudo sentir en su piel la tristeza y arrepentimiento que tenía la dragonoid.

— Milim.

— ¡L-lo siento! lo siento mucho... no me atrevía a pedir perdón porque me sentía demasiado culpable y no esperaría que me entendieras... l-la próxima vez te aseguro que podremos entrar en un portal, los dos juntos... — dijo, aferrada a él.

— Tampoco te eches la culpa encima Milim, ambos hemos cometido errores por igual, así que estamos bien, no tenemos derecho a enojarnos el uno con el otro — dijo Rimuru — Y menos cuando somos mejores amigos, ¿no lo crees?

— ¡Sí! Haber luchado en tu lugar despejó todas mis preocupaciones, volvía a sentirme como nueva, creo que eso fue lo que me impulsó a arreglar mi problema contigo de una buena vez — dijo la pelirosada, feliz.

— "Pues sí que fue una buena idea..." — se alivió —.

— "Oye oye, ¿desde cuando esa dragona podía expresarse tan bien? hasta ahora parecía hablar como una niña pequeña..." Ejem ejem — dijo Subaru, viendo lo juntos que estaban — Perdón por interrumpirlos pero no estamos en un burdel.

Ambos, colorándose, se separaron del abrazo al oír como Subaru se afinaba la voz. Después de lo que el pelo grisáceo dijo, Rem apareció por detrás para darle otro zape más en la cabeza.

— ¿Qué es un burdel? — preguntó Milim, curiosa.

— N-no es nada, tranquila jeje... — dijo Rimuru, nervioso — "Espero que vayas controlando ese lenguaje tuyo, Subaru..."

— Au... — dijo Subaru, rascándose la cabeza del golpe.

— Te lo mereces, pervertido — dijo Rem.

Mientras todos se reían de la situación del joven humano, Rimuru se quedó mirando las cenizas que se revoloteaban en el cielo, no podía negar que, a pesar de ser una versión paralela que no conocía, matar a su subordinado no le creaba un buen humor que digamos.

— "Me pregunto qué habrá hecho mi otro yo en su línea temporal para hacer que ese Benimaru se convierta en esa clase persona... aunque había algo raro, no era tan poderoso como el Benimaru de mi línea temporal, era muy fuerte, pero recuerdo a mi subordinado un poco más capaz" — pensó — "En fin, descansa en paz..."

— ¿Rimuru, algo anda mal? — preguntó Emilia.

— No nada, solo estaba pensando en mis cosas, oh Rem por cierto, ¿te encuentras bien? Tarde en darme cuenta de que estabas al lado de Subaru — dijo Rimuru, acercándose a ella — Estabais muy cerca de la pelea.

— Si, por suerte tus barreras mágicas pudieron mantenernos a salvo, te lo agradezco — dijo la sirvienta, simpática y tranquila.

— Rimuru-sama... — dijo Carrera, con un aura un tanto siniestra — ¿Te preocupas primero por esta mujer antes que a nosotras...?

— Eh, eh, esperen... no-

— Si, a mí tampoco me hace mucha gracia esto, exijo una explicación, Rimuru-sama — dijo Ultima, acercándose lentamente — ¿Te interesa más ella que yo?

— ¡Chicas, cálmense! — nervioso pero haciéndose el duro — Si no queréis recibir un castigo de vuestro superior más os vale tragaros esas preguntas antes de escupirlas.

— Lo sentimos mucho, señor... — arrepentidas.

— "Lo que faltaba, ¿¡estos dos demonios también se sienten atraídos por Rimuru?!" — pensó Subaru.

— Bueno, será mejor empezar a reconstruir los daños de nuestra mansión, ¿quién tendría la amabilidad de ayudarnos? — preguntó Roswaal.

— Yo-

— ¡Como amigos del alma que somos no nos vamos a negar! — dijo Milim antes que Rimuru, tan enérgica como siempre.

— Chicas, ayúdenme — les dijo el slime a Carrera y Ultima.

— Si, Rimuru-sama — asintieron.

— ¿Pero tú no te sentías cansado? — le preguntó Subaru a Rimuru.

— Si pero...

Rimuru miró durante tres segundos a Milim, quien también cruzó su mirada con él al tener curiosidad.

— ... Cierta persona ha hecho que recobre un poco de energía — admitió.

Milim, quien desvió la mirada, ocultó su rostro, sabiendo que se estaba empezando a sonrojar.

— "Me miró a mí... ¿se refería a mi...?" — ruborizada.

— Nosotras también ayudaremos — dijeron Rem y Emilia.

— Yo me voy a dormir — dijo Subaru, dándose la vuelta.

De repente Ram agarra del brazo a Natsuki y empieza a llevárselo lejos del grupo.

— Tu te vienes conmigo — dijo la sirvienta pelirosada.

— ¿¡Qué yo que?! A donde?!

— A hacer un recado en un pueblo cercano a la mansión, no hiciste nada en todo el día, así que no te quejes... — dijo Ram.

— "¡¡¡Dios porque me pasa esto a mi!!!" — indignado.

— Bien, empecemos — dijo Roswaal.

Siguiente capítulo:
Nueva dragona, nueva bienvenida

꧁༒꧂

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