༺ Milim entra en escena ༻
Narrador neutro
Un cuarto de hora más tarde, Veldora paseaba al rededor de un pequeño mercado de fruta junto a un deprimido Subaru, ambos intentaban entretenerse, esperando a la llegada de Rimuru, que como bien sabemos, anteriormente estaba en su espacio imaginario.
— Ya déjate de desanimarte chico, pareces un zombi, cualquiera se podría llevar una sorpresa como esa, aunque a ser verdad no he conocido a nadie que haya confundido a Rimuru como una mujer — dijo Veldora — Tu caso es único.
— Ugh... — dijo Subaru, decaído — Por cierto, revelaste que se trataba de un slime, ¿por término slime te refieres a esos típicos monstruos viscosos de bajo nivel que aparecen en todos los animes de fantasía...?
— Algo así "aunque de bajo nivel creo que no tiene nada, jeje..." — pensó — Espera, dijiste anime, ¿¡sabes lo que es un anime?!
— Debería sorprenderme yo, ¿un dragón como tú sabe lo que es un anime...? — dijo el joven.
— Por supuesto, Rimuru era un fanático de los mangas y animes en su vida pasada, y una cosa llevó a la otra y me contagió su gusto por este tipo de cosas — explicó —.
— Vaya, pues bienvenido al mundo del anime, eso es lo único que tengo que decir — dijo Subaru — "¿Dijo vida pasada... o acaso oí mal?"
— Cambiando de tema nada va a cambiar si solo nos estamos paseando, mi gran amigo del alma debe estar buscándonos, apurémonos y hagamos algo, el objetivo de esta misión era recopilar información de Lugunica, ¡así que andando niño!
— No me llames niño, tengo 17 años...
— Oh ya se, ¿ves ese mercado de manzanas de alli? — señaló — Trata de visitarlo tu solo y entabla conversación con el vendedor acerca de sus frutas, uno no sabe el precio promedio de la comida, con la mínima información reunida el gran Rimuru nos felicitará, ¿no crees?
— Si, sí que lo creo — contestó Subaru, sonriendo — ¡Está bien, espera aquí viejo, voy a mostrarte lo que un chico recluido como yo es capaz de hacer!
— ¡Quiero verlo, adelante chico recluido! —.
Nuestro chico de cabello grisáceo se acercó a aquel hombre de barba castaña que vigilaba su mercado, Veldora estuvo cinco minutos parado a cinco metros de distancia, observando con paciencia como hablaba con el vendedor, sin embargo, no fue hasta que sacó una pequeña cantidad de yenes de su bolsillo que tuvo que acercarse.
— ¿Qué? Qué tipo de monedas son esas niño, si eres extranjero deberías saber que aquí no se paga con ese dinero, ¡largo de aquí! — dijo el hombre.
— Ugh... "¿Es en serio...?" — pensó Subaru, decaído — "¿¡Qué sucede, porque me sale todo mal? Primero me atracan unos psicopatas, luego confundo a un humilde slime con una mujer y ahora esto?! Todavía sigo esperando a esa hermosa chica que me caerá del cielo para ayudarme con mi cometido en este mundo!"
El dragón de la tormenta se acercó al joven deprimido.
— Uno, cuando despiertas en un lugar que no conoces procura no enseñar despectivamente de donde provienes, ¿acaso crees que la gente de aquí no se va a molestar porque alguien como tú enseñe monedas de su país como si estuviera en ese mismo? — dijo Veldora — Dos, como bien dice la frase: piensa antes de actuar, aquí un fallo puede costarte la vida, es decir, tu propia idiotez te puede matar, ¿entiendes lo que te digo?
— S-si...
— Y tres, no importa si reencarnaste o fuiste enviado a otro mundo, si no te adaptas a este perderás la cordura y poco tiempo después la vida, toca esforzarse más, tanto física como mentalmente — dijo.
— "¿Desde cuando este dragón habla de esa manera? Parece otra persona..." — pensó Subaru —.
— ¿Necesitan ayuda? — dijo una voz femenina detrás de ellos.
Cuando ambos se voltearon, presenciaron en toda su bella apariencia a una chica de cabello plateado y ojos morados detrás suyo, tenía las orejas alargadas, pero eso no hacía nada más que mejorar su encanto. Subaru se emocionó tan solo verla, mientras que Veldora se confundió al no conocerla.
— ¿Quién eres? — preguntó el dragón, de brazos cruzados.
— ¡¿Qué quién es?! — dijo Subaru, alegre — ¡Ella es mi salvadora, la hermosa chica que vino a salvarme!
— ¿De que estás hablando? — preguntó la elfa, sería — Como sea, no tenéis dinero con el que pagar, ¿me equivoco?
— No somos de por aquí — asintió Veldora — pero creo que no hace falta-
— Puedo daros un poco de dinero si queréis — dijo.
— ¿De verdad?
— Ajá, pero tendréis que ayudarme con cierto asunto para ello — dijo la peliblanca.
— Conque un trato, okey, no lo veo como algo malo — dijo Subaru — Dinos señorita... eh...
— ... "Viendo que no son de por aquí, no veo problema diciendo esto" — pensó — Satella, llamarme así.
— Entendido Satella, ¿de que se trata tu problema? — preguntó Subaru.
— Verán...
✞ ✞ ✞
Regresando con Rimuru Tempest, este recientemente se acabó de despertar luego de descansar en el tejado de un edificio, había terminado de conversar con Ciel en el Espacio Imaginario, pensó que sería buena idea reunirse con sus amigos, pero antes de hacerlo su Sentido Universal volvería a activarse para advertirlo de una presencia cercana.
— "Hay alguien cerca...— pensó el slime — ¿De quién se trata...?"
Un dedo índice tocó el hombro izquierdo del peliazul, asustándolo y haciéndolo retroceder mientras se volteaba, pues se llevó la sorpresa de que no era nada más ni nada menos que la primera Rey Demonio que tenía pensado liberar, como si fuera un milagro, sin saber cuándo ni cómo lo hizo, pudo traer de vuelta a la realidad a una amiga suya que llevaba presa en su estómago.
— ¡Soy yo!
— ¿Milim? — sorprendido — ¿Cómo demonios te pude liberar?
— ¿Mh? ¿Porque preguntas algo tan tonto Rimuru? me has liberado, no tiene explicación — dijo la dragonoid, con un tono inocente.
— "No entiendo nada... no recuerdo haberla liberado" — pensó Rimuru, confundido.
Milim se acercó sin permiso al oído del slime en su forma humana, confesando entre susurros algo que tampoco sería de mucha importancia para las respuestas que Rimuru tanto buscaba dentro de su cabeza.
— ~Aunque no voy a mentir si digo que me pareció grosero de tu parte haberme ingerido como si fuera un alimento, entiendo que soy tu mejor amiga y estamos en confianza pero aún así...~ — le susurró en la oreja con incomodidad.
— ¡Cállate! — nervioso — No tenía de otra, ¿si no consumía el portal que habría sido de todos ustedes? Solamente me estaba preocupando no podía dejaros ahí — se excusó el slime.
— ¡Propio del líder de una federación, siempre preocupándose por los demás! — dijo Milim, sonriendo y riéndose.
— Además no digas que te comí porque suena raro, mejor di que os absorbí para manteneros a salvo en mi estómago — dijo Rimuru —.
▪︎ ■ 𝗠𝗮𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼, 𝗮𝗱𝗲𝗺á𝘀 𝗱𝗲 𝗩𝗲𝗹𝗱𝗼𝗿𝗮, 𝗽𝘂𝗱𝗲 𝗮𝗽𝗿𝗼𝘃𝗲𝗰𝗵𝗮𝗿 𝗾𝘂𝗲 𝘁𝗲𝗻í𝗮𝘀 𝘁𝗼𝗱𝗮𝘀 𝘁𝘂𝘀 𝗺𝗮𝗴𝗶𝗰𝘂𝗹𝗮𝘀 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗹𝗶𝗯𝗲𝗿𝗮𝗿 𝗮 𝘂𝗻 𝗿𝗲𝘆 𝗱𝗲𝗺𝗼𝗻𝗶𝗼 𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗿𝗮𝘀 𝗱𝗼𝗿𝗺í𝗮𝘀, 𝗲𝘀 𝗺𝘂𝘆 𝗽𝗿𝗼𝗯𝗮𝗯𝗹𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝘁𝗲 𝘀𝗶𝗲𝗻𝘁𝗮𝘀 𝗰𝗮𝗻𝘀𝗮𝗱𝗼 𝗲𝗻 𝘂𝗻𝗼𝘀 𝗽𝗼𝗰𝗼𝘀 𝗶𝗻𝘀𝘁𝗮𝗻𝘁𝗲𝘀 ■ ▪︎
— "¿Y me lo dices ahora...?" — pensó Rimuru.
▪︎ ■ 𝗣-𝗽𝗲𝗿𝗱ó𝗻, 𝘀𝗲 𝗺𝗲 𝗼𝗹𝘃𝗶𝗱ó 𝗱𝗲𝗰í𝗿𝘁𝗲𝗹𝗼 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗲𝘀𝗽𝗮𝗰𝗶𝗼 𝗶𝗺𝗮𝗴𝗶𝗻𝗮𝗿𝗶𝗼 ■ ▪︎
— "Descuida..." Veamos Milim, procederé a explicarte todo lo que está sucediendo, así que presta atenci-
— ¡No hay necesidad de que me expliques nada! ¿estamos en otro mundo no es así? ¡pues partamos de aventura! — dijo, emocionada.
— "¡Se sigue comportando como una niña!" — pensó, irritado — ¡Todavía no es el momento...! Como bien dije, sien-ta-te —.
Dijo Rimuru, el cual agarró a Milim por los dos hombros y la sentó en el suelo sin su consentimiento, esta se dejó agarrar y no se volvió a levantar.
El slime hizo un leve suspiro y se sentó delante de ella, podría empezar a darle contexto a su amiga dragonoid.
— Si te dijese que durante un gran lapso de tiempo no podremos volver a casa, ¿me creerías? —.
— Sip — asintió simplemente.
— ¿D-de verdad?
— ¡No dudaría a la hora de confiar en lo que dice mi mejor amigo! — sonrió.
— "Ya veo... realmente no le importa su hogar, ¡está hecha toda una ignorante...!" — pensó Rimuru — Vaya...
— ¿Pero si es así porque? — preguntó Milim — ¿Qué pasó? ¿porque estamos en otra ciudad? ¿donde están los demás? ¿Y cuando-
Rimuru intervino interrumpiendo a Milim, tapando su boca con una mano para que esta deje de hablar.
— ¡Relájate niña, haces demasiadas preguntas! — dijo Rimuru — Para empezar fuimos enviados a otro universo diferente al nuestro, y es por eso que te pregunté lo anterior dicho, ¿me entiendes?
— ...
— ¿Milim, me estás escuchando? —.
— Rimuru me llamó niña, Rimuru me llamó niña, con que soy una niña ¿eh...? — con un aura deprimente.
— "Creo que no escuchó nada de lo que le dije..." Perdón perdón, no debí llamarte niña Milim, fue mi error "Aunque en realidad por muchos años que tenga no dejará de comportarse como una" —.
— "Se ve demasiado tierno cuando trata de disculparse..." — dijo Milim, rindiéndose — ¡Estás perdonado! Por cierto que fue lo que me dijiste?
— Te estaba explicando la situación... Un portal os abstrajo para después ser consumido por mi habilidad definitiva, entonces atravesé otro portal de dos dimensiones para aparecer en otro universo, el cual es este mismo, ahora debo juntar Magiculas para poder liberar a todos los Reyes Demonios, los cuales están dentro de mi, y tú eras uno de ellos, eso es todo lo que pasó, ¿lo entiendes ahora?
— ...
— ¿No lo entiendes, verdad?
— No... — dijo, avergonzada.
— *Suspira* ¿Sabes que? No te preocupes Milim, lo entenderás todo a medida que transcurra esta aventura, sígueme, debemos encontrar a mis amigos — dijo el slime, levantándose.
— ¿Amigos, no viniste solo?
— Conocí a un humano que te caerá bien, mientras que el otro es mi mejor ami-
— ¿Tu mejor... que?
— M-mi mi amigo Veldora, jeje — dijo Rimuru, sudando frío — Mi amigo Veldora también está aquí conmigo, ya sabes, con quien tú siempre te peleas y destrozas Tempest.
— ¡Oh si ya me acuerdo! — dijo Milim — ¿¡Pues a qué estamos esperando, vamo-
— Quieta ahí — dijo Rimuru, agarrándola de la mano — Se que no soy nadie para darte órdenes pero es muy importante que no te pongas a jugar con Veldora, ¡te prohíbo hacerlo! "Si lo hace destruiría la ciudad entera" — pensó
— ¿¡Queeeee?! ¿¡Porque no?! —.
— ¡Sin quejas! ahora marchémonos antes de que se nos haga más tarde de lo que ya es — dijo el slime, el cual empezó a levitar gracias a su Manipulación de la Ley.
— ¡Rimuru eres muy cruel!
✞ ✞ ✞
Ambos residentes del mismo universo, un slime y una dragonoid, seguían hurgando entre todos los distritos de la ciudad para encontrarse con los demás, sin embargo, parece ser que han tenido que ralentizar su ritmo de búsqueda por cierta razón, ya que el peliazul estaba agarrando de la mano a Milim procurando que esta no se escapase.
— Rimuruuuu....
— ¿Que quieres ahora? — preguntó el slime, cansado de ella.
— ¿Porque me agarras de la mano...? Entiendo que quieras protegerme pero ya sé cuidarme sola — dijo.
— Me parece que me estás malinterpretando Milim, te agarró para que no huyas de mí, no paras de acercarte a sitios de comida, eres una glotona... Aunque eso ya se sabía desde que agarraste la costumbre de comer en nuestra residencia de Tempest — dijo Rimuru.
— ¿¿Y que tiene de malo?? Nunca engordó por mucho que coma, más bien tengo un buen cuerpo, ¿tú no piensas lo mismo?
— "¿Buen cuerpo...? ¡Dímelo cuando tu busto crezca un poco!" No me hagas responderte a una pregunta tan embarazosa por favor...
— ¿Y cuánto nos queda para encontrarlos, tan lejos estaban de nosotros...?
— No lo sé pero tu trata de no alejarte de mí-
Cuando el slime volteó para verla, vio que esta ya no estaba a su lado.
— Y se fue —.
A una distancia aproximada de 300 metros, nos reencontramos con Subaru Natsuki y Veldora Tempest, cuya misión para satisfacer a Rimuru Tempest se vio interrumpida por la petición de una elfa de cabello largo y plateado, llamada Satella. No transcurrió mucho tiempo desde que la conocieron, pocos menos de un cuarto de hora. Después de hacer un trato que los beneficiaría con ella, estaban paseando para entender mejor la situación de Satella.
— ~¿No deberíamos estar buscando a Rimuru?~ — le susurró Subaru a Veldora.
— ~Eres tú quien quiso acompañar a esa elfa solo porque te pareció linda~ — dijo el dragón de la tormenta.
— No sé de qué me hablas.
Repentinamente, Milim los interceptó, cayendo del cielo para impactar contra el suelo y crear una pequeña nube de polvo a su alrededor, los ciudadanos empezaron a huir, pensando que se trataría de una pelea o un monstruo intruso en el reino.
— ¿Ustedes son quienes mi mejor amigo está buscando? — preguntó Milim, únicamente identificando a Veldora entre ellos tres.
— ~¿Y esta niña quién es?~ — Subaru le susurró nuevamente a Veldora.
— ~Pues otra amiga de Rimuru~ Me sorprende verte en este universo Milim, ¿cómo llegaste hasta aquí?
— No soy muy buena explicando las cosas así que digamos que fue Rimuru quien me trajo aquí — dijo la dragonoid — ¿Tú eres el nuevo amigo de él? te imaginaba diferente — dirigiéndose a Subaru.
— ¿D-diferente...? "¡Maldito Rimuru, siendo tan poderoso seguro que debe tener un harem de mujeres en su universo!" — pensó, sintiendo envidia.
— ¿Y tu? — preguntó Milim.
— Y-yo soy Satella, un gusto —.
— ¡¡¡Que te dije de escaparte!!! — gritó Rimuru, descendiendo del cielo.
— ¡P-perdón, alcancé a ver a Veldora y no pude evitar salir corriendo! — se disculpó.
— En fin, finalmente nos reencontramos, ¿pero que pasa aquí? de un momento a otro estoy viendo que somos cinco — dijo el slime — Por cierto Subaru, ¿porque me miras así...?
— ... Por nada — ocultando sus lágrimas mientras se agachaba en el suelo.
— ~Sabe que no eres una mujer~ — le susurró Veldora.
— Ah, entiendo... — dijo el slime, con una gota de sudor rozando su frente — Lo siento por desilusionarte, ah, y al parecer habéis conocido a otra-
Tan rápido como el peliazul cruzó su mirada con la de Satella, sus mejillas se sonrojaron y sintió que se empezaba a derretir.
— ¡Una elfa...! — dijo Rimuru, con una voz soñadora.
— ¿Que? — dijo Subaru ante lo que dijo su compañero.
— ¡Ahhh esto era lo que se me olvidó decirte chico...! — dijo Veldora — ~Hay muchas cosas que atraen a Rimuru, y una de muchas de ellas... son las elfas~.
— ¿¡QUE?! — grito.
— Para aclarar las dudas, soy una medio-elfa, y además... ¿Que me estás mirando...? — preguntó la chica peliblanca, un tanto incómoda.
— Nada, jeje — dijo el slime, sonrojado y feliz — "¿Cuánto hacía que no veía una...?"
— ¡Despierta casanova! — le dijo Subaru a Rimuru, golpeándole la cabeza — ¡Está chica es mía, tú ya tienes un harem en tu federación!
— ¿¡Espera, de que estás hablando?! — dijo Rimuru — ¿¡Quién te dijo eso?!
— *El dragón de la tormenta procede a silbar* —.
— "¡Veldora, maldito...!" — pensó Rimuru, ocultando su enojo sabiendo que solo él podía ser el culpable.
Satella, sonrojada de la vergüenza, pero que también tenía un extraño rostro sorprendido, dirigió su mirada al dragón de la tormenta, este se cruzó de brazos, comprendiendo la reacción de la pobre chica peliblanca.
— Ignóralos, solo son dos almas con demasiado deseo sexual — dijo el dragón —.
— No me refería a eso... — dijo Satella — ¿Acaso ustedes no sienten la enorme cantidad de aura que emana ese chico? ¡parece infinita...! — refiriéndose a Rimuru.
— Yo no siento nada, supongo que es porque soy un humano — dijo Subaru — Pero ahora veo que las piezas empiezan a encajar en el rompecabezas, con esa aura de la que tanto habláis fue como me salvaste de aquellos bandidos, ¿no es así, Rimuru?
— Más bien fue el uso de una de mis habilidades, llamada Haki del Señor Demonio, con solo liberar el aura puedo hacer entrar en pánico o perder la cordura a cualquier objetivo, pero los efectos dependen de lo mucho que ejerza la presión del aura, de no haberme contenido aquellos abusones habrían muerto en un parpadeo — explicó Rimuru.
Subaru y Satella se asustaron.
— Eso da miedo... — dijo Subaru — ¿De donde conseguiste tanto poder?
— Pues fue gracias a una amiga, la cual es a la que más aprecio su gran esfuerzo —.
▪︎ ■ ¡𝗛𝘂𝗺 𝗵𝘂𝗺! *𝗼𝗿𝗴𝘂𝗹𝗹𝗼𝘀𝗮 𝗱𝗲 𝘀í 𝗺𝗶𝘀𝗺𝗮* ■ ▪︎
— Conque en estos universos también existen habilidades, ¡genial, parece un videojuego! — dijo Subaru.
— ¿Universos? — preguntó Satella, confundida.
— Ignóralo, sueña muchas cosas, necesita vida social — dijo el slime, ocultando la verdad, por supuesto.
— ¡OYE, no desveles mis secretos de mi anterior vida! Déjame vivir con un poco de dignidad! — gritó Subaru, defendiéndose al estar avergonzado.
— En fin, digamos que Rimuru es una persona con un poder mágico demasiado exagerado — concluyó Veldora —.
— ... Exagerado es decir poco... "Tiene una cara de inocente, pero estoy seguro que ese chico peliazul no es un humano, es imposible..." — pensó la medio elfa.
— ... Oye, como que veo demasiado tranquila nuestra conversación, ¿cierto? — dijo Veldora.
— Si, demasiado... creo que algo no está bien — dijo Rimuru.
— ¿Rimuru dónde está la chica con la que llegaste acompañado? — preguntó Subaru.
— ¡Lo sabia! Nuestra charla era demasiado tranquila como para ser verdad — dijo Rimuru, buscando a Milim — ¡Debera estar buscando comida...!
Finalizando la conversación con la desaparición de la Rey Demonio, Rimuru Tempest y Natsuki podían sentirse más seguros ahora rodeados de más ayuda, cuando Milim sea encontrada, estarán dispuestos a cumplir el favor que Satella quiere que cumplan por ella para ganarse su preciado dinero.
Poco a poco, todo se desarrolla.
꧁༒꧂
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