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༺ El homicidio de Subaru Natsuki ༻


☞ 𝐍𝐚𝐫𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫 𝐧𝐞𝐮𝐭𝐫𝐨 ☜

— "¿Qué... que paso?" — pensó Subaru, sin saber dónde mirar ni cómo reaccionar ante su repentino viaje en el tiempo — "¿Como morí...?"

El joven peligrisaceo empezaba a estresarse, no podía perder la calma, ya que tampoco viajó tanto al pasado, podía vivir la misma tarde una vez más con la misma paciencia, pero deduciendo que su compañero slime ya se había enterado de lo sucedido, debía levantarse para reunirse con él y resolver el misterio que cubre su muerte.

— "Mantén la calma Natsuki, tengo que encontrar a Rimu-

— ¿Adonde vas? — le interrumpió el mismo peliazul, apoyado en una esquina de la habitación con los brazos cruzados.

El muchacho de cabello gris se asustó tanto que dio un grito no tan masculino que resonó por toda la mansión, no eran buenas horas para hacer tanto sonido, por eso mismo Rimuru se vio un poco irritado ante su exagerada reacción.

— ¿Qué con ese grito? Parecías una niña — dijo el slime.

— Eso no importa, que bien ya estés aquí... vayamos al grano, ¿me mataron? — incrédulo.

— ¿Qué tipo de pregunta es esa? — dijo Rimuru Tempest, haciéndole interpretar su anterior pregunta como una muy estupida al ser muy obvia.

— O-okey... ahora sí que tengo mucho miedo... y me niego a pensar que hay un asesino en esta mansión, ¿fue un paro cardiaco o algo así? — preguntó el peligrisaceo.

— No estoy seguro... — dijo.

— ¿A qué te refieres con eso?

— Cree un clon para vigilarte durante la noche, estaba seguro de que algo andaba mal, pero cuando nadie entraba en esa habitación decidí borrar al clon porque pensé que estabas a salvo, fue fallo mío, de no haber echo eso podría haber descubierto como te moriste.

— Ahora quien me da miedo eres tú, necesito privacidad, ¿sabes? —.

— Agradece que me haya preocupado por ti, tenía el presentimiento de que algo malo te iba a pasar — dijo Rimuru — No tengo cara de acosador.

— Y bien, desperté antes de la cena de hoy, ¿verdad? ¿Cómo demonios he podido morirme sin motivo alguno? según tú dices no había nadie en la habitación, al menos mientras tu clon me vigilaba ¿y como sabías que algo malo me iba a suceder? Son demasiadas preguntas, lo sé —.

— ... Si que hubo un motivo, te enfermaste y falleciste en una sola noche — dijo — No te vi, pero ahora que lo pienso sí que estoy seguro.

— ¿Veneno?

— No... no percibí veneno en tu cuerpo, quizá se trate de un efecto secundario de algún daño que sufriste, saliste ileso del combate contra Venimaru, ese momento es descartado, ¿tu no te acuerdas de algo antes de irte a la cama? Un mareo o algo así.

— No, nada de nada.

— ... —.

— Si... — sonrió — Subaru, la razón por la que sabía que iba a sucederte algo así era porque podía sentir un mal presagio con mi Sentido Universal, algo malo estaba ocurriendo dentro de ti, pero quería comprobar si se trataba de algo mortal, así que te dejé vulnerable a ese efecto secundario, o en otras palabras te dejé morirte.

— ¿Me lo estás diciendo en serio? — incrédulo.

— ¿Porque te enojas? De todos modos no sentiste dolor fue como morir de vejez — dijo Rimuru — Dormirte y no volver a despertar.

— Eso no es lo que me importa, lo que me molesta es el retroceso en el tiempo, ¿qué pasó con la adorable cena que tuvimos con todas tus subordinadas? ¡Ellas lo olvidaron todo! — dijo, llorando cómicamente — Y además, son las cinco de la tarde, ¿verdad? Entonces regresé hasta el momento en el que desperté de mi siesta después de la reunión con Roswaal.

— Por fin algo que dices con sentido — dijo el peliazul, transformándose en su forma original de slime — Vas a morir muchas más veces en un futuro, si te preocupas siempre por eso vas a volverte loco, ya te dije que debáis confiar en lo que siempre en mi palabra, nunca buscaría hacerte daño, ¿lo sabes, verdad?

— Lo sé lo sé — levantándose de la cama — Pero una cosa es imaginárselo y otra cosa es vivirlo, a ti no te puedo culpar, tú siempre viajas por el tiempo como si fuera algo sencillo, pero para un humano novato y sin poderes como yo...

— ... Oye, ahora no pensemos en eso, ¿ni siquiera estás preocupado en saber cómo te enfermaste? — preguntó el slime.

— En cuanto a eso sospecho de la herida que me causó la mordida de un perro en aquel pueblo que visité junto a Ram, esta — le mostró la mano — Solo es un presentimiento mío, es el único daño que he sufrido hoy.

— Mh... "si, desde luego, tiene que ser eso" Bien déjame analizarte completamente el cuerpo, es algo que todavía no hice.

— Dale rápido, evitemos reiniciar el día otra maldita vez...

— No seas así de exagerado, solo regresaste como unas cinco horas al pasado — dijo el slime, quien a continuación procedió a solicitar la ayuda de su compañera — "Ciel, lo dejo en tus manos"

▪︎ ■ 𝙍𝙚𝙘𝙞𝙗𝙞𝙙𝙤, ... ... 𝙚𝙡 𝙖𝙣á𝙡𝙞𝙨𝙞𝙨 𝙙𝙚𝙡 𝙘𝙪𝙚𝙧𝙥𝙤 𝙙𝙚 𝙉𝙖𝙩𝙨𝙪𝙠𝙞 𝙎𝙪𝙗𝙖𝙧𝙪 𝙛𝙪𝙚 𝙘𝙤𝙢𝙥𝙡𝙚𝙩𝙤, 𝙢𝙖𝙚𝙨𝙩𝙧𝙤, 𝙨𝙚𝙜ú𝙣 𝙡𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙨𝙩𝙤𝙮 𝙫𝙞𝙚𝙣𝙙𝙤, 𝙣𝙤 𝙨𝙚 𝙩𝙧𝙖𝙩𝙖 𝙙𝙚 𝙫𝙚𝙣𝙚𝙣𝙤 𝙣𝙞 𝙙𝙚 𝙪𝙣𝙖 𝙚𝙣𝙛𝙚𝙧𝙢𝙚𝙙𝙖𝙙, 𝙥𝙤𝙨𝙞𝙗𝙡𝙚𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙨𝙚 𝙩𝙧𝙖𝙩𝙚 𝙙𝙚 𝙪𝙣𝙖 𝙢𝙖𝙡𝙙𝙞𝙘𝙞ó𝙣, 𝙙𝙚𝙗𝙞𝙙𝙤 𝙖 𝙡𝙖𝙨 𝙥𝙚𝙦𝙪𝙚ñ𝙖𝙨 𝙘𝙖𝙣𝙩𝙞𝙙𝙖𝙙𝙚𝙨 𝙙𝙚 𝙢𝙖𝙜𝙞𝙖 𝙖𝙟𝙚𝙣𝙖𝙨 𝙦𝙪𝙚 𝙥𝙪𝙚𝙙𝙤 𝙨𝙚𝙣𝙩𝙞𝙧 𝙙𝙚𝙣𝙩𝙧𝙤 𝙙𝙚 é𝙡 ■ ▪︎

El líder de la federación debido Yura Tempest podía hacerse una idea de lo que sucedía con su compañero peligrisáceo, con el objetivo de no solo salvar a Natsuki, si no de comprender como todo aconteció cuando él no estaba, evidentemente, las sospechas de que la mordida de aquel supuesto "perro" tenían algo que ver con el deplorable estado del humano pasaron por la mente del limo azul, sin embargo, Rimuru Tempest se había convertido en un ser muy cauteloso, gracias a la ayuda de Ciel. Se encargó de dar uso a su habilidad Aceleración del Pensamiento para aumentar la velocidad de procesamiento de pensamiento un millón de veces.

Esto le ayudaría a encontrar la solución y el porqué a todo. Simplemente, se trataba de la última baza para cualquier problema, enigma o misterio.

— ... Si, desde luego, creo que ya se lo que está pasando aquí — dijo el reencarnado — Fue el perro ese.

— ¿¡Me infectó?! Era una bestia demoniaca?!

— Algo así... y no solo eso.

— ¿Que?

— Alguien provocó que ese perro te mordiera, es decir, creo que alguien quiso matarte.

— ¿P-perdón?

— Que alguien te mató, no solo fue esa extraña magia que te está matando por dentro, alguien cooperó para organizar el momento de tu condena, el momento en el que te mordieron.

— ... ¿Insinúas que... alguien de esta mansión me desea muerto?

— Si, pero en vez de mancharse las manos de tu sangre te expuso a aquel perro demoníaco para que este hiciera todo el trabajo... oye, ¿estás bien?

— ¿Yo, que acabo de darme cuenta de que seguramente alguien de esta mansión quiere clavarme una espada en la cabeza? Perfectamente — irónico.

— No se ni para qué pregunto, no te descontroles, si te quedas a mi lado y no te duermes probablemente evadas tu muerte — dijo Rimuru — Lo único de lo que deberías estar preocupado es de esa maldición que ha recaído sobre ti, no sobre quien te condenó.

— Supuse que tenía que ser la típica maldición de un anime isekai pero... llevo un tiempo preguntándome algo, y no se porque se me ocurre decírtelo en esté justo momento — con una mano en el mentón.

— ~Tendrás algún hechizo que pueda resucitarme, ¿verdad? Entonces porque no me revives cada vez me maten en vez de regresar al pasado ~ — lo imitó — Eso era lo que ibas a decir, ¿cierto?

— Podrías dejarme preguntarlo en vez de robarme todas las palabras de la boca — con una vena inflada en la frente.

— En cierta modo sí que soy capaz de revivir a la gente — confesó el slime, ignorando lo que decía el chico — Pero lo hago mediante un proceso de transferencia de magiculas, ya sabes, la energía mágica con la que solemos vivir los seres de otros mundos, pues el problema es que tú no tienes nada al ser un simple humano.

— Me gusta que me llames "simple humano" cuando tu una vez fuiste uno — burlándose.

— Ahora que no lo soy tengo el derecho a decir eso — dijo — Bien, ahora que todas las dudas están aclaradas, tenemos que empezar a buscar de una vez al asesino, pero antes de nada haremos lo siguiente.

Rimuru se transformó en humano, goteó y dividió una parte de él para compactarla en una bola gelatinosa del tamaño de una burbuja, se denominaba "gota de slime" este se la ofreció a Subaru y le dio una orden muy clara.

— Bébete esto.

— ¿Qué? Ni loco, bébetelo tú —.

— Es una sustancia curativa idiota, la hierba medicinal que tiene dentro puede disipar tanto heridas como magia — respondió el slime — Sanará la maldición y no enfermarás, hazlo, si es que no quieres repetir este día una y otra vez.

— ... No me dejas opción... — molesto, abrió la boca y tragó la gota — Pero recientemente dijiste que ese no era el único inconveniente, ¿alguien quería matarme... no? ¿Pero porque sospechas eso? ¿Si suponemos que la maldición provenía de ese perro entonces qué te induce a pensar que alguien más desea que me vaya al más allá? ¿Viste a alguien, oíste algún rumor sobre mi...?

— Lo sabrás en su momento, lo único en lo que tienes razón es que todavía nada se ha solucionado, lo único que puedo asegurarte es que no te vas a encontrar mal esta noche, ahora sí, si el problema se alarga entonces deberás aguantar la noche despierto, si te están cazando, te alcanzaré en un segundo teletransportándome — le advirtió el slime — ¿Entendido?

— No digas "cazando" como si fuera un conejo huyendo de un zorro... — dijo Natsuki — Esta bien, ¿pero cuál es tu plan, que pretendes hacer ahora?

— Eso es asunto mío, tú podrías aprovechar en hacer otra cosa.

— ¿Como que?

— ... Antes dijiste que eras un hombre débil al no tener magia, pues para de llorar como un bebé y empieza por intentar despertar tu capacidad para aunar magia dentro de ti — dijo Rimuru — ... Ya sé, ve con Emilia, será amable contigo y te dará sus consejos.

— ¿C-con Emilia? Suena emocionante imaginármela dándome clases de magia, entendido capitán, ¿quieres que nos reunamos en algún momento?

— No, por el momento repite esta tarde como si fuera tu primera vez viviéndola — dijo — En el momento que llegué a la verdadera conclusión, será cuando te mande un mensaje con telepatía acerca de un punto de encuentro, vamos a encontrar si o si a ese impostor.

— De acuerdo, confío en ti amigo, gracias por siempre ayudarme — agradeció con honestidad.

— No es nada, nos vemos — dijo, sudando frío — "¿Me habré explicado bien? Me preocupa que olvide lo que tiene que hacer para sobrevivir... no es mucha información en realidad, pero me da miedo lo tonto y despistado que a veces puede ser..."

Rimuru cerró la puerta, retirándose y dejando solo al chico de cabello gris, este estaba procesando toda la información que le dieron con el fin de concentrarse en no volver a ser asesinado. Lo que pudo analizar de aquella conversación es que Tempest se veía un poco más serio de lo común, en cierta parte, era notable pensar que el slime se estaba haciendo una idea de quién pudo haber cometido ese homicidio con aquella mente de computadora. Sin embargo, algo seguía helándole la piel al humano. Como si sintiera la existencia de un augurio de que una revelación muy horrible vaya a tomar lugar en aquella mansión en aquella misma noche, en la noche de su muerte.

— "Algo me dice que voy a tener que prepararme tanto física como mentalmente cuando el sol se oculte en el horizonte..." — pensó, recomponiéndose — Je, ¿de que tengo miedo? Mi amigo es un dios, estaré bien...

✞                   ✞                   ✞

— ¿Dices que deseas aprender a pelear? Pero eso ya se te da de maravilla Subaru, ¿porque se lo preguntas a una dama? — preguntó una semielfa de cabello largo y plateado, jugando con aquel gato que siempre la acompañaba.

— No me refiero a pelear con los puños, tú ya lo sabes muy bien Emilia-tan, ¡necesito magia,
m-a-g-i-a! Y tú la usas tanto como ese slime mujeriego "perdóname Rimuru" — pensó Subaru.

Con suerte y empeño, el compañero del protagonista de esta historia logró empujar a Emilia al exterior de la mansión para poder conversar con ella acerca de la magia de aquel mundo, sin embargo, la semi elfa no parecía entender del todo cuáles eran las nuevas ambiciones del chico, Subaru debía esforzarse para conseguir la información que necesitaba para poder hacerse fuerte, de no hacerlo, no podría ganar el respeto de slime al que tanto admira.

— Y por cierto me gustaría que me prestaras atención más que solo jugar con ese felino — dijo Subaru, apuntando con el dedo índice al gato blanco — Esa cosa peluda flotante nos ayudó a acabar con Elsa Granhiert, ¿quién es?

— Ten cuidado con la forma en la que me hablas, niño — dijo el gato, asustándolo — Soy Puck, un espíritu, e hice un contrato con la joven que ves aquí, no diré nada más, ya me presenté.

— Pues que rápido fuiste presentándote — dijo — Mucho gusto...

— ¿Dijiste que querías aprender a usar magia...? — dijo Emilia — Mh... no tienes una mala compostura, no debería serte complicado dominar el tipo de magia que te convenga...

— ¿Tipo, hay tipos, como los Pokémon?

— ¿Qué demonios es un Pokemon? ... *Suspira* Hay Subaru, eres un forastero muy raro si ni siquiera sabes eso, me tendré que esforzar para enseñarte.

— ¡Perfecto, muchas gracias!

Y allí se quedaron ellos dos, sentados en el césped, humano y elfa, conversando y aprendiendo de los conocimientos del otro, con la invisible compañía del pequeño Pack, quien se ocultó entre la cabellera de la peliblanca. Lastimosamente, no importa si expendía el tiempo junto a la persona a la que amaba, aquella sensación de inseguridad seguía persiguiéndolo: el presagio de horror que experimentó en su cuarto. "¿Qué pasará en esta segunda noche?" Eso es lo que no pararía de preguntarse en las siguientes cuatro horas, antes de la hora de su muerte.

✞                   ✞                   ✞

— *Estornuda* Ciel, tengo la sensación de que alguien me llamó mujeriego hace pocos segundos...

Por otro bando, el reencarnado slime de forma humanoide ya estaba ejecutando el plan supuestamente infalible que organizó por los pasillos de la mansión, sentado en un banco fuera de la mansión, recibió una visita inesperada de una de las sirvientas del recinto, Rem, la del cabello azul. Ella no venía con ningún objeto en mano, lo que daba a entender que sencillamente se dirigió a esa parte de la mansión para descansar, pero no se esperaba que se encontraría al slime en el mismo sitio.

— Rimuru Tempest, no esperaba verlo por aquí — dijo la peliazul, con una voz agradable de escuchar.

— Oh, yo tampoco, ¿vienes a tomar el aire? Aquí hay sitio para dos — haciéndose un lado para que ella se sentase.

— No se preocupe, me enseñaron a perdurar mucho tiempo en pie, para no dañar mi compostura, esto es lo que hace una sirvienta como yo —.

— Pues vaya forma de descansar... — dijo, sin entenderla.

— ... Sinceramente hablando, no me parece una mala idea que usted intente convertirse en un pilar fundamental en el gobierno del reino, Rimuru, ¿que le inspiró a hacerlo?

— Soy el líder de una sociedad que yo mismo uní, decir que tengo experiencia para estas cosas es muy poco, pero ciertamente no es mi objetivo principal, ya te dije que no pertenecíamos a este mundo, ni tanto yo como mis amigos, solo intento conocer gente que pueda ayudarnos a regresar a casa, ya me entiendes, personas con poder y riqueza, que están al tanto de muchas cosas y secretos — respondió el slime.

— ... Espero no sonar egoísta, pero tengo otra pregunta para usted — dijo.

— Adelante, yo también quería hablar contigo — sonrió.

— ¿De donde consiguió semejante omnipotencia?

— ...

— No sé si fue la pregunta correcta, más bien quería decir... ¿de donde se originó ese poder que fluye dentro de usted, cuánto tiempo lleva evolucionando, y qué límites tiene? Es un slime de con una cantidad de magia de un altísimo calibre... hasta el punto de que tener la capacidad de hacer lo que sea ya no sea solo una imaginación.

El slime se sintió raro, no por la pregunta, si no por quien interrogaba. Rem usualmente no indagaba en temas más personales, y muy pocas veces tenía que ver con el poder ilimitado de aquel dios con forma de slime.

— ... ¿Sabes? A veces me resulta difícil responder bien a esa pregunta que tanto me hacen... — se miró la palma de su mano — Incluso yo mismo llego a preguntarme porque llegué hasta donde estoy ahora, ¿por pura ambición, por puro apoyo, o las dos cosas a la vez?

— *Escuchándolo*

— Lo único que pude concluir es con lo que te puedo responder Rem, así que escúchame bien — dijo, poniéndose mucho más serio — Los más fuertes acaban siendo aquellos que nunca se resienten, o los que más buscan la paz, porque son los que más conflictos resuelven por una buena causa, no por malas.

— ... Ya veo.

— Pero el factor más importante yo diría que serían... las hazañas, los logros que nos diferencian del resto de seres vivos — dijo — Rem, he hecho cosas inigualables e inimaginables que gente normal como tú es totalmente imposible de procesar, acciones abominables, atrocidades, ¿pero sabes? No me arrepiento, porque todo lleva a una causa, no importa el método, todo es por un fin, tu fin. Si haces cosas malas, cúlpate todo lo que quieras, pero te verás obligada a no arrepentirte de esas acciones, ya sean buenas o horribles.

Rimuru volteó su mirada, iniciando contacto visual con la enmudecida sirvienta.

— Recuerda esto amiga mía, para que un árbol crezca hasta el cielo, sus raíces deben estar conectadas hasta lo más profundo del infierno, ¿me entiendes?

Después de decir eso último, no la vio de frente, pero el slime podía sentir una mirada muy extraña de parte de la peliazul, lo estaba viendo por encima del hombro, en ese entonces no era posible entender el motivo por el que ella se comportaba así, silenciosa, pero observadora.

— ... Debo agradecerle esta explicación, no obstante, no consigo entender a qué se intenta referir con "infierno" — sería.

— ... "¿Porque mientes?" — pensó, procediendo a ignorar esa pregunta y remplazarla con otra — Te quiero preguntar una cosa también, Rem.

— ¿De qué se trata?

— ¿Cuáles son los tipos de personas que más odias en este mundo?

— ... A los hipócritas, no se lo expliqué por privacidad, pero cuando mi hermana y yo compartíamos la misma infancia las personas que destrozaron todo lo que una vez construimos con nuestro amor era hipócritas, por eso odio a los humanos que se comportan de esa manera — dijo con breve seriedad — ¿Porque me pregunta esto ahora?

— Por nada, quería comprobar con tus propias palabras que también eres como todos los demás y guardas un poco de rencor en tu interior — se levantó del banco — Aunque también logré encontrar que era lo que tenía en común contigo, a mi tampoco me gusta la hipocresía, jeje.

— ... Pues entonces ya somos dos — sonrió.

— *Sonríe* —.

— ... Rimuru Tempest, creo que debo retirarme para hacer limpieza, si no le molesta me retiraré, apreciaré mucho el tiempo que he expendido hablando contigo en este momento — dijo, haciendo una reverencia.

— Si, tranquila, yo solo quise darte ánimos, nos vemos esta noche — dijo el slime, despidiéndose.

Viendo como Rem se alejaba cada vez más de él para perderse en los pasillos de la mansión Roswaal, el domador de dragones de cabellos azul mantenía su mirada pensativa, este se quedó observando la forma de las nubes, pensó que se había excedido explicando la forma en la que obtuvo ese inconmensurable poder que manipulaba a su voluntad.

▪︎ ■ 𝙋𝙚𝙧𝙘𝙞𝙗𝙤 𝙡𝙖 𝙥𝙧𝙚𝙨𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖 𝙙𝙚 𝙪𝙣 𝙍𝙚𝙮 𝘿𝙚𝙢𝙤𝙣𝙞𝙤 𝙘𝙖𝙙𝙖 𝙫𝙚𝙯 𝙢á𝙨 𝙘𝙚𝙧𝙘𝙖, 𝙍𝙞𝙢𝙪𝙧𝙪-𝙨𝙖𝙢𝙖 ■ ▪︎

— Je, ¿quien será...? — fingiendo que no tenía idea de quién era.

— ¡¡¡Amigo!!!

Milim Nava apareció de la nada para abalanzarse sobre el slime y levantarlo con suma felicidad por finalmente haberlo encontrado, el miembro más poderoso del Octagrama de Reyes Demonio llevó un buen tiempo escondido en la habitación de Subaru, tanto la dragonoid como todos las subordinadas demoníacas se empezaron a preguntar donde podría estar andando, la sobrina del dragón verdadero de la tormenta tuvo suerte en ser la primera en hallarlo.

— Milim... ¿cómo estás, estabas ocupada haciendo otra cosa...? — falsificó su entusiasmo por verla una vez más — "¡No puedo perder más tiempo, se acerca la noche...! ¿Y de donde se supone que consiguió ese pijama...?"

— ¿Ocupada, yo, porque un rey demonio estaría ocupado?

— "Cierto, está dragona siempre hace lo que le place" — pensó — ¿Venías a por algo en concreto?

— No, quise venir a jugar con mi mejor amigo, siempre que te veo sin hacer nada debo aprovechar la oportunidad — riéndose, colocando al slime en su regazo.

— ... Oye, ahora sin mentir, estabas escuchando mi conversación a escondidas con Rem ¿cierto? —.

— No sé de qué me hablas — fingiendo con una sonrisa.

— Si que lo sabes.

— ¿Y qué quieres que haga? No puedo desactivar mi habilidad Milim Ear, fue bendecida para poder detectar cualquier cosa ya sea con la visión o mi perfecta capacidad auditiva — explicó, indignada — ¿Por cierto porque motivo le preguntaste algo tan raro como eso, tan importante te es descubrir que es lo que más odia esa humana?

— Intentaba conocerla mejor — mintió — No tienes porque tener tanta curiosidad en esa insignificancia...

— Tu nunca me preguntaste que era lo que más odiaba, yo me enojaría con aquellos que te hicieran daño porque eres mi mejor amigo, por eso me confundí —.

— "Eso es cierto..." Simplemente creí que eras demasiado poderosa como para tener rivalidades o malas emociones hacia otras personas... ¿tú no siempre ibas volando de una nación a la otra aburrida de no encontrar a ningún monstruo de tu nivel? Pues a eso me refiero.

— Agradezco que digas que soy fuerte pero tú ya nos superaste a todos los reyes hace años, ¿si dices eso entonces tú tampoco odias a nadie?

— Obvio que no, un slime que reencarnó con el fin de crear una sociedad pacífica no puede sentir odio — dijo —.

— Y dime, ¿qué quieres hacer esta noche, quieres que nos bañemos juntos como los viejos tiempos? — sonrió la pelirosada.

— Mh... lo siento mucho pero tengo algo de lo que ocuparme esta noche, y sería de mucha ayuda tu apoyo, de hecho — dijo el limo.

— ¿¿Paso algo?? —.

— Seré breve, no pasa nada si tú lo sabes, alguien quiere matar a Subaru Natsuki, esta misma noche — reveló.

— ¿¡De verdad?! — sorprendida — Pero espera, ese quién es, ¿aquel chico feo de pelo gris?

— ¿¡Como te olvidas de quién es Subaru?! — molestó — Mi amigo humano, y no le llames feo, ten un poco de tacto con él.

— Bueno es que quise compararlo con tu forma humana, es mucho más apuesta que la suya, al menos desde mi punto de vista — dijo Milim, pensando en la apariencia humana del slime.

— Pues yo no confiaría mucho en el punto de vista de un dragón —.

— ¿¡Quieres que te ayude con algo?! Era de suponer, como no ibas a necesitar la ayuda de tu mejor y queridísima amiga cada vez que te encuentras en un problema — se cruzó de brazos, hablando con orgullo y emoción.

— Ni siquiera te pedí ayuda, pero ahora que estamos no pierdo nada — dijo, dándole el permiso — No es mucho trabajo, solo tenemos que acusar a esa persona delante de Roswaal, si lo conseguimos podré revelar toda la información y pruebas de que tengo razón en mi sospecha, y así salvamos a nuestro amigo, somos felices y comemos perdices.

— ¡Eso es muy fácil! — dijo, muy confiada — Y cuál es el plan después, ¿matar a esa persona?

— Lo que tú quieras, solo te aviso que si no hacemos algo con ella, Subaru siempre estará en peligro — volviendo a su forma humana — Sé que no soy nadie para darte órdenes al no ser mi ayudante, pero es un favor que te pido como amigo.

— ¡Entendido, solo porque eres tú, la gran Milim Nava te concederá el privilegio de tener mi apoyo!

— Pues me alegro, bien pues si nada más que decir, vayamos a salvarle el trasero a ese otaku — dijo el monstruo peliazul — "Esta vez sin fallos, Ciel"

▪︎ ■ 𝙎𝙞, 𝙢𝙖𝙚𝙨𝙩𝙧𝙤 ■ ▪︎

— R-Rimuru, ¿puedo pedirte un favor antes de irnos? algo para compensarme por mi ayuda, ya sabes — dijo la dragonoid, moviendo los dedos con nerviosismo.

— Uh, pues claro, ¿de qué se trata?

— ¿Podemos abrazarnos?

— Si pero... ¿hay alguna razón en específico, quieres robarme magiculas? — asintió.

— ¡Pues claro que no, no te haría eso! Y tu cuerpo tampoco permitiría tan fácilmente que drenará tu energía — dijo la pelirosada — Solo lo hago por mi propia... satisfacción, digamos, jeje...

— "¿Será falta de atención? A veces me cuesta entender a esta dragona porque nunca puedo indagar en sus pensamientos... pero si busca eso como compensación, le haré caso a lo que dice" — pensó Rimuru — "Después de todo me ve como un ser querido a pesar de ser de diferentes reinos, no puedo decepcionarla" Ven aquí, querías un abrazo ¿no? — abriendo los brazos.

— ¡Sí!

Dando dos pasos hacia adelante, ambos se abrazaron tiernamente.

▪︎ ■ *𝙄𝙣𝙛𝙡𝙖 𝙡𝙖𝙨 𝙢𝙚𝙟𝙞𝙡𝙡𝙖𝙨* ■ ▪︎

— ¿Oye, no eres un poco más alto? — preguntó Milim.

— Tal vez... — respondió, con los ojos cerrados — ¿Ya estás satisfecha?

— Si te digo la verdad, no, quiero miel — dijo.

— "¿Es en serio...?" Esta bien, pero se paciente niña, cuando acabemos con el problema ya te daré miel — dijo.

— ¡¿De verdad?! ¡Muchas gracias amigo!

— ¡Sí sí está bien pero no aprietes tanto que me vas a partir en dos! — dijo, intentando liberarse de la fuerza monstruosa del abrazo de Milim.

Además de darse cuenta de su exceso de fuerza, la pelirosada también se percató de la distancia entre los rostros de ambos personajes, estaban demasiado cerca, tanto que parecía que podían besarse en cualquier momento. Mas temprano que tarde, se sonrojó y se separó de su mejor amigo siendo consciente del error que había cometido.

— ¡P-perdón, estaba celebrando mi futura recompensa...! — ocultando su rubor.

— Tch... que voy a hacer contigo... "Subaru Natsuki, creo que todos los pre requisitos están completados, te enviaré un mensaje antes de las nueve de la noche, cuando estemos todos reunidos, acusaremos con las pruebas suficientes a tu maldito asesino, no permitiré que vuelvas a repetir este día" — pensó el slime, mirando directamente a la mansión.

A lo largo de este día, hemos podido entenderé gracias a las observaciones de nuestro omnipotente protagonista que Natsuki Subaru fue no solo infectado con una maldición que seguidamente fue marchitada por las sustancias curativas del slime, sino no que también habían pruebas garantizadas por el compañero de este de que alguien lo había rematado aquella noche. Aquella noche todas las sospechas de Rimuru Tempest saldrían a la luz con la ayuda de Milim Nava, como bien prometió, se encargaría de apartar del camino a todo aquel que estorbe las ambiciones de su amigo humano.

¿La razón? Probablemente, sea la compasión que sigue teniendo por esa especie. Porque una vez, aquel slime fue un humano, como él.

Con esfuerzo o sin, evitaría que Natsuki llegase a su minuto de la muerte.

Siguiente capítulo:
Impostora

꧁༒꧂

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