Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Tensión Agrícola ch 1


Los saludo mi bella gente, ¿Cómo andan? ¿Bien, regular, mal? Espero que lo primero porque yo lo estoy ;D

Ahora, sin dar los rodeos que doy casi siempre en las notas de autor, esta historia se trata de una de esas locas parejas Crack que solo a un demente como yo se le pueden ocurrir (Fanfarroneo palmeándome la frente un par de veces)

¿Por qué? Podría explicarlo... pero estaría justamente dando los rodeos de los que acabo de hablar, así que mejor lo dejo en las notas de autor al final XD

Aunque eso sí, esto tendrá una que otra escena no apta para menores de edad (No por violencia, sino en el otro sentido de la palabra) por lo que... mejor dejó tanto palabrerío y vayamos directo a lo que realmente importa.

           CAPÍTULO UNO: LA FRUSTRACIÓN DE UNA AMA DE CASA

¿Qué era lo que veía en él?

¿Qué fue lo que vio en él en su momento?

¿Qué es lo que ahora él le transmitía?

Estas y muchas más preguntas transitaban por la mente de Rita que desde la sala de su hogar cargaba una cesta de ropa sucia viendo a su marido, Lynn Sr. que en la cocina tarareaba una canción haciendo unos leves pasos del baile sonriendo de lo más animado al preparar la comida.

Nada del otro mundo y que demuestra lo mucho que le apasiona cocinar los suculentos platillos que solo él sabe preparar, pero cuando abrió la despensa para buscar unas latas, soltó un muy agudo grito de espanto porque ahí hay una rata que mordisqueaba una caja de cereal.

A otras personas les daría mucha risa o pena ajena ver a un hombre adulto como él subirse a un banquillo moviendo de arriba abajo las piernas mientras grita por ayuda para librarse de esa alimaña al igual y como lo harían las mujeres en esas viejas películas y series que al ver a una rata sobreactuaban del modo más ridículo posible alzando levemente sus faldas.

Siendo esto último no solo lo único que sentía la rubia, sino también una emoción de repulsión y de enorme descontento que le hizo negar la cabeza para llevar la ropa sucia a la lavadora en el sótano no queriendo seguir pensando más esa penosa escena.

Pero mientras les echaba jabón líquido ahora tenía una cara tan larga que casi llegaba al suelo.

Un reflejo del enorme vacío en su interior.

Quiere mucho a su marido y valora todo lo que ha vivido con él y a la basta familia que han conformado con 11 descendientes, pero, al menos para ella, las cosas últimamente no han estado funcionando bien entre ambos.

Porque Lynn ya no le atrae como antes, de hecho, ahora le resulta repelente (Por no decir una palabra más fuerte u ofensiva) en varios sentidos.

Iniciando con lo físico. Aunque ambos ya se acercaban a las cinco décadas de vida y no podían considerarse como unos jovenzuelos rebosantes de vida al ya tener unas cuantas arrugas y leves canas, se puede decir que ella es la que mejor se conserva de los dos.

Mientras que él, pues... no es como si en el pasado fuese todo un "adonis semental" o algo así, pero al menos podía decir que le encantaba el acento británico que adquirió al haber estudiado en Inglaterra, junto a su castaña cabellera y como movía el bote al danzar como lo hizo cuando se vieron por primera vez hace tantos años cuando ella era una guardia de cruce que quedó de lo más encantada al verle expresarse así en las calles sin importarle lo que otras personas pensaran y lo que la motivó para dejarle esa carta de admiradora secreta con la que pudieron dar inicio a su relación.

¿Y qué le queda ahora? Pues casi nada de ese joven que la cautivó, solo algo de esa pasión por el baile y canto, un casi cincuentón que no tiene ni la mitad de condición que alguna vez tuvo y que no pudo mejorar o recuperar ni aun cuando sus hijos los instigaron a ejercitarse también perdiendo casi toda esa cabellera rebelde que tantos suspiros le sacó.

Podría pasar por alto eso, sino fuese por lo siguiente que más le disgusta de su actual ser:

Su actitud.

Él será todo lo amable y cariñoso que es con ella y su prole y se esfuerza en que no les falte nada, pero flaquea en bastantes aspectos que antes pasaba por algo o no quiso reconocer pero que ahora no puede evitar notarlos aunque se tapase los ojos con la venda más oscura existente.

Como su falta de carácter.

Se supone que un hombre cabeza principal de una basta familia debe ser alguien que sepa manejar todos los percances que un chico y diez chicas generen e impartirles disciplina cuando hagan alguna diablura que no pueda solucionarse con un simple "lo siento" y ojitos de cachorro.

Algo en lo que su esposo falla estrepitosamente.

No espera que apenas hagan algo indebido les dé con la chancla o correa como se les solía dar los hijos en tiempos pasados, pero que al menos supiese poner realmente límites y cómo enderezarlos ante una mala acción para que así viesen que todo mal acto tiene consecuencias.

Si tuviese que enumerar en un papel todas esas veces en las que en lugar de ejercer su "rol de Macho Alfa de la manada" se limitaba a hacerse el de la vista gorda ante el caos monumental que sus hijos hacían dejándole a ella el trabajo de darles su merecido regaño, necesitaría todas las hojas del mundo.

Tal vez por eso su hogar recibía el sobrenombre de "Una Casa de Locos" porque él al carecer del coraje para impartir orden es por eso que algunas de sus hijas creen que pueden hacer lo que quieran por nunca haber tenido una figura paterna autoritaria que las mande al rincón al pensar en sus acciones, por algo está el refrán de: En el comportamiento de los hijos se refleja la crianza que sus padres le han dado (Lo que no es decir poca cosa en su caso)

A eso se le suma también ser muy emocional y sumiso. Se dice que a las mujeres les gustan los hombres que no temen llorar y que expresen genuinamente sus emociones, pero Lynn se pasaba de la raya cuando sucede algo que lo conmueve tanto que no se esfuerza en nada para contener sus lágrimas volviéndose una de esas reinas del drama.

Solo debe poner como ejemplos los espectáculos que hizo cuando sus hijas mayores dejaron el nido a hacer sus vidas y los ríos que caían de sus ojos al chillar como niño chiquito al literalmente suplicarles de rodillas abrazándolas de las piernas para que no se fuesen.

¿No tenía dignidad acaso?

Más que un hombre que muestre abiertamente sus sentimientos, algunas veces Rita deseaba que su hombre se comportase justamente como un hombre de verdad, que no sea uno de sus tipos condescendientes y permisivos que accedan a cualquiera de las peticiones de sus hijas y supiese poner en su lugar cuando hiciese falta y fuese rudo y agresivo cuando la situación lo requiere.

¿Qué clase de ejemplo les estaría dando a ellas y a su único hijo varón? (Una respuesta que ya intuía saber, pero que no es capaz de decir en voz alta)

Suspiró y al encender la lavadora subió cabizbaja las escaleras ahora teniendo una expresión de resignación. Tantas veces contempló charlar con su esposo y contarle de todo lo que le inconforma de su persona, pero siempre tuvo miedo de lastimarlo de un modo tan atroz que hiciese la peor de las escenas y que incluso llegase afectar al resto de la familia.

¿Deberá por siempre guardarse lo que tanto quiere decir y aparentar las apariencias fingiendo estar normal por el bien general como supuestamente lo debe hacer una ama de casa?

-Ya deja de temblar, papá. ¿Tanto miedo te da Ratatoski?- al volver a la cocina vio como Lana, siendo ya una preadolescente de 12 años, tomó a la rata y la puso sobre su hombro.

-¿Otra de tus mascotas, princesa?- con cautela, Lynn se bajó del banquillo sin dejar de ver asustado al rodeador que agitó sus bigotes al olfatear.

-¡Sí! La encontré hurgando la basura del Señor Quejón y me pareció tan linda que me la traje. ¿No te molesta que me la quede?- puso unos ojitos de gatito.

-Por... ¡Por supuesto que no, mi princesa! Solo procura que no se coma nuestra comida y que no muerda a nadie- con una sonrisa nerviosa palmeó la frente de la pequeña rubia.

Ante lo que Rita negó nuevamente la cabeza haciendo otra mueca de desaprobación, porque sabe muy bien que ese animal no es de su agrado y de igual forma es incapaz de decirle "NO" para complacerla llegando incluso a arriesgar la integridad de los demás porque ese roedor podría tener miles de enfermedades encima.

-¡PAPI!- llamó Lola, de 12 años como su gemela, bajando apurada las escaleras del segundo piso -¡Necesito que me lleves al centro comercial! Meli cumple años mañana y necesito comprarle un regalo, ¡Rápido antes de que sea tarde!

-En un momento, mi princesa. Déjame terminar de preparar la comida y buscamos un presente para tu amiga.

-¡No, papi! ¡TIENE QUE SER YA!- esta petición que sonó más una orden le hizo estremecer y se cubriese por reflejo la cara con ambas manos -¿Qué tal si llegamos tarde y la juguetería está cerrada? ¡No le podré comprar la muñeca más linda y quedaré como una completa tacaña desalmada ante las demás chicas!

-En-entendido, mi princesa. Mientras más rápido vayamos, más rápido volvemos- con otra sonrisa nerviosa, se quita el delantal rosa con corazoncitos que llevaba puesto.

Era hora de poner las cosas bajo control.

-Un momentico ahí, ustedes dos- se puso en medio -Lola, no puedes exigirle a tu padre que deje a medias la comida solo para que te lleve a comprarle un regalo de última hora a tu amiga. ¿Cuántas veces te he... mos dicho que no puedes anteponer tus caprichos por sobre los demás?

A diferencia de su esposo, ella no iba a achicopalarse a la hora de ponerle un alto y bajarla de su nube en dónde cree que todo el mundo gira a su alrededor y que puede tratar a los hombres como sirvientes que cumplirán sin chistar todo lo que pida.

-¡Exacto! Puedes pedirle a Lincoln que te haga ese favor.

También le llegar a ser de lo más frustrante que cada vez que intenta impartir algo de disciplina y darle valiosas lecciones de comportamiento a sus hijas, su marido lo eche todo a perder solo para que estén contentas y no le reclamen más adelante.

-¡Bien pensado, papi! ¡LINCOLN! ¡Necesito que me lleves al centro comercial rápido!- el castaño casi calvo suspiro aliviado de haberse quitado esa carga de encima.

-Lincoln ahora mismo está en su cita con Ronnie Anne por si lo has olvidado, jovencita. Sabes muy bien que tampoco le puedes exigir a tu hermano o hermanas mayores que dejen sus propios asuntos por los tuyos.

Que le quiera dejar esa carga a su único hijo varón al que le falta poco para partir del nido es otra cosa que aborrece bastante. También necesitaría todas las hojas del mundo para enumerar las ocasiones en las que le ha pasado la labor de cumplir las exigencias de sus hijas a su único hijo varón dando por sentado que las atendería.

¿Qué clase de ejemplo quiere darle? ¿Qué se vuelva un pedazo de cobarde como él?

Si su padre, Pop-Pop que en su juventud fue un Marine valiente, estuviese vivo y lo viese comportarse así, seguramente le cantaría sin tapujos todas sus verdades y preguntase como su adorable hija a la que sí le logró inculcar disciplina y buenos valores morales se pudo casar con un hombre que carece de todas esas cosas que debe de tener un hombre verdadero.

-¡PERO MAMÁ! Esto no se trata de mí, ¡Sino de una de mis mejores amigas! ¿Con qué cara le voy a salir si no logro comprarle algo digno de ella?- iba a protestar la rubia de ropas rosadas.

-¡Sin peros, jovencita! Eso debiste pensarlo con anticipación para no estar toda apurada. Ahora ve a tu cuarto y espera, y si nos desocupamos temprano, te llevamos a comprarle un regalo a tu amiga- señaló las escaleras al segundo piso.

Expulsando humo de las orejas, Lola acató de mala gana esa orden siendo seguida de Lana que en todo momento había reído por toda la escena que ofreció.

-Gracias, mi reina. Realmente no tenía tiempo de ir al centro comercial y volver a terminar de hacer la comida.

-Ni lo menciones, querido. No estaré siempre ahí para hacer tu trabajo.

Era una clara indirecta a la labor de ejercer la autoridad en la Casa Loud, pero él creyó que se refería a la labor culinaria y volvió a la cocina a continuar preparando la comida volviendo a bailar y cantar como lo estuvo haciendo antes de aterrarse por la mascota de Lana.

-"Este hombre... ¿Qué se supone voy a hacer contigo?"- dijo para sus adentros soltando otro suspiro de resignación y fue a atender otros asuntos.

¿Hasta cuándo podrá soportar esto?

Son un par de las miles de cuestiones que nunca dejarán de atormentarla.

(...)

Al día siguiente, y luego de hacer los mismos malabares que siempre hace al atender a sus hijas antes de llevarlas a la escuela, Rita se hallaba sentada en el sofá principal de la sala teniendo la cara apoyada en la mano derecha mientras pasaba los canales buscando algo interesante que ver.

Deteniéndose en una novela en dónde la protagonista y su novio comparten un intenso beso al abrazarse y acariciarse apasionadamente para que al separarse se dirigiesen a un cuarto para expresar sin restricción alguna el amor que se tienen.

Lo que nuevamente le sacó un pesado gemido para verse las manos y abrazarse a sí misma haciendo unos movimientos con los que simula ser acariciada como esa actriz.

Tal vez el aspecto en el que más aborrece el actual comportamiento de su marido es algo que muchas personas no verían muy acorde a una mujer de su edad:

Complacerla.

Rita ya no estará en la flor de su juventud, pero sigue siendo una mujer de carne y hueso con necesidades que solamente su hombre puede satisfacer y que desde hace mucho Lynn no lo hace.

Ya no recuerda cuando fue la última vez que él la besó apasionadamente, cuando recorrió su cuerpo con sus manos expertas en cocinar o tan siquiera le dio un pellizco en la retaguardia como los que le solía dar de jóvenes y que les fascinaba (Dando paso a que gestasen justamente a un chico y diez chicas)

Y ni se hable de querer expresar el amor que le tiene haciendo cosas en la privacidad de su cuarto. ¿A dónde se fue la pasión, la chispa y la lujuria? ¿Sus caderas no están oxidadas para sus nada admirables pasos de baile pero sí para satisfacer a la mujer con la que contrajo nupcias?

También ha perdido la cuenta de las veces en la que lo quiso motivar a mover el esqueleto, con prendas súper picantes y no dejen casi nada a la imaginación o ver películas nada aptas para menores de edad, pero siempre le contestaba con cosas como un "no tengo ganas, preciosa. El trabajo en el restaurante me ha agotado" o simplemente no recibía respuesta alguna porque cuando lo quería incitar él ya estaba roncando como motor sin aceite.

En varias oportunidades se pregunta si es en verdad el mismo hombre con el que procreó a más de diez jovencitos revoltosos.

Algunas veces... no, en MUCHAS OCASIONES decidió probar pastos nuevos, en querer tener una aventurilla por ahí con un hombre joven que le hiciese sentir viva, que fuese el arquetipo del hombre ideal, que no solo fuese tierno y atento, sino también firme y agresivo cuando la situación lo requiera y no tuviese miedo de hacer respetar su opinión ni agachar la cabeza.

Se repetía una y otra vez lo inapropiado que eso era. Hizo votos en su boda que no se pueden romper, de serle siempre fiel a su esposo, ¿Cómo podría ver a la cara a sus hijas si comete tal traición? Les daría un ejemplo mil veces peor que la falta de disciplina que Lynn les da y realmente sería algo que fracturaría a la familia de modo atroz.

Pero tal vez si es cautelosa y encuentre a un "buen partido" con el que tenga un romance que la pueda complacer en el aspecto físico, dejaría de sentir el martirio con el que debe lidiar a diario y se sienta nuevamente viva y deje de estar...

No, no, no, ¡No, no, no! ¡Y NO! ¡Debe sacarse ese tipo de pensamientos de la cabeza!

Ya no es una jovencita ilusa y soñadora, ¡Es toda una mujer madura con varias chicas bajo cuidado! No puede dejarse dominar por ese tipo de deseos egoístas. Debía conservar la compostura y poner, como siempre, el bien común por encima de sus banales necesidades y deseos.

Y aunque desease llevar a cabo tal acto tan ruin, no es como si conociese a hombres jóvenes que estén dispuestos a ser amantes de una casi anciana como lo es ella.

¿Con quién podría tener algo así si se atreviese a llevarlo a cabo?

-¡Hemos regresado!

Avisó de repente Lincoln, de 17 años, entrando por la puerta principal de la casa junto con Lynn Jr. usando prendas deportivas sudorosas siendo las de él una camiseta naranja y pantaloneta azul y la de ella una camiseta blanca y short rojo.

-... ¿Eh? ¡Ah, Lincoln, Lynn! ¿Cómo les fue en su paseo?- Rita se demoró un poco en notar su presencia al estar demasiado metida en sus pensamientos.

-Muy bien, mamá. Si vieras como le gané a Lynn la última carrera hasta aquí- fanfarroneó el peliblanco recibiendo un leve golpe de la mencionada en el hombro.

-No te des tantos aires, apestoso. Solo porque no giré a tiempo en esa esquina fue que me venciste esta vez- quiso mantener su orgullo, pero solo logró que él riese.

-O tal vez porque yo al ser mucho más alto y tener piernas más largas me den más alcance que una Pitufina como tú- tuvo la osadía de burlarse de su corta estatura, porque ella aún siendo dos años mayor, apenas y le llegaba a la altura del mentón.

-¡Ahora sí te voy a...!- cuando le iba a dar un golpe con mucha más fuerza, dio un hábil salto acrobático pasando por encima de Rita para dirigirse a la cocina mientras reía.

-Ya verás lo que te espera cuando le volvamos a dar la vuelta a la manzana en una hora.

-Oh, eso quisiera, Lynn. Pero ya había quedado con Ronnie en ir a ver la película del sucesor de Ace Savvy y si estará a la altura del original. Por eso te pedí hacer esas carreras para llegar más temprano y alistarme- explicó y sacó un vaso de agua de la nevera.

-Gr...- eso molesto aún más a la castaña y gruñese cruzándose de brazos -algunas veces creo que quieres más a esa debilucha que a mí... y al resto de tus hermanas, las que hemos estado contigo siempre en las buenas y en las malas.

Rita había permanecido en silencio en todo momento limitándose a reír un poco por la actitud de la hija que lleva el nombre de su marido, porque casi parecía una novia celosa reclamándole una infidelidad a su pareja.

Luego vio a Lincoln que se secaba el sudor con una pequeña toalla.

Le pasa algo parecido a Lynn Sr. pero al revés. ¿A dónde se fue ese chiquillo escuálido al que una vez le quiso obligar a ejercitarse y dejara de desperdiciar todo su tiempo leyendo comics llegando incluso a ponerle uno de estos en el trasero mientras hacían sentadillas?

Ya casi no queda del viejo él al ahora ser un casi completo hombre adulto... y uno muy guapo cabe decir. Tanto por la linda carita que posee, como el estado físico ganado por las rondas de ejercicio que ha tenido con Lynn Jr. y conservando su natural pelo blanco como la nieve.

Si no supiese que es su hijo y no tuviesen ninguna relación sanguínea, le resultaría de lo más atra...

Alto, ¡Alto! ¡ALTO! ¡¿En qué diablos pensaba?! ¿Piensa en lo atractivo que es su único vástago varón? ¡ESTABA DELIRANDO POR COMPLETO!

Es decir, claro que las madres siempre van a decir que sus hijos son lo más bellos del mundo, ¿Pero llegar a considerarlo atractivo y atrayente? ¡¿ACASO PERDIÓ LA CABEZA?!

Con dificultad contuvo el impulso de cachetearse a sí misma por tener esos pensamientos. ¿Tan desesperada, vacía y urgida se siente que realmente por unos segundos vio a Lincoln como algo más que su hijo? ¡QUE ABERRANTE!

-Casi se me olvida, mamá. Lori me dijo que más tarde vendrá con Bobby a buscar unas cosas para el apartamento al que se muraron la semana pasada y se las dejaré en unas cajas; mándales saludos de mi parte y disculpas por no estar aquí para saludarlos- avisó Lincoln al dirigirse a las escaleras.

Pero su madre no dijo nada al otra vez mirarlo embelesada, ¿Realmente era su hijo? Si casi no veía algo de Lynn en él, ¿O es que acaso cuando el Presidente de los Estados Unidos y la Primera Dama lo recibieron en su limusina al darles ese aventón hicieron un intercambio sin que se diese cuenta?

-¿Mamá? ¿Te pasa algo?- extrañado por su silencio, Lincoln le puso una mano en el hombro.

-Ah... ah... entendido, cielito. Los saludaré de tu parte, ahora ve y alístate para tu cita con tu chica- le dio un beso en la mejilla y él sonrió para dirigirse a la habitación que antes era de Luna y Luan y que ahora era suya.

Vio como Lynn Jr. no despegó sus ojos de él hasta doblar en la esquina para agachar la cabeza y murmurar muchas groserías para también retirarse.

Observó atentamente a sus alrededores para asegurarse de que ninguna de sus otras hijas estén en los alrededores y se asomó en la cocina no viendo Moros en la costa.

-Bien... no hay nadie cerca...- suspiró aliviada.

Para a continuación darse la bofetada más fuerte que alguien se pueda dar a sí mismo casi tumbándose. Gimió adolorida al incorporarse sobándose la mejilla izquierda también refunfuñando varias palabrotas que nunca diría en voz alta.

¿Le resultaría muy caro contratar a un psicólogo que le ayude a superar los graves problemas por los que pasa corriendo el riesgo de que otras personas se enteren?

(...)

-¡REGRESASTE, MI PRINCESA!

Fue el grito de emoción que salió de la boca de Lynn Sr. cuando Lori se paró en el umbral de la Casa Loud para recibirla con un exagerado abrazo y repartiéndole varios besitos por la cara no esforzándose para suprimir sus lágrimas de felicidad.

Ignorando nuevamente la repulsión que le genera a Rita que resopló al rodar los ojos por no tener remedio alguno. Saludó a su hija mayor con mucha más moderación e hizo por costumbre las típicas preguntas sobre cómo ha estado y que ha hecho desde la última vez que se vieron.

-Literalmente barriendo el suelo con mis competidores en el campo de golf- presumió Lori apoyando en un hombro uno de los palos de golf.

-Es que nadie puede ganarle a mi reina- Bobby la rodeo por la cintura para darle un amoroso beso en los labios -pero no podemos quedarnos mucho tiempo. ¿En dónde están las cosas que nos preparó el Pequeño Loud?- la matriarca río por el apodo que siempre le dedicó Lincoln aún cuando este era casi tan grande como él.

-Afuera de su cuarto, sígueme- pidió que la acompañara al segundo piso, pero Lori, a mucha insistencia de su padre, permaneció en el primer piso para que le siguiese contando de su vida.

-¿No quieres que le pida a Lynn que te ayude?- ofreció al ver lo pesadas que eran esas cajas.

-No hace falta, Señora Loud. Yo puedo con todo sin problemas.

No diciendo nada más, la blonda dejó que hiciese todo el trabajo pesado solo. Seguramente por trabajar tanto tiempo en la tienda de su familia en Great Lakes City es que podía coger esas cajas y llevar una en cada hombro por las escaleras sin mucho esfuerzo.

Lo que hizo ganarse la misma mirada y sonrisa ensoñadora que le dedicó a Lincoln, solo que ahora el impulso de cachetearse no era tan fuerte.

Podría considerarlo como el arquetipo del hombre ideal. Tanto por el aspecto físico, como por ser también atento, cariñoso, amable, pendiente de todo lo que le pase a su pareja y que no le falte nada (En más de un sentido) y sea feliz sumándole el "encanto que todo hombre latino posee" y por el cual Lori jamás contempló la horrida idea de cortar su relación aun cuando se volvió una a distancia durante un tiempo cuando él fue a vivir con su familia.

Por eso le encantaba cuando ambos lo visitaban, porque no solo podía tener de regreso a la mayor de sus retoñas sino también a un hombre verdadero y que parece ser el doble de hombre de lo que su propio marido es o alguna vez fue.

-¡KRONK!- dejó de soñar despierta porque cuando bajaba con las últimas cajas, Bobby tropezó con los escalones y cayó de bruces desparramando todo el contenido de estas.

-¡BOBBY!- el grito de Lori era de regaño más que de preocupación -¡MIRA LO QUE HICISTE! ¡¿No te había dicho que tuvieses cuidado con todo eso?!- en lugar de ayudarle a pararse y ver si no se lastimó gravemente, lo que hizo fue reprocharle su torpeza.

-¡PERDÓN, PERDÓN, PRECIOSA! ¡Ahora lo recojo todo!- ya desesperado y perdiendo por completo ese porte masculino que llamó la atención de Rita, Bobby empezó a levantar todas las cosas.

-Espero que nada se haya roto, porque si es así entonces despídete del Cuchi-Cuchi por una semana- esa advertencia alteró más al mexicano que empezó a sudar a chorros.

Haciendo que nuevamente la matriarca Loud negase decepcionada por ser a fin de cuentas tan sumiso y cobarde como lo es su propio marido al dejarse amedrentar así por una mujer.

¿Realmente los tiempos en el que los hombres eran hombres se han ido? ¿Qué quedan ahora? Esos... ¿Cómo era que se llamaban? ¿Simps? ¿Aliades? ¿Manginas? ¿Hombres deconstruidos que hacen lo imposible para quedar bien ante las mujeres aunque signifique sacrificar su dignidad?

Ya podía entender bien porque últimamente la situación en USA es tan difícil en casi todos los sentidos, porque si los hombres que son los encargados de crear el mundo que los rodea se están volviendo así ¿Qué clase de mundo van a dejarle a las generaciones venideras?

-Prométenos que nos visitarás con más frecuencia, mi princesa- se despedía Lynn Sr. de Lori cuando el "Osito Bubu" de ella terminó de subir las cajas a la camioneta de los Casagrande.

-Lo intentaré, papá- la rubia tuvo que usar una palanca para separarse de su abrazo.

-Se cuidan mucho, Bobby- Rita primero decidió despedirse de su futuro yerno.

-Así lo haremos, Señora Loud- afirmó sonriendo como si hace unos momentos nada pasó.

-Sé que lo harán. Pero, ¿Sabes algo, Bobby? Lori... en realidad tiene mucha suerte de tenerte como novio. Si soy sincera, cuando ella era adolescente y usaba gafas y tenía acné, nunca creí que alguien se fijase en ella y menos un chico tan guapo como lo eres tú. Por lo que ver que han podido mantenerse juntos sin importar los obstáculos es algo que... me hace feliz como no tienes idea.

-Oh... ah... bu-bueno, se dice que el amor verdadero lo puede todo, ¿No? Je, je- río apenado por oírle decir que lo consideraba guapo. ¿Cuántos yernos pueden decir que sus suegras les dedicaron tal cumplido?

-¿Pero sabes otra cosa? Creo que debes darme gracias a mí por eso, después de todo, fue de mí de dónde consiguió los genes que lo han vuelto la hermosa mujer que ahora es. Si pudieses ver cómo era yo a su edad, corroborarás que todo lo que te digo...

Aguarden un momento, ¿Acaso intentaba coquetear con el novio de la mayor de sus hijas?

¡POR TODOS LOS CIELOS! ¡¿Qué le estaba sucediendo?!

-Pues... sí, puede decirse que es gracias a usted que tengo a la mujer más hermosa del mundo a mi lado- Bobby no entendió porque le decía todo eso al no captar la indirecta.

-¡Vámonos, Bobby! Que el apartamento no se va a remodelar solo- apresuró Lori al tomar el asiento del copiloto.

-Adiós, mi princesita- Lynn trataba inútilmente de secarse las lágrimas con un pañuelo y se sopló su larga nariz generando el repulsivo sonido de sorber mocos -¡Rita! ¿No vas a decir nada acaso?- reclamó a su esposa que permaneció en silencio al volver estar profundamente metida en sus pensamientos.

-Ah... discúlpame, querido, ¡Pero debo ir al baño!

Casi moviéndose a la velocidad de un rayo, subió por las escaleras para encerrarse en el WC y ponerle seguro a la puerta.

Abrió la llave del lavamanos y se echó agua en la cara empapándose toda la cabeza para ver su reflejo respirando agitada antes de apretar los labios y los párpados intentando suprimir sus lágrimas y ahora se abofeteó la mejilla derecha.

Iba a explotar en cualquier momento y no sería con una reacción violenta en la que le gritaría a su esposo tachándolo de un mequetrefe poco hombre que no la complace en nada, sino que haría algo mil veces peor y actuaría como una regalada que se tiraría a los brazos de cualquier tipo que se le cruce en el camino con resultados potencialmente fatales.

La pregunta sería: ¿Con quién?

(...)

Tenía formas con las que podía lidiar con esos tormentos y necesidades (Y no era tener que sacarles callos a sus dedos al autosatisfacerse) sino con la escritura, en plasmar en el papel lo que sentía como una especie de diario enmascarado en el que descargaba sus frustraciones.

O eso habría sido en otros tiempos, porque ahora solo se limitaba a ver sin interés la hoja que tenía en frente moviendo de arriba abajo el índice izquierdo apoyando la cara en la mano derecha.

Cuando todas sus hijas vivían bajo el mismo techo, tenía material para escribir mil historias de lo más delirantes y cuando su marido aún conservaba el "toque especial" también poseía la suficiente inspiración para escribir relatos no aptos para menores de edad.

¿Y ahora qué tiene? Solo relatos de quejas y frustraciones que a nadie le interesaría leer. De no tener pronto algo interesante impreso en papel, su editorial le dará la patada y no le quedaría más alternativa que volver a ser una asistente de dentista.

Aunque si lo veía desde otro punto de vista, no sería tan malo. En esa profesión puede conocer a muchas personas y entre ellas tal vez halle a un hombre joven, que si juga bien sus cartas, lo podría volver un...

Tuvo que golpearse los costados de la cabeza para sacarse esos impuros pensamientos. Vio un reloj en la pared percatándose de que debía ir por Lynn Jr. en la universidad y por sus hijas menores en la escuela.

Tal vez un pequeño viaje con el escándalo que solo ellas saben generar le ayude a mantener la mente distraída de todos los complejos que la aflige.

O empeorarlos.

-¡MAMÁ, DILE A LANA QUE NO TRAIGA A LA ESCUELA A SU SUCIA RATA!- exigió Lola muy asqueada al estar sentada al lado derecho de su gemela que tenía en su hombro a Ratatoski.

-¡¿Podrían guardar silencio?! Sus tontas disputas no me dejan terminar esta tesis- la pequeña genia de Lisa, de solo una década, no podía escribir bien en su libreta.

-Suspiro...- Lucy, de 14 años, se había puesto en los asientos de atrás para leer tranquila un libro.

-¿De nuevo leyendo esos tenebrosos cuentos, hermana? ¡Mejor ven y lee uno de los míos! ¿No te parecen más lindos estos dibujos?- su tranquilidad fue interrumpida por Lily, la más pequeña de todas con 7 primaveras, asomándose desde el asiento delante suyo y colocando sobre su libro uno de animalitos adorables solo consiguiendo que gruñera en voz baja.

Faltará casi la mitad de sus hijas, pero las que aún quedan siguen siendo una fuente asegurada de migrañas que si bien le ayudan a no pensar en los problemas por los que pasa no son precisamente la mejor forma de relajarse y menos si conduce la vieja Van familiar.

-¡Ya cierren la boca de una buena vez!- exigió Lynn Jr. en el asiento del copiloto -¿En dónde se supone que está Lincoln? ¿No se suponía que vendría por nosotras esta vez?

-No, hija. Él me había dicho que iba a juntarse con Clyde a terminar de hacer un proyecto. Recuerda que al transitar los semestres finales del último año de la secundaria tiene más deberes escolares que de costumbre.

-¡PURF! A mí se me hace que ahora quiere estar más tiempo junto a los fantoches patéticos que tiene por amigos que estar con nosotras como se supone haría un hermano de verdad, ¿Por qué?- su hija deportista volvía a tener el semblante de molestia que tuvo cuando él le dijo que iría a ver una película con Ronnie.

-¿En serio quieres la respuesta a esa pregunta, hija?- Rita soltó una pequeña risa irónica al ver por el espejo retrovisor como Lana y Lola comenzaron a pelearse.

Podía entender perfectamente porque parecía ser que desde los 12 años su hijo varón quería estar más en compañía de su grupo de amigos que junto con sus hermanas al no ser tan generadores de jaquecas.

Al detenerse en un semáforo escuchó como a su celular le llegó un mensaje de su esposo que le pedía ir a comprar unas verduras que necesita con urgencia para su restaurante.

Lo que ahora soltó fue un bufido de enojo. No solamente le falla como marido y a sus hijas como figura autoritaria, ¿Ahora debía trabajarle como su mula de carga y llevarle lo que le hace falta a su negocio al que le dedica más atención que a ella misma?

Refunfuñó igual como lo hizo la deportista y cambió de curso para ir al establecimiento del viejo tacaño malandro de Flip esperando que su mercancía, para variar, estuviese en buen estado y no sea algo que ya ha superado su fecha de vencimiento.

Cuando llegó a la gasolinera se llevó la sorpresa de que hay un par de patrullas afuera y unos oficiales colocaban la cinta amarilla de "NO PASAR" y uno de ellos puso en la puerta del local un anuncio de "CLAUSURADO"

-Ya me estaba preguntando cuando iban a demorarse en cerrarle el antro a ese vegete- a Lynn Jr. le daba mucha gracia ver el infortunio de ese avaricioso que se ha aprovechado de tantas personas.

Motivos por los que cerraron ese sitio hay de sobra, pero cuando Rita vio a Flip discutir con una mujer policía, la misma que una vez la arrestó hace años, oyó como ella le dijo algo sobre que no cumplió con todas las medidas de sanidad.

Él nunca le cayó muy bien y seguramente a casi nadie le cae bien debido a su repelente forma de ser, pero si debía decir algo a su favor es que no era del tipo de hombres que se reservaran sus opiniones y las decían sin pelos en la lengua no teniendo miedo a las confrontaciones (Ya sea que tenga o no la razón) aún si la persona con la que discute es hombre o mujer.

Es una pena que sea un viejo odioso y codicioso con la caballerosidad y pulcritud de un marrano. Tal vez si fuese más joven, y no tuviese esa montaña de defectos, sería algo más interesante a la vista y...

La cara de Rita despacio se contrajo como alguien que bebió mucha limonada sin azúcar al volverse la expresión del mayor de los horrores y ascos. ¿Veía en ese antipático las cualidades que su marido no posee?

¡DE NO ESTAR SUS HIJAS PRESENTES SE HABRÍA GOLPEADO A SÍ MISMA AHORA CON UN YUNQUE!

Se llevó una mano a la boca para contener sus ganas de vomitar y al mirar de nuevo a Flip notó como este intentó darle con disimulo un billete de 100$ a la oficial que en lugar de aceptar tal soborno lo puso contra una pared leyéndole sus derechos mientras lo esposaba.

Tendrá más coraje que su esposo y yerno y no es uno de esos lambiscones que se dejan mandar por las mujeres, ¡Pero está lejísimos de ser el ejemplo del hombre ideal!

-¿Dónde conseguiremos lo que papi necesita para el restaurante, mami?- regresó a la realidad cuando Lily se asomó a su derecha.

-¿Qué tal si vamos a la granja de Liam? Su hermana me dijo que todas sus verduras están en oferta a mitad de precio- recomendó Lana teniendo a su rata sobre la cabeza.

-¡No, está muy lejos! Además, ahí huele a puro estiércol- a Lola eso le generó el mismo asco que Rita tuvo hace unos instantes.

-Hija, sabes bien qué si el negocio de tu padre no se mantiene, nosotros no comemos y mucho menos podremos llevarte a comprar regalos a última hora. Terminemos esto cuanto antes- no queriendo darle más vueltas al asunto, encendió el motor de Vanzilla causando el sonido de carcacha rumbo a un nuevo destino.

Y a la posible respuesta a todo el calvario que la está matando desde adentro.

(...)

-¡Hola a todos! Sean bienvenidos a la Granja Hunnicutt con los mejores productos naturales que existen, ¿En qué les puedo ayudar?

Fue la cálida bienvenida que el amigo granjero de Lincoln les dio atrás de un puesto de verduras cerca de su granja y del gran territorio que le pertenece a su familia.

A Rita le dio mucha ternura verlo ahí con una camisa de cuadros rojos y negros bajo un overol de granjero y con un sombrero de paja que cubre su cabello naranja que no ha cambiado mucho desde que era un chico y que al sonreír reveló la ausencia de unos cuantos dientes pareciendo más joven de lo que se supone debe ser.

Parece que no todos los chicos al pasar por la pubertad sufren los mismos cambios drásticos que experimentó su hijo de pelo blanco.

-Sigues siendo el mismo de siempre, Chico Pastelazo- lo saludó Lynn acercándose junto con ella y Lana mientras que las demás Chicas Loud permanecieron dentro de la Van.

-¡Oh, Lynn, Lana! Cuanto tiempo sin verlas, ¿Qué las trae aquí? ¿Quieren desafiarme de nuevo por el título del Rey del Charco? Lo lamento, pero no estoy disponible para eso.

¿Rey del Charco? ¿Significa que ese jovencito le ha hecho frente y ganado a su hija deportista en alguna actividad física? ¡Es algo de locos! Si no conoce a ningún chico que logre tal hazaña.

-En otra ocasión te pido la revancha, chimuelo. Ahora necesitamos unas verduras frescas, ¿Qué fue lo que papá pidió, mamá?- recordó que vinieron a hacer a ese lugar cundo Lynn le habló.

-Esto- sacó una lista y se la pasó al joven granjero -¿Tienes todo lo que dice ahí?

-¡Claro que sí, Señora Loud! Ahora mismo se lo consigo. ¡BETH!- llamó y en menos de un parpadeo apareció una niña de la edad de las gemelas y también de pelo naranja amarrado en coletas.

-¡Lana! ¿Y ese milagro que vuelves por aquí? ¿Buscas que Virginia te haga morder el barro de nuevo?- parecía ser buena amiga de la rubia de gorra roja por cómo la saludo.

-No, hermanita. Lana, su hermana y su mamá vinieron por unas verduras. Necesito que vayas por las cosas que hay en esta lista, ¿Podrás traerlas todas?

-En menos de lo que el gallo canta cuando sale el Sol en las mañanas, hermano- aceptó el encargo.

-¡Espera, Beth! ¿No quieres que te eche una mano? Así aprovecho para saludar a Virginia y tus otros animales- se ofreció la gemela de Lola.

-No sé... ¿Qué dice, Señora Loud? ¿Le dejaría a su hija acompañar a mi hermanita a traer lo que necesitan?

Indignada quedó Rita ante eso. No solo es incapaz de tomarse la molestia de ir él mismo por lo que sus clientes necesitan y manda a su hermana menor a hacer el trabajo pesado, ¿Sino que también tenía el descaro de dejar que una de sus amadas hijas se ensuciase las manos?

Definitivamente los tiempos de los "hombres de verdad" han quedado atrás.

-Mamá, el tiempo que te toma pensar ya lo hubiera usado para traer todo lo que necesita papá- Lana bromeó por los segundos de silencio en los que estuvo.

-Sí... sí, ayuda a tu amiguita, hija. Pero no se demoren mucho- no disimuló su tono seco al darle permiso, y soltando un chillido de emoción, Lana fue con Beth por lo que requerían.

-Entonces, Chico Pastelazo, ¿Cómo van las cosas con Tabby? ¿Todavía te obliga a mover el bote?- Lynn apoyó el codo derecho sobre el puesto de verduras de Liam para charlar.

-¡Por supuesto! Si vieses los pasos de baile que me enseñó las pocas veces en las que puedo darme un descanso de mis deberes- contestó recuperando el tono alegre en su sureña voz.

-Ya veo... sin dudas los mejores chicos ya tienen domadoras.

Ni él ni Rita entendieron porque desvió la mirada con la misma expresión de disgusto que ha tenido cada vez que se toca el tema de Lincoln con Ronnie. ¿Qué mosca le picó?

No le dio mayor importancia a eso y decidió dejarlos solos para apoyarse contra Vanzilla que se agitaba por el caos que generaban sus hijas en el interior y ver fijamente el cielo azul para otra vez meterse en sus delirantes reflexiones.

¿Tal vez su marido no sea el problema sino ella? ¿Al tampoco ser una jovencita no le causa atracción y por eso ni la toca más allá de unos besos de buenos días y noches?

Porque una mujer que sintió algún efímero interés en su yerno e incluso por su hijo no es algo normal y ciertamente tiene muchos problemas, ¿No es así? ¿O solo son complejos causados por una necesidad carnal que no puede complacer?

Parece que el aire puro del campo no le ayuda en nada a aclarar su mente y disipar todas las preguntas que le revuelven el cerebro, ¿Qué necesita entonces?

-¡Aquí está todo!- avisó Lana cargando un saco de diversos vegetales y Beth el otro dejándolos frente al puesto de verduras.

-Bien, ¿Cuánto es por todo, Liam?- sacó su cartera y le pagó el precio que le dijo -es hora de irnos a ca...- al agacharse para cargar los sacos descubrió que eran tan pesados que no los pudo levantar ni siquiera un centímetro.

-¿Desea que la ayude, Señora Loud?- ofreció Liam arrimándose desde el puesto.

-No, no... yo pu... pu...- estaba poniéndose roja del esfuerzo.

-¿Qué pasa, mamá? ¿Es cierto lo que dicen que cuando uno está cerca del medio siglo de vida apenas y puede levantar el trasero del asiento?- Lynn Jr. tuvo el descaro de hacerle burla y sin esfuerzo tomó los sacos como... ¡Pues como sacos! para ir a Vanzilla.

-Vamos a tener mucho de qué hablar cuando volvamos a casa, jovencita...- dijo en voz baja tronándose la espalda al enderezarse.

-¡Muchas gracias por su compra, vuelvan pronto!- Liam se despidió agitando infantilmente una mano; Beth se tapó la boca para suprimir la risa que le dio ver a Rita fallar en el intento.

Ella no le correspondió la despedida y subió a la Van para irse, esperando al comer la deliciosa comida que su "hombre" prepara baste para alzarle los ánimos.

-Kra... Kra... ¡KRANK!

Sin previo aviso, el vehículo falló causando el aparatoso sonido de piezas rompiéndose y la parte trasera colapso generando mucho humo.

-¡COF, COF! ¡¿QUÉ DIANTRES?!- Lola empezó a toser desesperadamente.

-¡A BUENA HORA A ESTA PORQUERÍA SE LE OCURRE VOLVER A FALLAR!- cuando bajaron, Lynn pateó la llanta derecha trasera.

-Suspiro... las desgracias siempre nos llegan cuando menos las esperamos- comentó Lucy.

-¿Qué les pasó? ¿Les podemos ayudar en algo?- ofreció Liam acercándoseles con Beth.

Si Rita pudiese otra vez se golpearía y pediría perdón por las malas conjeturas que le tuvo.

En primer lugar, porque no es lo que creyó en un inicio. Cuando los recibió, él no estaba parado detrás del puesto de verduras dando la impresión de que se había quedado corto de estatura en su etapa de crecimiento, sino que en todo el tiempo que les estuvo hablando se hallaba sentado en una banca y al pararse reveló lo grande que es.

Siendo más alto que el propio Lincoln, porque si estuviese frente a Lynn Jr. esta no le llegaría al hombro (Dándole más comicidad al hecho de que alguien dos años menor es más grande)

En segundo lugar, por lo otro que no pudo apreciar a primera vista y eso era su pierna izquierda que tiene una venda alrededor de la pantorrilla debido a una herida que le hacía cojear al caminar, lo que significa que si mandó a su hermanita por las verduras no era por ser un vago con falta de compromiso con su labor ni nada como eso, sino por estar lisiado.

¿Cuándo pasó de ser un jovencito al hombre casi totalmente adulto que ahora es? Tal vez porque la última vez que lo vio en persona fue cuando él tenía... ¿14 o 15 años? Ya no lo recuerda.

-El eje de transmisión trasera se salió de su lugar...- Lana se había colocado bajo Vanzilla para revisar el daño -gracias al cielo que nunca salo sin mis bellezas- sacó de sus bolsillos unas herramientas que hizo girar hábilmente en sus manos.

-Entonces repara rápido ese saco de tornillos oxidados para irnos de aquí. Hay muchas moscas en el aire- apresuró Lola apartando a uno de esos bichos que volaba a su alrededor.

-Lo haría enseguida con todo el placer del mundo, mandona. Pero necesitaría de un gato para trabajar a gusto. Liam, ¿Nos puedes prestar el gato que usas para tus tractores?

-¡Por supuesto! Beth, trae el gato- accedió sin chistar.

-Este... no puedo, hermano. Resulta que ayer lo usé para alzar esa parte del molino que estaba hundida y... creo que lo dañé- sonrió nerviosa al explicar lo que pasó.

-No lo dices en serio...- exasperado, se rasco la nuca.

-¿Para qué necesitan de un estúpido gato si me tienen a mí, a la jugadora estrella de los Canguros de Royal Woods, a su disposición?- Lynn dio un paso al frente flexionando los bíceps.

-Solo tengo que alzar la parte trasera de Vanzilla y listo, podrás hacer lo que haga falta para repararla.

Fiel a su actitud deportiva que le gusta hacer de cualquier acción un desafío que al ganar le hará sentirse la máxima de las campeonas y mostrar superioridad física, se paró atrás de la Van.

Sujetó el parachoques con ambas manos al agacharse y respiró hondamente antes de hacer el sobrenatural esfuerzo de alzar la mitad trasera del pesado y poco funcional vehículo.

Al menos, eso era lo que intentaba porque si bien logró alzarla medio metro del suelo, Vanzilla era bastante más pesada que cualquiera de las cosas que alguna vez pudo cargar y no la pudo soportar por mucho tiempo antes de volver a bajarla cuando se puso colorada del esfuerzo.

-Auch... ¿Cómo esta carcacha tan vieja como el abuelo puede pesar tanto?- movió de modo circular el hombro derecho tronándoselo.

-¿Eso es lo que puede hacer la estrella de los Koalas de Royal Woods?- Lola aprovechó para hacerle mofa causando que ella hiciese el ademan de golpearla y Rita abriese la boca para regañarla.

-Si quieres te ayudo, Lynn. Ya sabes lo que dicen: Dos pares de manos son mejores que una- otra vez Liam les extendió la mano.

-¿Seguro, chimuelo? No vaya a ser que te termines de rasgar la pata.

-¡Tonterías! Una cornada de toro no me ha impedido hacer mis deberes en la granja, menos me impedirá ayudarles con esto.

Rita enarcó ambas cejas de la impresión. No era obligación suya y nadie se lo estaba exigiendo u ordenando e incluso tiene una herida que lo limita y aun así Liam estaba más que dispuesto a socorrerlos sin pedir nada a cambio porque le nació de corazón.

Es bueno ver que todavía quedan buenos y genuinos hombres en este mundo.

-Entonces hagámoslo- ahora Lynn se agachó dándole la espalda a la Van y el granjero imitó su acción -¡AHORA, ÁLZALA!

Ella hizo el primer impulso y Liam la imitó un segundo después logrando alzar la parte inferior de Vanzilla con mucha más facilidad que antes. Lana iba aprovechar eso para posicionarse debajo y reparar el desperfecto, pero el lado derecho, que era sostenido por el pelinaranja, comenzó a inclinarse cuando empezó a gruñir del esfuerzo y dolor no teniendo más opción que volver a bajar el vehículo familiar.

-¿Qué las personas del campo no son las más fuertes del mundo?- de nuevo Lola echó sal a la herida, haciendo que Lana le diese un codazo.

-¿Te duele mucho, hermano?- Beth se agachó para verle la pierna herida a Liam cuando se sentó en el suelo haciendo diversas muecas.

-¡Te lo dije, chimuelo! Te ibas a joder esa pata más de lo que ya está- Lynn se rascó ofuscada el cabello.

-No... descuiden, no es por eso que no lo logré, sino por esto que me estorba mucho.

Pudo pararse por sí mismo y se quitó su sombrero de paja dándoselo a Beth para a continuación desabrochar los tirantes de su overol y luego los botones de su camisa dejando totalmente al descubierto su torso.

La boca de Rita se volvió un perfecto círculo por la impresión. No solo era más alto que su hijo, sino que estaba en mejor condición física que él o Bobby o cualquiera de los protagonistas de esas telenovelas con los que fantaseó varias veces.

Agregándole un tatuaje con forma de corazón en el hombro izquierdo que tenía a un cerdo junto a un listón con el nombre "Virginia" y a unas cicatrices que seguramente fueron causadas por los animales que cuida o algún accidente de granja.

Realmente la ropa que uno usa puede privar a los demás de cosas que solo verían en sus sueños.

-Oh... ahora que lo veo así... es en realidad muy bonito- Lola enarcó una ceja sonriendo con picardía mientras que Lana se ruborizó un poco y Lucy alzó levemente su flequillo dando vistazo a su ojo derecho.

-Es bueno ver que revolcarte con los cerdos te ha dejado algo más que un olor a granja que ni mil aromatizantes pueden disimular, chimuelo- Lynn también sonrió de modo seductor.

-Ahora sí estoy listo- no dándose cuenta de las miradas que la madre y Chicas Loud le lanzaron, Liam volvió a posicionarse para alzar la Van descompuesta.

-Antes de llevar a cabo esa acción que les podría costar vértebras desencajadas y severos desgarros musculares, recomiendo que se sincronicen para que la fuerza ejercida se aplique de modo más eficiente y así puedan lograr su objetivo de levantar nuestro obsoleto medio de transporte familiar al hacer la trillada cuenta regresiva de tres, dos, uno- dijo Lisa, que al igual que Lily, era demasiado pequeña como para quedar así de ilusionada.

-Al fin aportas soluciones verdaderamente útiles, sabionda. Cuando diga "¡YA!" la alzamos al mismo tiempo, ¿Comprendido, chimuelo?- él asintió y se agachó a su lado volviendo a darle la espalda al medio de transporte.

-Tres... dos... uno... ¡YA!

Esta vez fueron más efectivos y compartieron el mismo rugido de esfuerzo cuando lograron elevar la retaguardia de la Van ahora un metro del piso causando el sonido de metal doblándose.

-¡Ahora, mugrosa, haz lo que tengas que hacer!- Lynn apresuró a Lana, que aún seguía en el trance que le dio al ver la parte superior del cuerpo del granjero al desnudo.

-¡En-en-enseguida!- espabilando, se puso bajo la Van y empezó a hacer con sus herramientas movimientos tan rápidos que era líneas borrosas.

-¡¿Te falta mucho, Lana?!- preguntó Liam tan rojo del esfuerzo como la deportista, solo que en su caso, también bastante adolorido por la herida en la pantorrilla que hacía temblar toda la pierna.

La imaginación de Rita nuevamente voló hasta las nubes. Ver a un joven como él cubierto de sudor flexionando los músculos y como las venas se marcaban en su piel al hacer tan gran esfuerzo físico demostrando ser mucho más capaz que su marido, yerno e hijo varón o la mayoría de los hombres que conoce o ha visto... ¿Era normal que casi se rascase su zona íntima por la calentura que sintió?

Y esta vez no tuvo el impulso de reprenderse a sí misma con una fuerte patada.

-¡LISTO! ¡Bájenla con cuidado!- avisó Lana al tomar distancia y limpiarse las manos con un trapo.

-¡YA ERA HORA!- con un último rugido de esfuerzo, Lynn y Liam bajaron la Van con la mayor de las sutilezas para que no termine por desbaratarse -un poco más y me quedo sin espalda...- gruñó sobándose el lomo igual a como lo hizo su madre.

-Pues yo tengo una pierna mala y no me estoy quejando tanto, es más, te debió resultar más fácil que a mí porque al ser tan chaparra no debes alejar el cuerpo del suelo tanto como lo hago yo- Liam también se burló haciendo que le golpease el hombro derecho.

-Ja, ja, muy gracioso- río sarcástica, pero desvió la mirada sonriendo genuinamente.

-Si ya terminaron de hacer chascarrillos simplones señalando sus características físicas, sugiero que ingresemos al transporte familiar para regresar a nuestro hogar. Mis prototipos de hormigas robots con el objetivo de eliminar termitas y otras alimañas no van a construirse solos- los apuró Lisa.

-La misma aguafiestas de siempre, ¿No, sabelotodo?- la mirada que Lynn le lanzó la estremeció -hasta la próxima, Chico Pastelazo. Me avisas cuando tu pata se recupere del todo y así te demostraré los diferentes movimientos de Lucha Libre que creé para hacerte comer el lodo.

-Y yo los que he inventado contra Virginia y los demás chanchos.

Le devolvió el juguetón golpe al hombro y palmeó la cabeza de Lana al despedirse para ponerse la camisa y abrocharse el overol al regresar cojeando a su puesto de verduras junto a su hermana tarareando una alegre canción actuando como si no hubiese hecho nada hace unos momentos.

¿Realmente esto acaba de ocurrir?

Fue lo que se preguntó Rita. No podía irse así sencillamente y debía... no, tenía que retribuirle de alguna manera el enorme favor que le hizo y la visión que le dio, pero, ¿Cómo?

-Espera un momento, Liam- se le acercó cuando él tomó asiento en la banca -yo... no sé cómo pagarte tanta generosidad. Dime cuánto quieres y te lo doy- volvió a sacar la cartera con la intención de darle una recompensa monetaria.

Casi con la misma intención que usarían hombres cuando ven a una bella mujer hacer el baile del tubo... o al revés cuando mujeres ven a un hombre agraciado también haciendo ese baile.

-¡No, no, no! Descuide, Señora Loud. Fue todo un placer- con humildad rechazó su oferta -es lo mínimo que podría hacer por una de mis mejores amigas, una de las mejores amigas de mi hermanita y por una mujer tan linda como usted. No tiene que darme nada.

Una mujer tan linda como usted.

Una mujer tan linda como usted.

Una mujer tan linda como usted.

Esas palabras ahora eran las que resonaban en su cabeza. ¿Realmente escuchó eso o fue una alucinación? ¿La consideraba a ella, a una casi cincuentona, una mujer bonita? ¿O solo lo dijo por mera cortesía o tal vez por ser lo mismo que les dice a todas sus clientas?

Independientemente si solo se lo dijo por costumbre o si en verdad la consideraba linda, tan simples palabras la llenaron de un gozo y alegría que desde hace mucho que no sentía. ¿Cuándo fue la última vez que su marido le hizo sentir así con alguno de sus cumplidos?

-¡PING, PING!- esa nueva divagación fue interrumpida por la bocina de Vanzilla.

-¡¿Qué esperas, mamá?! ¡VAMOS!- Lynn fue la causante de eso.

-¡UN MOMENTO! Gracias de nuevo, Liam. Ojalá hubiesen... más hombres como tú en este mundo- sintió el deseo de devolverle el cumplido al decirle esto.

-Oh, me halaga mucho, Señora Loud- a diferencia de lo que creyó, no se apenó ni se sonrojó y menos fanfarroneó volviendo a actuar con humildad -pero antes de que se vaya, tome esto- le lanzó una manzana que ella a duras penas pudo reaccionar para atraparla con ambas manos.

-La casa invita- le chequeó un ojo y vio como un auto se acercaba -pero si me disculpa, debo atender a más clientes, ¡Mándele saludos a Linky de mi parte!

Sin habla volvió a quedar Rita y vio como saludaba con el mismo carisma a las personas que acaban de llegar y luego miró la roja fruta en sus manos.

No lo dijo a la ligera, realmente quisiera que hubiesen más hombres como él. No solo porque ha demostrado ser el arquetipo del hombre ideal en lo que se refiere a lo físico, sino también por su agradable actitud y noble corazón que le impulsa a ayudar a todo aquel que necesite de algún apoyo por el simple hecho de querer ayudar y no porque se lo estén exigiendo u ordenando como uno de esos papanatas con cero convicciones propias.

Siendo esto último lo que resulta más atrayente, casi como un imán.

-¡¿Qué pasa, mamá?! ¡¿Vas a comprarle otro saco al chimuelo?!- la volvió a llamar Lynn.

-Ya... ¡YA VOY!- al superar esta nueva ensoñación, regresó a paso veloz con sus hijas.

-¿Qué te dijo Liam, mamá? ¿Sí te ofreció otro costal?- intuyó Lana.

-No, no. Solo fui a darle las gracias por su ayuda y... me dio esto- con pena les enseñó la manzana.

-¡Ah! Beth me dijo que les quedaban pocas manzanas, fue muy amable de su parte venderte una.

-No... no me la vendió. Liam... él me la regaló.

Saber eso solo engrandecía aún más ese gesto tan desinteresado y decía mucho de la forma de ser del granjero. ¿Cuántos jóvenes casi adultos dedicarían tal detalle a una mujer de su edad solo por ser genuinamente amables?

Ese tipo de jovenzuelos son tan escasos que casi son una especie en peligro de extinción.

-¿Puedo comérmela, mami?- pidió Lily extendiendo la mano para tomar el rojo fruto.

-¡NO!- todas sus hijas se sorprendieron por ese gritó al apartar bruscamente la manzana lejos de su alcance -quiero decir... no, mi angelita. Es que se me ocurrió preparar una tarta de manzana para todas ustedes cuando llegue a casa, ¿Les parece bien?

-¡Me parece excelente! ¿Puedo darle un poco a Ratatoski?- Lana y su rata se relamieron los labios.

-Eso lo hablaremos luego, mi niña. Primero vayamos a casa- fingió una sonrisa tranquilizadora, encendió la Van (Que milagrosamente no se volvió a estropear) y la puso en marcha.

Pero al ver por el espejo retrovisor a Liam que también se despidió amablemente de sus nuevos clientes, esa sonrisa se volvió la misma de ensueños que ha expresado antes.

Porque él podría ser la respuesta a todos sus problemas.

Capítulo uno completado el 01/05/2024.

Hasta aquí llegó el primer capítulo de esta nada convencional historia de romance.

¿Cómo se me ocurrió hacer una historia así de Rita en la que se interesa en Liam? Es lo que muchos se estarán preguntando.

Verán, en algunos foros de Facebook que frecuento por ahí muchos la consideran a ella la MILF por excelencia y a Liam como el chico más Shipeable y popular de la serie (Solo superado por Lincoln, obviamente :P) por lo que los demenciales y retorcidos engranes oxidados en mi mente comenzaron a rotar y crear una historia de ellos dos juntos, a cuya unión llamaría... ¿Liata? ¿Ritiam? ¿Riam? ¡Como me duele la lengua! (Me sobo la quijada)

Además, quería hacer algo que siempre me ha caracterizado: historias que rompan con el molde de las "normas establecidas" porque como muchos de ustedes sabrán, me gusta ir en contra de la corriente de la normalidad y en este Fandom en donde el Loudcest es lo que predomina en el 90% de historias de romance, una más... "normal" por así decirlo nunca está de más, ¿O sí? En especial si es una pareja ultra mega super Crack que a nadie más se le ha ocurrido XD

Al principio quería hacer una historia más simple y vaya directo al grano (O sea acción Triple X no apto para menores de edad) pero debía poner algo más de drama al asunto.

Aprovechando también para hacer unas enormes sátiras, indirectas y puyas, tanto a la serie de TLH como a la realidad de muchas personas.

No es secreto para nadie que Lynn Sr. deja MUCHO que desear como padre y como marido, porque esa falta de cojones al momento de impartir disciplina explica porque sus hijas son como son, porque si supiese darles con la chancla o correa como en mis tiempos no harían ni la mitad de las desgracias que hacen tan abiertamente al entender que sus actos tienen consecuencias.

Como la misma Rita dijo: en el comportamiento de los hijos se refleja la crianza de los padres (Aunque curiosamente, a pesar de que me dieron con la chancla de joven por mis diabluras nunca pudieron componer mi peculiar forma de ser XD)

La paciencia que le tiene es digna de admirarse, pero, parece que no le va a durar para siempre y se acerca a un inevitable punto de quiebre al anhelar a un verdadero hombre y no a un pusilánime que se deja amedrentar por sus hijas y que para rematar no la complazca como se supone un marido de hacer con su mujer.

Lo que nos lleva a los que entraron en su radar de interés, porque apuesto a que por un segundo creyeron que esta historia sería un Ritacoln por como ella pensó en lo agradable a la vista que es Lincoln, ¿Eh? XD

¿O tal vez creyeron que sería una insana relación de suegra-yerno cuando también pensó en lo atrayente que le resultó Bobby? En cuanto a este, lo usé para hacer una obvia sátira a esos Simps, Manginas, Aliades y hombres "deconstruidos" que le lamen el (Sonido de censura) a su pareja o a las mujeres en general sin hacer respetar su opinión propia.

Es algo que es muy común en USA y que junto con las ideologías de los Progres y Wokes poco a poco destruyen la que antes fue "la tierra de la libertad y de las oportunidades" porque si hombres tan poco hombres como lo son él y Lynn Sr. son los encargados de crear el futuro, ¿Qué mundo le van a dejar a las nuevas generaciones? (Me estremezco al pensarlo)

Volviendo a lo principal... ¿Tal vez creyeron que sería el vegete de Flip el que flecharía a Rita por ser todo lo opuesto a ese par de mequetrefes? XD

Pasando a Liam, que gran sorpresa debió serles, ¿No? Aunque, tampoco pude evitar hacer referencia a lo cercano que es con Lynn Jr. por el asunto de que su Ship (el Lynniam o Liaynn o Lyam o como se llame) está haciéndose popular en algunos de los foros de FB (Poniendo una que otra referencia al Lynncoln si las captaron XD)

¿Qué hará entonces Rita al haber encontrado al supuesto "arquetipo del hombre ideal"? ¿Actuará como lo hizo ante Bobby y ligárselo para que le dé lo que Lynn Sr. no le ha dado? Naturalmente, eso lo sabrán en el próximo capítulo ;D

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro