Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 37

Allen...

-Moyashi, quédate quieto!

-Es que es raro... después tanto tiempo, estoy ansioso por verlos.

-Hablas con ellos todos los días con ellos, desde que logramos contactarlos Moyashi, no se porque estas tan desesperado por verlos.

-Moh... no seas un amargado. Son tu familia.

-Tambien es tuya, pero eso no quiere decir que este con los nervios de punta para verlos.

-Es solo que... han pasado muchas cosas que ellos no saben y no se. Aunque pase menos tiempo con ellos de lo que tu lo hiciste, siento que son importantes en mi vida.

-Ya tenemos nuestro propio hogar y te tengo a ti... eres a quien considero la persona más importante en mi vida. No es suficiente?

Sonreí. Ver a Kanda siendo tan sincero era algo nuevo para mí, pero sabía que quería evitar el tema principal.

Me senté junto a él en las escaleras de madera que daban a nuestro patio, lo tomé de la mano y me recoste sobre su hombro.

-Yuu, ellos no nos harán nada, confío en ti para protegernos- sentí como aferró su mano con la mía.

-Siento que si los dejo entrar a mi hogar, nuestro pasado regresará a nosotros...

-Podemos volver a desaparecer si eso pasa...- me reí.

-No creo que sea opción... tienes seis meses de embarazo.

-Estaremos bien...

-Eso espero, porque no dudaré en matarlos, si te hacen algo...

-Gracias...- bese su mejilla y me puse de pie- ahora vamos a descansar, será una semana larga.

-Vamos a tomar un baño antes- se me adelanto.

Kanda se hizo muy protector desde que se enteró de mi embarazo. Fue un momento muy especial y que trate de recordar todo con detalle, apenas y paso corrí a escribirlo en una pequeña libreta para algún día contárselo a nuestro hijo.

Ese día, ya llevaba una semana sintiéndome mal, la verdad que un embarazo era lo último en lo que había pensado, pero hubo un pequeño detonante.

Era de noche y habíamos regresado a Japón, Kanda había contactado con Lavi y nos mantuvimos en contacto desde Francia, pero nos pidió no ir, la iglesia estaba aún muy alterada y era probable que se pusieran en nuestra contra si nos encontraban.

Nos quedamos lejos de la ciudad, cerca de la playa en una casa que nos rentaron, estaba cansado y algo agobiado, pero pensaba que era a causa de el largo viaje. Apenas y logre quedarme dormido, Kanda no tardo en despertarme.

-Estas embarazado!- la verdad estaba tan adormilado que no razone sus palabras, ni siquiera recuerdo contestarle, solo me enrolle al rededor de su cuerpo y me quede dormido.

Pero al siguiente día me asusté, sentía un ligero picor en la piel, el aroma de Kanda lo necesitaba por lo menos cada cinco minutos y sentí el cambio de mi aroma, pero eso no es lo que le había dado la posta a Kanda...

Yo inconscientemente, la ropa que había sacado de las maletas la revolvió y la acomode en la cada de una forma que me cubriera, no lo había pensado hasta que Kanda me lo dijo. Había hecho un nido....

Solo había escuchado historias sobre ese comportamiento, algo que los omegas hacer para refugiarse, normalmente lo hacemos cuando necesitamos a nuestra pareja o en el embarazo, para sentirnos protegidos por el aroma de nuestro alpha... y si, ese fue el detonante tan absurdo que le garantizo a Kanda mi embarazo, aunque claro... el cambio de mi aroma también.

-Ey! El agua se enfría -Kanda me llamo la atención y eso me hizo reaccionar.

-Voy...

Me ayudó a levantarme y luego se adelantó. En todo este tiempo que hemos estado viviendo juntos, se que los baños japoneses son una adoración de su parte, lo relaja y parece más fácil de convencer a mis locuras en esos momentos.

Me tarde un poco en desvestirse, pero el ya estaba dentro, cuando llegué a su lado me hizo un espacio a su lado, indicandome que me quería a su lado. Me avergüence un poco, desde que nos enteramos del embarazo no hemos tenido mucho contacto.

-Relajate... tu aroma se está haciendo más fuerte- me pidió mientras me abrazaba por la espalda.

-Lo siento... es involuntario, el embarazo me pone sensible.

Aunque esperaba un chiste o sus frases para provocarme, no dijo nada. Hubo un largo silencio donde solo sentía sus manos proteger mi vientre.

-Aun siento que es un sueño... he vivido demasiado tiempo en una alucinación constante donde lo único que me mantenía consciente, era el aroma a cerezos... al final siempre fuiste tú mi salvación, Allen...

-Que pasa hoy? Estas mucho más hablador que de costumbre?

-Te molesta?- pregunto mordiendo un poco mi cuello, provocándole un gemido.

-No, pero estoy empezando a extrañar a mi Bakanda.

-No cambiaré, pero es claro que no puedo gruñir y gritarle todos los días a mi pareja destinada.- su voz sonó mucho más profunda.

-Supongo que tienes razón- voltee un poco el rostro, buscando sus labios.

No se hizo de rogar y me besó. Era muy significativo para mí que Kanda Yuu, el alpha que me odiaba, dijera todas estas cosas... al final nuestra unión es ahora la cosa más importante que tengo.

-Mañana que lleguen esos idiotas, no hagas nada imprudente...

-Que poca confianza me tienes- hice un puchero.

-Porque te conozco, es por lo que lo digo...

-Bien bien... me compórtate.

-Eres muy imprudente aunque estás embarazado, es claro que me pone nervioso que algo te pase.

-Lo sé, pero no somos débiles y este bebé es igual de fuerte, no le pasará nada porque corra un rato o golpee a algunos idiotas que acosan a omegas...

-Ya te lo advertí, si no estoy cerca, no hagas algo llamativo.

-Desde que nos conocimos, sabes que me meto en problemas aunque no quiera...

-Lo sé y por eso te vigiló, pero no lo puedo hacer todo el tiempo. Se que te puedes defender, pero estas en un momento delicado, solo... quiero que todo salga bien y poder tener a nuestro cachorro sano y salvo.

-Yo igual, deseo tenerlo en brazos y para eso vendrá Komui. Y al mismo tiempo prometí no buscar problemas... así que confía en mi.

-Lo hago...

-Solo tenemos que esperar unos pocos meses y seremos tres... seremos una familia.

-Ya somos una familia- voltee a verlo sorprendido, pero su sonrisa tan maldita mente seductora me avergonzó y tuve que ocultar mi rostro.

-Rayos... eres demasiado para mí...

Oí su risa que también era una de mis debilidades sobre él, y luego sentí sus brazos al rededor de mi.

-Tu eres todo para mí...- con ello beso mi mejilla y se acomodó lejos para disfrutar el baño.

Definitivamente eramos tal para cual.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro