Capitulo 12
No iba a hablar, primero tenía que comprobar si lo que leí es cierto. Cross había dicho que nos esperaría en la oficina de Komui, pero mis planes eran otros.
Me quedé con la camisa de Kanda, me puse unos pantalones y quería salir corriendo, pero Kanda me detuvo... lo voltee a ver frunciendo el ceño y el me gruño... mi valentía había bajado al verlo enojado.
-A donde crees que vas con esa apariencia?
-Necesito ver algo.
-Che... eres una responsabilidad de tiempo completo.- se puso la gabardina y me siguió. Tomo su katana que Cross le había regresado y no dejó de vigilarme.
-No tienes porque cuidarme...-me queje.
-La última vez que te deje sólo, casi te violan...
-Y la segunda encontré a Cross- replique.
- Si lo que digas. Y a donde vamos?- trato de cambiar el tema.
-Abajo...
-Con Komui?
-No...- mi tono de voz se volvió sombrío y supongo que entendió que algo iba mal, porque dejó de preguntar.
Muchos se nos quedaban viendo extraño, pero no les daba importancia, necesitaba saber si lo que he descubierto... es mentira, si de verdad Mana fue lo que pensé.
Cuando llegamos al último piso tuve que buscar por un rato en la pared de un pequeño sótano escondido, cuando sentí la pequeña brisa empuje el ladrillo y eso abrió un pequeño hueco, para este momento Kanda estaba igual de intrigado que yo.
Cuando entramos estaba algo obscuro, pero una pequeña luz al fondo nos hizo ir hacia allá, apenas y salimos del túnel, se habló un espacio gigante. Era una habitación totalmente blanca, estaba al borde de una plataforma, hacia abajo... el fondo era circular pero hacia arriba había habitaciones y en cuanto las vi comencé a temblar.
-Que sucede Moyashi?
-Es aquí...- susurre.
-De que hablas?
-Es aquí joder! Aquí experimentaban conmigo...- grite en pánico.
Corrí hacia la puerta donde me conducia a la habitación que se me hacía más conocida, en cuanto entre, los recuerdos me llegaron de golpe.
Yo había escape la Iglesia, y en encontre a un hombre... alto e intimidante, pero quería escapar, el no dudo en ayudarme, en donde siempre me enseñaba cosas sin sentido... pero me sentía protegido, hasta que iniciaron de nuevo esos experimentos.
En la Iglesia estaban muy lejos de completar los experimentos, pero aquí eran torturas a muerte. Esta vez me escondían los experimentos dicendo que eran chequeos por mi salud, pero ese cristal... era mi tortura, sentir como me despedazaba desde dentro y tener que repetirlo hasta quedar inconciente.
-Oye...- la voz de Kanda sólo más fuerte y por algún motivo más protectora.
No me había dado cuenta que había comenzado a llorar, hasta que mis lágrimas caían sobre el escritorio donde estaban mis papeles... el último informe había acabado en que el experimento fue un éxito... que rayos me hicieron?
-Ellos lograron lo que querían conmigo...
-Quienes?
-Mana... quien creía mi padre.
-Que fue lo que leíste?
-El cuarto tenía archivos de Mana sobre mi, la resistencia fue el lugar perfecto para experimentar... pocos venían aquí y este lugar está bien escondido... así que muchos niños murieron aquí aunque al principio se les parecía imposible... hasta que llegue yo.
-Pero lo encontraste por accidente no?
- Si... pero yo ya estaba maldito.
-Que quieres decir?
-La cicatriz de mi ojo fue un error en la Iglesia, y si seguía vivo después de estar maldito, pensó que yo podría con lo que el quería.
-Y que fue lo que hizo?
-Mezclo mi ADN con inocencia, y con sangre de los Noah...
-Que!- escuche el odio en su voz.
Eso era lo que más miedo tenía, por eso había olvidado todo, yo era una abominación... un monstruo hecho por la persona que más quise... pero por qué yo?
Sin darme cuenta mi brazo comenzó a dar un pequeño brillo y segundos después plumas salían desde mi hombro, grite de dolor... sentía como mi brazo se rompía.
-Alejarte!- traté de advertirle.
Pero el parecía dudar, yo estaba asustado pero no quería dañar a nadie, lo que fuera a pasar prefería ser el único afectado.
-No pienso dejarte sólo...- se acercó y me cargo en brazos.
-No! Que haces?... si algo pasa ambos vamos a...
-Callate! Estarás bien entendiste?
Apenas y salimos a la plataforma, en medio de ese gran espacio se abrió una puerta donde tres personas salieron, Kanda desenfundo su Katana y me dejó detrás de él.
-Buenas Noches... Allen Walker...
Escuchar mi nombre completo siendo pronunciado por él era aterrador, mis piernas querían traicionarme y mis sentidos estaban afectados, ese hombre era el Conde.
-Por fin podemos encontrarnos Allen!- era la misma voz de mi sueño.
La busque con la mirada y era una chica algo más pequeña que yo, cabello morado y piel grisasea, usaba un vestido, tenía apariencia aniñada pero su mirada era tan fría y vacía.
-Recuperaste tus recuerdos?- preguntó el último.
Era alto, cabello largo negro, tenia una sonrisa siniestra pero lo sentía más accesible, era más transparente que los otros dos.
-Así que ustedes son los Noah? - pregunte tratando de reponerme pero sin despegarme de Kanda.
-Cuanto tiempo chico...- saludo el de cabello largo.
-Tikky...
-Wow... Si me recuerdas...
-Bueno, como va a olvidar a los dos chicos que mataron a su preciado Mana- se burló la chica.
-Road...-susurre su nombre.
-Aunque es encantador este reencuentro necesitamos algo de ti Allen- se acercó el Conde.
-Alejate!- advirtió Kanda.
-Que es esto? Un alpha... o pero si tienes su aroma... - su voz se volvió fastidiosa- es tu alpha Allen?
Kanda le gruño en advertencia y esos tres se rieron, volvieron a poner distancia pero no nos quitaban la mirada de encima.
-Aun tenemos planes que completar Allen, pero la próxima vez que te veamos... será para llevarte con nosotros.
Escuchamos pasos venir hacia nosotros y eso los puso en alerta, volvieron a abrir un portal pero antes de irse Road se acercó a nosotros.
-Espero y hundas muy profundo en la desesperación a Allen, Kanda... -aunque esas palabras se las dirigió a el, su mirada no se apartó de mi.
En cuanto Lavi y Cross llegaron ellos ya se habían ido, quedé paralizado... estaba enojado y herido, ellos sólo me habían confirmado que sólo fui un ratón de laboratorio.
Kanda parecía dudar en que decirme, aún así no dejaba de tener esa cara de odio hacia mi, pero por lo menos no era lástima... con eso era suficiente.
-Que pasó aquí?! Que es este lugar?- preguntó Lavi escandalizado.
Pero ninguno de los dos contestamos, Kanda no dejaba de mirarme y ya se había convertido incómodo, pero cuando me tomo de la cabeza y me puso contra su pecho quede atontado.
-Dejalo salir... ya has aguantado mucho por hoy- apenas y entendí esas palabras me aferre a el.
Me abrace a su cuerpo y comencé a llorar, su mano sobre mi cabeza fue suficiente para mi, me sentía protegido y por primera vez sentí era colección que teníamos mucho más fuerte, tenía esa sensación de tranquilidad pero sabía que no era mía... por hoy, Kanda me había demostrado no me odiaba tanto como pensaba.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro