—¡Mi amor, mi amor, mira esto! —a lo lejos la linda castaña lo llamaba, con una bonita sonrisa adornando sus labios, dirigida únicamente a él.

A su novio.

—¿Qué pasó, princesa? —llegó a su lado, pasando un brazo por sobre sus hombros para que seguido de ello, un pequeño sonrojo se pintara en los mofletes de la chica.

—Aquí venden hámsters... —comenzó a jugar nerviosamente con sus manos, el chico ladeó la cabeza confundido, viéndola— hace algunos meses me habías dicho que querías uno y no pude dártelo porque no tenía el suficiente dinero para comprártelo, pero hoy sí.

Ten le sonrió con ternura, ¿en serio ella aún recordaba eso?

—Pero bebé, no hace falta que...-

Cortó sus palabras con un casto beso, sonriéndole después.

—Elige uno —casi ordenó la chica, y sin darse cuenta ya estaban dentro de la tienda.

El rubio solamente pudo reír avergonzado a la vez que cubría su rostro con una mano, sin despegar la vista de su novia.

Ella era tan linda.

Él no tardó en encontrar un hámster que le llamó la atención por su peculiar forma de comer una rodaja de pepino, rió al verlo, y lo señaló, quitando su mano de su rostro.

—Ese me gusta.

Lisa rápidamente llamó a la vendedora y ésta les alisto al hámster, hablándole de todos sus cuidados, lo que le gustaba, lo que no...

La castaña asentía a todo mientras anotaba cada detalle en las notas de su celular, y Ten simplemente estaba muy perdido, mirando lo bonita que se veía comprando una mascota para él.

La manera en la que sus ojitos brillan es única.

La manera en la que ríe es tan especial y pegadiza.

La manera en la que le sonríe acelera su corazón.

Y la manera en la que aquel castaño chico mira a su novia desde afuera de la tienda sonriendo y ella le devuelve el gesto, inquieta a éste mismo.

Las lágrimas empiezan a empapar sus mejillas, su pecho se comprime y duele, duele tanto.

Ten se remueve en su cama hasta al fin despertar, llorando como cada noche en que sueña que aquella linda castaña es su chica.

No es verdad.

No podía serlo porque ella lo quería, lo quería como a un hermano, pero no lo amaba como al chico que se detuvo a mirarla desde afuera de la tienda.

No lo amaba como a Kim Taehyung.

El chico que robó su corazón, sus suspiros, sus sonrisas, su cariño, su atención, sus besos, sus abrazos y todo de sí misma.

Todo lo que Ten tenía sólo en las noches, a la hora de dormir, en sus sueños...

No tenía alguna idea de algo soft, entonces les traje esto, ah. Espero que les guste. ^^