Capítulo 20.

La noche cayo sobre el pueblo de Stonewell, el pelinegro se sentía cansado después de un día tan largo y tan ajetreado, se encontraba sentado en una silla vieja aun costado de la ventana de la sala, le toca hacer guardia por la noche, sus ojos se mantenían abiertos por que aun en su interior sentía ese nerviosismo apoderarse de él, miro a Alan dormir en el piso de la sala, se encontraba más tranquilo desde que salieron del laboratorio, Freddy, Bryan y él capitán Mendoza dormían en una habitación cerca de la cocina, Samuel, Diego y Federico dormían en el piso de la cocina ocupando de almohadas las maletas que trajeron con ellos, Alonso dormía en una habitación detrás de donde el pelinegro se encontraba sentado.

Alonso se encontraba sentado en la orilla de aquella cama vieja, giro su cabeza hacia la puerta y entre aquella cortina delgada y vieja pudo divisar al pelinegro sentado sobre una silla con un arma entre las manos, el ojiazul llevaba observándolo esperando que aquel chico fuera a su lado a dormir, pero en ninguna de las dos horas que pasaron aquel chico llego a la cama, el ojiazul se paró de la cama y empezó a caminar despacio hacia el pelinegro, al estar detrás de él, deslizo su mano delicadamente sobre el hombro del mayor, el pelinegro se sobresalto poquito pero al ver que se trataba de Alonso se relajo por completo y entonces lo miro directamente a los ojos.

-¿Qué haces despierto pequeño?-(Pregunto Jos en susurros audibles y el menor suspiro y se sentó sobre el pelinegro y lo miro)

-Alonso vez a dormir, tienes que descansar para que mañana continuemos-(Susurro Jos y Alonso negó)

-Jos debe de dormir, Alonso esta bien-(Susurro el menor y Jos sonrió levemente)

Tomo a Alonso debajo de sus muslos y lo cargo, Alonso sonrió y envolvió sus piernas en la cintura del mayor, en un principio pudo resultar incómodo para el mayor aquella posición, pero se acostumbró sabiendo que solo hace aquello con el ojiazul, el sabía que Alonso estaba tentando sus sentimientos, pero Jos seguía obligando a su mente a que le dijera que solo era producto de su imaginación cuando su corazón ya ha dicho el sí al ojiazul. El pelinegro entro a la habitación y recostó al rubio sobre la cama y se acostó a su lado dejando de lado que tenía que cuidar de todos dentro del departamento esa noche, esa noche solo quería estar con el chico de cabello rubio y no entendía el por qué, tal vez por la paz que le transmitía, porque puede hacer que sus nervios se apaguen y se olvide de ellos, lo miro y con la tenue luz de la noche pudo ver su rostro demasiado cerca del suyo, el ojiazul lo miraba y entonces acaricio su mejilla delicadamente, Jos se estremeció a su contacto y se giró a él quedando de frente a su rostro, sus respiraciones se podían sentir cerca, aquella distancia es la mínima para que Alonso y Jos puedan disfrutar de sus labios uno del otro, Jos bostezo y Alonso lo siguió, el cansancio es notorio y ambos necesitan dormir.

-Descansa pequeño-(Susurro Jos y beso su frente para después abrazar al rubio)

-Jos me dejara en cuanto me duerma-(Susurro el pequeño entre le pecho del mayor y Jos negó)

-Esta noche me quedare contigo, esta noche solo estamos tu y yo-(Susurro a su oído y Alonso sonrió entre su pecho, para después dormirse tranquilamente)

Como prometió el pelinegro, esa noche se quedó con él, lo miro dormir entre sus brazos, él no pudo conciliar el sueño sabiendo que demás personas se encontraban en aquel departamento, miro la oscuridad y pensó en su padre "¿Qué estaría haciendo el ahora?" "¿Preguntara por mí?" lo que Jos no sabe es su padre se pregunta por él todos los días.

Fernando se encontraba dentro de su oficina mientras bebé un vaso de tequila, aquella culpa lo domina nuevamente, después de contactar el capitán Mendoza, unas horas después dio el aviso de que escaparían de Stonewell, la desesperación corría por todo su cuerpo, quería que su hijo estuviera bien, jamás se perdonaría si algo le pasara a Jos, miro una foto de su hijo y su esposa sobre su escritorio, suspiro y la tomo entre sus manos.

-¿En que momento deje que nuestro hijo se convirtiera en parte de todo esto?-(Pregunto mientras sus lagrimas rodaban por su mejillas)

Su dolor es demasiado grande y la culpa sigue estando ahí y seguirá ahí como una espina en todos los años siguientes. La puerta de su oficina se abrió dejando ver a Alfredo con los ojos hinchados y con un puchero en su boca, Fernando sabe que aquella noticia que les dio el Capitán Mendoza hace unas horas le cayó también a el demasiado mal, Alfredo camino hasta Fernando y se sentó frente a su escritorio, lo miro y suspiro.

-No puedo dormir-(Susurro y Fernando lo miro)

-Lo sé ¿Gustas?-(Pregunto y le ofreció su vaso de licor a lo cual Alfredo no se negó)

Tomo el vaso de Fernando y bebió el licor en este de golpe, suspiro al terminar y entonces lo miro.

-Extraño a mi hijo más de lo que piensas-(Dijo y entonces la culpa nuevamente cayó sobre Fernando)

-Perdóname por favor, sé que yo tengo la culpa de que no lo tengas en tus brazos, todo fuera diferente si tan solo el gobierno los hubiera aceptado desde un inicio-(Dijo y Alfredo negó)

-No tienes la culpa de que el gobierno no nos haya aceptado como somos, no tienes la culpa de nada, nosotros no tenemos la culpa de nacer así, el ser humano puede llegar a ser muy cruel-(Dijo y Fernando asintió)

-¿Crees que soy un buen padre?-(Pregunto Fernando de la nada y Alfredo suspiro)

-No puedo juzgarte por la forma en la que educaste al pequeño Miguel, ocultes lo que quieras ocultar, yo se que si amas a tu hijo-(Dijo bajito pero audible para los dos)

-Claro que lo amo, es mi hijo y es el único que tengo, solo espero un día me perdone por todo el daño que le cause-(Dijo y dejo salir sus lágrimas silenciosamente)

-Tenemos que esperar a que Mendoza se comunique, pero no puedo dormir, la maldita preocupación me tiene desesperado-(Dijo y Fernando asintió, el también esta muy preocupado y no solo por su hijo, está preocupado por todos)

Suspiro y se recargo en el respaldo de su silla, tallo sus ojos y los cerro por un momento, pudo conciliar el sueño mientras Alfredo no pudo y empezó a llorar en silencio para no despertar a su amigo.

Jos se puso de pie cuidadosamente de la cama sin despertar al chico rubio quien dormía plácidamente sobre la cama, miro su reloj militar en su muñeca y miro la hora, las cuatro cinco en punto marca el reloj, suspiro cansado y camino fuera de la habitación mirando a su alrededor, el sol empezaba a salir, Jos camino hasta la habitación en donde Bryan se encuentra y entro, Bryan dormía abrazado del chico de chinos y el capitán Mendoza dormía en el piso ocupando un trapo de almohada, el pelinegro se acerco hasta Bryan y toco su tobillo, el chico castaño se sobresaltó y abrió los ojos de golpe, suspiro al ver que se trataba de su amigo, salió de la cama despacio sin despertar al chico de chinos y ambos salieron de la habitación.

-¿Qué pasa?-(Pregunto Bryan en susurros y Jos suspiro)

-¿Puede continuar?-(Pregunto Jos y Bryan entendió que se refería a Freddy)

-Creo que sí, no ha sangrado más, pero aun esta débil, tenemos que tener cuidado-(Susurro Bryan y Jos asintió)

-Saldré a dar una vuelta para revisar el perímetro, tenemos que continuar, dame dos horas para encontrar otro lugar seguro-(Dijo Jos y Bryan asintió)

-Ten cuidado por favor Jos-(Dijo Bryan y Jos asintió)

Jos tomo un arma y abrió despacio la puerta del departamento, miro al pasillo y este se encuentra vacío, salió y empezó a caminar por le pasillo con el arma entre sus manos, escucho pasos detrás de el y se giro apuntando con su arma a la persona, bajo el arma cuando noto que se trata de Diego quien también portaba un arma.

-¿Qué haces idiota?-(Pregunto Jos un poco alterado, su corazón se acelero al haber escuchado aquellos pasos detrás de él)

-No dejare que vayas solo, yo solía salir de guardia antes de que me pasaran a cuidar de los laboratorios-(Dijo y Jos asintió un poco más calmado)

Ambos comenzaron a bajar las escaleras con cuidado, se cubrían la espalda y vigilaron que todos los pasillos estuviesen vacíos, al salir por la puerta del edificio corrieron a un callejón a un costado, empezaron a mirar por sus miras si no había algún francotirador escondido, al no notar nada, siguieron caminando con sumo cuidado de no encontrarse con alguien.

Algunos minutos de camino después, encontraron las bases de control de los francotiradores, aquellas bases que no los dejarían salir sin no recibir un balazo, se escondieron detrás de un árbol al notar que militares cuidaban la parte baja, Jos tomo su arma y miro por la mira contando todos los militares, Diego cubría su espalda, Jos bajo su arma y entonces se tiro al piso jalando a Diego, gatearon hasta estar entre la hierba alta, miraron a dos militares acercarse corriendo, Jos apunto con su arma por si se acercaban y los veían, Diego se tenso al ver que se acercaban a donde ellos se encuentran, después de unos minutos vigilando Jos disparo uno de aquellos hombre cayo al piso, Diego disparo al otro y es más que obvio que todos los demás militares se alertaron, se levantaron y empezaron a correr, disparos se empezaron a escuchar detrás de ellos, siguieron corriendo hasta llegar al callejón aun costado del edificio, Jos tomo de la mano a Diego y entro al edificio viejo, subieron los escalones de la escalera de tres en tres, llegaron al piso en donde se encuentran todos los demás y entraron corriendo al departamento, Diego cerro la puerta y se deslizo por esta hasta caer al piso, Jos se encontraba en el piso tratando de calmar su respiración, todos los demás dentro del departamento se asustaron por su llegada tan rápida, Jos se puso de pie y entonces Alonso soltó un chillido agudo.

-Jos, Jos tranquilo-(Dijo Bryan y miro el estómago de Jos)

La vista del pelinegro se desvió hacia su estomago y en un costado este sangraba, entonces después de bajarle la adrenalina cayó al piso, Bryan se acercó rápido y presiono donde sangraba, Alan llego corriendo con equipo y le ordeno a Bryan ingresarlo a la habitación que comparte con Alonso, lo llevaron y Alan le quito la camisa, Alonso entro a la habitación llorando, Jos le tomo la mano a Bryan y suspiro.

-Sácalo de aquí-(Dijo Jos y Bryan miro a Alonso, lo tomo de la cintura y lo jalo fuera)

El rubio intento quedarse dentro de la habitación pero no lo logro, cuando Bryan lo saco, Alonso corrió al baño de aquel lugar y se encerró mientras dejaba salir sus sollozos "Es tu culpa" "Es tu culpa" se repetía bajito mientras dejaba salir sus sollozos, limpio sus lagrimas y miro que sobre el lavadero se encuentra un arma, se arrastro hasta este y tomo el arma, la miro y entonces la alzo apuntando su cabeza mientras dejaba sus lagrimas salir y se culpaba de lo que le pasaba al pelinegro. Pero Alonso jamás tuvo la culpa de nada ¿O si?

Aquellas que vieron el tráiler de un inicio, haber si notan algo que en ese tráiler sale, en unas  horas más les publico el avance corto o tal vez lo haga largo, les dejo este por ahora, mis clases están por comenzar.