Estupefacta y sin comprender nada, me acerqué a Ryan.

-¿Qué está sucediendo aquí?

-Nada por lo que debas preocuparte.

-Bonita respuesta -respondí sarcástica, casi en un susurro.

Los tres nos sumergimos en un silencio. Ryan y yo debido a la situación inesperada que acabábamos de presenciar, pero Brian parecía pensar en algo muy importante, además de tener la mirada sobre mí. Comenzaba a inquietarme.

-Emmm... Bueno... Creo que iré a recoger leña para esta noche -murmuré.

-Te acompaño, quiero conocer un poco el bosque -se apresuró a decir Brian.

-Amy -me voltee sorprendida por el tono autoritario de Ryan -ya he conseguido leña, no hace falta que vayas.

Me tomó por la muñeca seriamente y comenzó a arrastrarme por un sendero, alejándonos de  Brian.

-Dame un minuto -le grité al chico desde lejos.

-Aquí no nos oirá... Si él te dice cosas bonitas, no te le acerques, si se pone meloso, mucho menos y si se te acerca demasiado, grita mi nombre.

-¿Y si no estás?

-No te preocupes... Estaré.

Mi espalda tocaba el cuerpo de un árbol y él se encontraba enfrente de mí casi acorralándome sin intensión. Apenas terminó de decir esas palabras y apoyó su frente en mi hombro mientras colocaba una mano en el árbol. Quedé plasmada pero no me lo quité, sabía que estaba con un embrollo en su cabeza, porque su mejor amigo con el cual había peleado se encontraba a unos cuantos metros de aquí. En un principio no me animé a preguntarle el por qué me advertía todas esas cosas imposibles de Brian, pero luego no soporté la curiosidad.

-¿Por qué no puedo acercarme a él?

-Es peligroso.

-Oh, vamos... ¿Qué me podría hacer Brian?

-Nada que tú realmente quieras pero que si tiene suerte, podrías llegar a querer...

-¿Qué?

-Quizá te haga ilusionar cuando en realidad solo está jugando contigo, o quizá necesite obligarte.

-¿Hablas en serio? ¿Brian haría algo como eso?

-Sí, soy su mejor amigo, lo conozco -se produjo un silencio incómodo.

-¿Tienes idea de por qué ha venido? -fue lo único que se me ocurrió preguntarle.

-Es por algo de lo que hemos hablado pero no te preocupes...

-Ryan...

-No te preocupes, en serio, es algo entre nosotros.

No me lo tragaba ¿Entre ellos? ¿Y por qué esos cambios de humor repentinos en él y ahora la llegada de Brian? 

-Hay algo que no quieres decirme... pero puedo ser de ayuda.

-Cuando necesite de ti, te lo haré saber... Tú solo has lo que te advertí.

Me lo dijo de una forma que me hizo enrojecer. Suerte que estaba de cara en mi hombro y no podía verme. Estaba muy nerviosa, demasiado y él corazón me latía a mil por hora. Supuse que Ryan lo sentía pero ¿Qué más daba en ese momento? 

-Creí que todo estaría bien, maldición... ¿Tú te has dado cuenta de que he peleado con él?

-Lamento informarte que se nota a kilómetros de distancia.

-Oh...

Dio un largo suspiro y se sintió más pesado. Claramente, verlo a Brian en este lugar le bajó todas las energías que tenía. Lentamente pasé mi mano por su cabello, acariciando las puntas sin definir, quizá se calmara de esa forma porque aunque no lo demostrara conmigo, estaba furioso.

-Tú... -comenzó a decir lentamente, pero fue interrumpido por otra voz.

-Siento sorprenderlos pero Ryan... Mi padre quiere hablar contigo -dijo Brian desde un lado del árbol.

Rápidamente nos separamos dando un respingo. Ni siquiera nos miramos, ya que en frío y volviendo a la realidad, eso había sido bastante vergonzoso.

-Amy, si quieres podríamos hablar un momento mientras paseamos ¿Te parece?

Ryan me observó de reojo y asentí. Fue para ambos esa afirmación. Le indiqué a Ryan que estaría bien, que no aceptaría nada extraño y que no dejaría que me obligue, sin embargo, creía que era absurdo lo que me había advertido.

-Vamos entonces.

Nos alejamos. Estaba nerviosa, muy nerviosa. Nunca había imaginado estar tan cerca de Brian, ni siquiera hablar con él pero... Aquí estábamos, en el medio de un bosque... solos. 

-Recién... ¿Interrumpí algo muy importante? -preguntó rascándose el cuello mientras que tenía la mano sobrante en el bolsillo de su pantalón y la camisa se levantaba un poco, mostrando piel. Una postura que habría matado a más de una chica, pero no fui la excepción... Eso me había hecho enrojecer.

-Claro que no... Solo... Em... 

-Te entiendo, se dejaron llevar.

-Sí -sonó más a una pregunta a lo que él rió cálidamente.

-¿Sabes? Ryan ha sido mi amigo desde pequeños aún con su carencia de expresión -reí ante esas palabras de las cuales estaba de acuerdo-, pero nunca lo había visto tan enfadado como ahora ¿Ya lo sabías? Nuestra pelea...

-Lo he notado pero... no sé nada de lo que les ha pasado. Sé que son cosas entre ustedes y no me parecería correcto entrometerme.

-Sé que no intentas hacerlo, solo buscas ayudar ¿No?

-Claro -respondí afirmando en una sonrisa.

-De todas formas, no es algo muy importante... No te preocupes por nosotros, en especial por Ryan.

-¿Qué? No me importa Ryan... Bueno, un poco pero... No como tú piensas...

-¿Y cómo pienso yo? -pregunto enarcando sus cejas.

-Supongo que... -fui interrumpida por pisadas.

-No me ha llamado nadie -masculló Ryan secamente por detrás de nosotros-. Tu padre no quería hablar conmigo.

-Qué extraño, quizá me confundí.

-Volvamos -dijo Ryan acercándose a nosotros y tomándome de la muñeca con fuerza. Estaba bien, lo comprendía y todo... ¡Pero tampoco era una muñeca de trapo!

-Espera, estaba hablando con Amy.

-Ella tiene que descansar ahora, luego continúas.

-Hey ¿Quién eres? ¿Su padre?

-No, alguien que se preocupa por ella.

Clavé la mirada a Ryan y me sonrojé ¿Qué se preocupaba por mí? Las mariposas amenazaban con perforar mi estómago y no sabía la respuesta. Supuse que solo lo decía para sacarme de allí, que solo había sido una excusa. Su apriete disminuyó y me deslizó a su lado.

-Bueno, parece que continuaremos hablando más tarde Amy, me ha encantado tu compañía -sonrió y fue inevitable no devolvérsela.

-A mí también me ha gustado mucho pasar un momento contigo, pronto hablaremos -respondí tímidamente. Intentaba buscar las palabras justas, es decir, Ryan me estaba tomado de la mano y mi corazón estaba a punto de salirse de mi pecho.

Cada uno tomó un lado distinto y en cuestión de minutos quedamos nuevamente solos. La escena del árbol entre ambos se reprodujo en mi mente ¿Qué buscaba mi cuerpo? ¿Matarme de los nervios quizá? Porque estaba que el corazón me latía a mil por hora. Bajé la mirada al desear tocar su suave cabello y tenerlo cerca de mi cuerpo... Esto no era normal ¿O sí? En ese momento comencé a preocuparme por estas extrañas sensaciones.

-¿Te ha hecho o dicho algo?

-No... ¿Por qué tendría que hacerlo, Ryan? Me estás preocupando -olvidé lo que sentía para poder enfrentarlo de una vez.

-Entiende, es algo de nosotros dos.

-No lo es, sino no me estarías advirtiendo de su comportamiento y preguntándome que me ha hecho. No quiero ser un muñeco de ambos.

-Es complicado de explicar -tartamudeó y se frotó el cuello.

-No conseguirás nada ocultándomelo a mí.

-Se supone que no puedo decírtelo Amy, es algo de Brian.

-¿Él tiene la intensión de contármelo?

-No lo creo.

-¿Entonces?

-Es algo de Brian... No puedo decirlo así como así. Por más que hayamos peleado, no puedo dejar escapar sus cosas por rencor.

-Está bien -me rendí. No podía ser persistente -. Tengo hambre ¿Podemos volver?

-Claro.

Mi mente no tenía más espacio para la confusión... ¿No me quería contar lo que sucedía? Bien, que no lo hiciera y ya.

~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Amy caminaba por delante mío mientras iba observando el paisaje que nos rodeaba. Deseaba poder decirle lo que quería saber pero no podía, a pesar de haber peleado con Brian, no iba a traicionarlo porque estaba seguro de que él tampoco haría lo mismo en mi lugar. Me había traicionado, sí, pero en otra cosa totalmente diferente.

-¿Me dirás por qué estás tan extraño conmigo? -preguntó deteniéndose en seco mientras que en nuestro alrededor se hallaban árboles demasiados altos.

-Porque sí... -parecía que sus dudas eran variadas.

-Esa no es una respuesta.

-Claro que lo es, me he decidido en... No lo sé, sigo siendo yo.

-Me tratas bien Ryan ¿Eso es normal en ti? -sentí una punzada pero no le di importancia, olvidaría esas palabras.

-Lo sé, es sumamente extraño pero acostúmbrate porque se me ha dado por ser más amable y no lo hago de vez en cuando.

Tenía miedo en escupirle la verdad, no podía resistirme tanto tiempo pero debía hacerlo, esto no solo me involucraba a mí, sino que arrastraba a Brian también.

Me observó de soslayo y se volteó para continuar su camino. Sabía cómo se sentía. Era torpe, inmadura, histérica, cabeza caliente pero lo inteligente no se quedaba atrás, se daba cuenta de las cosas, quizá algunas y era consciente de ello. Amy sabía perfectamente que estaba involucraba en esto pero decírselo solo nos perjudicaría a los tres e incrementarían los problemas.

Al anochecer, prendimos una fogata para compartir entre todos mientras asábamos malvaviscos. Era muy campamento de película pero era divertido. Alisson, la prima de Brian reía junto a Amy. Se podría decir que habían hablado casi toda la tarde y se caían bien, eso se veía a simple vista.  En cuanto vi a Alisson en el lago esta tarde, me había resultado conocida. No la había visto antes pero tenía varios rasgos de su primo. 

Brian me enviaba miradas de desprecio en cuanto yo me acercaba a decirle cualquier cosa que se me ocurriera a Amy. Estaba celoso de mí, era muy notorio. Siempre lo había estado, desde hace un año, casi dos, cuando me confesó lo que sentía.

"-Ryan... -susurró en el lavabo de hombres vacío de la escuela.

-¿Qué? -pregunté seco. Algo malo se avecinaba, lo conocía como la palma de mi mano.

-Juro lamentar esto pero no puedo evitarlo... -se cubrió el rostro con las manos, como agotado y luego las quitó.

-¿Qué sucede?

-Me gusta Amy O'Donnell.

Abrí los ojos con sorpresa, pues no me esperaba una noticia como aquella. 

-Sabes...

-Sí, lo sé... Por eso me arrepiento... -le interrumpí.

-Debes jurarme que no le dirás que te gusta -abrió los ojos como platos y asintió, era consciente de lo que esa confesión significaba.

-Lo siento... -repitió.

-No lo hagas, me siento peor que tú Brian, es solo que no puedo ayudarte -respondí mirando el suelo.

-Juro que no le diré como me siento, solo lo haré por ti.

-Gracias -le di una sonrisa sincera, se lo merecía, ya que no era de sonreír en aquellas épocas.

Pero la verdad, era que Brian no sabía lo que iba ser aguantar, probablemente había creído que sería demasiado fácil... Pero en realidad no..."

-¡Alisson! -gritó Brian-, ven un momento.

-Sí, claro, espérame Amy, vuelvo enseguida.

Esto no me gustaba, más bien, la mirada de Brian no me gustaba. Le susurró algo en el oído a su prima y este me dio una mirada triunfal. 

~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Alisson estaba junto a Brian... Ve a saber de qué hablaban, así que comencé a jugar con mis dedos esperando por los malvaviscos que yacían sobre un palillo de hierro, no lo poníamos sobre ramas, eso era antihigiénico. Ryan estaba sentado a unos metros de mí mientras que las seis personas mayores, es decir, los Cooper, mis padres y los de Alisson -tíos de Brian-. Los Cooper ya se conocían con los Hunter pero mis padres estaban conociéndolos en ese preciso momento.

Alisson volvió sonriente de la charla con Brian, y Ryan la siguió con la mirada en todo su trayecto, que no era demasiado, solo unos metros pero de todas formas, la observó ¿Quizá le parecía bonita? Lo era a decir verdad, si me comparaban... Bueno, quedaba hecha un poroto. Tenía el pelo ondulado castaño y con ojos grises que podrían hipnotizar a cualquier chico ¿Ryan podría caer bajo esa tentación? A veces parecía inmune a muchos aspectos humanos, quien sabe... Ella se sentó nuevamente a mi lado. Habíamos hablado mucho en la tarde y parecía ser una buena chica, me caía demasiado bien.

-Me han dicho que eres buena en los deportes -preguntó Alisson inesperadamente.

-¿En serio te han dicho eso? -pregunté sorprendida.

-Sí y que eres genial en ellos, deslumbras a todos -me guiñó el ojo y quedé pensativa.

-¿Quién te lo ha dicho eso?

-Oh, Brian... Le caes muy bien a mi primo ¿Sabes? Yo creo que harían buena pareja juntos -mis mejillas se enrojecieron y quedé con los ojos como platos. 

-Em... Yo creo que no debería pensar en eso -reí nerviosa ante mi respuesta estúpida. No sabía qué hacer. Observé a Ryan y él se percató de mi incomodidad.

-¿Qué sucede aquí? -preguntó juguetón mientras limpiaba sus manos en sus pantalones luego de estar sentado en una rama vieja. Sabía perfectamente que ese movimiento era un acto de nerviosismo en él.

-Solo hablábamos -se apresuró a decir Alisson en una sonrisa que indicaba "Cosas de chicas"

-Sí... -respondí aún abrumada.

-¿Te sientes bien Amy? -preguntó Ryan.

-Claro ¿Por qué estaría mal?

-Entonces, continúen con la conversación... Creí que te sucedía algo.

-Quédate junto a nosotras, no hace falta que te marches -dijo Alisson sonriente.

-¿En serio?

-Claro, solo decía que Amy y Brian harían buena pareja ¿No lo crees? Parecen perfectos el uno con el otro.

Ryan palideció por un segundo y me alarmé ¿Estaba celo...? No, claro que no. Lo que más me sorprendió, fue como esa "Charla de chicas" había pasado a ser "Charla de chicas con Ryan" Supuestamente parecía que no iba a decirle nada.

-Sí, claro -respondió entre dientes. Observó a Brian con odio, mucho odio y creí que iría hasta él y lo tiraría encima de la fogata para que quedara hecho cenizas.

No se dijo más nada, solo quedé pensativa... Ya Bruce y ahora Brian... ¿Estaba celoso? ¿De mí? Lo único que necesitaba era a alguien que me lo afirmara o me guiase pero... Con lo que sucedió a continuación, no tuve más dudas, ya ninguna me hacía suponer nada, todo quedaba muy claro y no supe que hacer...