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Capítulo 32: "Discúlpate"

Amy POV

La brisa golpeó como un remolino mi rostro y en ese momento desperté de mi ensoñación. Hacía unos cinco minutos que Alisson se había marchado repentinamente de la extraña y tensa conversación, dejando a una Amy muy perpleja y sin saber que rumbo tomar... No sé ni por qué hablo en tercera persona.

El punto es que un cierto momento, decidí volver a la cabaña donde probablemente Brian, Ryan y Alisson estarían encerrados ¿Nuestros padres? No se sabía dónde estaban, según Sarah, la dueña de la cabaña, habían ido a recorrer una zona bastante preciosa, pero decidieron dejarnos en el lugar porque Brian estaba básicamente soñando despierto (Producto del teléfono móvil y quedarse hasta tarde), Alisson era demasiado quisquillosa y yo y Ryan estábamos en algunos aprietos con mi padre.

Cuando pasé la puerta principal, me encontré con un aroma a fresa descontracturante que me relajo, no sin antes recordar continuamente la conversación con Alisson. Me dirigí instantáneamente casi sin pensar a la habitación compartida y caí en la cama como un saco de papas que lanzan desde diez metros. 

La mente estaba trabajando demasiado deprisa y los sentimientos habían cambiado sorpresivamente de un momento a otro. Estaba feliz con Ryan y al instante ya estaba amargada por Alisson.

Pero ¿De veras que yo le había escupido tantas cosas de una sola vez? Eso solo significaba una cosa que no era nada buena... Mi lado oscuro.

Muy pocas veces la había dejado salir. Digamos que cuando era más chica, en la escuela era un blanco fácil para algunas compañeras que lo único que hacían era alabar a la Barbie de Brianna, una Alisson actual pero aún peor. El punto es que vivían molestándome por razones inexistentes, que de igual forma, sigo manteniendo que un cincuenta por ciento era porque me juntaba con Ryan a pesar de que me llevaba tremendamente mal con él, hasta que exploté y con la ayuda de Bruce terminé por jugarles bromas sucias y terroríficas a esas chicas. La Amy oscura se había propagado en mi interior. Y no fue fácil quitarla, el hecho de saber que no se iban a disculpar por ninguna humillación hacia mí, me hacía cabrear aún más e incitaba a más venganza. Claramente el que me rescató fue Ryan. A pesar de que me lo había dicho de mala manera como era de esperar viniendo de él, me gritó en una reunión en mi casa que dejara de ser tan insoportable en la escuela solo porque los demás sabían que me juntaba con él y su reputación bajaba. Cruel pero eficaz.

Desde ese momento, la satisfacción de hacer que la otra persona sienta lo mismo que me hizo sentir a mí, se apagó.

Hasta ahora.

Quizá se comprende mi situación, no me lo había buscado y por lo que parecía, aún continuaba siendo un blanco fácil para quien necesite descargarse como si fuese un saco de Boxeo.

Pero iba a intentar que lo entienda de una vez por todas.

Pasaron unos diez minutos hermosos donde mi mente dejó de funcionar quedando en blanco y la habitación estaba completamente en silencio. Fueron unos minutos que no iba a olvidar, pero como siempre, alguien interrumpió.

Temí que fuese Alisson y me preparé para escuchar todo lo que tuviese que decir, pero cuando me senté en la cama y me voltee a ver, Brian estaba de pie bloqueando la puerta como si un fantasma lo estuviese persiguiendo.

Me paralicé por el terror en su rostro.

-¿Qué rayos sucedió Brian? -pregunté respirando rápidamente.

-Alisson... Ella... Como decirlo... -se pasó la mano por el cabello. Parecía desorbitado.

-¡Habla de una vez! -grité ¿Qué tal si se había hecho algo malo por mi culpa?

-Aunque no me lo creas... Alisson ha estado llorando.

Apenas oí esas palabras, dejé que el aire contenido se fuera de mis pulmones para relajarme otra vez, algo que sería bastante difícil.

-¿Te alegra? -preguntó confuso.

-No, es solo que pensé que era algo mucho peor.

-¡Eso es algo horrible! ¡Como el Apocalipsis!

-No comparemos... -sugerí.

-Bien... Pero comprende esto... La última vez que la he visto llorar, fue cuando Paul le envió ese mensaje que la destrozó... ¿Tú estás implicada en esto?

-Supongo que sí. He hablado con ella y no tuve remedio que decirle muchas cosas por impulso que le habrán herido.

Brian miró al suelo y restregó el pie por una parte del suelo, como si estuviese limpiando una gota de agua. Lentamente se acercó a la cama y se sentó a mi lado. Ahora podía verle las manchas oscuras bajo sus ojos y la expresión entristecida. Alisson era su prima, y perra o no, la quería. Abrí la boca para disculparme pero Brian se adelantó.

-Lo siento -dijo.

Tardé en responder, mirándolo perpleja: -¿Por qué te disculpas tú?

-Todo esto es culpa mía, si yo nunca le hubiese dado el número de Paul... No, si ni siquiera la hubiese invitado a una fiesta donde no se sentía cómoda, esto no hubiera ocurrido y sería la misma Alisson de antes... Ahora arruina todo con su mal humor.

-Es el destino Brian ¿Tú que ibas a saber que sucedería tal situación? Solo querías que Alisson fuera feliz ¡Y lo fue! mientras duró, pero a veces las cosas suceden por una razón, para que aprendamos a superarlas y a ser fuertes, cosa que ella no pudo conseguir aún -me sorprendí de mí misma por tal análisis pero no dije nada.

Brian se quedó pensativo mirando sus largas piernas mientras que tenía las manos en sus bolsillos. No hacía falta que contestara pero igualmente, lo hizo.

-De todas formas, lo siento -en cuanto terminó de pronunciar esas palabras, clavó su bonita mirada en la mía y me besó en la mejilla.

Quedé paralizada ante esa acción de su parte y se levantó caminando naturalmente hasta la puerta en una risa.

-Tranquila, fue un beso amistoso... No soy un chico suicida -reí ante el comentario y se marchó. Imaginé a Ryan corriendo a Brian e intentando ahorcarlo... Fea imagen.

Así que Alisson estaba que lloraba por mi culpa. Realmente le había afectado mis palabras y no sabía si alegrarme o ir a consolarla.

Sorpresivamente, ya me estaba encaminando para llevar a cabo la última opción.

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Alisson POV

Este muelle destartalado me daba asco, incluso sentarme en él me producía repulsión ¿Cuantos insectos podían haber estado caminando en él? De todas formas, ya no le daba importancia. Las lágrimas me impedían observar así que daba igual. Observé mis manos en mi regazo echadas sin fuerzas sobre mis muslos y la voz de Amanda en mi mente. Llamarla por "Amy" en mi interior me generaba más odio, sin embargo, no podía terminar de sentir ese rechazo completamente por el simple hecho de que cada vez que hablábamos, solamente me escupía aquella realidad que tanto guardaba en mi interior.

Tenía razón en casi todo. Había detalles que ella no sabía, pero que de igual forma no importaban. Jamás iba a superar ese amor de Paul. Jamás iba a ser cordial con nadie, porque probablemente se alejarían en un futuro como él lo había hecho. Si mi amor se había marchado, una relación de amistad lo haría más rápido.

Excepto Brian, mi primo que era además de un familiar, un gran amigo en el cual si podía confiar.

La sonrisa de Paul estaba grabada a fuego y cada vez que veía una pareja, su imagen se reproducía en mi mente una y otra vez, como una especie de auto tortura no intencional. Quería que se borrase de una vez por todas, pero no lo conseguía y la rabia sobre mi misma me enfurecía.

Todo me enfurecía.

Pero en mi interior se produjo un estallido cuando cometí el error de hablar con Amy la última vez.

Realmente había creído que ella era una más de aquellas que iban a terminar llorando por mi duras y crueles palabras, pero en cambio, la que estaba llorando era yo.

El aire era limpio y fresco, algo que realmente me había gustado de esta insoportable reserva. Digamos que solo había venido por obligación, y la verdad es que había resultado un viaje totalmente horrible. Si no podía ver a las parejas, menos iba a aguantar una de dos cursis en potencia.

Dirán que horrible persona ¿No? Era consciente de que mi persona era cruel pero cuando el furor se extendía sobre mí, me molestaba absolutamente todo. Estaba tapada por la oscuridad... y ahora, por la tristeza.

Algo me llamó la atención y me voltee por impulso.

Amanda estaba detrás de mí observándome con pena... Desee que cambiara esa expresión para no volver a discutir con ella.

-Alisson, lo siento -dijo con una voz ahogada-. No quise herirte ni que tampoco terminaras de esta forma.

Su cabello castaño voló al compás de la brisa y su camisa a cuadros se removió. No sabía si realmente era así de buen corazón o solamente quería agradar a todo el mundo, pero me enervó, porque a pesar de todas las cosas que le había dicho, ella sentía que era culpable.

-No me has herido -negué.

-¿Entonces lloras por el viento? Dime ¿De qué rayos temes? -preguntó sentándose a mi lado.

-¿Otra vez lo mismo? Pareces no comprender que te odio.

-No me odias -se notó la inseguridad de su voz, pero de todas formas no continué insistiendo porque tenía razón, no la odiaba.

-De todas formas, vete.

-¿Tienes amigas?

-¿Quién no?

-Ellas no saben de todo esto ¿Verdad?

-¿Te importa?

-Sí, jamás has recibido ayuda ¿No has pensado que quizá es por eso que no puedes superarlo? -preguntó. Claro que lo he pensado, pero no me atreví jamás a hacerlo.

-¿Y qué? ¿Tú harás de mi psicóloga?

-¡Ya basta! Me he cansado de tus malas contestaciones, no me interesa si no quieres que te ayude, pues lo haré igual.

Me tomó del brazo y me clavó una mirada enfurecida. Desconocía a Amanda de esa forma y me aterroricé.

-¿Qué sucedió realmente con Paul? Di la verdad de una buena vez y quítate esa mochila que arrastras desde hace tiempo tú sola ¡Por el amor de Dios Alisson!

Una lágrima se escapó de mi interior y rodó por mi mejilla antes que pudiera detenerla. La mochila de mi espalda pesó aún más, queriéndose aferrar en mí. Por más que sintiera este enojo hacia Amanda, sabía perfectamente que era alguien de quien fiar para que me ayudase, era solo que... No quería repartir mi pena por doquier.

Tomé aire, preparándome para recordar a Paul con tanta intensidad que mucho tiempo había intentado olvidar. Miré mis manos y dejé que solamente fluyera todo. 

-Supongo que Brian te ha contado gran parte de la historia, pero no toda. Sí, he ido a una fiesta en la cual ni encajaba, me encontré con Paul, un chico que había venido de Panamá solo para asistir a esas fiestas que hacia mi primo y entablé conversación con él. Todo fluyó de maravilla, incluso siempre había creído que jamás iba a poder hablar con un chico súper guapo como él lo era, pero lo había conseguido sin ningún problema y eso me hacía atraer más. Un día después de la fiesta... le pedí a Brian que me pasara su número, pues él solo se iba quedar un par de semanas. Con temor hablé con él y mi primo me preparó una salida cuando notó que todo había marchado más que bien... -Amanda observaba el lago pero estaba atenta a mis palabras. Agradecí que no me observara con pena, algo de lo que siempre había temido que hicieran una vez que contara mi historia-, Me sentía en una película, cuando Paul apareció con una sonrisa bellísima y mis mejillas se acaloraban preguntándome que hacía yo saliendo con un chico como él. Sus palabras me lo respondían todo y me hacían sentir una mujer única. Pasaban los días, me enamoraba y sabía más cosas de él, como que por coincidencia, su hermana menor Tabatha era una amiga mía a distancia, algo que ambos no sabíamos... Luego me contó de sus tres amigos, de cuanto surfeaba en Panamá, los emprendimientos de su padre y que no tenía buena relación con él, de sus fiestas y demasiadas cosas que me encantaba oír cada vez que nos veíamos. Aunque aún estoy arrepentida.

-¿De qué? -preguntó Amy.

-De notar tan tarde que era el... típico mujeriego -el peso se estaba evaporando por primera vez en mucho tiempo-. Mientras salíamos, observaba a otras mujeres y perdía la mirada o concentración en todo momento. Se lo dije, pero solo conseguí que se molestara y que por primera vez me sintiera dolida. Pensé que me dejaría, pero todo continuó por donde estaba, con incomodidad por mi descubrimiento. Estar con alguien y saber que no eres la única que observa... ¿Puedes imaginarlo? Fue horroroso, pero lo quería en tan solo una semana de habernos conocido, y creí que él también lo hacía hasta que un día antes de que partiera, cuando iba de visita a su departamento...

-Creo que puedo imaginarlo, no hace falta que lo menciones.

-No, quiero hacerlo y de una vez quitarme todo lo que siento... Él estaba... Con otra chica. Si mal no recuerdo, era su vecina. Al oír mis pasos se habían despegado de ella y se echó a correr detrás de mí pero para su mala suerte, ya me había adelantado y las puertas del ascensor se cerraron, llevándome con ellas la última mirada desesperada de él, intentando llegar a ellas... Intentando llegar a mí. Ese día lloré como nunca antes lo había hecho y para mi sorpresa, no sentía odio alguno, sino que quería convencerme de que estaba soñando y de que Paul me quería. Claro que no surgió efecto. El día pasó completamente, incluso Brian me llamó preguntando a qué hora partiría Paul. No le comenté nada sobre lo ocurrido, porque no quería que ambos se pelearan por mi culpa, así que le dije la información de su partida a Panamá. Pensé en que ya inventaría algo para no asistir a su despedida en el aeropuerto... De todas formas, a Paul no le habría producido nada que estuviese o no allí, porque luego de aquel episodio, ni siquiera llamó a mi número para disculparse... no pasó por mi hogar... ni siquiera recibí un mísero mensaje. 

Sentía mis manos mojadas hasta que noté que estaba llorando demasiado. Las lágrimas eran las que estaban contenidas durante tanto tiempo en mi interior.

-En fin, Paul partió y el único mensaje que recibí más tarde, fue el que decía: "Lo nuestro nunca existió" y perdí la amistad con su hermana Tabatha.

Amy se removió en su lugar, mirando al lago.

-No te tengo lástima -fue lo que dijo.

Para otra persona, quizá hubiese tomado a mal esa contestación, pero para mí fue algo bueno y la sinceridad que había en su voz me tranquilizó. Ambas sonreímos con pena.

-Brian omitió algunas partes... Quizá porque nunca las ha sabido, pero ambas versiones resultan un tanto dolorosas. Alisson... Eres inteligente, por lo tanto estoy segura de que sabes a la perfección que el camino que has elegido para intentar despegarte de sus recuerdos fue el incorrecto.

-Lo sé, pero no puedo hacer nada. No los soporto... A ninguna pareja. Saber que están tan felices juntos y que la confianza solamente durará un tiempo para que al final todo se derrumbe me...

-No todos somos como Paul, incluso estoy segura de que en donde esté, siente arrepentimiento por haberte lastimado. Lamento haber estado tan cerca de Ryan frente a tus narices, no lo he hecho con esa intención...

-No tienes que justificarte, en tu lugar haría lo mismo, es solo que ya no lo aguanto.

-Estoy segura de que te controlarás, incluso encontrarás a alguien mejor... Solo debes darle la oportunidad a alguien que realmente conozcas. Debes pensar que en una o dos semanas ya estaban juntos tú y Paul, no le dieron tiempo a conocerse del todo. Quizá ahora si puedas hacerlo.

-Me lastimarán otra vez.

-¿Piensas que no estás preparada para enfrentarlo una vez más? Lo creas o no, ya no volverás a cometer el mismo error.

Quizá tenía razón... No lo había pensado de esa forma. El silencio nos invadió. Mi interior estaba limpio, como si toda esa presión se hubiese marchado en forma de palabras. Amy tenía toda la razón, el simple hecho de aguantarlo sola era lo que me lastimaba, no solamente mi pasado, sino que encerrarme en mi misma y no confiar en nadie. Contárselo a Amy, quien conocía poco fue algo bueno, porque ella no era mi amiga ni tampoco lo iba a hacer, por lo tanto, fue mucho más fácil de lo que había imaginado. 

-Lo siento mucho -las palabras quedaron atragantadas en mi garganta y volví a llorar, pensando en todos los males que había hecho.

Las lágrimas volvieron a amontonarse en mis ojos y lloré un largo rato con Amy a mi lado que no emitía palabra. Solo había colocado una mano en mi hombro, lo justo y suficiente para sentir que no estaba sola. Estaba hecha un desastre, pero no me importó, quise que esas lágrimas cayeran al lago para que se mezclen con el agua y no vuelvan a estar dentro de mí. 

No iba a borrar mi pasado, pero estaba dispuesta a superarlo y debía comenzar remediándolo con Amy y Ryan.

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