El agua del lago repiqueteaba continuamente mientras el sol alumbraba desde lo más alto del cielo. La madera del muelle ya se me hacía incómoda en el trasero por la cantidad de tiempo que estaba allí, pensando en la idiotez que había hecho. En cuanto apenas había llegado, mi contestación a Alisson me había resultado excelente pero cuando intenté calmarme y por fin lo había conseguido, noté que ella estaba obteniendo lo que buscaba.

Alterarme hasta perder los estribos.

Sin darme cuenta, ante esos pensamientos, movía efusivamente los pies en el agua, creando aureolas que desaparecían con la distancia y alejaba a algunos renacuajos. No sabía que iba a hacer en cuanto la tuviera en frente nuevamente, probablemente me arrancaría del cabello hasta dejarme calva pero sorprendentemente no le tenía temor. Era más bien la Amy oscura. El problema, no era demostrárselo a Alisson, ya que si no tenía opción, algo debía hacer... El original problema, era Ryan.

¿Qué iba a decir si me veía de esa forma? Siendo una perra con la persona que había quebrado mi paciencia por más de dos semanas completas.

Bueno, eso suena lo más lógico pero no quería perder mi forma de ser, no delante de Ryan.

Hablando de Roma, oí pasos por detrás de mí.

-¿Dónde rayos te habías metido? -dijo él entrecortadamente.

-Aquí, nada más que este muelle.

-Te he estado buscando por más de quince minutos.

-Lo siento, necesitaba despejarme.

-Lo sé, aunque aun no comprendo tu reacción.

-Me ha carcomido el alma desde que pisó la reserva y se "interesó" por ti, creo que mi reacción es lo más lógico -dije, intentando que parezca algo recurrente. Como si la Amy oscura nunca hubiese salido antes de su interior.

-No hablo de eso, Amy, hablo de ¿Peter?

-Paul, y no lo conoces... Ni siquiera yo lo conozco.

-¿Quién es? ¿Por qué lo nombraste y por qué Alisson estuvo a punto de clavarte un tenedor en la cabeza? -le envié una mirada con los ojos en blanco-. Bueno, exageré un poco.

-Primero, Paul es alguien que forma parte del pasado de Alisson... De ese pasado que nos tortura a ambos, y segundo, antes de que preguntes, es lo que iba a decirte sobre Alisson cuando llegamos.

-Es cierto, al fin y al cabo, hemos estado tan distraídos que nos hemos olvidado de nuestros problemas. No es bueno lamentarse por ello. No importa, dime lo que sabes.

Suspiré mientras Ryan tomaba asiento a mi lado y observaba el agua que se movía al compás de mis pies. Comencé a hablar y le conté absolutamente todo lo que sabía que me había comentado Brian. Desde la fiesta, hasta el humillante mensaje de texto que lo definía como un cobarde a Paul. Reposé mis manos en mis piernas, esperando una reacción de su parte.

-Eso no le da derecho a tratarte como lo hace -fue lo único que respondió seriamente.

Estuve de acuerdo con él, pero Alisson no era un robot manipulable y tampoco podía borrarle la memoria como para que me tratase como era debido.

-Creo que esconde algo, no lo sé, siento que hay algo en lo más profundo de su ser que ni siquiera ella intenta recordar para no lastimarse, como si necesitase desahogarse.

-Quizá tengas razón, casi siempre la tienes, la pregunta es ¿Qué es lo que necesitaría decir?

El silencio volvió a rodearnos y el sonido del agua se hizo presente ante nuestros oídos. No podía responder a aquella pregunta. Ninguno de los dos podía responderla, pero de todas formas, intentamos olvidarnos, como siempre.

-Ven -dijo, pasando sus brazos por mi cintura y atrayéndome más cerca.

-Tres días solamente.

-Sam me matará.

-¿Samuel? ¿Tu compañero de Química? -Ryan se quedó observándome con una sonrisa torcida estampada en su rostro.

-Sabes hasta con quien me sentaba -susurró en mi oído-. El punto es que habíamos hecho una apuesta.

-¿En serio? -intenté parecer relajada, esperando a que no se tratase de esas novelas románticas en las cuales los chicos hacían una apuesta para ver quien enamoraba a la chica primero para luego dejarla.

-Sí, habíamos apostado que ninguno se enamoraría o al menos no estaría con una chica durante las vacaciones -dijo sonriente.

-¿Por qué tal apuesta?

-Somos hombres, es nuestra naturaleza.

-¿Apostar o estar con chicas?

-Quizá ambas.

-Tú ya estabas enamorado -murmuré con una sonrisa.

-Pero eso Sam no lo sabe.

-¿Y ahora perderás la apuesta?

-Exacto... Quedaré calvo.

-¿Qué rayos estás diciendo Ryan? -pregunté sobresaltada ¿Había apostado un corte total de cabello? ¿Era idiota? 

-Es broma, tranquila -respondió descostillando se de la risa mientras le golpeaba fuertemente el brazo.

-Casi me matas del susto.

-Además, no puedo dejar que mi marca se vea, sería vergonzoso.

-Yo creo que es bonita -susurré.

Hubo una pausa en la que solo miré el agua cristalina y a continuación sentí sus labios en mi cabello, depositando un tierno beso.

-¿Tú no tienes nada de lo que te avergüenzas? -preguntó Ryan.

-Em... mi sexto dedo del pie.

Ryan palideció.

-¿Tienes uno? 

-Es broma, tranquilo -dije repitiendo sus palabras entre risas.

La venganza resultaba deliciosa.

-----------------------------------------

Durante el rato que le continuó, no habíamos hablado de casi nada importante, solo eran bromas tontas y algunas curiosidades que nunca antes había sabido de Ryan, como sus gustos musicales, que en la mayoría de exámenes se copiaba a pesar de saberlas -según él las sabía pero no tenía ganas de pensar-y variedad de asuntos que jamás había mencionado antes. Había resultado bonito ese momento, ya que se descontracturó aquella situación tan penosa y humillante con Alisson.

Pero hablando de roma...

-Tengo que hablar contigo -me voltee a dónde provenía esa voz y encontré a la pobre de brazos cruzados a mis espaldas.

-Espera.

Susurré a Ryan al oído que debía marcharme pero intentó retenerme diciendo que sería un error ¿Acaso Alisson era tan terrorífica? Le hice una seña para que comprendiera que debía ir. Sin más, se volteó hacia el lago.

Alisson observaba con curiosidad aquella escena y en cuanto me puse en pie, se centró en mí.

-¿Qué es lo que quieres? -pregunté.

-Alejémonos un poco de aquí.

-No me matarás ¿Cierto?

Alisson no respondió pero pude distinguir una pizca de humor en su rostro, como si sintiera la necesidad de continuar con la broma pero recordara que era su "Enemiga".

Comenzamos a marcharnos por el mismo camino en el que nos habíamos escapado con Ryan el día anterior. Observé a Alisson por delante de mí. No había notado que era tan delgada, con caderas tan finas... No como las mías, quizá debía bajar un poco de peso pero en cuanto me tocaba la panza, notaba un poco de piel sobresalida.

-¿Qué haces? -preguntó. Me detuve a pensar y me di cuenta de que me estaba tocando el estómago, con una mueca. Que vergüenza.

Se volvió en una risa silenciosa y continuó camino. Sus piernitas se torcían de vez en cuando con las raíces de los árboles.

-¿Por qué tan lejos? ¿De veras piensas matarme? -dije.

-¿Por qué has mencionado a Paul? -su rostro ya no mostraba burla o sentido del humor, sino seriedad y una furia que afloraba.

-¿Tanto te molesta?

-No respondas con preguntas.

-¿Qué paso entre tú y Paul? -las palabras salieron por sí solas y no sabía si arrepentirme o no.

-¿Te importa?

-A pesar de que sea sarcástico, te responderé que sí.

-¿Qué te hace pensar que te lo contaré a ti?

-¿No lo has hablado con nadie? Te entiendo, Paul ha sido un estúpido, pero eso no te da derecho a tratarme de esta forma.

-Tú no me entiendes y nadie lo hará... Son todos unos ilusionados que creen que la vida es color de rosas y que se puede confiar de todo el universo cuando en realidad...

-¡Ya cállate! -grité, Alisson dio pasos hacia atrás, sorprendida-. ¿Te crees que eres la única a la que han rechazado en el mundo? ¡Hay personas que realmente sufren por cosas importantes e incluso lo pueden llegar a superar! A ti solo te quebraron el corazón pero no te lo destrozaron, porque si así hubiese sido, no estarías aquí, sino que aún estarías encerrada llorando por él... Espera ¿Realmente eres tan egocéntrica que piensas que la única realista eres tú? ¿Crees que me casaré y tendré hijos con Ryan? ¿Crees que no he hablado esto con él? Ruego que en mi futuro se encuentre, pero realmente no sé lo que me deparará, solo somos adolescentes que nos veíamos de reojo de niños y terminamos de esta forma; recuérdalo, soñar es gratis, solo debes mantener el realismo siempre presente. Lamento mucho que hayas terminado mucho de esta forma con Paul, jamás lo hubiese querido por más que no te soporte, porque en tu lugar, a mí me hubiese destrozado, pero en vez de tenerle rencor a todos, podrías empezar a superarlo y vivir tu vida.

Alisson abrió mucho los ojos, que estaban suavizados y los ojos se le llenaron de lágrimas que parecía que iban a resbalar por su mejilla. No sabía si había tocado algo en ese corazón congelado pero una reacción había tenido y eso era bueno. Hizo una pequeña sonrisa, y se marchó, dejándome atrás en medio del bosque caluroso. Cuando levanté la mirada, allí estaba la marca en el árbol que habíamos hecho aquella mañana con Ryan y pensé cuanto deseaba que él estuviera a mi lado hasta el día en que mis ojos se cerraran definitivamente.

Alisson había pensado lo mismo, pero no conocía a Paul y fue totalmente destrozada, pero eso podía cambiar, quizá, si alguien le abría los ojos.