Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 3: "Un viaje insoportable" Parte 2

Estaba recostada en mi asiento y podía notar que el cielo comenzaba a oscurecer a través de la ventana.  Lo único que sentía era aburrimiento. Ya quería llegar a la reserva Roshmore y el viaje me parecía eterno. Me digné a levantarme y coger un vaso de agua para aclarar mi garganta, no había tomado nada en dos penosas horas, pero cuando caminaba hacia mi asiento para volver a sentarme, oí una explosión y mi corazón se detuvo. Maldición ¿Qué rayos sucedía? La caravana se tambaleó de un lado a otro y divisé a mi padre intentando mantener el control ¿Iba a morir? Lo siento, me corrijo ¿Iba a morir junto a Ryan? ¡Eso sería horroroso! Me sostuve de una baranda para no caer hasta que la casa rodante quedó en paz, estacionada al costado de la carretera.

-¡Maldita sea! ¿Justo ahora debía suceder? -gruñó mi padre mientras golpeaba el volante con enfado.

-No te preocupes, lo arreglaremos -intentó calmarle el señor Cooper.

-Esto es fantástico -dijo sarcástico mi padre-. Revisé los neumáticos antes de partir... No puede ser que haya estallado uno.

Quise lanzar un pequeño resoplido, pero me lo guardé. Sí un neumático había reventado y estábamos varados hasta que lo cambien, eso haría que el viaje tardara aún más. No era mi día de suerte.

Mi madre y la señora Cooper, continuaban parloteando a pesar de que ya había pasado un par de horas, sabía que no se cansaban y no lo harían jamás. Por otro lado, mi padre y el señor Cooper, se preparaban para salir y cambiar el neumático arruinado.

-Ryan, querido ¿No ayudarás a tu padre? -preguntó su madre.

-Sí -dijo levantándose de su asiento.

Observé como caminaba hacia la puerta y bajaba por la escalerilla con desdén. La rueda dañada se encontraba de mi lado, así que podía ver todo lo que hacían desde la ventanilla. Él tenía una expresión... Bueno, carecía de alguna pero en aquel momento se encontraba rígido e indiferente. Se posó al lado de nuestros padres que maldecían en voz alta y observaba como ellos trabajaban, al parecer no tenía la intención de ayudar demasiado. El señor Cooper le ordenó por sobre el hombro que fuera a buscar el neumático de repuesto que se encontraba en la parte trasera de la Caravana, así que él se movilizó hasta allí, haciendo que yo lo perdiera de vista. Mi teléfono vibró en mi bolsillo y me dispuse a ver qué es lo que le sucedía. Un mensaje de Gerty apareció en la pantalla. Creía que solo iba a hablarme cuando llegará ¿Qué había pasado?

Gerty: "¿Y? ¿Cómo va tu viajecito?"

Yo: "Apesta, gracias por preguntar"

Gerty: "Oye, estás viajando con Ryan, deberías estar más contenta"

Yo: "Sí, claro y también saltando de la alegría... Es Ryan de quien estamos hablando, Gerty"

Gerty: "Bueno, bueno... ¿Ahora mismo que estás haciendo? :D"

Yo: "Estoy en la casa rodante mientas tratan de arreglar un neumático que estalló en medio del viaje"

Gerty: "Que mala suerte :S"

Yo: "Ni me lo digas"

Gerty: "Oye... Había olvidado contarte algo"

Yo: "¿Qué sucedió?"

Gerty: "¿Sabes quién ha estado preguntando por ti? ;)"

Yo: "No tengo idea ¿Quién?"

¿Alguien preguntando por mí? ¿Qué rayos? Volví la vista al teléfono y me quedé paralizada al ver en nombre en la pantalla.

Gerty: "Brian :D"

Yo: "¿Es una broma?"

Gerty: "No lo es, estuvo preguntando si tú irías a la fiesta del Sábado antes de que se suspendiera ¿Qué significará eso? :O"

Yo: "No te hagas ilusiones, probablemente quería que le dijera algo a Ryan"

Gerty: "¿En una fiesta? Vamos Amy, no des excusas, sabes que siempre Brian te ha observado"

Yo: "No digas tonterías ¿Por qué me observaría a mí?"

Gerty: "Sabes que tengo razón... Además, tú también le has estado observando muchas veces cuando pasaba a tu lado en el instituto ;D"

¿Qué? Justo cuando iba a escribir algo en mi defensa, sentí que alguien me arrebató de un tirón mi teléfono celular. Al levantar la vista, me di cuenta de que se trataba de Ryan, sí, otra vez él.

-Devuélveme mi móvil -dije intentando arrebatárselo.

-No ¿Están hablando de Brian? ¿Mi amigo? Vaya... -me llevaba una cabeza y media, por lo tanto, me era imposible sacárselo. Estaba leyendo mis conversaciones privadas con Gerty a mis espaldas y eso era malo, muy malo.

-¡Devuélvemelo! ¿Qué no entiendes? ¿Por qué invades mi privacidad? -pegaba pequeños saltitos pero no llegaba.

-¿Dice que lo observas cada vez que pasa a tu lado? No sabía de esto, O'Donnell... -me observó fijamente mientras esperaba una respuesta de mi parte.

-No pienso contestarte a ti, no te importa lo que yo haga... Jamás te ha importado.

-Justamente porque Brian es mi mejor amigo, deberás decirme las cosas tal y como son.

-Disculpa pero ¿Desde cuando tienes tanto interés en hablar conmigo?

-Te corrijo, no tengo interés en ti, sino en mi amigo.

-Oh lo lamento tanto -dije actuando sorprendida y con una mano en el corazón-. No sabía que tenías una relación con él, no diré nada si no quieres, lo guardaré en secreto -le guiñé el ojo y reí internamente.

-Basta de bromas O'Donnell, contesta... ¿Te gusta Brian o no? -su mirada fría me congeló pero no iba a dejar que me sacara las palabras de la boca.

-Devuélveme el teléfono ahora -lo tomé de un brazo e intenté tomar mi móvil pero entre el forcejeo no conseguí nada.

-Si me contestas te lo devolveré.

-Ni en broma, dame mi maldito teléfono -ahora me abalancé sobre él haciendo que el pequeño telefonito se estrellara sobre el piso.

Me incliné y lo tomé ¡Toda la pantalla estaba hecha pedazos! Tonto Ryan, iba a matarlo si no movía su maldito trasero de allí.

-Mira lo que has hecho, has roto mi celular -dije entre gritos. Nuestras

-Que mala suerte tienes.

-¿Eso me dirás, imbécil? -solté. En realidad, no era un gran teléfono, era un poco viejo y tenía algunos problemas pero siempre había sido especial para mí.

-Imbécil -repitió entre risas, como si no pudiese creer que yo se lo haya dicho-. Realmente esperas... ¿Que te compre uno nuevo?

-Lárgate de aquí.

-Si claro, me iré porque tú me lo dices -dijo sarcástico, cruzándose de brazos y poniéndose como todo chico guapo, esperando a que su presa caiga a sus brazos. Que le den.

-Entonces ni siquiera me hables -respondí mirando al suelo de la caravana, vaya que esta vez se había pasado.

Nuestras madres, que habían bajado con algunos bocadillos para los que arreglaban el neumático, volvieron a subir y nos encontraron a ambos serios.

-¿Qué sucede chicos?

-Nada, solo hablábamos -dijo él, enviándome una mirada fulminante que ignoré.

No podía decirles lo de mi teléfono porque los padres de Ryan, me comprarían uno nuevo a modo de disculpa y no podría aceptarlo si no venía de él.

-Sí, solo hablábamos -afirmé entre dientes y metiendo mi teléfono... Bueno, lo que quedaba de él, en mi bolsillo.

-Es buena noticia que ustedes dos se hablen -dijo mi madre-. Por otro lado, no se preocupen, que sus padres han conseguido cambiar el neumático, así que en unos minutos partiremos de nuevo.

Eso fue lo único bueno que había escuchado en todo día. 

~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~

Había pasado casi una hora y media desde que mi padre y el señor Cooper habían cambiado el neumático. Por mi parte, el enojo se había desvanecido a lo largo del camino pero aún continuaba con resentimiento porque ¡Ni siquiera se sentía apenado por romper mi teléfono! Miré hacia el reloj gigante que se encontraba arriba del pequeño sofá. 18:46 pm y ya había oscurecido. Se suponía que en diez minutos llegaríamos y eso me alegraba, ya que, quería bajarme y mover un poco las piernas, pues las tenía casi acalambradas. Apagué mi Ipod que estuvo prendido casi cuatro horas. El pobre estaba recalentando porque fue el único que pudo bajarme el enfado con Ryan.

Ojee la ventanilla por un segundo. La luna estaba en lo más alto del cielo y las millones de estrellas se encontraban a su alrededor. Por un momento me estremecí, amaba ver el cielo nocturno sobre el campo. Uno de mis mayores objetivos para este viaje, era escabullirme una noche y quedarme contemplándolo. 

Cinco minutos más tarde, observe que bien a lo lejos se distinguía una gran arboleda entre la penumbra ¿Era lo que yo imaginaba? Mis padres se voltearon sonrientes hacia nosotros.

-¡Estamos llegando! Así que guarden las cosas sueltas para bajar sin problemas.

-Claro -respondí tan feliz que no lo podía creer. El viaje había terminado por fin.

Tomé mi Ipod, lo guardé en un pequeño bolsito y luego ayudé a la señora Cooper a acomodar algunas cosas sueltas. Luego de unos minutos, la caravana se movía de un lado a otro debido a que nos encontrábamos en un terreno rocoso; eso indicaba que ya habíamos llegado a la reserva. Ambas nos sentamos en nuestros asientos como los demás. Observé nuevamente la ventanilla y podía ver los árboles que pasaban a nuestro lado en forma de sombras. Parecía algo tenebroso pero en cierta forma sería toda una aventura caminar por allí, un día de estos.

Mientras todos nos movíamos de un lado a otro, se podía oír como hablaban y hacía planes para cuando la caravana se detuviera.

-Bien, tenemos que organizar las tiendas -dijo mi madre seriamente.

-Trajimos solamente tres.

-Con dos bastan -agregó el señor Cooper.

-Pero dormiremos todos apretujados, no son tan grandes como parecen, sería mejor poner tres y que en cada uno durmieran dos personas -propuso mi padre.

-No es mala idea -dijo la señora Cooper ¿Dos personas por tienda? Yo dormiría con mi madre si tuviera que elegir.

-Sí, está bien -asintieron los demás.

-Entonces en dos tiendas dormirán los matrimonios, es decir, nosotros -bien, los cuatro ya tenían decidido qué hacer con ellos. Mis padres en una y los Cooper en otra. Solo quedábamos Ryan, yo y una tienda sobrante... Imaginé algo espeluznante pero luego me tranquilicé porque sabía que eso era imposible.

-¿Ustedes dos que harán? -dijo mi madre en una sonrisa.

-Em... No lo sé, que Ryan duerma en la tienda y yo en la casa rodante ¿No?

-Amy, la habitación de la caravana está repleta de cosas que no se sacarán y además, si duermes en el sofá, estarás incómoda y pasaremos algunos para ir al lavabo haciendo que te despertaras. ¿Entiendes? Tendrás que dormir en alguna tienda -explicó la señora Cooper apenada.

-Entonces... ¿Qué haré? -dije casi en un susurro-. Puedo dormir con mis padres, soy bastante delgada para no ocupar tanto espacio -Ryan rió disimuladamente y le di un codazo frente a todos. No me importó y a ellos tampoco, pues se lo merecía.

-Mira... Queda una tienda, Ryan tampoco tiene donde dormir, así que ambos podrían... -él y yo nos miramos asombrados.

-¡No! ¡Ni en broma! -dijimos al unísono, sorprendiéndonos.

-Pero chicos, no hay opción, es la única manera... Además hace un rato estuvieron hablando como si fueran amigos -no, es un error, no estábamos hablando, sino peleando porque había roto mi teléfono, pero no podía admitir que habíamos mentido.

-No puedo, me niego, con él no dormiré.

-Yo tampoco -por fin coincidíamos en algo.

-Entonces alguno dormirá en el césped, es simple... O en la tienda o en nada... porque otra opción no hay -dijo mi padre en un grito mientras conducía. Si fuera celoso de su hija, hubiera rechazado que yo durmiera en el mismo lugar que Ryan pero no, él no lo era porque sabía cómo era el trato que tenía hacia él.

-Esto es malo, muy malo, demasiado malo...

-Por favor Amy, no exageres, tampoco es la gran cosa, cada uno dormirá por su cuenta y no habrá problemas -dijo mi madre despreocupada ¿Que no habrá problemas?

-Está bien, dormiré en la tienda -oí la voz gruesa de Ryan ¿Que acaba de decir? Quedé perpleja y estupefacta.

-¿Tan fácil aceptas las cosas? ¿Te das cuenta de la gravedad de la situación?

-No tengo opción O'Donnell, no dormiré en el césped pero si tú quieres hacerlo, adelante, no te detendré, hasta me alegraría por ti -sabía que no decía nada peor porque todos escuchaban lo que decíamos.

La caravana se detuvo y eso indicó que ya debíamos bajar. Todos olvidaron la conversación y comenzaron a bajar mientras se estiraban. Prendieron algunas luces de la casa rodante e iluminaron una parte del césped, donde se suponía que irían las tiendas. Yo aún seguía dentro de ella, pensando en cómo todo había terminado de esta forma. Maldición, debería dormir por un mes, en la misma tienda con Ryan ¿Algo peor que eso? Definitivamente, no iba a tener este viaje como un buen recuerdo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro