Capítulo 16: "Sabio Señor Sándwich"
Había pasado la noche entera pensando en cómo Alisson se había enterado del partido, porque claro que Ryan no le había dicho... Y no, no se lo pregunté, era solo suposición mía. Me volteaba una y otra vez dentro de mi saco de dormir pero aun así, no podía cerrar los ojos. Ryan estaba a mi lado dándome la espalda mientras dormía. Créanme cuando les digo que un %50 de la razón por la cual no podía pegar un ojo, era por tenerlo junto a mí. Intenté pensar en cualquier otra cosa, como por ejemplo, cuantos insectos me habían picado en estas semanas... Bastantes... También recurrí al conteo de ovejas que simplemente falló en mi intento de dormir, hasta que me resigné.
Al día siguiente, cuando Ryan emitió un sonido de vida, me alejé de él. Como no tenía otra cosa que hacer en toda la noche, ya que no podía dormir, me acerqué un poco más a Ryan.
No soy una pervertida ni acosadora... Claro que no.
En fin, me puse tan nerviosa que no pude aguantar ni diez minutos cerca ¿Cómo iba a jugar un partido si no podía acercarme incluso si él estaba inconsciente?
Comencé a desesperarme. El partido sería mañana.
Me removí en mi saco de dormir a la espera de que Ryan hiciese algo, pero nada sucedió. Solo un silencio sepulcral que indicaba que aún seguía bajo el efecto del sueño. Comencé a cerrar los ojos, ya que el agotamiento me estaba matando de haberme quedado toda la noche despierta, y justo cuando creí que estaba con Gerty yendo de compras, desperté al sentir una calidez extrema. Entreabrí los ojos y observe con dificultad el brazo de Ryan alrededor de mi estómago.
Creí que me desesperaría pero fue todo lo contrario. Simplemente le dejé y disfruté de su maravilloso toque que me brindaba seguridad. La verdad es que debía aprovecharlo ¿Qué chica tenía la oportunidad de dormir junto al chico que le gusta? ¿No es cierto? Me quedé en mi lugar, pensando en sí estaba despierto y era consciente de lo que hacía o era bajo el efecto del sueño. Eso iba a ser decepcionante. Mi interior gritaba: "¡Que esté consciente!"
Pasaron cinco minutos de extremo silencio con mi estómago hormigueando bajo su cálida piel. Estaba muy feliz mientras reprimía una gran sonrisa. Lo único que maldecía era el hecho de que fuera más alto que yo, ya que de otra forma, podría verle el rostro. Lo que había notado, era que estaba de costado.
-Sé que estás despierta -dijo Ryan en una voz ronca pero dulce que me hizo sobresaltar.
-¿Buen día? -pregunté inocentemente. Aún seguía rodeándome.
-Buen día -me apretó más a él y lo dejé. Esto sí que era placentero.
-¿Hace cuánto que estás despierto? -pregunté relajando mi cuerpo junto al suyo.
-Lo suficiente como para notar que no has dormido.
-Estaba desvelada -admití con pena.
-Entonces duerme y no te preocupes que no dejaré que nadie entre para despertarte.
-Espera Ryan, me estás asustando.
-¿Por qué lo dices?
-Estás siendo muy caballeroso.
-Siempre he sido caballeroso.
-Tienes razón -dije con sarcasmo y esbozando una sonrisa.
-Qué bueno que lo admitas -bromeo apretándome más a él.
No sé desde cuando comencé a sentirme más cómoda en sus brazos que terminé recostando mi mejilla en su pecho mientras me rodeaba con sus brazos el estómago. Esto era tan bonito que me dejé caer bajo el sueño.
-------------------------------------------------------
Abrí los ojos siendo consciente de que no había tenido un sueño en particular. Lo más probable es que lo había olvidado. Observé a mí alrededor y me di cuenta de que no había nadie a mi lado. Ryan ya no me apretujaba a su cuerpo y el sol no parecía tan cálido. Quizá había soñado su abrazo... Pero no, había sido real.
Me reincorporé en mis codos y encontré mi Ipod a un lado ya cargado. Observé la hora: 14:32. Ya había pasado el mediodía y aún dormía. Lo único que pensé fue en lo perezosa que podría parecerle a Ryan.
Me senté en indio asimilando todo lo ocurrido. Como deseaba sus brazos alrededor mío otra vez. Nunca había imaginado algo como aquello, también este sentimiento tan bonito de buscarlo ¿Por cierto? ¿Dónde estaba?
Gatee hasta la cremallera de la tienda y la abrí. En cuanto me encontré con el deslumbrante sol, sentí el delicioso aroma del tocino cocinándose que salía de la caravana.
-Qué bueno que hayas despertado -oí que dijo Ryan.
Me centré en su dirección, apoyado en el marco de la puerta de la caravana.
-¿Tienes hambre? -preguntó en una media sonrisa bellísima.
-Em, eso creo -mencione en un susurro al oír mi voz ronca.
-Ven -me hizo un gesto con la mano para que me acercara a él.
Esto era mágico. En cuanto entré a la caravana, vi que Ryan estaba preparándome tocino para agregar a un sándwich del almuerzo.
Ryan estaba preparándome el almuerzo.
Me indico que tomara asiento en la mesita de la caravana. Por un momento me pregunté por mi aspecto. Estaría desastrosa luego de dormir como un oso en plena invernación. También estaría roja como un tomate luego de recordar su toque.
-¿Y bien? ¿Has descansado lo suficiente? -preguntó girando el tocino en la freidora.
-Sip, ahora estoy con muchas más energías.
-Eso es estupendo.
-¿Por qué?
-Porque tengo planes.
-Que suerte -dije con un poco de decepción. Si él tenía planes para hacer algo en el día, eso significaría que no estaría conmigo.
-Planes para ambos.
-¿Qué? -pregunté sorprendida.
Rió de forma tierna y cálida ante mi expresión.
-Hoy iremos al lago para divertirnos un poco. Quiero nadar ¿Qué opinas? Podremos ponernos al día para el partido.
-Eso sería estupendo -sonreí con mucho entusiasmo hasta que...
Recordé el traje de baño.
La última vez que nadé junto a Ryan, fue en este mismo campamento pero... con ropa, era una guerra de agua improvisada que se produjo sin anticipación. Esta vez, si iba con vestimenta, sería demasiado notable el hecho de no querer usar un traje de baño frente a él.
Estaba en un grave problema.
¿Estar enamorada producía todos estos sentimientos y dudas?
Ryan posó el sándwich en la mesa y se sentó en frente mío.
-Nuestros padres han ido a caminar.
-¿Por qué no los has acompañado? -pregunté dándole un mordisco al sándwich. Estaba delicioso.
-Me quedé a esperar que despiertes.
-No tenías que hacer esto.
-Lo hice porque quise.
Un silencio se propago por toda caravana y mi sándwich quedó a medio camino.
-Vamos Ryan ¿Qué te sucede hoy?
-¿Qué me sucede que? -preguntó confuso.
-Todo esto... de... de... del sándwich, de esperar a que despierte, de tratarme mejor de lo normal...
-Has salteado lo de la tienda... No lo saltees.
-¿Por qué? -pregunté avergonzada.
-Porque eso ha sido lo mejor de todo.
Otra vez un silencio sepulcral, así que dirigí toda mi atención al sándwich y me dispuse a hablar mentalmente con él para distraerme de Ryan y su incómoda frase.
«Hola Señor Sándwich»
«Hola Amy ¿Por qué ignoras a Ryan?»
«¿Has oído lo que ha dicho? No tengo coraje para siquiera mirarle»
«Le gustas»
«Oh, vamos, no puedo gustarle a Ryan»
«Te lo aseguro, le gustas mucho Amy»
«Señor Sándwich ¿Usted cómo lo sabe?»
«Él me ha creado hace cinco minutos y puedo decirte que me preparaba para dárselo a la chica que le gusta»
El señor Sándwich estaba loco.
No, yo estaba loca por hablar con un Sándwich.
Miré a Ryan como pude y enarcaba una ceja.
-¿A que vienen esas expresiones con tu sándwich?
-Eh... Yo... Bueno... Tú sabes... -comencé a tartamudear.
-No me digas que me gusta una chica que le habla a los sándwich.
Los silencios ya me estaban hartando pero este fue sumamente incómodo. El Señor Sándwich cayó de mi mano y pude oír su quejido de dolor ¡Lo siento Señor Sándwich! Aunque eso ya no me importaba. Ryan había dicho algo importante.
"No me digas que me gusta una chica que le habla a los sándwich"
Me gusta.
Quedé boquiabierta y sin respirar. No quité la mirada de la suya, que parecía perdida. No había dicho eso ¿O sí? Estaba soñando... no, no era un sueño. El corazón galopeaba bajo mi pecho y creí que iba a desmayarme. Desee a Ryan. Desee poder tener el coraje para preguntarle si no podía repetir la frase pero no... Solo salió una distinta.
-Tu sándwich está delicioso... -observé el suelo, donde estaba el Señor Sándwich con sus trozos por doquier -lo siento, lo he dejado caer sin querer.
-Está bien, iré a traer algo para limpiarlo -dijo Ryan perdido.
Pero la perdida, era yo en este sentimiento llamado "Amor"
Intenté que mis pulmones sean abastecidos de oxígeno nuevamente y me concentré en tener una expresión normal para cuando Ryan se voltee a verme. Todo había sido tan... Sorpresivo. ¿Habría querido decir eso? Quizá lo entendí mal... No, fue muy conciso, hablaba de mí pero... podría ser el "Gustar" de amiga.
Mi cabeza explotaría.
En cuanto se volteó, me obsequió una bonita sonrisa.
-Supongo que has terminado de comer, así que ve a cambiarte que iremos al lago -dijo en forma natural, como si no hubiese ocurrido absolutamente nada.
-Ryan...
-¿Qué?
-¿Brian y Alisson? Desde ayer que no los veo -recurrí a lo primero que se cruzó por mi cabeza.
-Ah, ellos están haciendo un recorrido por la reserva, justo donde ambos no hemos ido todavía. Tendríamos que ir alguno de estos días ¿No crees?
-Claro -asentí.
Wow, ir conmigo... quiero decir "Ambos"
Aún no procesaba la información que acababa de recibir sobre el gustar, sobre mi traje de baño y el hecho de que Brian y Alisson estén fuera el día de hoy... Eso me hizo recordar algo...
-Ryan ¿Puedo preguntarte algo?
-Sí, claro ¿Que sucede?
-Por casualidad... ¿Tú le has comentado sobre el partido a Alisson?
-No -dijo serio-. ¿Por qué preguntas?
-Según mi madre, se ha enterado por medio de ella y creí que tú le habías dicho algo -dije casi al susurro.
-¿Por qué a través de mí se enteraría? -preguntó curioso -No tengo tanta confianza como para decírselo, además, el partido es solo de ambos.
Wow, eso me tomó desprevenida. Comencé a enrojecer.
-Iré a cambiarme.
Salí lo más rápido que pude de la caravana para que Ryan no notara cuan nerviosa me puso su frase. TODAS sus frases me habían hecho poner nerviosa en el día.
No sé qué le sucedía con tanto cariño y caballerosidad, pero lo único que puedo asegurar, es que me encantó.
Ahora el problema venía en...
El traje de baño.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro