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Capítulo 47:siempre Serás Tú

Ser policía era duro, ahora más que nunca, su vida corría peligro la mayor parte del tiempo, aunque sabía que no iba a perder, cada asalto era como un mal augurio.

Tiene tres hijo y una esposa, una linda familia que sin pensarlo creció demasiado, lo cual era una de las cosas más buenas que le han pasado en la vida.

-... ruto... Naruto.. - de pronto salió de sus pensamientos, estaba sentado en su oficina y Gaara estaba frente a él-

-¿eh? ¿Qué pasa? - preguntó recomponiendose-

-¿le vas a decir a Hinata?-no sabía a qué se refería exactamente ¿qué tenía que decirle a Hinata?-¿Naruto?-

-etto...yo no sé... -Gaara suspiró y se acercó a Naruto con rapidez y levantó la camisa, alterando un poco al rubio, mostrándole una herida vendada que tenía en el abdomen-

-me habías dicho que no hablara a tú casa, pero será mejor que se lo digas antes de que se entere ella misma-

Pronto recordó que lo habían herido en una persecución, con un cuchillo.

-no quiero preocuparla y menos a los niños, a ellos les da miedo que yo un día no vuelva-dijo algo triste-pero siempre quise hacer esto, es mi trabajo y estas cosas pasan siempre-

-yo sé que te encanta trabajar en esto, pero también es mi responsabilidad decirte que tienes que pensar mas en tu familia que en trabajo-

-¿no es tu responsabilidad decirme lo contrario?-

-antes de ser tu jefe soy tu amigo, yo no velo por el trabajo, velo por tu vida y los demás miembros de ésta institución-diciendo eso, se retiró rápidamente y dejó a Naruto con otra preocupación más-

Prácticamente ya estaba recuperado de esa herida, sólo le dolía un poquito, pero eso no evitaría que su esposa le reclamará, posiblemente se quede sin hablarle un rato o le diga que tiene que dormir en el sofá de su oficina. Pensar en eso le provocó un pequeño escalofrío que le recorrió toda la columna.

Hinata volvía de trabajo temprano, la mayoría de las veces, le gustaba estar en casa cada vez que sus hijos volvían del la escuela y poder cuidar ella misma a Haru y dejar a la cuidadora libre después del almuerzo. Lo que no le gustaba era ver a Naruto tan poco, pero era de esperarse de un oficial, pasen de turno en turno y siempre vana estar al servicio, aunque esté en casa.

Dejó esos pensamientos de lado al ver como sus hijos llegaban diciendo con voz un poco más alta que lo normal "estamos en casa".

Ella estaba en la cocina, así que podía ver desde ahí la entrada de la casa, y notar que Boruto estaba con las rodillas de sus pantalones sucias y con unos pocos hoyos. Himawari veía a su mamá algo avergonzada.

-¿qué te sucedió Boruto? - le preguntó llegando hasta él y viéndole más de cerca los pantalones y su rostro, que también estaba un poco herido-

Él no contestó y Hinata tornó sus ojos hasta Himawari que con lo parecido que tiene de Hinata, su timidez, alejó la vista de los ojos perla de su madre, moviendo sus dedos de manera nerviosa.

-¡ah!¡ Onii-chan, One-chan! ¡Bienvenidos!-el pequeño Haru sacó de la tensión a todos, se acercó a su hermana y la abrazó con fuerza-

Hinata frunció el ceño, sus hijos no dijeron ni una palabra al respecto, lo cual la hacía estar preocupada y molesta. Desde ese momento, en el que Haru llegó a animar un poco, ella se alejó de sus dos hijos para ponerse a hacer los quehaceres de la casa para distraerse. Al notar que su madre se había enfadado, ambos hermanos mayores se sintieron mal consigo mismos.

Lo único que faltaba era que Naruto apareciera y ella se enterara de su herida.

Claro que se iba a enterar.

El rey de Roma llegó justo a la hora de la cena. Planeaba decirle a Hinata que salieran un momento para, hacerla pasar un buen resto y después contarle dándole poco importancia al asunto y diciendole a ella que ya estaba prácticamente recuperado.
Se idolatra a sí mismo por su plan.

Mientras cenaban todos en silencio, Naruto notó que algo había pasado, vio el rostro de Boruto con un pequeño golpe marcado.

-¿qué te sucedió?-le dijo tocándole El rostro a su hijo, a lo que Boruto alejó su mano con un pequeño golpe con la suya-

-nada-dijo cortante, para que no armara un escándalo-

-¿cómo qué "nada"?-Himawari se movió nerviosa en su asiento y Hinata frunció el ceño y Haru ignoraba todo menos su comida-

-no es nada papá-le repitió, Naruto suspiró y lo dejó pasar por el momento, vio como a Hinata le cambiaba el rostro a uno tenso-

Sabía que ella estaba molesta por algo respecto a los niños, de algún modo tenía que hacer que sus hijos hablaran o por el momento sacar a Hinata de la casa para que se calme y respire lejos de los problemas de su hogar.

-Hinata, cuando termines salgamos un rato, hace un tiempo que no lo hacemos-la pregunta calmó el rostro de la azabache y llegó una cara de desconcierto por la invitación repentina de su esposo-

-pero... -

-Boruto cuidará a Hima y a Haru, solo será un momento-el pequeño rubio casi se atragantó al escuchar que tenía que cuidar a sus hermanos, odiaba hacerlo-y es una orden-

-¡papá!-se quejó su pequeño clon-

-termina de comer Boruto-le ordenó como última palabra, haciendo callar al chico-

Sin ningún otro reclamo, los menores terminaron de comer y Naruto y Hinata salieron al exterior.

Hinata aún no comprendía la repentina invitación de su marido, hace ya mucho tiempo que no tenían un momento para ellos solos. Naruto le abrió la puerta respetuosamente a su mujer y luego corrió al asiento del piloto.

Fue un viaje callado hasta cierto punto, no era incómodo, sólo no se les ocurría de que hablar.

Hasta por un momento a Hinata se le pasó por la cabeza que tal vez su marido quería decirle algo, no sabía si era bueno o malo, las facciones de Naruto eran tan imparciales que no sabía si estaba nervioso o tranquilo.

-cariño...-empezó a decir la azabache moviendo sus dedos-dime¿estás en problemas?¿Hiciste algo malo?¿algo le pasó a alguno de los niños?-

-nada de eso¿por qué tendría que pasar algo?-en su mente se golpeaba a  sí mismo por decirlo, claro que pasó algo-tal vez en parte si quiera contarte algunas cosas, pero no son cosas malas-

Ella terminó asintiendo con una sonrisa pequeña. Un peso se le fue de encima al saber que todo estaba bien.

Pero luego, otra preocupación volvió.

-Boruto llegó golpeado hoy de la escuela y ninguno quiso decirme que sucedió-su tono mostraba preocupación y un deje de molestia-

-si lo noté-dijo él estacionandose en la acera de un lugar-mira, hace un rato le pregunté y me dijo que no era nada, pero antes de que llegara a casa me llamó Sakura-chan-

La azabache lo miraba con atención.

-Boruto defendió a Hima de unos brabucones y recibió todo él-los ojos de la azabache mostraron amargura y preocupación e impotencia-

-¿por qué no quiso decírmelo?-

-Sarada la dijo a Sakura-chan que Hima se sentía avergonzada y culpable por lo que le ocurrió a Boruto, así que se defienden evitando el tema, no quieren que te preocupes-

Ella asintió aún con impotencia.

-oye... -le sujetó la mano a su mujer-no te preocupes, yo hacía lo mismo con menma, mis amigos y contigo, está bien que su hermano cuide de su hermana, está todo bien, mientras estén juntos nada les pasará. Claro habrá que hablar sobre esto con los maestros, pero sabes que no va a pasar nada serio mientras estén juntos-

El rostro de ella se tranquilizó y le terminó por sonreír a su marido.

-¿dónde estamos por cierto? -preguntó ella finalmente mostrándose curiosa ante su ubicación actual-

Él sonrió, como estaba oscuro no iba a distinguir muy bien el lugar, después de todo ellos fueron durante el día o ya anocheciendo.

-ven, acompáñame-le dijo desabrochando el cinturón del auto, abriendo la puerta para salir-.

Mirador 3th Sarutobi

Hinata se emocionó al recordar los momentos que pasaron juntos en ese lugar. También lo que sucedió después y después y así, no paraba de pensar en lo afortunada que era al estar justo donde estaba ahora. Casada con Naruto, a pesar de todas las dificultades que pasaron juntos.

-me sorprende que me trajera aquí-liberó una pequeña sonrisa-la ciudad se ve hermosa de noche-

-así es-dijo, tratando de sonar lo más natural posible y evitar que su problema saliera-

Se quedaron ahí un rato pensando en lo que a lo que los había llevado la vida, todos sus momentos felices y tristes, sus problemas, las soluciones de estos y en lo que terminó.

El rubio estaba nervioso, no quería que Hinata se enojara, se preocupara o se pudiera triste, ahora que está estresada por los niños, no quería molestarla.

Su cuerpo sudaba y movia las manos de manera nerviosa. No era algo tan difícil de decir, tampoco era algo taaan grave, sólo era decirle que lo hirieron en un asalto, pero que como ya pasó el tiempo la herida es prácticamente invisible.

-o-oye Hinata, tengo algo que hablar contigo-eso captó la atención de la ojiperla, quien también estaba envuelta en sus pensamientos-es más... Una confesión o algo así, es solo que... Bueno... Yo... -

-¿tiene algo que ver con la herida en tu abdomen? No te preocupes, Gaara me lo dijo-

-uff gracias, si es respecto a eso, yo... - poco a poco su cerebro estaba procesando la información, hasta que se agarró la cabeza y gritó un poco por la impresión-¡¿QUÉ?! ¡¿GAARA TE LO DIJO?!-

Ella asintió levemente, con una expresión más bien de compasión.

-¿estás molesta por que no te lo dije?-ella negó un par de veces con la cabeza-entonces... -

-me enojé al principio, bastante-resaltó el bastante, el rubio se mordió el labio nervioso-pero Gaara me explicó todo, lo nervioso que estabas y el miedo que tenías al querer decírmelo, hasta ahora noto que te iba a costar un mundo decírmelo-

-Hinata en verdad lamento no habertelo dicho antes, estabas tan estresada con el trabajo, con los niños, con la casa, todo. No quería traerte más problemas-

-lo sé, aún así, no me ocultes más cosas así ¿de acuerdo?-el asintió con la cabeza efusivamente y volvieron a admirar del lugar con las mentes libres de problemas.

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Pasaron un par de años, Boruto había crecido mucho como persona, Hima se hacía cada vez más bonita, lo que preocupaba a Naruto y Haru ya estaba teniendo clases. Hinata y Naruto vivían su vida con normalidad, al igual que los demás.

Naruto estaba sentado en la sala leyendo algunas cosas del trabajo, hasta que tocaron la puerta. Como Hinata estaba ocupada en el segundo piso, él se levantó a ver de quien se trataba.

Su rostro perdió el color al volver a ver esa cabellera rubia y los ojos púrpura.

-Dios santo-dijo en un aliento-

-¿puedo pasa? - su voz sonaba diferente, era demasiado "suave", para ser ella-

-¡claro que no!¡¿Qué haces aquí?!-le preguntó furioso-

-sólo... - se calló un momento-

-permitenos pasar Naruto-una voz se escuchó detrás de ella, mostrándose Kaguya Otsutsuki-

-pero... - él dudo un momento y luego las dejó pasar-quédense aquí, ya vuelvo-

Rápidamente corrió hacia las escaleras y subió. Hinata estaba ordenando la habitación de Haru, cuando Naruto apareció.

-¿quién estaba en la puerta?-dijo ella con su suave tono-

-quiero que... No te altere-la petición era un poco rara, ella lo miró con incertidumbre-

-¿qué ocurre Naruto?¿Quién entró a mi casa?-

-Shi... - Hinata pasó por su lado rápidamente sin siquiera dejarlo terminar-.

Al bajar las escaleras se encontró con quien nunca pensó volver a ver.

-Shion... -

-Hinata... -

-calla-le dijo de inmediato-¿qué haces en mi casa?-el rostro de Hinata reflejaba un potente enojó y odio, al mismo tiempo una pizca de miedo-

-yo lo explicaré-dijo Kaguya quien se hacía notar una vez más-yo la traje, ya que su médico lo sugirió-

-¿su médico?-preguntó Naruto-

-Es la única forma de que la mente de Shion empiece a sanar, verán, tras todos los traumas y problemas que Shion vivió y... Provocó, si psiquiatra recomendó que hable con las personas que...bueno... -

-... ¿que trató de matar?-terminó de decir Hinata, Shion se encogió en su lugar-

-sólo quería pedir disculpas, sé que no basta con eso, no estoy buscando respuesta, solo decirlo-dijo ella con el tono suave de cuando entró a la casa-

-tienes razón, puede que eso no sirva de nada, pero al menos lo hiciste, pensaba nunca volverte a ver, espero no volver a hacerlo-Hinata había madurado demasiado, sonaba tranquila pero manteniendo la firmeza-lamento mi tono, pero no es nada fácil, es casi imposible qie alguien te perdone por algo así, nisiquiera yo-

Shion se inclinó, Kaguya la observaba con compasión. Poco después nadie se dedicó ninguna palabra y las dos se retiraron del lugar.

Hinata se sentó en el sofá y tapó su rostro con sus manos.

-hey... -Naruto se agachó a su altura y le quitó las manos del rostro para que lo mirara-fuiste muy fuerte-

Ella sonrió.

Algo que nunca podré dejar de amar es su sonrisa, amo todo de ella, a pesar de todos los años que llevamos juntas, mi amor por ella no se ha apagado por nada del mundo, nisiquiera el tiempo en el que la había olvidado.

Me he preguntado tantas veces ¿cómo es que el amor puede ser tan fuerte? La respuesta es simple, alma gemela hay solo una, y siempre será ella, siempre será Hinata con quien este, a quien mire, a quien cuide hasta que mi corazón deje de latir, ella es mi todo.

Ambos se levantaron de la sala y empezaron a hacer todos sus deberes una vez más. Los niños llegaron un poco más tarde y todos cenaron en familia.

A la hora de dormir Naruto se acostó primero por lo agotado que estaba y no tardó en dormirse profundamente.
Hinata momentos después se abrazó a Naruto al acostarse y lo admiró por un momento.

Cada noche desde que te vi por  primera vez, soñaba con tenerte tan cerca, soñaba con acariciar tus hermosas marcas en las mejillas, en ver tus ojos azules todas las mañana al despertar y todas las noches al dormir, siempre quise verte, estar a tu lado, como lo estoy ahora.

Nunca te olvidé, siempre te ame, siempre te amaré, siempre serás la única persona en mi vida, has sido tu siempre desde el comienzo.

La mujer de ojos perla cerró los ojos con una sensación de paz que no había sentido desde hace un tiempo, no necesitaba nada más, solo necesitaba a sus hijos y al él, sobre todo a él.

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Gracias mi cielo, por todo.

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Gracias por la paciencia, me demoré meses, este años a sido terrible, no me he podido concentrar en nada, tuve un bloqueo mental y no sabía cómo terminar la historia ni continuar con las otras, tenía miedo de que esta historia no terminará según sus espectativas, pero creo que quedé bastante conforme, me quedo con eso.
Bye bye nos vemos a la próxima.

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