Capítulo 5
Ser despertado por otras personas luego de una situación de vida o muerte en el lugar donde estoy fue algo que me tomó desprevenido. No me esperaba encontrar supervivientes tan pronto, más cuando la ciudad parece una ciudad fantasma.
Baje la pizarra con el saludo cuándo creí que ya lo habían leído y espere a que una respuesta.
'¿Qué estás haciendo ahí?'. Preguntaron. Tome la pizarra, pensé, y escribir mi respuesta.
'Me escondo'. Respondí, mostrándoles la pizarra. La baje, borre y volví a escribir. '¿Y ustedes?'.
'Igual'. Escribieron antes de bajar la pizarra y comenzar a escribir más. 'Nos persiguieron algunas personas y nos quedamos en el hipermercado. Todo el mundo se volvió loco'. Leí con algo de dificultad. Las letras son más pequeñas para que la cantidad de palabras pueda caber en la pizarra, por lo yo, que tengo la vista borrosa de tanto usar mi celular, apenas pude leer lo que escribieron. Ellos, por el contrario, tenían unos binoculares.
De hecho, tenía uno de esos en mi inventario. No sé cuan lejos tiene que llegar la vista de los binoculares, pero cualquier alcance que tenga será mejor que no mirar por uno.
'¿Aquí también?. Si no fuera por el tipo loco aquí dentro pensaría que la esta ciudad estaba abandonada'. Escribí, copiando su manera de referirse a los zombis.
'¿No eres de por aquí?'. Preguntaron.
'No. Escape de mi trabajo en un supermercado y llegué aquí en carro. Estaba cansado y me senté, pero me durmiéndome'.
'Entiendo. Nosotros logramos juntarnos en el hipermercado y refugiarnos dentro. Los guardias de seguridad dentro reaccionaron a tiempo y evitaron que las personas entraran más haya del primer piso antes de que llegáramos. Nos dejaron entrar porque los tipos locos son estúpidos y no saben hablar'. Escribieron.
La descripción del local me llamo la atención. Parecía tener varios pisos. Obvió por la altura, que es como 3 o más pisos más que esté edificio.
'¿Creen que puedo llegar haya si voy? Temo quedarme sin comida y luego no poder salir'. Les pregunté.
'Nosotros no estamos seguros de si puedes llegar. Tal vez si eres muy rápido y vas con cuidado. Algunos de esos tipos pueden correr muy duro, además, depende de los si te dejan entrar'. Respondieron.
Debates... no estoy seguro si las personas dentro no me brindaran una mano amiga... posiblemente no sean tan cuidadosas y estén esperando un rescate y, por consecuente, ayudando a otras personas.
'Entiendo'. Escribí. '¿Cuántos tipos rodean el hipermercado?'.
Vi como los 3 miraron abajo, luego de un rato, volvieron a juntarse y la chica tomó la pizarra y escribió.'
Alrededor de 40. No sé cuantos hay dentro, pero no deben ser muchos'.
'Gracias. ¿Pueden hablar con los demás en el grupo y mi intención?'.
'Claro'. Escribió la chica, que le pasó la pizarra a uno de los hombres con lo que estaba y se fue.
Esperé pacientemente a que llegara con la respuesta o la gente que la daría. No tuve que esperar mucho.
Un grupo de personas se pararon en la orilla del techo y me miraron. Desde los binoculares me di vi que estaban hablando o debatiendo sobre algo. Una mujer rubia tomó la pizarra y comenzó a escribir. Sus manos se movieron lentamente por la pizzara, un minuto después, levantó la pizarra, mostrándome su escritura en molde, bastante claro.
'Podría escribirte muchas cosas para que no hagas lo que sé que harás; no llegaste de otro lado a esa ferretería quedándote quieto. Si logras llegar aquí, te dejaremos entrar, pero recuerda, lo que sea que afectó a las personas las hicieron caníbales: comen humanos. Si no tienes cuidado, si te atrapan, y morirás de una forma horrible. Si muchos de ellos te siguen por la entrada, no la abriremos e igual morirás'. Mostró. Fue difícil leer todo el contenido, pero fue bastante claro y revelador, sin ningún tipo de endulzamiento de los hechos. Tomé la pizarra y pensé en que escribir con cuidado por unos segundos hasta que obtuve la respuesta.
'Gracias'.
Baje la pizarra y me di la vuelta para prepararme para irme. Saqué casi todo de la ferretería, dejando algunas cosas demasiado altas u ocultas en puertas con llave que no tuve tiempo para buscar o forzar y salí de la ferretería
....
Miré atentamente las calles desde una esquina, y, como antes, no había ningún muerto viviente en las calles y mis oídos no captaron más que el sonido ocasional del viento. Tenía que dar una vuelta en una esquina para terminar en la del lado, que era donde se ubicaba el hipermercado. Cuando logré girar, comencé a escuchar sonidos extraños que fueron aclarándose mientras más me acercaba. Eran gruñidos; muchos, demasiados.
No pude evitar extremeserme ante la idea de tener que pasar una horda de ellos. Afortunadamente tenía el traje, pero este solo me protegia de la sangre, no al 100% de las mordidas.
Llegué a la esquina faltante y llegue a la calle donde al otro lado estaba el hipermercado y... demonios... tenia que haber mas de cien de ellos rodeando el hipermercado. Ahora entiendo porque no hay ninguno en cuadras. El sonido de sus gruñidos por si solo atraen a más de ellos al hipermercado.
De alguna manera tenia que entrar y buscar la entrada al segundo piso que desbloquearian. Evitar a los Zombis no sería fácil, pero tenía que pensar en cómo hacerlo ahora, o podría nunca tener otra oportunidad de entrar. Como pensé, la cantidad de Zombis alrededor del hipermercado hiba en aumento con el tiempo. Eran atraidos por el sonido y la vista.
Por ovias razones no podía mostrarme ante ellos y no tengo algo para que pueda usar remotamente para activar sonido para atraerlos... ¿que usare?.
El sonido de una alarma se enciende y extiende, asustandome y haciendome retroceder. Busqué el origen del sonido, y ví a una multitud de Zombis dirigiéndose a un carro, seguramente sintiéndose atraídos por el sonido que a su parecer, prometía comida.
Se me ocurrió una idea. Volví a la ferretería y toqué un carro que había cerca. El carro desapareció en mi inventario sin dejar rastro.
Bien, ahora... saque el carro de mi inventario y, con un bate, rompí su ventana, haciendo que la alarma comenzara a sonar y luego lo guardé en mi inventario. Espere unos segundos, y después lo volví a sacar. La alarma seguía sonando.
Guarde el carro en mi inventario ya que no podía dejarlo sonando cuando estaba tan cerca del lugar donde me estaba quedando. Tome otros carros en la calle y luego volví a la calle que estaba cerca del hipermercado. Baje por la acera contraría de donde estaba el hipermercado lentamente, cuando ya estaba lo suficiente alejado, deje varios carros.
Al igual que el supermercado, no habia tantos carros en el parqueo del hipermercado, tal vez sea porqué, como en el supermercado, era muy temprano para que alguien siquiera hubieran abierto completamente.
Me alejé del carro mientras miraba que los Zombis no se fijaran en mi y me siguieran, afortunadamente, no parecen tener muy buena vista, cosa contraria al sonido. Cuando estaba de nuevo en el borde del camino que recorrería para ir a la ferretería saque una pelota de baseball. Era bastante pesada comparada a las de tenis que siempre rebotan y que mayor mente he tenido, aun así, creo que será suficiente para lo que quiero hacer.
"(Está un poco lejos...)". Pensé. Probablemente me había pasado con la distancia que puse los carros. No tengo tanta confianza en poder golpearlos.
Igualmente, agarre la pelota y la lance con toda mi fuerza. No llego.
Me escondí en el borde de la esquina del edificio y luego esperé a ver si un Zombi se dirigía hacia mí para irme. Cuando no hubo movimiento hacía mi, me acerqué a los carros de nuevo, a una distancia donde estuviera seguro de pegarles con la pelota.
Lancé la pelota, y comencé a retroceder, alejandome lo más rápido posible para llegar al borde otra vez.
La alarma sonó, los zombis se acercaron a los carros mientras yo me alejaba.
"Mierda...". Murmuré. Unos pocos Zombis me habían visto y se dirigian casí corriendo hacía mí. Aunque seguían siendo lentos, ya que se podía conciderar que estaban trotando.
Llegue a la otra calle y retrocedí al lugar donde los otros Zombis no me iban a ver. Los Zombis que me seguían, que eran 4, se acercaron por la calle mientras retrocedía lentamente caminando hacía atras. Hice aparecer mi bate y se lo pegué a primer Zombi que se me hacercó en la cabeza para luego tumbar a otro de un empujon. Golpé con el bate al siguiente en las piernas y luego guarde ese bate en mi inventario para apuñalar al siguiente Zombi en la barbilla con mi machete, empalando su cabeza. La sangre resumó de la herida y corrió por el machete, que guardé en mi inventario y saqué fuera del Zombi.
Tiré el cuerpo a un lado y agarré a otro y lo apuñalé por la boca, verticalmente hacía arriba para darle al cerebro. Los Zombis restantes murieron de la misma manera, apuñalados por la boca.
El sonido de la alarma evitó que otros Zombis escucharan cuando mataba a los que me seguían. Pasé por encima del ultimo cadaver y me acerque al borde de la calle.
Como lo había planeado, ningun Zombi se había quedado en el parqueo del Hipermercado. Los otros Zombis estaban donde yo había colocado los carros intencionalmente por la alarma. Al chocar contra los carros, otras alarmas se activarian, atrayendo a los Zombis en un pequeño circulo vicioso.
Siendo el momento indicado, pasó por el parqueo despejado, corriendo hasta la entrada principal, donde me detengo. Miro desde fuera del cristal lo que hay dentro, me muevo de izquierda a derecha para tener los angulos cubiertos. Si dentro había Zombis, entonces salieron cuando se encendió la alarma. No parecía haber ninguno a simple vista.
Di un paso adelante y la puerta del hipermercado se abrió. Eso probaba mi teoría en parte. Me quede parado en la entrada por unos segundos antes de entrar. Si hubiera habisto Zombis que no escucharon el sonido por la puerta cerrada, entonces lo harían cuando estaba habierta.
Deslicé mi mirada por el primer piso, admirando su estética simple y fresca. Habia diferentes puestos y atracciones; habitaciones en donde comprar lo que querías, contrarío a tener simples pasillos repletos de comida o objetos y casi nulo espacio para la decoración y servicio al cliente.
Exploré un poco y noté las escaleras que llevarían al segundo piso, bloqueadas por camas alzadas verticalmente y otros objetos detras atados para su sujeción y unión. Tomando en cuenta que todo el apocalipsis sucedió esta mañana, tomaron buenas desiciones en poco tiempo.
Ya frente a las camas, mire a mi alrededor confundido. ¿Como se supone que entraría?. Hacer ruido no es una buena idea en mi posición, pero no hay otra manera. De igual forma, las alarmas continúan sonando. Hacer un poco de ruido no atraerá más a los Zombis de lo que las alarmas hicieron.
Convencido, acerco mi mano a la madera de la base de la cama.
*Tock* *Tock*
Toqué el tronco de la cama como una puerta unas cuantas veces por unos minutos. No hubo respuesta.
"¡¿Hola?! ¡Hey! ¡Soy yo! ¡El tipo en el techo de la ferretería!". Llamé, pero nadie vino.
Estaba comenzando a pensar que no me habririan nada. Es una suerte que con todo el ruido que hice ningun Zombi me estuviera buscando.
"Maldita sea...". La tención estaba matandome. No aguanté más y decidí sobrepasar la cama. Empuje una de ellas unas cuantas veces con mi mano para probar la estabilidad. Se movía un poco, tenía dudas de que soportara mi peso, pero aún sabiendo eso, estaba decidido a sobrepasarla de alguna manera.
Aunque tal vez no sea necesario escalarla. Hay más posibilidades de subir al segundo piso por los costados de las escaleras que escalando alguna de las camas. Solo hay que cruzar parado por el pequeño camino encima del borde derecho o izquierdo de las escaleras, cruzando parado para evitar las camas.
Y así lo hice. Crucé por los costados de las escaleras y baje al otro lado de la barrera. Miré a los lados rápidamente antes de comenzar a avanzar, girando de vez en cuando mientras continuava observando para repetir algo como lo que me sucedió con el niño Zombi.
Rápidamente encontré la escalera que lleva al siguiente piso. No estaba bloqueada como la anterior. Subí la escalera, aferrandome a la empuñadura del machete con fuerza. Tenía un mal presentimiento. El lugar estaba demasiado silencioso y vacio, la escalera del segundo piso desprotegida.
Subí las escaleras y, cuando lo hacía, sentía como mi cuerpo se tensaba y preparaba para un posible enfrentamiento. De todas formas, me faltan como dos pisos más por explorar.
Fin del capitulo 5.
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