Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo nueve

—¿Por qué me trajiste aquí?

Me quedo viendo el yate de dos pisos, Chese me trajo al mismo lugar donde ocurrió el problema. Ya le tengo pavor subir de nuevo.

—Sólo quería despedirme de ti en el lugar donde empezó todo. Si quieres vamos a otro lugar...

—No. Puedo hacerlo. —Le sonrío, pero en el fondo tengo miedo de que me vuelva a caer. —Vamos entremos.

Él va primero y yo le sigo, ya siento mi estómago vacío, no es por qué no desayuné, es por el movimiento del yate al ritmo del mar. Cuando estoy dentro de la cabina me siento en una silla a lo que él lo hace frente a mí. Pone en la mesa que nos separa un documento. Lo veo y mis manos que están en mi regazo empiezan agarrar mi pantalón. De un momento a otro el yate comienza su rumbo.

—Puede que estés ansiosa en firmarlo pero quiero que lo hagas al retorno.

—Sabes que tengo miedo al mar. Tengo miedo de caer de nuevo. Ya pasó dos veces y no quiero una más.

Se para y se ha cerca de la bodega de licores y agarra una botella.

—¿No tienes algo de comer por ahí? Me muero de hambre.

Cuando las palabras salen de mi boca deja el licor y se dirige a lo que me imagino es una despensa y desaparece ahí. Cuando regresa viene con dos platos abundantes.

—Antes de que estés aquí le pedí que trajeran la comida aquí desayuno y almuerzo.

—Gracias. —Agarro mi plato y meto una porción de comida a mi boca. Está rico, tiene un sabor exquisito. Bocado tras bocado terminé de comer todo. Cuando alzó la mirada me encuentro con Chese mirándome con una sonrisa para después poner una mirada melancólica.

—Antes no te vi comer mucho.

—Enserio a mí me encanta la comida, no me importa lo que digan de mi por comer.

—Creo que jamás te conocí.

Esas palabras me llegan en el corazón.

—Creo que ya somos dos. Tal vez te amé ya no se ni de lo que siento. ¿Se puede olvidar amar?

—No sé, pero creo que tú lo hiciste.

Dicho esto sale y se dirige al segundo piso. Me quedo ahí y salgo para ver el mar. Veo como se mueve y siento que la comida que desayuné quiere salir. Me agarro de la baranda y entro para sentirme bien. Ya ni se por qué carajos salí. Cuando entro y me dirijo a una de las habitaciones veo que no hay nadie y me echo, no sé qué pretende al traerme aquí. Ni siquiera está aquí. Me quedo ahí un buen tiempo hasta que escucho mi nombre gritar por los labios de Chese.

—¡Aquí!

La puerta se abre y lo veo con sólo con una pantalón corto. Me sonríe y me jala para arrastrarme por todo el yate y llevarme a la parte baja y ahí veo una piscina que está cerca del mar. Miro alrededor y noto que el yate se había detenido. Me tranquilizo un poco ya que no siento mi estómago revuelto.

—Lo siento por dejarte, me sentí triste.

—¿Siempre te vas cuando algo no sale como tú quieres?

—No quería que vieras mi cara. —Arqueo la ceja al recordar ayer que lo vi llorando. —Te quiero y te seguiré amando. Pero tú... no que pasará.

Niega para luego acercarse a mi lado. Estamos de frente y me agarra la cara y sin prevenir lo que viene después. Los labios de Chese tocan los míos. Me alejo de él pero no se separa de mis labios, su lengua lame mi labio para luego morder mi labio inferior.

—Por favor dime que me amas, sólo por última vez quiero saber que me amas. —Susurra entre mis labios.

—No puedo decir eso por qué yo no siento que te amo. Pero si dices que te amé y lo noté en la imagen de ayer. Ya no sé qué pensar. Lo siento. —Se separa de mí para abrazarme.

—¿Por qué me trajiste aquí?

Se separa de mí, y me agarra de los hombros.

—Pensé que íbamos a pasarla bien antes de separarnos pero aquí estas ahogando conmigo.

—¿Siempre eres así? —Me alejo de él para dar vueltas de un lado a otro. —Lo digo por la forma que tienes un humos...hay no sé cómo describirte.

—Sólo contigo. —Dicho eso se lanza a la piscina para salpicar el agua casi en toda mi ropa. Ahora que lo veo ni parece una piscina más se ve como una bañera al aire libre. Observo alrededor y sólo veo agua y más agua.

—Vamos ven, vente a nadar conmigo.

—No sé nadar. —Hablo y miro mi ropa. —Además no puedo mira como estoy. No dijiste nada de esto. —Señalo con el dedo alrededor.

—Lo sé, pero eso se puede arreglar sólo puedes venir con tu ropa interior.

Pongo mis manos en mi cintura y palmeo el suelo con mis zapatos.

—Muy bien. —Levanta las manos en rendición. —Puedes mirar de ahí. Siempre haces eso cuando estas un poco molesta.

—Yo me imaginé una mesa y nosotros dos para divorciarse pero no esto. Y me tiene...

—¿Sorprendida? Lo sé, quería que sea único. Cuando los papeles estén firmados podemos estar separados, pero como seguimos casados yo quiero que recuerdes un día precioso. Cuando te digan; ¿Cómo fue tu divorcio? Tú les respondas; increíble me la pasé con mi esposo en un yate antes del divorcio.

—No sé si reírme o enojarme con lo que dices.

Él se acomoda en la tina y pone sus brazos en su cabeza y me mira. Me siento en mis piernas de la plataforma del yate.

—Tú te diviertes y yo aquí viéndote.

—Es por qué tú quieres estar ahí.

Va ser un día largo y aburrido, ya sé que contar cuando me pregunten como fue mi divorcio.

***

—Muy bien, ya es de noche las estrellas en el mar se reflejan en el mar. ¿No crees que son bonitas?

Me quedo observando en la parta alta del yate, Chese se queda a mi lado viendo. Las luces de la ciudad se hacen más cercanas cada vez que nos acercamos a la orilla.

—Firmaste el divorcio, desde mañana eres una mujer soltera, Danne Sáez Reyes.

—Lo sé, sólo espero que estés bien y que encuentres a alguien en tu vida.

—Lo aré y en eso te lo prometo.

Nos miramos durante un buen tiempo y antes de pararme me detiene. Y utiliza mi cuerpo para levantarse y susurra en mi oído las palabras que me van a seguir cada día de todos los días. Cuando terminó de hablar se separa y antes de decirle algo se baja. Yo bajo aún con la mente en esas palabras. Me acompaña hasta mi departamento, todo el camino fue silencioso. Cuando llegamos nos bajamos, se voltea a verme y me da un casto beso para luego subir a su auto arrancar y desaparecer entre los demás autos.

Me agarro los labios con los dedos, ¿Puede mi corazón volver a latir por una persona a quien amé en el pasado y ya no hago ahora?


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro