Mientras que ambos caminaban tomados de la mano hacia el auto, ambos notaron que había una pequeña flor como las que había cerca del lugar, sobre el cristal delantero del auto y con una nota escrita con letra cursiva que decía "felicitaciones a los novios, Stanford y Darling".

-que curioso-dijo Darling al momento que tomaba la nota y la pequeña flor que había-pero es un bonito detalle

-si... aunque se de quien pudo haber sido-abriendo la puerta del auto.

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El camino de regreso fue mucho mas relajante y con menos tención entre ambos, quienes aprovechaban cada semáforo en rojo para disfrutar uno que otro beso de camino a casa de Darling.

Cuando Ford estaciono el auto frente a la casa, pudo notar que las luces de la entrada estaba apagadas y que solo se veían las de la sala. Al llegar a la entrada, Darling aun sostenía en sus brazos aquel muñeco que Ford había ganado en la feria y que aun portaba el suéter de su novio sobre sus hombros.

-gracias por esta bonita velada, Ford

-para mi.... fue el mejor día de todos

-aunque nos hayamos encontrado al torpe de Cipher en dos ocasiones..... me divertí mucho-acercando su rostro al castaño, quien rápidamente capto el mensaje y también acerca su rostro al de la chica.

-¡¿jovencita que horas son estas de llegar a la casa?!-la voz imponente de su padre los saco de su pequeña burbuja de color rosa.

-¡papá!

-¡señor Simmons!

-creo haber dicho que la quería ver a las diez en punto-aquel hombre se mostraba bastante molesto y viendo en su reloj-son ya casi las once de la noche-el padre de Darling se veía bastante enojado y mas ahora que veía como ninguno de los dos sabia muy bien que responder-y bien.... acaso no fui muy claro-el padre de Darling tenia los brazos cruzados mientras que esperaba a que alguno de ellos respondiera, pero justamente cuando el castaño estaba punto de responder, alguien mas hablo en su defensa.

-hija, que bueno que llegas-la señora Simmons parecía haber llegado en su ayuda, por lo que había interrumpido a su esposo-me sorprende que los dos llegaran a la hora correcta-dijo la madre de Darling, quien dejo a ambos sorprendidos por su comentario.

-¡¿como que a la hora correcta?!-dijeron los dos al mismo tiempo.

-si, querida-dijo la señora Simmons, mientras les mostraba la hora en un pequeño reloj que había muy cerca de la puerta-lo ven, llegaron justo a la hora exacta

Darling no podía estar mas molesta con su padre y mas aun, viendo a sus hermanos, los cuales estaban afuera de la casa y escondidos tras unos arbustos y con un par de baldes de agua.

-¡papa!-dijo ella mientras caminaba hacia los arbustos y les quitaba a ambos los baldes de agua-¡y ustedes!-los mencionados solo se quedaron quietos-¡ya maduren!-dijo molesta mientras tomaba los baldes de agua y los empapaba a los dos-¡a sus habitaciones!

-pero....-dijeron los dos al mismo tiempo

-¡pero ya!-ambos hermanos se metieron a la casa, no sin antes acercase un poco al castaño.

-suerte...

-si, la vas a necesitar-dijeron los dos mientras subían por las escaleras.

-muy bien-hablo la señora Simmons-creo que mejor nosotros nos retiramos

-pero...-protesto el padre de la chica, quien solo recibió un golpe en su brazo como respuesta.-s...si, querida tienes toda la razón

-espero nos vuelvas a visitar, Stanford-dijo la madre de Darling al momento que los dejaba asolas y llevaba a su esposo dentro de la casa-buenas noches~-la puerta de la casa se cerro y dejando a ambos jóvenes asolas y antes de que alguno pudiese decir algo, Darling se fijo hacia la ventana y pudo ver que su padre solo se había asomado por unos segundos antes de volver a cerrarla.

-siento lo que paso hace un rato

-no te preocupes, son tus padres y es normal que se preocupen por ti

-lo se pero..... siento que todo haya sido un poco raro-dijo mientras agachaba su cabeza y un pequeño sonrojo se apoderaba de sus mejillas. Un pequeño silencio se hiso presente, la mano de Ford se posaba sobre el rostro de la chica y mientras acariciaba su mejilla, tomo con delicadeza su mentón y la hiso mirarlo a los ojos.

-para mi no lo fue-esa confianza con que demostraba el castaño y esa paciencia con la que manejaba la situación, fue lo que le impulso a abrazarle y sentir en que se sentía protegida en los brazos de su novio y querer estar cerca de él y nunca apartarse de su compañía.

-te amo.... -Y con esas dos simples palabras, fue como terminaron su noche especial.

Al entrar a su casa, no pudo notar que sus padres habían presenciado todo y mucho menos que escuchar que le hablaban para que les dijese sobre como le había ido.

Darling estaba por subir el último escalón hasta que hiso algo que dejo a sus padres sorprendidos, ya que sin decir nada, bajo rápido las escaleras y corrió hasta la puerta, cuando la abrió, pudo notar que Ford apenas si había llegado a donde estaba su auto.

-¡Ford!-grito la chica desde la puerta, pero cuando el castaño volteo a verla, se dio cuenta que ella estaba corriendo hasta donde estaba y sin mas se abalanzo contra él y mientras que el castaño la sostenía entre sus brazos, ella aprovecho una pequeña distracción por parte de Ford y le deposito un tierno beso en los labios, Stanford correspondió aquel beso mientras que su pequeña escena había sido presenciada por los padres de Darling.

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La despedida entre ambos había sido mejor de lo que esperaba y mas aun, al saber que después de su pequeña despedida, los padres de Darling lo habían invitado a él y sus padres a cenar para hablar sobre su noviazgo y demás.

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Al llegar su casa, pudo notar que su madre estaba lavando los platos, mientras que su padre se encontraba leyendo un libro y como era lo debido, paso a saludarlos y comentarles sobre la invitación a cenar y sobre que su hijo, ya estaba en una relación.

Ambos habían aceptado la invitacion y mas sabiendo que era para conocer a los padres de la novia de su hijo, igual que como habían hecho con Stanley cuando les presento a Karla.

Después de su charla, Stanford se despidió de su padres y se fue a su habitación, no sin antes ir a la habitación de su hermano.

-que hay....-saludo lee desde su cama mientras leía una de sus historietas.

-solo quería agradecerte por tu ayuda, a ti y a Karla-dijo mientras caminaba hasta la puerta, pero-y gracias.... por su tarjeta de felicitación-fue lo ultimo que dijo antes de ir a su habitación.

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Lunes por la mañana, inicio de semana....

-aburrido....

-no se por que haces eso cada lunes en la mañana

-es la verdad.... además-dijo mientras se recargaba sobre su casillero-no se por que tienen que ser tan aburridas las clases

-esto no es un circo para que te entretengas, se trata de un santuario de conocimiento y.....

-si, si... como tu digas, cerebrito

-buenos días muchachos-saludo Karla mientras caminaba hacia donde estaban ellos.

-buenos días, Karla

-hola, nena

-¡¿ya supieron?!-al oír tal pregunta, ninguno supo a que se refería, por lo que negaron con la cabeza-dicen que Cipher dejo la escuela, al parecer nadie sabe por que, pero.... escuche que tiene que ver con que "alguien" lo humillo enfrente de todos y que por eso se fue de esta escuela

Aquella noticia lo dejo mas que sorprendido, nunca pensó que alguien de la escuela lo hubiese visto y mucho menos que eso haya sido motivo suficiente para que Cipher se fuera de esta escuela.

-y hablando de buenas noticias.... ¿Cómo te fue en tu cita, Ford?-su pregunta mas que sorprenderlo, lo dejo sin habla y mas al darse cuenta que tanto su hermano como ella querían saber lo ocurrido el sábado, pero lo que mas lo dejo sorprendido, fue que alguien lo estaba abrazando por la espalda, dejando su sacara mas roja que un tomate.

-buenos días, Ford-la voz de Darling logro devolverlo a la realidad.

-muy buenos días para ti también-dijo el castaño mientras volteaba a ver a la chica y le daba un pequeño beso en los labios, mientras que dejaba a ambos jóvenes sorprendidos.

-¡que tiernos se ven!

-¡consíganse un cuarto!

-¡Stanley!-la voz del chico logro que mas de uno contemplara aquella extraña discusión.

-lo siento mucho, pero es la verdad, se ven tan bien juntos-dijo Karla al momento que dibujaba un corazón en el aire alrededor de Stanford y Darling.

La campana sonó y todos los estudiantes se dirigieron a sus salones. Los primeros en irse (para sorpresa de algunos) fueron Karla y Stan, mientras que detrás de ellos y tomados de las manos, era como iban la nueva pareja que se había formado aquel magico sabado por la noche y quienes sin duda, serian la pareja mas comentada de entre los pasillos de aquella secundaria de New jersey.

Stanford descubrió aquel sábado por la tarde - "una pequeña invitación a salir.... que es lo que podría salir mal"