La hora casi se acercaba, Stanley le había pedido a Karla que viniese a ayudarlos, mas en especifico a Stanford.

-muy bien Ford, puedes hacerlo.... recuerda lo que tu entrenadora del amor te enseño-Karla parecía estar disfrutando de la situación, ya que parecía como si estuvieran en el campo de practica de la secundaria y le hablaba a Ford como si fuera uno de los jugadores del esquipo de futbol y ella su entrenadora-¡¿como es ella?!

-¡linda!

-¡¿como son sus historias?!

-¡interesantes!

-¡¿y quien va a pagar la cena?!

-¡yo!

-¡bien! Antes de que salgas a tu cita... quiero que lleves esto-mostrándole las llaves del auto de lee, el cual tenia por nombre "diablo".

-pero lee....

-hablo enserio cerebrito-lanzándole las llaves del auto-llévate el auto

-gracias lee

-si llego a ver un solo rayón en la carrocería, date por muerto sixer-dijo como única advertencia-y una cosa.... nada de querer tener encuentros cercanos como conejos en primavera dentro del auto.... acabo de lavarlo y no quiero ninguna mancha ¡¿entendiste?!

-c... claro

-bien-dijo Stanley quien le daba un pequeño golpe en el brazo-será mejor que te vayas si no quieres llegar tarde a tu cita

Y fue así como Stanford pines, se subió al auto de su hermano, no sin antes haber puesto lo que le iba a regalar a Darling, en el asiento trasero.

***************************************************

Faltaban 5 minutos para que dieran la siete de la tarde, estaba a pocos metros de la casa de Darling.

La dirección escrita en aquel papel, decía que era una casa de color azul cielo con jardín en la parte de en frente y un pequeño árbol que había junto a su casa, por lo que le fue fácil de identificar, siendo que la mayoría de estas tenían un jardín delantero, pero pocas eran las casa que tenían un buzón pintado de color verde, como lo indicaba en el papelito.

Stanford bajo del auto y antes de acercarse a la puerta, tomo lo que había dejado en el asiento trasero del auto hasta la puerta principal. Un ultimo suspiro escapo de sus labios antes de siquiera poder acercarse un poco a la puerta y tocar el timbre.

Un simple sonido fue lo que anuncio que alguien estaba al pie de la puerta y un sonido de pasos proveniente dentro de la casa fue lo que le indico que alguien se acercaba para abrir la puerta; el picaporte comenzó a moverse y en un solo movimiento este giro para luego abrir la puerta y encontrarse con alguien frente al castaño.

-¿si, que se te ofrece?-al pie de la puerta se encontraba un hombre alto, algo fornido y de aspecto un tanto "terrorífica" era quien había abierto la puerta, seguido de otros dos sujetos, los cuales se acercaron también a la puerta y lo inspeccionaron de pies a cabeza.

-b... buenas tardes ¿s... se encuentra.... d... Darling?-era mas que obvio que estaba nervioso al ver a esos tres sujetos quienes lo observaban.

-¿que quieres con mi pequeña niña?-el hombre pregunto al momento que hacia tronar sus nudillos.

-¡Stanford!-el grito de emoción de Darling había alertado a todos quienes la veían bajar de las escaleras.

-¡¿espera hermana?!-dijo uno de los chicos-¡¿tu cita es con el nerd de la secundaria?!

-no le digas así, Steven-dijo la chica mientras inflaba sus mejillas como una niña pequeña.

-miren la mocosa ya se enojo-dijo uno de chicos de forma burlona.

-¡cállate! Y no me digas así, Roger

-¡muy bien basta los tres!... ¡y tu!-señalando a Ford-no te quedes hay parado y entra de una vez-Ford obedeció y entro a la casa. Una vez que entro, pudo notar que dentro de la sala había un sinfín de fotografías de los tres hermanos con sus padres al igual que algunos trofeos y otros premios con el "1er lugar" escrito en todos ellos.

-¡¿y tu, tienes nombre o que?!

-L... lo siento, s... soy Stanford Filbrick Pines-dijo mientras le extendía la mano al padre de Darling-es un honor conocerlo señor....-aquel hombre lo observo detenidamente mientras veía como la mano del chico temblaba.

-me agrada tu actitud chico-estrechando su mano con la de Ford, quien se sorprendió de que no le importara su pequeña "anomalía" que residía en sus manos-Horacio Simmons.... y estos chicos de aquí-señalando a los hermanos de la chica-son Steven y Roger Simmons-ambos jóvenes lo saludaban.

Después del saludo, los tres se habían ido de la sala y dejar a los dos "tortolitos".

-c... casi lo olvido-dijo Ford quien no podía estar mas nervioso por su siguiente movimiento-t... te traje esto-Stanford le había entregado un ramo de flores, pero no cualquieras, ya que estas eran gardenias.

-aaww Ford, son preciosas

->no mas que tu, Darling< me alegra que te hayan gustado

-gracias Ford-la chica no podía estar mas feliz en ese entonces, ya que se cumplía uno de sus mas grandes sueños..... una cita con el chico de sus sueños.

-y.... también te traje esto-del bolsillo de su pantalón, traía una pequeña caja de plástico con un pequeño moño de color rosa y se la entregaba a Darling.

-¿Qué es?

-es una sorpresa, ábrelo por favor-la chica miro la cajita antes de abrirlo y ver lo que tenían en su interior, al igual que sus hermanos y su padre, quienes estaban atentos a todo lo que pasaba entre ellos dos.

Al abrir la cajita, puo ver que dentro había un pequeño collar con un pequeño cuarzo rosa en forma de corazón que colgaba de la fina cadena de plata. Los ojos de la chica se iluminaron al ver tan hermoso regalo, por lo que no tardo en responderle al castaño.

-p...pero Ford, e...esto de debió haber costado mucho.... no se si pueda aceptarlo

-por favor.... acéptalo-tomándola de las manos-este pequeño cuarzo, lo encontré cuando era niño, mi hermano y yo solíamos explorar mucho en la playa y... mientras me encontraba explorando por el lugar, encontré este pequeño cuarzo dentro de una cueva.... por lo que me la lleve y.... cuando le mostré esto a mi madre, dijo que era la gema del amor y la paz infinita, que brindaba bienestar emocional abriendo el corazón al amor y al afecto-los ojos de la chica brillaban, su corazón latía mas rápido de la emoción y por la cercanía que había en ellos-al principio yo no lo entendía-tomándola del mentón y haciendo que lo mirara a los ojos-hasta ahora

-Ford... -lo ultimo lo había dicho con una sonrisa infantil que hiso sonrojarlo como nunca en la vida-gracias

-¡que lindos se ven juntos!-una voz femenina fue la que había interrumpido tan mágico encuentro entre ambos jóvenes, por que de inmediato se separaron y se giraron hacia donde provenía aquella voz.

-¡mama!-musito la chica con las mejillas rojas y siendo objeto de burla por parte de sus hermanos, a quienes les dio un golpe en los brazos para que dejaran de reírse.

-lo siento querida pero...-volviendo a reír-no pude evitar decirlo....-tanto ella como su esposo e hijos, no pudieron evitar reír por la cara de ambos jóvenes-y bien...-llamando la atención de los dos-¿quien es este apuesto jovencito?-dijo la mamá de Darling quien se acercaba a Ford.

-buenas tardes señora Simmons, mi nombre es Stanford Filbrick Pines

-vaya que jovencito tan mas caballeroso-dijo la madre de Darling-mucho gusto, mi nombre es Marisol Simmons.... es un gusto poder conocer a mi futuro yerno ¿no lo crees cariño?-dirigiéndose a su marido, quien parecía haberse sorprendido por lo dicho por su esposa-¿y bien?-cuestiono la madre de Darling-¿acaso no tenían una cita o algo así?

-s...si-dijo Ford mientras caminaba hacia donde estaba Darling-¿lista?-extendiéndole la mano.

-por supuesto que si-tomándolo de la mano y caminando hacia la salida.

Justo cuando estaban a punto de salir de la casa, Ford había sido sorprendido por unas fuertes manos que lo tomaban del brazo-los quiero aquí a las diez en punto, de no ser así-su mirada era mas que aterradora para el castaño quien estaba mas blanco que el papel por el miedo-tu y yo tendremos una fuerte charla

-¡papá! Lo vas a asustar-dijo a chica a l momento que tomaba a Ford del brazo.

-no lo asuste cariño, solo le dije que no lleguen tarde-dijo mientras se acercaba a su hija y se giraba hacia donde estaba el castaño-¿no es así, chico?-fingiendo simpatía hacia el castaño quien solo asintió con la cabeza nervioso-¿lo vez?

-cariño déjalos que se vallan-dijo la mama de Darling, quien tomaba a su esposo y lo llevaba a dentro de la casa para luego cerrar la puerta.