Segunda Parte.

"Un corazón de oro siempre puede sanar"

Lo valiente que tenemos que ser para enfrentar esa oscuridad dentro de nosotros. Ese rincón nuestro que carga todo lo que somos, todo lo que fuimos y todo lo que seremos alguna vez.

Lleno de dolor pero al mismo tiempo de felicidad. De amargura, pero con un toque de dulzura. De odio, pero que a veces se vuelve amor... De locura ciega y absoluta, muchas veces nos hace perder la cordura.

Mi mayor acierto, fue darme cuenta de que merecía amar y ser amada. Que siempre es posible volver a empezar.

El capitulo que sigue, viene dentro de un ratito.