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Epílogo.


Epílogo.


Ezra.

Todavía no podía creer lo que estaba viendo. Mientras Cloe tomaba agua, yo solo la

miraba.

No podía entender lo que estaba pasando. Ella está aquí. En mi casa, y sentada en mi sillón como si nada hubiera pasado.

— ¿Qué sucedió? — pregunte mirándola. Estaba a casi dos metros de distancia de ella, no quería estar cerca.

— Yo te lo diré todo. — habló con la voz temblorosa. — Pero primero necesito que me perdones.

¿Perdonar? ¿Por qué ahora?

— ¿Qué te perdone? ¿Te parece el momento para venir a pedir perdón? — preguntó incrédulo. Estaba al borde de un ataque de ira o de llanto. — No, no te perdono. Yo no sé, qué haces aquí.

La verdad fue un milagro que mi voz saliera, siento como si tuviera un nudo en la garganta y la cabeza comenzó a dolerme. Sentía esa maldita opresión en el pecho, aún más intensa.

Mis palabras la hirieron, lo vi reflejado en su mirada. Pero a mi me dolía más lo que ella me hizo. Y por un segundo no me importó lastimarla.

Entonces Cloe hizo algo, que nunca imaginé que haría. Se tiró al suelo y se acercó a mí de rodillas llorando, un llanto desgarrador.

— Perdoname, por favor perdóname. — sollozo desconsolada, y a mi se rompió el corazón al escucharla llorar así. — Yo te amo, yo hice todo mal y mis malas decisiones me llevaron a perder a los únicos hombre que ame. A ti y a mi bebe. ¡Perdí a mi bebe Ezra!

El impacto de sus revelaciones, me golpeó de una manera implacable. La ira que sentía al inicio, desapareció ante una oleada de dolor y confusión ¿Cómo sucedió todo esto?

La voz quebrada de Cloe y sus lágrimas desgarradoras perforaron mi alma. Verla de rodillas, suplicando perdón con el corazón destrozado, fue como un puñal en mi corazón. A pesar del dolor que ella me había causado, a pesar de que ella es mi dolor. No pude evitar caer de rodillas junto a ella para abrazarla, y consolarla.

— Lo siento tanto, Cloe. — dije sosteniendo en mis brazos, ella se aferraba a mi como si la vida dependiera de ello. Podía sentir su dolor como si fuera el mío.

— Perdoname mi amor, perdoname por dejarme llevar por mis ambiciones. Yo soy una idiota, no te merezco... Nunca lo hice — sus llantos no cesaban, eran cada vez más fuertes y decía cosas que me confunden y al mismo tiempo me lastimaban.

— Me cambiaste por él ¿Porque lo hiciste? — pregunté, pero la verdad no quería saber la respuesta.

Sus ojos grises chocaron con los míos, en donde antes había luz. Ahora solo queda oscuridad, tristeza y desolación. Sus ojos expresaban todo el sufrimiento que ella cargaba por dentro.

— Él me presiono y me manipulo para que te dejara. — confesó con hastío. — Te contaré toda la verdad, pero debes creerme. Misael no es quien dice ser, él es cruel.

— Cuéntame todo.


Verena.

Lidia me trajo hasta mi casa, le insistí en que podía venirme sola. Ya que quería pensar todo esto en mi casa. Pero ella insistió en acompañarme en mi auto, luego hizo que su chofer la llevara de nuevo a su casa. Antes de irse, le hice jurar que no le diría nada a nadie. Porque tenía que hablar con Ezra primero.

Al llegar a mi departamento, prendí la calefacción. Estaba muy frío aquí dentro.

Fui hasta mi habitación, en donde me acosté sobre la cama. Hace muchas noches no duermo aquí.

Voy a tener un bebe, un bebe mio y del hombre que amo. Pase mi mano sobre mi estómago.

— Hola bebe. — dije en la habitación vacía. — Mira, te seré honesta. No se como van a salir las cosas, yo no te esperaba ¿okey? — dije dando un toque con mi dedo a mi vientre plano. — Pero ahora que sé que estás aquí, siento cosas extrañas. No quiero decir que no te quiera dentro mio, solo que es confuso. Mira ahora te hablo y sé que no me estás escuchando.

Me gire hacia la izquierda, para poder ver mejor mi panza. No veía ningún cambio, todavía no debo tener ni tres meses. Quizás esté más o menos como Dafne.

Dios, voy a compartir mi embarazo con la reina del drama.

— Hijo, estoy segura de que tu tía va a pensar que le quiero robar el protagonismo. Pero no es así, no quería esto. Voy a ser sincera contigo, pero no se si pueda ser buena madre. Mi abuela me dijo que sí podría, pero yo... Tengo miedo a tantas cosas.

Comencé a decirles todas mis dudas y temores. Pero esta vez no solté ninguna lágrima, hasta que dije mi peor miedo... Lloré un montón, porque ese miedo era una verdad que me partía el corazón.


Ezra.

— Yo evadí impuestos en mi compañía, al principio fueron cosas mínimas. Como nadie las noto, segui haciendo mas cosas... Y termine lavando dinero. — Las declaraciones de Cloe me dejaron boquiabierto.

— ¿Por qué no me dijiste nada? Te fuiste a la quiebra en tan solo un año, después de empezar con tu negocio. ¿Cómo llegaste a lavar dinero?

El gesto de Cloe se torció, algo no iba nada bien. Pero ella continuó hablando.

— No te dije nada porque me daba vergüenza, el negocio quebró antes de comenzar. Soy una initul, entonces hice cosas que solo una inutil haría. Le pedí consejos a Misael.

El hecho de que ella lo nombre, aviba mi ira, pero necesito saber la verdad. Luego tendré tiempo de insultarlo.

— Pensé que me quería ayudar, pero solo me hizo hundirme cada vez más. Cuando me declaré en quiebra, amenazó con denunciarme a la policía. A menos que me acostara con él.

Al decir eso, me dio demasiado asco. Me tuve que alejar de ella, lo que hizo que Cloe me mirara de una forma que me hizo doler el alma.

— Yo... — comenzó a llorar. — Yo no quería, te juro que me daba asco cada vez que él me tocaba. Pero no tenía elección.

— ¡Claro que tenías elección!— grite. — ¡Me tenias a mi carajo! Yo hubiera dado todo por ayudarte y decidiste acostarte con él.

Me aleje de ella de un salto. Me levanté del suelo enfurecido. Sentía tanto enojo, tanto asco. ¿Cómo es posible que Misael le hiciera eso? ¿Porque quería meterse con mi mujer?

Ella comenzó a llorar nuevamente, sollozando, e hiperventilando. Estuve tentado a ir por ella y abrazarla, pero no podía. No cuando la imagen de ellos dos me venía a la mente, una y otra vez.

— Siempre tuviste elección, siempre. — le recrimine, apoye mis manos sobre el brazo del sillón. Necesitaba respirar y calmar me. — Y lo elegiste a él.

— No lo pensé en ese momento , me sentía acorralada y solo hice lo que pensé que era mejor. — se excuso. — Tú familia no me quería, y si se enteraban de lo que hice ¿A quien hubieran desaparecido a él o a mí? — gritó con furia. — A mi,por ser pobre y no ser una puta de la nobleza.

— No metas a Verena en esto, porque es un tema entre vos y yo.— La corté de inmediato.

— Está bien — hablo molesta. Se levantó del suelo y vino hacia mí. Se secó las lágrimas con sus manos. — Pero quiero que sepas que yo solo intente sobrevivir. Pero quedé embarazada, y sabía que era de él.... Yo iba a abortarlo, no podía tenerlo. — confesó mirándome, no sabía qué sentir con esa información. — Pero Misael se enteró y me obligó a hacer aquella escena, a decir esas cosas y todo eso para que lo escucharas. Él te odia, y me hizo parte de ese juego enfermizo que tiene en su cabeza para joderte, yo no quería... — su voz se le quebró. — Te juro que no quise herirte, no quise esto. Perdoname.

La cabeza me daba vueltas, todo se derrumbó dentro de mi. No podía concebir la idea de que Misael fuera un ser tan asqueroso y cruel, y tampoco podía entender como ella no tuvo la confianza para venir a mi cuando pasó todo esto.

Le creía, creía cada cosa que decía. Porque eso explicaría muchas cosas, pero no puedo desarme del dolor que ella me causó.

— Pero me heriste, me humillaste y me dejaste con el corazón roto. — confesé con dolor. — ¡Me embarraste en la cara que estabas embarazada de otro! ¿Crees que puedo olvidar algo así?

La voz se me cortó en el momento en el que empecé a llorar. Ella se me acercó, pasando una de sus delicadas manos sobre mi cara.

— Y me odio por eso, me odio por herirte y me odio por hacerte creer que no te amo. — confesó en un tono débil.— Por Dios, sabes lo que me dolió verte con ella. Lo que me lastimaba verte sonreírle a ella. O el hecho de saber que todos me odiaban y hablaban mal de mi. Pero me lo merecía, sabía que ese era mi castigo por herir a la única persona que en realidad amo y merezco tu odio.

Recordé el día en el que le dije que la odiaba. Dios mio, la odiaba pero con la misma intensidad con la que la amaba.

Puse mis manos en su cara, atrayéndola a mi.

— No te odio Cloe, nunca podría hacerlo

Ella acercó su boca hasta la mía, estábamos a milímetros de distancia.

— Yo te amo, te amo demasiado Ezra. — balbuceo contra mis labios. Cerré los ojos por un segundo sintiendo su olor y su cercanía. — Siempre me voy a odiar por lo que te hice.

Abrí los ojos, y note que ella tenía los suyos cerrados. Su boca se pegó a la comisura de mis labios, sentía un escalofrío por todo mi cuerpo.

Ella me amaba, y yo la amaba, y ella no me había cambiado. Ella... estaba siendo sincera con respecto a todo lo que pasó y yo no podía pensar en nada más , ni en nadie más.

— ¿Qué pasó con el bebe? — pregunte separándome de ella. — Quiero toda la verdad Cloe, basta de mentiras.

— Vi la foto que subió ella, de ustedes dos desayunando se veían felices...

—¿Qué tiene que ver la foto? — cuestionó irritado. No quiero que ella nombre a Verena.

— Que no quería verte con ella, no quería que te enamoraras de ella. Y me olvidarás.

— ¿Sabes lo cruel estás siendo al decir eso? Aunque lo que digas sea verdad, me heriste y me engañaste.

— ¡Lo sé! Soy un asco de persona, una mierda que no merece siquiera respirar. Pero también soy una egoísta, que no puede vivir sin vos. Y no quería que ella te tuviera.

Negué con la cabeza, intenté separarme de ella.Pero me tomó del brazo, para que me quedara en mi lugar.

— No puedo verte con ella, porque sos mío, tanto como yo soy tuya. — dijo convencida, pero estaba temblando.

— Dejaste de ser mía, cuando te fuiste con él.

— ¡No! Luego de que me obligara a hacer esa escena. Nunca más volví a acostarme con él. No volvía a tocarlo, solo me obligaba a que lo besara cuando estabas cerca o la insoportable de su madre aparecía. — explicó con asco. — Yo nunca fui de él, siempre fui tuya.

Mi corazón dio un vuelco, al escucharla decir eso. No pude evitar sentir... felicidad cuando me dijo eso. Pero me sentí culpable por sentirla.

— ¿Pero qué sucedió?

Desvió su mirada, hacia algún lugar de la estancia.

— Cuando vi esa foto, me di cuenta de que nada importaría si me dejabas de querer y amabas a otra. Así que mandé a volar a Misael, le dije que se fuera al carajo él y todo. Que me podía enviar a la cárcel si quería, pero yo estaba harta de tener que fingir que no me daba asco tocarlo. — el desagrado y la ira en su voz eran palpables. — Entonces discutimos, ambos gritamos. Lo empujé, y él me devolvió el golpe. — las lágrimas cayeron por su cara. — Yo perdí el equilibrio y me caí de panza sobre el suelo, al principio no fue nada. Pero al día siguiente, comencé a sentir un dolor horrible en el vientre y comencé a sangrar. Te llame a ti, y no respondiste. — el corazón se me paró. La llamada del otro día. — No te culpe, era obvio que no lo harías. La hija de puta de su madre apareció y me llevó al hospital... Perdí al bebe por desprendimiento de placenta, ocasionado por el golpe..

Ella no pudo seguir hablando, su voz se cortó por el llanto. Esta vez la abracé con fuerza, no me importo lo que hizo ella en el pasado. No podía dejarla sola ahora, necesitaba consolarla.

Fue manipulada, y obligada a estar con ese hijo de puta. El dolor que sentía por ella, y la ira y enojo que sentía hacia Misael eran inmedibles, todas esas emociones ebulian en mi interior. Quería asesinarlo, eliminarlo de este mundo.

¿Cómo fue capaz de hacerle esto a ella? Al bebe de ambos, y todo por un odio estupido.

Cloe no se merecía nada de esto, nada de este dolor.

— Yo me había encariñado con mi bebe y ahora no está. — gimoteo. — Intente irme después de ese día, pero no me dejo. Sabia que ya no tenia nada que perder, no tenia al bebe y no te tenia a ti. Así que supo que volvería corriendo a tus brazos en la primera oportunidad, pero vos no respondías a mis llamadas. Y hoy me dejo con esa bruja, entonces me escape y vine hacia aquí. Sé que no me debes nada, yo te debo mucho a ti, pero no puedo dejarte ir. — me tomó con ambas manos la cara. Haciendo que nuestras vistas se encuentren. — Vamonos de aqui Ezra, empecemos juntos al otro lado. Solo los dos. Lejos de aquí, de las familias tóxicas y de los recuerdos de mierda. Yo te amo y quiero que vengas conmigo.

Me quedé mudo, sin poder decir ni una sola palabra. Me quede procesando la magnitud de todo lo que Cloe acaba de confesarme y de todo lo que ella vivió. Porque si lo mio se sintió como un infierno, lo suyo es un calvario.

No sé cómo sentirme al respecto, porque espere este momento tantas veces. Deseé este momento tantas veces, que ahora sea real...

Ella tomó mi mano entre la suya, apretando mis dedos.

Estoy dividido entre el pasado y la promesa de un nuevo comienzo juntos.

— ¿Un comienzo tuyo y mio? — pregunte con hilo de voz.

— Un comienzo en donde seremos felices, comencemos de nuevo amor.

El corazón me dio un vuelco, cerré los ojos un momento pensando y analizando todo.

— Iré contigo. — hable decidió.

La tomé por las mejillas, acercando mi boca a la suya y la besé. La bese con amor y con ternura, la bese por todo el tiempo que no pude besarla y ella me correspondió el beso con la misma intensidad.


Verena.

Fui a la oficina con los nervios a flor de piel. Me parecía raro que Ezra no me hubiera llamado. Ya que le había mandado mensajes.

No sabía cómo le daría la noticia. No puedo entrar y decir. "Hola, estas son tus citas de hoy. ¿No te dije? Tendremos un bebe."

No, no puedo decírselo de esta forma. Tengo que planearlo bien, quizas podria comprar esos adornos que dicen ¡Felicidades seras papa! ... No, eso es peor.

¿Cómo voy a decírselo? Que situacion mas dificil.

Al llegar a mi oficina, noto que la de Ezra está con la luz apagada.

— Que raro. — Me acerco a su oficina, y la puerta está abierta. Pero no hay nadie dentro.

Vuelvo hacia mi escritorio para buscar mi celular. Lo llamo, pero me envía directamente al buzón. Con el corazón algo acelerado, entro a Whatsapp y no había respondido mis mensajes.

Algo preocupada, me siento en la silla. Quizas le paso algo, el sabor amargo me volvió a la boca.

¿Estará bien? Quizás ya viene y solo se retraso. Lo voy a esperar...

Me pasé toda la mañana, terminando mis tareas y liberando los pendientes que Ezra tenía hoy, por suerte no eran muchos. Al igual que me la pase llamando a mi novio, pero nunca respondió.

Cuando volví de almorzar, me preocupé porque no había recibido ninguna llamada y los mensajes ya no le llegaban. Justo cuando tire el celular, con bronca sobre el escritorio.

Vi que empezó a sonar, ilusionada me llevo el celular al oído.

— Hola.

— Hola Verena Williams, estamos hablando desde el hospital... — la voz de la mujer del otro lado de línea. Me causó una terrible desilusión. — Solo hablaba para darle los resultados del laboratorio. Usted está embarazada, felicidades. Puede agendar una cita con su ginecólogo, para las próximas revisiones.

— Muchas gracias, me pondré en contacto lo antes posible.

— De nada, que tenga buenos días.

Que me lo confirmaran no me causó ninguna impresión, ya sabía que estaba embarazada. Solo lo confirme.

Viendo que eran las tres de la tarde, y Ezra no aparecía. Decidí ir a buscarlo a su casa, necesitaba hablar con él. Debía decirle ahora.

Al salir del estacionamiento, sentía de nuevo ese sabor amargo en el estómago. Una mierda, porque ahora no sé si es preocupación o náuseas del embarazo.

Cuando llegue a la casa Ezra, me lleve la sorpresa de que el auto de Luca estaba ahí. Estacione justo detrás de su auto, me baje con prisas. Encontrándome con Dafne, que salía del auto de su hermano.

— Verena, hola. ¿Sabes en dónde está mi hermano? — pregunta de golpe. Se acerca a mí, besando mi mejilla.

— Hola, ¿Hablas de Ezra? — pregunté, ella asintió.— No lo sé, no lo vi en todo el día. No fue al trabajo, así que vine a buscarlo.

— Esto es extraño. — dice mirando hacia la casa.— Tengo un sabor amargo en la boca, como si pasara algo.

— ¿También tienes ese sabor en la boca? ¿Por qué será?

— No lo sé, comenzó desde hace tiempo. Cuando me embaracé. — dijo eso último mirándome.

— Ah.

Mierda, por suerte Dafne es despistada así que no se dio cuenta de que dije "También".

— Ezra no está en casa. — dijo Luca, quien salía de la casa del antes mencionado. Al verme se paró en seco y me miró. — ¿No estabas con Ezra?

Negué con la cabeza.

—No, es más vine a buscarlo. Porque hoy no fui al trabajo.

A Luca se le abrieron los ojos de la impresión. Se pasó la mano por la boca en un gesto de preocupación.

— Mierda.

— ¿Qué pasa hermano? — pregunta Dafne.

— La cocinera, me dijo que Ezra salió esta mañana temprano con una mujer y le dijo que no iban a volver por un tiempo. Pensé que hablaba de ti, y supuse que fue un viaje de enamorados.

Me quedé helada. ¿Ezra con otra mujer? ¿Irse de viaje?

— Eso no tiene ningún sentido. — balbuce.

Luca y Dafne, comenzaron a hablar pero no los escuche. Hace días que Ezra no está bien, y ahora desapareció con una mujer...

No tenía que ser una genio para saberlo... Ezra estaba con Cloe, es la única mujer que se me ocurre...

— Yo me tengo que ir... — dije apresuradamente.

Me di la vuelta, y me encamine a mi auto. Las manos me temblaban, cuando saque la llaves estas se me cayeron de la mano. Las levanté del suelo, pero no soy capaz de presionar ese estupido botón.

— ¡Oye! Tranquila.. — la voz de Luca se sintió en mi espalda. Pasó un brazo sobre el mío y agarró la llave. — Respira Verena, la cocinera se debió confundir. No hay forma de que Ezra se fuera con otra.

Lo que Luca dice es cierto. Él no se iría con otra, no me dejaría así... No debo estar exagerando todo.

— Yo tengo un mal presentimiento. — murmure.

— Tranquila, seguramente el idiota esta en algun lado y hay una buena explicacion. — me tranquilizo. Me di vuelta para mirarlo, él dio un paso atrás. Aunque su voz transmitía calma, sus ojos decían otra cosa.

— Estás preocupado... ¿Crees que está con ella?

Lo vi tragar en seco, miró hacia otro lado. No podía sostener la mirada.

Es lo malo de que ambos, conozcamos tan bien a Ezra. Que sabemos, que solo existe una persona en el mundo que lo vuelve un idiota que toma malas desiciones.

— No creo, él no te haría eso.

— No, claro que no.

— Vamos a esperar a que nos contacte. Pero primero calmate, no te puedes ir así.

Asentí con la cabeza. Tome aire por la nariz.

Dafne se acercó a nosotros, mirándonos con los ojos entrecerrados.

— Ya vamos Luca, si el cretino ese no esta aqui. — se queja enojada. — Puedes venir si quieres Verena, iremos a hacerme mi ecografía de tres meses. Me dijeron que quizas, podamos ver el sexo.

La miré sorprendida, nunca antes me había invitado a algo de eso. Así que acepté con gusto, aparte esto me ayudara a no pensar en cierto pelirrojo.

No pudimos ver el sexo del bebe, ya que era muy pequeño que a partir del quinto mes seria visible. Pero escuchamos el latido de su corazón, no voy a mentir los tres lloramos. Aunque Luca dijo, que sus lágrimas eran alergia, nadie le creyó.

Pero el bebe estaba bien, con un peso bajo. Pero con los cuidados específicos y siguiendo al pie de la letra lo que dijo el doctor, el bebe crecerá normal.

Pase la tarde con los dos hermanos, me di cuenta de que no me querían dejar sola para que no me pusiera nerviosa. Ambos habían visto como me puse antes, y les agradecí por eso llevándolos a comer algo rico.

Las horas pasaron y ninguna llamada de Ezra. Luca me estaba llevando a mi casa en ese momento, Dafne roncaba en el asiento de copiloto. Mientras yo entraba a Whatsapp.

Pero lo que vi, me dejó sin aire y alli comence a preocuparme.

— Me bloqueó. — murmuré, haciendo que Luca frene el auto y se gire para mirarme.

— ¿Qué?

— Ezra me bloqueó de Whatsapp, ¿Que carajos?

— No, debe ser un error. Espera le voy a marcar. — sacó su celular, y marcó un número. Lo puso en el altavoz.

Así que pude escuchar cómo sonaba una vez, dos tres y al cuarto vip. Alguien atendió la llamada y mi estómago dio un vuelco.

— Hola Luca. — la voz de Ezra sonaba ronca.

— Ezra ¿En dónde estás? Desapareciste todo el día...

— Lo siento.. — se escuchaba ruido de fondo.— Yo lo siento hermano.

— ¿Qué sientes?

— Lo que te voy a decir. Yo me fui del país, no te diré dónde... Pero acabo de aterrizar y me vine con Cloe.

En ese momento, juro que todos en el auto pudieron escuchar el crujido que hizo mi corazón.

Me crucé con los ojos de Luca, mientras en los suyos había sorpresa. En los míos, estoy segura de que se veía dolor.

— ¿Que mierda Ezra? Dime que estás allí enterrando su cuerpo...

— No hermano, voy a empezar de cero en otro lado. Yo hablaré luego con el vicepresidente para que se haga cargo de algunos asuntos hasta que vuelva...

— ¡Con un demonio Ezra! Me chupa tres huevos la empresa. Con Verena es con quien deberías hablar — la voz de Luca era colérica, agradecí que el hablara porque yo no podía. — ¿Cómo que empezar de nuevo?

— Hablaré con ella, pero no ahora... Solo atendí tu llamada porque quería que supieras que estoy bien, y que quiero estar con Cloe. Es la mujer de mi vida, es el amor de mi vida y ella me necesita.

— Callate, no digas esas mierdas. — Luca estaba rojo, no sabía si de la ira o porque.— La estas dejando sola, no puedes hacerle eso.

— Yo sé que no puedo, debería hablar con ella. Pero ahora Cloe me necesita, y yo a ella. Verena entenderá, porque ella sabe cuanto amo a Cloe y con el tiempo seguro me perdonará por esto. Podrías decirle que me fui...

No podía creer, la hipocresía en su voz. No podía soportar lo que estaba escuchando.

— No hace falta que me diga nada, pero solo quiero que sepas. Que rompiste tu promesa. — hable sin ningún tipo de emoción. — Me dijiste que nunca me ibas a lastimar, pero creo que también lo olvidaste.

Corte la llamada. Sabía que no me iba a hablar, que me había bloqueado por ser un cobarde. Nadie dijo nada, Luca se me quedó mirando.

Yo no dije nada, solo quería llorar. Pero esta vez no me contuve, las lágrimas rodaron por mis mejillas como si nada. La pena me consumía por dentro, el dolor era horrible, sentía como se me comprimía el pecho.

— Por favor, por favor Luca deja de mirarme. Y solo llévame a mi casa ¿Si?

— Si, eso haré.

No dijo nada más, y puso en marcha el auto.

Segui llorando, no emite ruido alguno. Solo lágrimas silenciosas que no podía contener, me había cansado de ser fuerte. Otra vez me quede sola, por darle todo a alguien que me cambió por alguien más.

Entonces el peor de mis temores se hizo presente, me había enamorado de nuevo de alguien a quien no le importó lastimarme. De alguien que no tuvo las agallas de mirarme a los ojos y decirme "No quiero estar contigo."

Pero a pesar de todo el enojo que siento, no estoy enojada con él. Estoy decepcionada, estoy dolida y cansada. Cansada de intentar arreglar cosas que nunca rompí, cansada de amar a personas que no lo merecía y cansada de darlo todo y nunca recibir una mierda.

Estoy podrida de que me hagan lo mismo siempre.

— Lo siento tan...

— No Luca, no te disculpes por él. Porque él hizo todo esto, y yo... Yo fui lo suficientemente estúpida para creer que me elegirían a mi, alguna vez. — respire profundo, me sequé las lágrimas. Mire por la ventana, estábamos fuera de mi edificio. — Me voy, gracias.

— Ezra es un idiota, el hecho de no darse cuenta que eras la indiciada solo lo demuestra. Cualquiera te habría elegido, él es un imbécil.

— No seas amable, sólo porque me rompieron el corazón Luca.

— Soy amable, porque me importa Verena.

— Ahora solo quiero estar sola, hablaremos después.

Salgo del auto y cierro la puerta. Sin ganas y por inercia camino hacia mi departamento.

Al entrar, sonreí con ironía. De nuevo volvía a un departamento oscuro, frío y solitario. Solo que esta vez no estaba sola, lleve mi mano a mi vientre. Ahora tenía a este bebe, un bebe que no me dejaba nunca sola.

— Entonces, seremos tú y yo bebe.

FIN.

OMG ¿Que fue todo esto? No me odien por favor, que tendremos una segunda parte dentro de poco. Queria decirles que muchisimas gracias por haber llegado hasta aqui. Por sus hermosos comentarios y la paciencia que me tuvieron.

Creo que no fue el final que todos esperaban, pero que no tengan miedo. Porque en la segunda parte pasaran muchas, muchas cosas y todo este desastre se resolverá.

Pero...

¿Será cierto lo que confesó Cloe?

¿Cómo van a reaccionar todos acerca de lo que sucedió?

¿Ezra como pudo ser tan hijo de pta?

¿Qué pasara con Verena y el bebe?

¿Quien es el padre del bebe de Dafne?

¿Quien es ese ferrari desconocido que mira a Verena?

Todo esto y mucho más en la siguiente temporada.

Si quieren ver primicias o noticias, pueden seguirme en instagram Adictalcafeyatii. Estare esperandolas, un beso enorme. Y las leo en comentarios, no se olviden de votar y comentar.

SI lo hacen, en unos días subo un extra.

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