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12: Distorción.

Ambos tricolores cruzaron miradas entendiendose así mismo en un solo mensaje: Aquel extraño debía de ser interrogado, pero antes.

-¡AH!. -

-¡Yami!.- Le llamo la atención Yugi mientras miraba con preocupación a su amante quien había retomado la espada y la había colocado la fila de la cuchilla en el cuello del nuevo viajero, quién este ultimo miro con ojos hundidos lleno de miedo a su rey, por inercia levanto las manos.

-Solo serán unas cuantas preguntas, si no las contesta, ¡Bum!, adiós cuello.- Aviso a los presentes. Yugi negó con la cabeza, se coloco a lado de Yami y sujeto su brazo alejando la cuchilla.

Yami por otra parte solo puso los ojos en blanco y se dejo hacer con los movimientos de Yugi por alejarlo un poco del viajero.

-Solo bromeaba. - Se excuso Yami en un tono burlón dando a notar que estaba dispuesto a herir al viajero.

-¡Yami!. - Regaño de nuevo, Yami solo alzo los hombros restándole importancia al asunto y se coloco detrás de Yugi. Por fin el pequeño tricolor visualizo mejor a aquel viajero, se arrodillo enfrente de él y coloco su mano en la cabeza de aquel pequeño viajero, quien al sentir el contacto sus ojos brillaron.

Las leyendas eran ciertas, se dijo así mismo el viajero, cualquiera que viera a la pareja de su rey quedaba encantado por su belleza y gran amabilidad y no solo eso... Su voz era como escuchar a RA seguramente.

-Discúlpalo, por favor, no es tan sociable como los otros. - Dijo Yugi mientras por detrás escuchaba un "Tch" de molestia. - ¿Estas bien?. -

El viajero no supo que responder, se quedo embobado con la gentileza de su "Reyna", de verdad su Rey era un estúpido por haber despreciado a aquel ser puro.

-Creo que del susto se quedo mudo. - Ríe burlesco Yami y eso hace que el viajero se despierte de su trance, se sonroja un poco, sonrojo que no paso desapercibido por Yami. -Oye idiota, ya levántate. -Ordeno Yami con una gruesa voz que hizo volver a reaccionar al viajero pero esta vez hizo caso a lo que dijo Yami.

Se levanto rápido e hizo una reverencia.

-Me disculpo por mi imprudencia, señor. - Sus ojos miraron por un minuto a los de su rey quien lo veía con cierto desprecio por ver a Yugi de esa manera.

Yugi por otro lado solo le causaba gracia el hecho de ver aquello, claro que había notado aquel sonrojo e iba a decir algo sobre ello, pero ver la reacción de Yami hizo que se detuviera.

El verlo celoso y ponerse territorial le había asegurado que ese hombre aún tenía  pasión y amor por él.

Yugi avanzó hacia el encapuchado y dijo:

- No le hagas caso. Es un amargado. -

-Uno que te cogio fuerte y como te gusta. - Soltó Yami sin pensarlo.

Los colores subieron por todo el cuerpo del tricolor menor hasta su rostro, al igual que el chico encapuchado.

De verdad ambos no sabían dónde ocultar su cara por lo que acababan de escuchar.

Minutos después los tres se encontraban enfrente de la mujer que se mantenía leal hacia la corona del Faraón. Ishizu miraba con seriedad al muchacho con capucha azul que ocultaba su rostro de ante la mirada dominante de aquella morena que a pesar de todos sus esfuerzos, trataba de analizar a detalle, pero no podía.

De alguna manera ese visitante del pasado podía evadirla.

- Tu nombre. - Reclamo.

- Keth. -

-¿Keth? - Preguntó confundida Ishizu. - Nunca había escuchado ese nombre. -

- Es porque se supone que yo nunca existí. - El chico levantó la vista y por unos segundos quito aquel hechizo que impedía ver su identidad real y se reveló así mismo ante la mujer que quedó sorprendida al ver al chico.

- No puede ser. -

- ¿Qué?. - Preguntó Yugi acercándose en el momento en que el chico volvió a colocar el hechizo en sí mismo y su antigua Reina volvía a ver aquellos ojos grises.

- Vengo en nombre de mi rey quien quiere que impida una catástrofe en este presente. - Dijo el chico.

Yami enarco una ceja prestando atención a lo que decía aquel miedoso muchacho que se orina en sus pantalones.

-¿Tu rey?, Pero tú eres... -

- Se que lo parezco, pero realmente no es así. Yo Keth, soy un legítimo guerrero leal hacia la corona del difunto faraón Atem Halackti primero y hoy me presento a ustedes para defender al descendiente de la oscuridad que se apresentado como un ser inocente. -

Yugi sabía a lo que se refería y por ello miró a Yami quien se acerco a él.

- El bebé. - Dijo Yami, dando en el clavo. - Explicate. - Dijo serio.

Mirando algunos minutos  a los ojos del  antiguo Faraón, el viajero recordó con amor a los ojos de su rey actual. Aquella amabilidad heredada de la reina pero tambien la ferocidad de su padre.

Eran como dos gotas de agua, sólo que su rey actual estaba bajo la influencia de algo maligno.

Por eso, la razón de su viaje al pasado.

Esperando que sus antiguas reencarnaciones de sus suegros pudieran ayudarlo; a recuperar a su verdadero amor.

* Continuará..

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