Capítulo único
Tengo tantas ideas Kyman que duele. Estaba trabada en otro fic Kyman (porque quería algo corto pero obvio mi cerebro tenía que agregar *contexto* y me trabé) así que decidir hacer este fic.
Aclaro que, particularmente, no shippeo el Stan/Kyle, está ahí solo para el *drama*, la neta.
Inspirado en 'Good luck, babe' de Chappell Roan, título viene de la canción
Advertencias: No beteado (aún), mención del Kyman, relación pasada, Angst, Hurt no Comfort
Arte de la portada de CGvske1003 (Twitter)
-------------------------
Tendrías que parar el mundo solo para detener el sentimiento
No puede dormir. De nuevo.
Stan está más que acostumbrada ya a las noches de insomnio, que parecen sólo aumentar luego de una nueva discusión con Wendy, sus fuerzas volcadas completamente en el intercambio de comentarios pasivo-agresivos que se convierten en gritos, a medida que la pelea aumenta de nivel, sólo para terminar transformados en ruegos y suplicas. Es una rutina ya, honestamente; semanas de paz dónde su matrimonio parece tan fuerte como una roca y luego algo minúsculo que saca de quicio a su esposa, pero en lugar de comunicárselo le recrimina cada pequeño error que ha cometido en los casi 18 años que llevan juntos. Sí, contando también sus años de noviazgo.
Gran sorpresa.
Las peleas eran seguidas de largas noches de insomnio, que a veces se resolvían cuando encontraban el punto medio de su desacuerdo, y a veces, como ahora, se extendían aún luego de que las cosas hayan regresado a la calma. Normalmente simplemente se movía a otra habitación para ver la televisión o jugaría en su teléfono hasta perder el conocimiento por el cansancio, no porque realmente el sueño haya llegado a él, pero por alguna razón esa noche es diferente. Por más que lo intenta no consigue la fuerza para ponerse en pie, resignándose a mirar el techo con las manos enlazadas sobre su pecho, dejando su mente divagar por un sinfín de ideas y pensamientos, saltando de lo último que comió en el día, a los comentarios aquí y allá que escucha en el trabajo, recordando un chiste que alguien hizo que haría a Kyle rodar los ojos...
Kyle.
El solo pensar en su nombre lo hace sobresaltarse ligeramente, mirando rápidamente hacia Wendy para asegurarse que el movimiento no la ha despertado y regresa la vista al techo frunciendo el ceño ligeramente. Tiene tiempo sin pensar en Kyle, casi tanto como el tiempo que tiene sin hablar con él... eso es una mentira técnica, que se repite de vez en cuando pero su cerebro claramente no ha recibido el mensaje por completo. Obviamente que piensa en Kyle, cada cierto tiempo su mente es inundada con recuerdos del tiempo que pasaron juntos en la infancia, los problemas en los que se solían meter con Cartman y Kenny, o las tranquilas cálidas tardes de verano encerrados en la habitación del pelirrojo leyendo comics o jugando video juegos.
Cuando la vida era más simple y su amistad era el lazo más fuerte que tenían.
A veces, se encontraba a si mismo divagando a otro tipo de recuerdos. Más íntimos, más dolorosos. Esa parece que será una de esas noches en que lo único que su mente puede traer a flote es la mirada cálida de Kyle antes de besarlo, en los abrazos compartidos en la privacidad de la noche; casi puede escuchar su voz, cortándose en pequeños gallos porque su tono en ese entonces aún no se decidía si mantendría las notas agudas o se profundizaría como la del resto de los chicos de su clase entrados ya en el pico de la pubertad, murmurando palabras de cariño.
Sus ojos se humedecen cuando otro recuerdo llega a él, con mucha más fuerza y toda la intención de aplastar su atormentado corazón. Tenían cuantos ¿16? ¿17? No lo tiene del todo claro, no porque no lo sepa sino porque había deseado olvidarlo con tanta fuerza que los detalles habían empezado a borrarse de su memoria; todos los detalles excepto los que más dolían, por supuesto, porque su cerebro jamás podría darle tregua y conservaba con gusto todo lo que podía atormentarlo.
A veces se siente como si hubiera sucedido el día anterior. A veces, como en ese momento, el dolor es tan real que podría jurar que está sucediendo en ese instante.
Se acercaban las vacaciones de invierno y, con ellas, el baile de invierno. Cierra los ojos recordando la emoción pobremente contenida en el rostro de Kyle, que para ese momento se había saltado casi todos los bailes escolares, enfocado en sus estudios como siempre, pero que por alguna razón había tomado la decisión de ir e invitarlo. El plan había sido ir juntos, en vista de que Kenny iría con Butters y Cartman probablemente ni siquiera se presentara, no como los únicos solteros de su grupo sino como pareja. El plan había sido hacer publica la relación secreta que habían mantenido por ¿Cuánto? ¿casi un año en ese entonces?
¿Había sido la más larga que tuvieron? Cree recordar que sí, había sido la separación más larga que había tenido con Wendy.
Aprieta sus manos con fuerza por el pensamiento. Los planes se habían desecho cuando, una semana antes del baile, Wendy se había acercado a él declarando que quería darle una nueva oportunidad a la suyo. La definitiva había dicho la chica, extendiendo una invitación al baile y Stan había estado dividido. ¡Por supuesto quería volver con Wendy! Siempre lo hacía, arrastrándose bajo la voluntad de la joven cada vez que decidía que valía la pena estar con él.
No lo pensó mucho, dijo que sí sin hablarlo con Kyle primero y dejó que las cosas corrieran su curso hasta que no pudo más. El día antes del baile le pidió al pelirrojo hablar, yendo juntos al Lago Stark para mayor privacidad, lejos de miradas curiosas y, sobre todo, dónde Wendy no pudiera verlos juntos por accidente. Ni siquiera lo dejó decir nada, sabiendo que escucharlo hablar emocionado de que podrían intercambiar 'boutonnieres'[1] le haría sentir aún más culpable, soltándole de sopetón lo que había sucedido con Wendy y que había aceptado regresar con ella.
—¿Es en serio? —aún ahora, casi 12 años después, el dolor en la voz del Kyle de sus recuerdos es casi palpable.
—Lo siento Kyle, debí decirte antes, pero... —no había tenido excusa ese día. No tiene excusa ahora de porqué actuó de la forma que lo hizo.
—No puedes sólo... —Kyle apretó sus puños con fuerza, lágrimas corriendo por sus mejillas enrojecidas por el frío, o tal vez por la rabia, siempre había sido difícil diferenciarlo—. Stan, no puedes sólo... regresar con ella cada vez que te habla bonito y agita sus pestañas en tu dirección.
—¡Hey! Eso no es lo que...
—¡No! Me cansé, no lo aceptaré —más lágrimas y un sollozo pobremente contenido. —¿Qué harás la próxima vez que decida no eres suficiente para ella y termine contigo de nuevo? ¿Volverás arrastrándote a rogarme que vuelva a ser tu novio?
—Kyle, eso no va a... las cosas no son así —negó tratando de mantenerse firme, amargura recorriendo todo su cuerpo.
—¿Cómo son entonces? —casi puede sentir la ira mezclada con dolor en los ojos del Kyle de sus recuerdos—. La primera vez pensé... bien, es aceptable que aún no la supere. La segunda vez pensé que sería la última, pero haces esto siempre y no puedo más.
—Kyle...
—Siempre que Wendy Testaburger te rompe el corazón, yo soy quién recoge los pedazos, Stan, ¿pero ¿quién recoge los de mi corazón cada vez que tú lo rompes? —Kyle negó, probablemente luchando con su dolor y la determinación en su mirada plantó a Stan en su posición. A través de sus recuerdos lo deja paralizado en la cama, la respiración agitada y el corazón tan roto como la expresión de Kyle ese día.
—Si decides ir con ella... si la escoges a ella no podré pretender que estoy feliz por ti como amigo —sus palabras calan su pecho, dejándolo sin aliento—. Si la escoges a ella, nuestros caminos se separan. Y cuando vuelva a romperte el corazón, odiaría tener que decir 'te lo dije', pero no estaré ahí para hacerlo.
Y Stan escogió a Wendy. Como tantas veces antes, como muchas veces después y, firme en su palabra, Kyle no volvió a dirigirle la palabra más allá de lo necesario para las clases que compartían. Su grupo de amigos de por sí había estado casi disuelto para ese entonces por lo que los únicos preguntando que había pasado entre ellos habían sido sus padres.
Abre los ojos forzándose a salir del recuerdo, tratando de recuperar el aliento y dispersar el dolor en la mirada del pelirrojo que todavía lo persigue. No sabe de dónde saca las fuerzas para ponerse en pie, pero necesita salir a tomar aire, ponerse en movimiento para deshacerse de la repentina pesadez que lo embarga. En el camino a la salida toma su teléfono, se mueve tan silenciosamente como puede por su hogar, ignorando lo frío que se sienten los pasillos, hasta llegar a la sala dónde se deja caer en el sofá.
Suspira, agotado, desbloqueando su teléfono y empezando a revisar sus redes sociales en busca de una distracción. Sin mucho animo pasa de una a otra, deshaciéndose poco a poco de las notificaciones pendientes, su cuerpo relajándose lentamente mientras su mente está enfocada en el repetitivo movimiento de entrar y salir de aplicaciones.
No sabe cuanto tiempo pasa en ello, pero es lo suficiente como para que el cansancio empiece a hacer efecto en su cuerpo y la tormenta en su mente pase a ser un simple zumbido. Agotado, decide que el sofá es tan buen lugar para quedar inconsciente como la cama, por lo que se recuesta moviéndose hasta encontrar una posición cómoda. Mira por última vez su teléfono, cerrando las aplicaciones que tiene abierta y está por bloquearlo para dejar que el cansancio haga lo suyo cuando una nueva notificación llega, sobresaltándolo un poco.
Considera por un segundo ignorarla, que sea problema para el Stan del futuro cuando esté aburrido, pero algo en su interior lo impulsa a revisarla. Frota sus ojos abriendo la aplicación de dónde proviene, notando que es Instagram, y va directo a las notificaciones deteniéndose de golpe cuando el nombre de Kyle aparece en la pantalla. Dios, piensa sentándose nuevamente sintiendo sus manos temblar, ¿cuándo fue la última vez que revisó alguna notificación con su nombre? De hecho, creía que estaba bloqueado en todos lados, pero es claro que no.
Traga con fuerza sintiendo la boca seca de repente. Es mala idea seguir, muy mala idea, especialmente tan pronto luego de haber salido de una espiral de nostalgia y dolor; sin embargo, la curiosidad es mucho más fuerte y antes de poder arrepentirse presiona la notificación para ver la publicación. Siente su corazón martillear con fuerza en su pecho mientras espera que la pantalla cargue y pasa su mano libre por la tela de su pantalón de pijama cuando la siente húmeda por los nervios. Tan concentrado está en la burbuja de carga que cuando finalmente aparece el perfil de Kyle casi deja caer el teléfono por la impresión. Respira hondo una, dos veces, antes de presionar la última publicación mirando con avidez su pantalla, encontrándose conque es un grupo de fotos.
Ladea la cabeza con curiosidad observando la primera foto, que muestra el paisaje a través de la ventana de un auto, agua de mar rodeada por una montaña y palmeras que se ven algo borrosas, probablemente porque el auto está en movimiento, pero su atención está en el reflejo de la ventana donde a duras penas puede ver a Kyle. No puede evitar sonreir ligeramente, preguntándose si era algún viaje de trabajo, aunque no tiene muy en claro de si al final su ex... ex mejor amigo había decidido estudiar leyes o no y, pensando que el resto de las fotos serían similares, pasa a la siguiente.
Esta vez, el teléfono si se desliza entre sus manos cayendo con un ruido sordo entre sus piernas en el sofá.
Lleva una mano a su boca ahogando un grito de sorpresa y frustración, incapaz de creer o comprender lo que acaba de ver. Cierra los ojos respirando hondo, cuenta en su cabeza hasta diez y vuelve a abrirlos bajando la vista a la pantalla, que se ha apagado por el tiempo de inactividad, y baja su mano para tomar el aparato con manos temblorosas. ¿Había su imaginación? Debía ser su imaginación, estimulada por el insomnio y su viaje por el camino de los recuerdos.
Sí, debía ser eso, piensa desbloqueando su teléfono de nuevo, pero coloca su mano libre por encima de la pantalla mientras lo hace, para mentalizarse. Cuenta de nuevo hasta diez, aparta su mano, baja la vista y... no, efectivamente no lo había imaginado.
En la foto, claramente una selfie, se puede ver a Kyle mirando directamente a la cámara mordiendo sus labios para no reír, a su espalda se puede ver parte del mar de antes, y a su lado se encuentra nadie más que el jodido Eric Cartman, apoyado contra el hombro de Kyle y claramente murmurando algo en su oído que es la razón por la que el pelirrojo parece a punto de dejar salir una carcajada. Los ojos bicolores de Cartman brillan con picardía mirando el perfil de Kyle en lugar de la cámara. Se ven tan... relajados, cercanos.
¿Por qué diablos estarían juntos? ¿Estaban... trabajando juntos?
Pasa a la siguiente foto, notando que debió ser tomada unas horas después a la anterior porque la iluminación es algo diferente. La imagen esta algo alejada, desde un ángulo que le hace saber Kyle probablemente estaba sentado o recostado en una silla de playa, dejando ver a Cartman arrodillado en la arena, su rostro concentrado mientras construye un castillo de arena ignorando el agua que empieza a empapar sus pantalones. La siguiente no tiene claro quién pudo haberla tomado, porque están los dos dentro del encuadre, Cartman alzando a Kyle por la cintura con clara intención de lanzarlo en el agua mientras el pelirrojo patalea; Cartman está riendo abiertamente, y Kyle, a pesar de que obviamente se resiste a ser lanzado, tiene una sonrisa exasperada en los labios.
La siguiente foto parece ser la consecuencia de la anterior, con un Kyle empapado de pies a cabeza empujando a un sonriente Cartman, quién no parece muy preocupado de terminar igual de mojado que el pelirrojo. Pasa a la siguiente dejando escapar un suspiro que no sabía había retenido, agradecido de que sea algo menos... intimo, no muy seguro de porque las anteriores le dan esa sensación; es otra selfie, esta vez tomada por Cartman, aunque es claro que la idea había sido capturar toda la mesa en lugar de a ellos, porque su rostro se ve cortado, los platos sobre la mesa el enfoque principal y al fondo Kyle se ve algo borroso, hablando con alguien quién asume es su mesero.
La siguiente es de una índole similar, con Kyle mirando a la cámara, apoyando su mentón en sus manos enlazadas y sostenido por sus codos en la mesa, frente a él un plato con un postre que no identifica y la mano de Cartman entrando al encuadre, cuchara en mano, tratando de robar un bocado del postre mientras Kyle está distraído con la foto. Stan se queda estático por un segundo, antes de hacer un acercamiento a la foto, admirando la expresión de Kyle. Se ve relajado, sus labios alzándose en una pequeña sonrisa, tímida, reservada, pero sus ojos resplandecen con una alegría y adoración que se extiende por el resto de su rostro haciéndolo brillar; los mechones de rizos rebeldes que enmarcan su cara simplemente le agregan un aire de paz que no ha visto en años.
La sonrisa que se estaba por extender por su propio rostro muere antes de siquiera tomar forma cuando recuerda que antes, muchos años atrás, esa era la misma sonrisa y mirada que Kyle solía reservar para su persona. Y ahora, por lo que parece, quién la está recibiendo es el jodido Cartman. Traga con fuerza notando que le queda una foto más y con el corazón en la garganta desliza el dedo para verla. ¿Qué era un puñal más en su corazón?
Resulta que, para su completo horror, es mucho más que un puñal más.
La foto parece tomada en una habitación, más específicamente en el balcón, y la forma en que fue tomada resaltan tres cosas: Las manos de Kyle y Cartman, la copa de champagne que ambos sostienen y, sobre todo, las argollas idénticas que envuelven sus dedos anulares.
Anillos de matrimonio.
Su teléfono vuelve a caer, pero esta vez no le da importancia, porque se pone en pie cubriendo su boca para ahogar un nuevo grito, sintiendo lágrimas empezar a correr por su mejilla. ¿Qué significaba esto? ¿Por qué no sabía...? ¿Cuándo...?
Pasa una mano por su cabello jalándolo ligeramente mirando a todas partes, como si las frías paredes de su casa pudieran darle las respuestas. Suelta su cabello para poder frotar su rostro con fuerza, para limpiar las lágrimas o para despertarse si es que se trataba de una pesadilla. Pero no era una pesadilla, ¿no? Tenía días sin dormir, pero el dolor en su pecho le hace saber que la publicación es completamente real. Respira hondo, luchando por recuperar el control de sus emociones y regresa al sofá tomando su teléfono.
Desbloquea la pantalla y baja para revisar la descripción de las fotos, las palabras ''De Luna de Miel, perdedores'', probablemente escritas allí por Cartman, parecen burlarse de su desesperación. Y como es un jodido masoquista, entra a los comentarios viendo nombres desconocidos felicitando a la feliz pareja, otros más conocidos deseándoles buena suerte y, entre ellos, el nombre de Kenny resalta por su comentario de doble sentido. ¿Kenny sabía y no le había comentado nada? Se habían visto hace unas semanas ¿y no pensó en mencionarlo?
Dolido, entra a su perfil, imaginando que probablemente estaría bloqueado en el de Cartman, y efectivamente, la primera publicación que sale es una foto dónde salen él, Cartman, Kyle y Butters. Al abrirla, su corazón termina de hacerse pedazos; Kyle y Cartman están vestidos con trajes de novios, abrazándose por la cintura, con Kenny al otro lado de Cartman pasando un brazo por sus hombros y Butters junto a Kyle sosteniendo cordialmente su brazo libre. La fecha de publicación es de hace dos días, la descripción señala a Kenny como el padrino de bodas de Cartman y Butters el de Kyle. Más abajo no hay más fotos de esa índole por lo que salta al perfil de Butters, donde encuentra más fotos de la boda, aunque son solo fotografías de las decoraciones, el pastel, la comida y una de él abrazando a Kenny mientras este deposita un beso en su mejilla, al fondo puede ver a los que asume son Kyle y Cartman bailando.
Incapaz de resistir más y a riesgo de lanzar su teléfono contra la pared, decide dejarlo por las buenas. Sale de la aplicación y coloca el aparato con cuidado en la mesa de centro, caminando luego a la cocina en busca de la botella del licor más fuerte que puede encontrar. Desgraciadamente, tarde recuerda que Wendy tenía prohibido todo tipo de alcohol en la casa salvo vino, pero ya está decidido a tomar hasta olvidar lo que acaba de ver por lo que con el vino debería de bastar.
Toma la botella, la abre y dando un largo trago camina hacia el baño. Entra en silencio caminando directamente a la bañera, sentándose dentro tomando largos tragos de vino, luchando con las lágrimas en sus ojos y el nudo en su garganta.
La imagen de pura felicidad en el rostro de Kyle, felicidad claramente causada por nada más y nada menos que Cartman, lo perseguirá por mucho tiempo, tanto como la descorazonada que lo había atormentado hasta ese momento. Tomó su decisión, condenándose a una vida rutinaria en un matrimonio que se supone estaba fundamentado en amor, pero que sólo llenaba sus días de amargura, y es claro que Kyle ha tomado la suya.
Quizá la había tomado el mismo día que la suya, renunciando realmente a él.
Tomó una decisión que lo hace miserable y no puede culpar a nadie más que a sí mismo.
---------------------
[1] No estoy muy segura de si en español es el termino adecuado, pero según mi corta investigación es ''Una flor o un pequeño ramo que se lleva en la solapa del traje del chico. Por lo general, la chica se lo da a su pareja.'' Pero como son chicos pensé que los dos podrían usarlo y regalárselo mutuamente. Dato curioso, el arreglo que usan las chicas en la muñeca se llama ''Corsage''
La verdad es que tengo la canción metida en la cabeza y quería un fic Kyman con ella, pero no quería romper el Kyman porque ¿cuál es el chiste?, luego recordé que el Style existe y dije ¿por qué no? (Sí, pensé en la posibilidad de hacerlo con lo del especial del Post-Covid y Cartman con Yelt lamentandose de no estar con Kyle, o Kyle con su esposa lamentandose no estar con Eric pero... nah)
Les juro que Stan no es que me caiga mal, sólo le tocó pasar por un mal momento bajo mis manos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro