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Bot Boy | BaekChen

➝ Autor(a): JA-Park.

➝ Género: Fluff, Hurt-Comfort.

➝ Palabras: 1,5k.

➝ Resumen:  Megatronestaba por ascender de juguete para dormir a figura coleccionable, entonces,BaekHyun lo rompió.


Bat Boy.


JongDae entró a la casa y subió las escaleras de dos en dos. Había visto a los niños subir no hace nada y luego a BaekHyun.

BaekHyun.

Debía disculparse con él por haber inventado en la escuela que su madre era una chismosa. No sabe por qué lo hizo... bueno, sí lo sabe: Estaba enojado.

BaekHyun siempre estaba en su casa, con él. Son mejores amigos, se supone que son inseparables, pero desde hace una semana, para ser exactos, desde el martes hasta este lunes, no le ha hablado, lo evade y ni siquiera le ha dicho cómo está Megatron.

Aunque tampoco es que le importe demasiado. JongDae quiere hablar de nuevo con BaekHyun, quiere que las cosas sean como antes, pero su madre dice que ya no será así, ahora que ha cumplido ocho y se le ha caído el diente de enfrente, nada va a ser igual, y aun así, JongDae quiere que lo sea. Quiere que BaekHyun esté junto a él siempre.

Sin importar si se le caen todos los dientes.

—¡SeHun, LuHan! ¡Sus madres los buscan!

Pero no ha tenido el valor de pararse frente a él y pedir disculpas. Incluso con ocho años recién cumplidos, JongDae sabe que llamar a la mamá de tu mejor amigo 'chismosa' y encima inventar que la señora Do es la amante es algo fuera de liga, se pasó. De verdad se pasó, y por lo mismo, ahora no sabe cómo disculparse.

BaekHyun es más especial que un 'lo siento' e ir y decirle lo siento no será suficiente. Además, también es orgulloso, como su padre.

—BaekHyun debe estar furioso —resopló—. ¡Niños!

Escuchó voces desde donde estaba y se detuvo, aguardando detrás de la puerta de su habitación. Las ventanas estaban cerradas y una pila de algo brillaba bajo su lámpara de acrílico que también habían arrojado allí.

JongDae frunció el ceño, pegándose a la pared para mirar mejor.

Nadie buscaba a SeHun y LuHan, la madre de Hun se había puesto a llorar de nuevo por el bebé y todas se habían reunido detrás de la casa para decir groserías sobre el nuevo padre de los "Baek Oh", pero como los había visto subir, JongDae pensó en muchas cosas destruidas y en sus crayones regados en el piso después de haber sido usados en las paredes.

Le dieron escalofríos, pero nada como lo que siente ahora.

Vio a SeHun, que tenía las manos extendidas hacia su armario, llevaba un raro pañuelo amarrado a la espalda y los ojos llenos de lágrimas. LuHan, por su parte, lleva un bigote mucho más grande que su rostro y una expresión seria, como esa que usa cuando le pelea a su madre para que le recaliente el biberón.

JongDae agudizó el oído, sosteniendo el marco de la puerta para no caerse al suelo.

—¡También quiero tener dulces! ¡Y conocer a Spiderman-Hyong! —Gritó SeHun y JongDae contuvo la risa.

Pensó; «¿le hablan al armario?». Y LuHan gritó:

—¡Y yo quiero un XBOX! ¡Y, y también una manta mágica para el bebé!

Fue entonces cuando decidió intervenir, iba a ver qué estaba sucediendo con la puerta del armario y todas las cosas extrañas, pero entonces, la voz proveniente del armario le hizo detenerse.

—¡Está bien! ¡Todo lo que deseen está cumplido, ahora, detengan a JongDae!

Era BaekHyun, y no quería verlo.

Se entristeció de golpe y se quedó allí como una estatua. No le importó demasiado cuando SeHun y LuHan se abrazaron en medio de la habitación y luego corrieron de vuelta a la fiesta.

BaekHyun no quería verlo.

Escuchó un suspiró, algo que se deslizaba y el rechinar de la puerta del armario. Escuchó también a BaekHyun jadear y algo caer, pero no levantó la mirada.

Su madre dice muy a menudo que es muy valiente, pero JongDae no se siente como un valiente ahora.

—Dae...

Vio los zapatos de BaekHyun aproximarse, llevaba las cintas desatadas, porque todavía no le agarra el asunto a la canción del conejo. Una sonrisita se le escapó y sin pensarlo demasiado, se arrodilló para atarle los zapatos. Pudo sentir cómo la respiración de BaekHyun se contuvo con un chillido bastante raro y cuando levantó la cabeza para al fin mirarlo a los ojos, se encontró con sus mejillas enrojecidas y el largo flequillo negro cubriéndole los ojos.

—Dae —murmuró sin aliento—... yo...

—Lo siento, BaekHyun —dijo, tomándolo de los zapatos para que no se le fuese a escapar—. Lo siento, lo siento, lo siento. Yo no quería...

—¡Yo lo siento! —BaekHyun apretó los ojos, llevando ambas manos hasta su pecho.

Fue entonces que JongDae lo vio, a Megatron, el robot que su padre le había regalado estaba hecho trizas, por así decirlo. Percibió un sabor amargo en la garganta y se levantó, clavando los ojos en la expresión de BaekHyun.

—¡Lo siento, Dae! ¡Yo no quería! Se cayó y esto se salió y luego lo apreté y esto otro se cayó y; ¡¿Por qué rayos se desarma tanto, ahh?!

JongDae lo tomó de las muñecas.

—BaekHyun —pro su amigo no lo miró, estaba a punto de llorar, sus ojos brillaban y JongDae sintió algo revoloteando en su estómago cuando lo abrazó—, no llores.

—¡¿Quién está llorando, idiota?! —Le dijo, pero no se separó, en lugar de ello, sorbió por la nariz y permaneció muy quieto.

JongDae escuchó su corazón latirle en los oídos. No recordaba que alguna vez le hubiese latido de ese modo. Se sintió nervioso y se alejó, pero entonces se encontró de nuevo con el juguete roto.

Lo quería mucho, incluso le había contado a BaekHyun antes de regar el chisme de su madre, que lo iba a empaquetar para guardarlo como su primera figura de acción. Había cuidado tanto de Megatron en el pasado, que planeaba dejar de dormir con él para que no se le fuese a romper. Pero debió suponer que Byun no iba a cuidarlo.

Sonrió, negando.

—Rompiste a Megatron —dijo y la voz le tembló—, está...

—Lo siento, Dae...

—¿Por qué? —BaekHyun parpadeó repetida veces, como si no entendiera—. ¿Por qué no me hablabas? ¿Por qué no me dijiste que se había roto antes de...? esto.

Su mejor amigo dudó, agachando la cabeza al atragantarse con sus palabras. JongDae casi no lo reconoció, de todas las revueltas en las que había estado, BaekHyun siempre había sido el causante, el que siempre grita primero y le pone cara a la situación. Que esté allí sin saber qué decir es tan raro como sentir esas mariposas en el estómago.

—Yo...

—No quería inventar lo de tu madre. Lo siento, me enfadé cuando dijiste que la casa de KyungSoo Hyung era mejor que la mía. Lo siento, no debí enfadarme, es cierto, Hyung tiene una pantalla mucho más grande y más figuras de acción, además de que ChanYeol Hyung dice que...

—Dae —BaekHyun sonrió, apretando los trozos de Megatron en su pecho—, yo lamento haber roto tu robot. ¡Juro que se me cayó!

JongDae vio que mentía y soltó una carcajada, consiguiendo que BaekHyun se pusiese a la defensiva.

—¡¿Qué?!

—Tienes que pagarme por mi robot, BaekHyun. Fue mi primera figura de acción —ya todo volvía a la normalidad—. ¡Es Megatron!

—Bueno, yo... demonios —. ¡No maldigas! —. ¡Como sea yo, yo...!

—¿Tú qué?

BaekHyun murmuró.

—No tengo nada que darte.

Se le vino una idea a la cabeza. Su madre le había dicho que cuando a uno se le caen los dientes, te puede dar fiebre, JongDae cree que tiene fiebre y que está delirando o algo. Las mariposas en su estómago vuelan y le acarician las tripas y lo hacen sentir extraño, siente cosquillas y puede que también tenga ganas de hacer pis, pero no repara tanto en esto como en el rostro de BaekHyun.

«¿Desde cuándo su piel luce tan suave?»

—¿Recuerdas cuándo recibí a Megatron?

Se lo había dicho. Justo una hora después de haberse hecho amigos.

BaekHyun asintió.

—Entonces sabes lo importante que es.

—¡Ya te dije que...!

—Promete que de ahora en adelante sustituirás a Megatron, BaekHyun.

—¿Qué? —JongDae asintió, tomando una gran bocanada de aire.

—Serás mi nuevo primer juguete.

Lo dijo, su corazón se aceleró de golpe y el rostro de BaekHyun enrojeció.

«Ahora viene el golpe, vamos, aguanta».

—B-bien...

—¿En serio? —Se miraron a los ojos. BaekHyun podía sentir el aire escapándosele de los pulmones sin razón.

Se sentía culpable, tal vez un poco enfadado. JongDae siempre se aprovechaba de esa clase de situaciones para pedirle cosas extrañas.

—Seré tu nuevo juguete. —Pero si lo consideraba, no podía decirle que no.

No cuando JongDae siempre estaba presente a la hora de meterle un derechazo a alguien en la escuela, o como cuando le da gripe, o cuando le duelen los dedos después de jugar mucho en la pc por la noche.

Dae siempre está, sin falta.

BaekHyun lo tomó de ambos hombros, poniendo su expresión más seria.

—Seré tu juguete —afirmó con fuerzas—, y mira, ¡yo no me voy a romper!

Entonces se abrazó a JongDae y se alejó en un segundo, consiguiendo que el niño sonriese por la brusquedad de sus actos.

—¿Es una promesa, Byun?

—¡Hum!

—De verdad lamento lo de tu madre.

—Ahora que lo mencionas —BaekHyun sonrió ampliamente, abrazando a su mejor amigo—, creo que le dije algunas cosas a KyungSoo Hyung sobre que su madre es la amante...

—Pues, qué mal por ChanYeol Hyung —JongDae lo abrazó por los hombros, emprendiendo la marcha—, escuché que su madre lo envió a esa casa a hacer de espía.

—Pobre...

—Sí, pobre...

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