Ayşe sultán ya estaba casada y estaba lejos, Gevherhan sultán había decidido acabar con su vida, Fatma y Hanzade se habían ido con sus maridos, sólo quedaba Atike sultán y Kaya sultán.

—Hümaşah, el sultan desea verte ahora—dijo Lalezar con preocupación

—Enseguida —dijo poniéndose de pié

—Al fin—susurró—mi madre quiere sacarme del camino, dice que el imperio se esta yendo a la ruina, me va a matar a cómo hizo con Murad

—No diga eso—lo abrazó y comenzó a contar la misma historia de siempre—Yo siempre estaré aquí —susurró

—¿Siempre?—dijo sobando su cabeza

—Siempre

Nada iba mejorando, Ibrahim había decidido casarse con Hümaşah y convertir a sus hermanas en esclavas de está misma, Fatma, Hanzade, Kaya y Ayşe.

—Resultaste ser muy ambiciosa—dijo Turhan viéndola y viendo cómo Ayşe sultán limpiaba los aposentos de la Hatun.

—Y eso no es nada—señaló su vientre de ocho meses

—Me causa satisfacción verlas así, ellas que me humillaron y hicieron menos, es agradable ver lo que hiciste

—Creí que me odiabas—la miró

—No, no lo hago, gracias a ti, Kösem sufre viendo a sus hijas servirle a una Hatun, pero no le digas a nadie—sonrió

—No lo haré—sonrió —Kaya trae el almuerzo—la joven sultana la miró con los ojos llorosos, le indignaba que su tío fuera capaz de ponerlas a servirle a una criada, odiaba con su vida al sultán.

—¿Cuándo se casan?— a Turhan ya no le importaba si Ibrahim se casaba o no con Hümaşah, sólo quería ver a su hijo en el trono y acabar con Kösem a cómo fuera.

—Primavera, después de que nazca—la miró y sonrió, extrañaba a Şekerpare, pero ella le advirtió sobre sus deseos de tener más dinero, al final no hizo caso y Kösem sultán la había matado.

—Sultana, ha ocurrido una desgracia —dijo el agha de Turhan—la sultana Nur ha fallecido

—Ayşe debe de estar destrozada—dijo Turhan suspirando —prepara todo, dile a Kösem sultán

—Vamos—dijo Telli, Ayşe se había ganado su cariño, no se metía con nadie y pasaba sus días con sus hijo, Leyla ignoraba la presencia de Hümaşah luego de ver cómo obligaba a las hermanas del sultán a servirle, Muazzez y Dilaşud hablaban a medias con ella, no querían estar involucradas con ella.

Orhan se había llamado el nuevo miembro de la dinastía, ahora era sultana y tenía el mundo a sus pies, su boda se acercaba y los lujos no faltaban.