𓏲 Capítulo 22: Siendo sinceras
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El sol apenas comenzaba a iluminar la ciudad cuando Chaeyoung fue despertada por el insistente sonido de su teléfono. Con los ojos aún pesados de sueño, miró la pantalla y vio múltiples notificaciones de mensajes y llamadas perdidas. Al abrir uno de los mensajes, su corazón se detuvo por un instante: era un enlace a un artículo de noticias con una foto de ella y Nayeon abrazándose la noche anterior.
"¿Romance entre Son Chaeyoung e Im Nayeon? ¿Fue acaso el MiChaeng solo una cortina de humo para el verdadero romance?", decía el titular. Las redes sociales y los medios estaban en llamas, especulando sobre la relación entre Chaeyoung y Nayeon y poniendo en duda la autenticidad de su relación - o mejor dicho ship - con Mina.
El teléfono de Chaeyoung no dejaba de sonar con llamadas de amigos, compañeros de trabajo y periodistas buscando una declaración. Se sentía acorralada y ansiosa, temiendo cómo Mina podría reaccionar ante esta situación. Sabía que tenía que hablar con ella antes de que las noticias la alcanzaran.
Con las manos temblorosas, marcó el número de Momo. Al tercer tono, la chica respondió.
— ¿Uh? ¿Chaeyoung? — la voz de Momo se escuchaba adormilada.
— ¡Momo! ¿Mina ya despertó? — preguntó Chaeyoung, su voz temblando de preocupación.
— Creo que aún no, no lo sé, tiene su puerta cerrada — respondió la nipona. Chaeyoung suspiró, aliviada — ¿Qué ocurre? ¿Todo en orden?
— Les explicaré todo luego. Estoy yendo a verlas.
— De acuerdo, te escribo si Mina se despierta —Momo cortó la llamada, dejando a Chaeyoung sintiéndose un poco más tranquila.
Chaeyoung se levantó rápidamente, vistiéndose apresuradamente. El reloj en la pared marcaba las 6:30 a.m., y las calles estaban aún vacías cuando salió de su apartamento. Sentía la urgencia de llegar a casa de Mina antes de que esta se enterara por otras fuentes.
Momo, mientras tanto, había dejado su teléfono a un lado de la cama y se dirigió hasta la habitación de Mina. Tocó la puerta suavemente y, al no obtener respuesta, insistió un poco más. Fue entonces cuando escuchó un débil sollozo desde el otro lado. Sin pensarlo dos veces, giró el picaporte y entró.
Allí estaba Mina, sentada en la cama, abrazando sus rodillas y con el rostro enterrado entre ellas. Su cuerpo temblaba por los sollozos que intentaba contener.
— Mina... — susurró Momo, acercándose a su amiga y sentándose a su lado—. ¿Qué ocurrió?
Mina levantó la cabeza, revelando sus ojos enrojecidos y llenos de lágrimas.
— Yo se lo dije, Momo... — empezó Mina con la voz entrecortada—. Le dije que Nayeon era mi inseguridad, que me hacía sentir incómoda, le dije y aún así... las encontraron así de cerca. Perfectamente pudieron haberse besado antes de esa foto.
Momo la escuchaba atentamente, sintiendo la angustia de su amiga como si fuera su propia.
— Me siento tan mal, Momo. Nunca había sentido esto por nadie. Me hace dudar de todo, jamás había sido así de insegura... — Mina se tapó la cara con las manos, sollozando de nuevo —. ¿Y sabes qué es lo peor? Que literalmente esto puede ser solo un malentendido pero yo estoy imaginándome lo peor porque es Nayeon con quien está.
Momo la rodeó con sus brazos, intentando darle el consuelo que necesitaba.
— Lo sé, Mina. Pero vamos, Chaeyoung te ama, estoy segura de eso. Tal vez, como tú lo dijiste, todo fue un malentendido, una coincidencia desafortunada. Sabes cómo es la prensa — dijo Momo, tratando de calmarla.
Mina negó con la cabeza, sus lágrimas empapando su rostro.
— Es que no es solo la foto, Momo. Yo ya me sentía lista para decirles a todos que estamos juntas, que la amo y es mi novia, pero ahora todos creen que nuestra relación es solo una fachada...
Momo suspiró, sintiendo la complejidad de la situación. De repente, el timbre de la puerta sonó, interrumpiendo su conversación. Momo se levantó rápidamente, sabiendo quién podía ser.
— Ahora vuelvo, espérame aquí, ¿sí? — Mina asintió, sorbiendo su nariz.
Momo salió de la habitación a paso apresurado, y al abrir la puerta, se encontró con Chaeyoung, que estaba claramente angustiada y desesperada.
— Momo, necesito hablar con Mina. Por favor, déjame pasar — suplicó Chaeyoung.
Momo se cruzó de brazos, sin darle espacio para que entrara. Chaeyoung la miró confundida.
— Chaeyoung, sé que eres una buena persona y que eres mi amiga, pero Mina necesita espacio en este momento. No puedes simplemente aparecer y esperar que todo se arregle, ella necesita procesarlo — dijo con firmeza. Chaeyoung suspiró.
— Supongo que ya viste la foto — dijo Chaeyoung, bajando la mirada.
— Yo no, no hizo falta. Solo bastó con ver a Mina llorando en su habitación con su teléfono encendido — dijo Momo, mirándola con compasión.
— Realmente no es lo que Mina cree. Solo fue un abrazo de despedida, es todo. Necesito explicarle lo que pasó. No puedo dejar que esto nos separe sin intentar arreglarlo — insistió Chaeyoung, sus ojos llenándose de lágrimas.
Momo suspiró, mirando a su amiga con preocupación. Sabía que Chaeyoung también estaba sufriendo, pero su prioridad era Mina. Siempre lo sería.
— Chaeyoung, lo siento, Mina está muy herida ahora mismo. No creo que sea el mejor momento para que hablen — dijo Momo, tratando de mantener la calma.
— Por favor, Momo. Realmente necesito hablar con ella. No puedo soportar la idea de perderla — Chaeyoung suplicaba, su voz quebrándose.
Momo estaba a punto de responder cuando escucharon la voz de Mina desde el interior.
— Está bien, Momo. Déjala pasar.
Momo miró a Mina, que había aparecido en la puerta, sus ojos aún llenos de lágrimas pero con una determinación en su mirada.
— Mina, ¿estás segura? — preguntó Momo, preocupada.
Mina asintió lentamente.
— Sí, de todas formas hablaríamos tarde o temprano — dijo con voz suave.
Momo se hizo a un lado, permitiendo que Chaeyoung entrara. Chaeyoung se acercó a Mina con cautela, su corazón latiendo con fuerza.
— Mina, yo...
— ¿Regresaron juntas de la reunión? — interrumpió Mina, su voz fría.
— Mi auto se averió y Nayeon se ofreció a llevarme — explicó Chaeyoung, brevemente —. Al despedirnos, ella me abrazó y justo cuando nos estábamos separando nos tomaron la foto, por eso parece algo más, pero no fue así. Te lo puedo prometer — dijo Chaeyoung, su voz llena de sinceridad y dolor.
Mina la miró, sus ojos llenos de emociones encontradas. La nipona respiró hondo, tratando de calmarse.
— Chaeyoung, yo quiero creerte, pero hay algo en Nayeon que me dice que no busca ser solo tu amiga — explicó, sentándose en su cama —. Tú no lo notas porque, vamos, eres un encanto, pero yo sí y puedo jurarte que Nayeon no ha regresado solo para que vuelvan a ser amigas — Chaeyoung frunció el ceño.
— Realmente no es así — Mina soltó una pequeña risa sarcástica.
— ¿Cómo puedes estar tan segura, Chaeyoung? — preguntó Mina, con la voz temblorosa—. Nayeon, desde que regresó, ha tenido actitudes raras contigo. Te mira de una forma... diferente.
Chaeyoung se quedó en silencio, tratando de recordar algún momento que pudiera confirmar las palabras de Mina, pero no encontró nada significativo.
— Yo no lo he notado porque para mí Nayeon es solo una amiga, una ex compañera de trabajo. Nunca ha habido nada más — dijo, intentando convencerla—. Pero, si tú te sientes incómoda, voy a poner más atención. No quiero que esto nos separe.
Mina asintió, poco convencida, sus ojos aún llenos de dudas y dolor.
— Lo único que quiero es que seas honesta conmigo. Si alguna vez sientes algo por ella, o por cualquier otra persona, dímelo. No quiero enterarme por los medios o por fotos sacadas de contexto — dijo Mina con firmeza.
— Lo prometo. Te lo diré todo pero déjame decirte que realmente ese no es el caso en esta situación, yo te quiero a ti — respondió Chaeyoung, acercándose un poco más a ella y tomando sus manos —. Quiero que confíes en mí.
Mina respiró hondo, intentando calmarse. A pesar de sus inseguridades, sabía que Chaeyoung estaba siendo sincera.
— Chae necesito estar sola un rato — le dijo, tomando sus manos —. Necesito pensar, ¿de acuerdo? Sé que tienes buenas intenciones pero quiero despejarme un rato.
Chaeyoung la miró ansiosa, confundida, pero no tuvo más alternativa que aceptar, y, tras re afirmarle a Mina que la quería, se fue del departamento.
Apenas Chaeyoung se fue, Momo cerró la puerta de la casa y luego de dudarlo un poco fue directo a su habitación, pensando que Mina tal vez sí necesitaba estar sola un rato.
Su sorpresa fue muy grande cuando la menor se acercó a su habitación, la miró con tristeza y luego se acostó junto a ella. Momo no dijo nada, solo le hizo un espacio y ambas se encontraron mirando hacia el techo.
No necesitaban hablar por ahora. El silencio era suficiente abrazo.
Sin embargo, y para sorpresa de Momo, fue Mina quien se giró para poder mirarla y hablar
— Sabes que no tenemos que estar en silencio, me gusta escucharte hablar — Momo soltó una risa
— No tengo nada que decirte, solo espero que Chaeyoung y tu solucionen las cosas. Ambas se quieren y sería muy tonto perderse por esto — Mina suspiró asintiendo
— Lo sé bien, es por eso que decidí estar sola un momento — la mayor asintió entendiendo —. Dejemos de hablar de mi, cuéntame algo de tu vida.
— ¿De mi? No hay mucho que decir — Mina rió
— Oh vamos Hirai, siempre tienes mucho que decir. No te contengas — Momo rió levemente pero luego quedó pensativa, con una expresión de duda. Acción que no pasó desapercibida por Mina —. Ajá, lo sabía. ¿Qué es?
Momo suspiró profundamente, como si estuviera a punto de revelar un secreto muy guardado. Mina la observaba con total atención.
— Mina, hay algo que he querido contarte desde hace mucho tiempo — la menor asintió dándole paso a que continúe —. Yo... conocí a alguien — comenzó Momo, su voz temblando ligeramente.
Mina se incorporó un poco, mirándola con interés y curiosidad.
— ¿En serio? ¿Y quién es el galán? — preguntó, esperando que esto distrajera su mente del problema con Chaeyoung, intrigada también porque esta era la primera vez que Momo mostraba interés romántico hacia alguien.
Momo dudó por un momento, sus ojos evitando los de Mina. Sabía que este era el momento adecuado para confesar lo que había guardado en su corazón durante tanto tiempo.
— No es un chico, Mina — dijo finalmente, sus palabras saliendo con cuidado.
Mina frunció el ceño, confundida.
— ¿Entonces... es una chica? — preguntó, tratando de comprender.
Momo asintió lentamente, su corazón latiendo con fuerza.
— Sí, es una chica. De hecho... una grandiosa chica — Momo sonrió, y Mina la miró sorprendida.
— Esto... realmente me toma por sorpresa — dijo, lamiendo sus labios sin saber exactamente qué decir —. ¿Tú eres...?
— ¿Lesbiana? Sí, completamente — confesó, Mina asintió entendiendo mejor —. De hecho siempre lo he sido, pero nunca me atreví a decírselo a nadie, por miedo a perder a las personas que amo — confesó.
— Momo, ¿por qué nunca me lo dijiste antes? Sabes que yo no te hubiera juzgado, es más, te hubiera apoyado indudablemente — dijo, sintiendo una mezcla de tristeza por el sufrimiento de su amiga y de alivio porque Momo se sintiera cómoda contándoselo ahora.
— Tenía miedo, Mina. Miedo de que me juzgaran, de que me rechazaran. Ya perdí a mis padres cuando tenía catorce años por esto — Mina suspiró asintiendo, recordando la vez que Momo llegó llorando a su casa diciendo que no podía volver a ver a sus padres —. No podía soportar perder a más personas importantes para mí — explicó Momo, sus ojos llenándose de lágrimas.
Mina extendió su mano, tomando la de Momo con suavidad.
— Hey, eres mi amiga, mi mejor amiga de hecho, y siempre te apoyaré. No tienes que esconder quién eres. Lamento que hayas tenido que pasar por todo esto sola — Momo sonrió débilmente, sintiéndose aliviada por la comprensión de Mina.
— Gracias. Realmente significa mucho para mí escucharlo de ti — dijo, apretando suavemente la mano de su amiga.
— ¿Y entonces? ¿quién es ella? — preguntó Mina, curiosa de nuevo, dándole pequeños toques en sus costillas molestándola.
Momo soltó una pequeña risa, sintiéndose un poco más relajada.
— Es alguien a quien conocí hace poco. Nos estamos conociendo mejor y... bueno, estoy empezando a sentir algo por ella. No es nada serio todavía, pero quería decírtelo — explicó.
Mina sonrió, sintiéndose feliz por ella.
— Me alegra que estés empezando a encontrar a alguien, Momo. Te lo mereces. Y recuerda, siempre estaré aquí para ti, sin importar qué pase — concluyó, abrazándola con cariño.
El silencio volvió a envolverlas, pero esta vez era un silencio que expresaba apoyo mutuo, un abrazo invisible que las mantenía unidas en ese momento de vulnerabilidad compartida.
— ¿No es la chica de tu trabajo que odias o sí? — Momo rió negando
— No es ella
— ¿Tendré la oportunidad de conocerla? — la mayor dudó
— Si las cosas van en la dirección correcta, prometo presentártela esta misma semana
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— Mina, hay algo que quiero decirte — dijo Chaeyoung, mientras dejaba la copa de vino sobre la mesa tras darle un sorbo.
Los días habían pasado y tanto Mina como Chaeyoung intentaron mantener la calma y trabajar en su relación. Finalmente, cuando las cosas se habían tranquilizado un poco, Chaeyoung decidió salir a comer junto a la nipona, quien aceptó sin dudarlo.
— ¿Qué ocurre? — preguntó Mina, curiosa, dejando sus cubiertos a un lado, prestándole total atención a su novia.
— ¿Recuerdas que te conté lo que pasó cuando hice mi debut? — empezó Chaeyoung, tomando aire. Mina asintió confundida —. Resulta que yo tenía una idea para una película, un proyecto que era prácticamente el sueño de mi vida. Pero debido a la mala reputación que conseguí en ese momento, el proyecto fue cancelado.
Mina la miró con interés y preocupación, asintiendo dándole paso a que continuara.
— Sí, recuerdo que dijiste que fue un momento difícil para ti, imagino que esto que me dices empeoró tu estado de ánimo aún más. Lo lamento, cariño — dijo Mina, apretando suavemente la mano de Chaeyoung en señal de apoyo.
— Está bien realmente — le sonrió, relajándose por las caricias —. El punto es que, después de todo este tiempo, se consiguió que la película finalmente sea grabada. Han decidido darle una segunda oportunidad — dijo Chaeyoung, con una sonrisa emocionada.
Los ojos de Mina se iluminaron con alegría.
— ¡Chaeyoung, eso es increíble! — exclamó, levantándose para abrazarla con entusiasmo, devolviéndose a su sitio sin borrar la sonrisa en su rostro —. Estoy tan orgullosa de ti. Si este es el sueño de tu vida como tú lo dijiste, entonces estoy más que feliz y orgullosa por tu esfuerzo.
— Gracias, linda. Significa mucho para mí escuchar eso de ti — dijo, disfrutando insaciablemente del momento.
Pero luego, su expresión se volvió seria, confundiendo un poco a la japonesa.
— Hay algo más que necesito decirte — continuó, con un tono más cauteloso. Mina la miró, su sonrisa disminuyendo un poco.
— ¿Qué pasa, cariño? — preguntó, notando el cambio en el tono de Chaeyoung.
— Realmente no creo que haya una forma correcta de decirlo así que solo lo diré — Chaeyoung suspiró, sin poder mirar a su novia — El papel principal... lo voy a protagonizar con Nayeon — confesó, sus palabras saliendo con dificultad.
El rostro de Mina se endureció al instante, su alegría desvaneciéndose.
— ¿Qué? — dijo, con incredulidad en su voz —. ¿Con Nayeon? — Chaeyoung asintió, sintiéndose culpable por el dolor que sabía que esto causaría.
— Lo siento, cariño. No tenía otra opción. Ella es perfecta para el papel y los productores están de acuerdo en que sea ella — explicó, tratando de calmarla —. Además, fue Nayeon quien hizo esto posible, fue ella quien le insistió a unos productores en Estados Unidos que se interesaran en el proyecto y me lo comentó el día de la reunión del elenco y-... — Mina se apartó un poco, incrédula.
— Espera, déjame ver si lo entiendo. ¿Entonces todo este tiempo estuviste sabiendo que trabajarías con ella y no me lo dijiste? — preguntó Mina, con una mezcla de tristeza y enfado —. ¿Hace cuánto fue la reunión? ¿Dos semanas? ¿Tres? ¿Estuviste trabajando con ella todo este tiempo y creíste que no era importante decírmelo hasta ahora?
— No quería que te preocuparas más de lo necesario. Quería encontrar el momento adecuado para decírtelo — expresó, intentando justificarse.
— Chaeyoung, esto es exactamente lo que me preocupa. Ya se trata solo de una foto o de una actitud rara. Ahora pasarás mucho tiempo con ella, en un proyecto importante para ti. Un proyecto en donde seguramente habrán besos, toques, recuerdos...— dijo Mina, su voz quebrándose —. ¿Cómo se supone que debo confiar en que nada va a pasar si ni siquiera me lo consultaste? O al menos me lo dijiste apenas lo decidiste.
Chaeyoung estiró su mano intentando tomar la suya, acercándose.
— Cariño, te prometo que no hay nada entre Nayeon y yo. Este proyecto es importante, pero tú eres lo más importante para mí. Haré todo lo posible para que te sientas segura y tranquila — dijo, con sinceridad —. En verdad lo siento, sé que la situación se ve mal pero ya no hay nada que pueda cambiar.
— Necesito tiempo para pensar en esto, Chaeyoung. No sé si puedo lidiar con esto ahora mismo — dijo finalmente, apartando su tacto.
— ¿Tiempo? ¿Otra vez necesitas tiempo? — Chaeyoung habló con fastidio en su voz, sintiendo una mezcla de frustración y dolor —. Mina, cada vez que tenemos un problema, te alejas. Te vas, necesitas espacio, y me dejas aquí, sola, tratando de entender qué hice mal. No podemos seguir así. Necesitamos hablar, resolver las cosas juntas.
— Chaeyoung, lo siento pero no sé cómo manejarlo de otra manera. Me abruma y necesito pensar. No quiero decir cosas de las que me arrepienta — dijo, su voz temblando.
— Lo entiendo pero no podemos seguir huyendo de los problemas, Mina. Tenemos que enfrentarlos juntas. Estoy dispuesta a hacer lo que sea para que esto funcione, pero necesito que tú también estés dispuesta a luchar por nosotras — Chaeyoung tomó aire, tratando de calmarse —. No quiero perderte, pero tampoco puedo seguir así, sintiéndome como si siempre estuviera caminando sobre hielo delgado.
— Lo siento, Chaeyoung, pero no soy lo suficientemente fuerte para eso — susurró. Chaeyoung se acercó, tomando suavemente el rostro de Mina entre sus manos.
— Eres más fuerte de lo que crees, Mina. Solo necesitamos encontrar la manera de enfrentarlo juntas. Te amo y no quiero perderte. Por favor, no te alejes de mí esta vez — pidió con desesperación.
Mina asintió lentamente, dejando que las lágrimas rodaran por sus mejillas.
— Está bien. Hablemos. Pero necesito que entiendas que esto es difícil para mí. Necesito tu paciencia y tu apoyo, por favor — dijo finalmente, su voz llena de sinceridad y vulnerabilidad.
— Vamos a mi casa — sugirió la coreana —. Allí podremos hablar más tranquilamente.
Mina asintió, y tras pagar la cuenta ambas salieron del restaurante.
Durante el camino a casa, el silencio fue tenso, cargado de emociones no dichas. Al llegar al apartamento de Chaeyoung, se sentaron en el sofá. La coreana tomó las manos de Mina, mirándola a los ojos.
— Cariño, sé que esto es difícil para ti. Entiendo tus inseguridades con Nayeon. Pero quiero que sepas que tú eres la única para mí. No hay nadie más. Nayeon es solo una compañera de trabajo en este proyecto, nada más — dijo con firmeza.
— No confío en ella, Chaeyoung. No sé cómo lidiar con esto. Cada vez que la veo cerca de ti, siento que mi mundo se desmorona. No puedo soportar la idea de perderte — confesó, su voz quebrándose. Chaeyoung la abrazó, acariciando suavemente su espalda.
— No me vas a perder, tontita. Te lo prometo. Haré todo lo que esté en mi poder para que te sientas segura y amada. Quiero que confíes en mí, que sepas que siempre seré honesta contigo. Y sí, sé que soy algo idiota a veces, o mejor dicho la mayor parte del tiempo, pero así me quieres, y yo a ti, así que por favor, solo háblame. No quiero que te sientas mal por mi culpa — dijo con ternura. Mina se aferró a Chaeyoung, buscando consuelo en su abrazo.
— Te creo y enserio quiero apoyarte en este proyecto porque sé cuánto significa para ti, pero también necesito tiempo para acostumbrarme a la idea. Necesito que me demuestres que puedo confiar en ti — respondió, sus lágrimas fluyendo libremente.
Chaeyoung la besó suavemente en la frente.
— Te lo demostraré todos los días, pero a cambio, solo necesito que no te alejes cuando las cosas se pongan difíciles. Hablémoslo, solucionémoslo juntas — dijo, con determinación. Mina asintió, sintiéndose un poco más tranquila.
— Está bien. Haré lo posible para no alejarme, aunque igual no te prometo nada — Chaeyoung asintió riendo, abrazándola más fuerte.
En ese momento, llegó de amor, cariño, empatía, confianza, Mina sintió el impulso de decirle toda la verdad a Chaeyoung, de confesarle que al principio audicionó para la serie sin darse cuenta de que era una serie LGBT. Que lo hizo por ambición y no por querer visibilizar algo. Pero al ver la paz momentánea en el rostro de Chaeyoung, decidió, una vez más, posponer la confesión. No quería arruinar el frágil momento de reconciliación que habían logrado.
— Te amo, Myoui Mina. Nunca olvides eso — susurró Chaeyoung, con la esperanza de que esas palabras fueran suficientes por ahora.
Mina sonrió, su corazón sintiéndose un poco más ligero.
— También te amo. Y prometo que intentaré ser más abierta y confiar más en ti — contestó, con sinceridad.
Ambas pasaron el resto de la noche abrazadas, disfrutando de la compañía mutua y del silencio cómodo que ahora llenaba el espacio entre ellas.
A medida que el tiempo pasaba, Mina sabía que eventualmente tendría que enfrentar la verdad de frente, pero por ahora, estaba agradecida por la oportunidad de trabajar en su relación y fortalecer la confianza que compartían.
Con el amanecer, las primeras luces del día iluminaron suavemente el rostro de Chaeyoung, quien dormía plácidamente en los brazos de Mina. Se habían quedado viendo películas juntas mientras charlaban y se robaban unos besos entre sí. Había sido una noche estupendo que sin duda ambas recordarían por mucho tiempo.
Mientras la observaba, Mina se prometió a sí misma que haría todo lo posible para proteger su relación y, eventualmente, encontrar el valor para compartir toda la verdad con la persona que más amaba.
Tan solo esperaba que la verdad no fuera tan fuerte como para destruirlas.
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N/A: Este es uno de los capítulos más largos que he escrito, la vdd no se cuantos capítulos más irán a ser peroo espero satisfacer sus expectativas. Los tqm gracias por el apoyo 💗
Quiero aclarar también que Momo es un personaje que valora mucho su privacidad y prefiere mantener ciertos aspectos de su vida personal para sí misma hasta sentirse completamente segura y cómoda compartiéndolos. Aspecto como su relación actual o el hecho de que decidiera no decirle a Mina la verdadera razón por la que ella y sus padres ya no se hablaban. Como ya sabemos, la decisión de salir del clóset es profundamente personal y varía de una persona a otra. Aunque Momo sabía que Mina tenía una relación con una mujer, y por supuesto la iba a apoyar cuando se lo dijera, ella quería esperar a un momento en que se sintiera más en control y segura de su situación. Quería asegurarse de que su orientación sexual no definiera su identidad a ojos de los demás, sino que fuera algo que ella misma controlara y revelara en sus propios términos 💞
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