𓏲 Capítulo 15: Confesiones y confusiones
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— No tienes que preguntarlo — respondió Mina, cerrando los ojos ante el contacto de Chaeyoung—. Solo hazlo.
La distancia entre sus labios desapareció en un susurro, y finalmente, después de tantos intentos por parte de Chaeyoung para cautivar el confuso pero genuino corazón de Mina, finalmente, ambas se encontraron en un dulce y apasionado beso. Era un beso que ambas estaban deseando, un beso que nació desde lo más profundo de su corazón, un beso que hacía a Chaeyoung hormiguear por todo su cuerpo; sin cámaras, sin espectadores, siendo solo ella, Mina y la dulce luz de la luna que se colaba por la ventana.
La suavidad de los labios de Chaeyoung envolvían a Mina de maneras inexplicables, mientras los besos con sabor a fresa se volvían sus favoritos, todo gracias al lápiz labial que Chaeyoung tenía en ese momento. La mano de Mina se deslizó hacia el cuello de Chaeyoung para acercarla aún más, aquellas manos inexpertas explorando con ternura cada centímetro de la piel contraria.
El tiempo parecía detenerse a su alrededor, Mina finalmente se estaba entregando a la cálida sensación de las manos, cuerpo y besos de Chaeyoung, y aquello solo hacía enloquecer aún más a la coreana.
Cuando finalmente se separaron, sus miradas se encontraron con una mezcla de ternura, timidez y deseo. Con una sonrisa radiante, Chaeyoung tomó la mano de Mina, la llevó hacia la cama y, sin decir nada, la abrazó por su espalda haciendo que se acostara junto a ella, acariciando su brazo con tanta delicadeza que logró erizar la piel de la japonesa.
— Tengo la sensación de que no quieres que te mire, Chaeyoungie — dijo Mina luego de que la menor la abrazara con fuerza, evitando que se volteara hacia ella y sus miradas se cruzaran
— No es eso, bonita — aseguró la rubia en un susurro, soltando una risita avergonzada.
— Aww, estás rojita — expresó Mina soltando un pequeño chillido al notar el rostro ajeno cubierto en un notorio sonrojo.
Chaeyoung rió suavemente ante la observación de Mina, sintiéndose un poco avergonzada por ser descubierta de esa manera.
— ¿Yo? ¿Rojita? ¡No sé de qué hablas! — respondió, intentando sonar convincente mientras desviaba la mirada hacia otro lado, pero sin soltar la mano de Mina.
Myoui sonrió, girándose por completo para mirarla y disfrutar de la adorable timidez de Chaeyoung. Con delicadeza, acarició suavemente el rostro de la rubia, haciendo que sus mejillas se tornaran aún más rosadas.
— Eres tan linda cuando te pones así — agregó la japonesa con cariño, acercando su rostro al de Chaeyoung para plantarle un dulce beso en sus labios.
Era un beso corto y suave, un beso de unos pocos segundos, un beso impulsivo, pero Chaeyoung sintió un cálido cosquilleo recorrer su cuerpo solo por ese pequeño gesto de Mina. Se acercó un poco más, buscando los ojos de la pelinegra con ternura.
— Muchas gracias por ver esa película y venir hasta aquí o probablemente nada de esto hubiera pasado — murmuró Chaeyoung, con una sonrisa tímida pero sincera. Mina rió ante sus palabras, entrelazando sus dedos con los de Chaeyoung cariñosamente.
— No estaba muy segura de venir, pero enserio soy muy miedosa con esas cosas — ambas rieron mientras inconscientemente se daban sutiles caricias.
— Ya no sentirás miedo porque estarás conmigo — Chaeyoung tomó la espalda baja de la contraria y la atrajo a su cuerpo, logrando que no haya espacio entre ambas, mirándose con un brillo difícil de describir, ignorando todos los sonidos que habían en la gran ciudad
— Eres una romántica de primera, ¿lo sabías? — Chaeyoung rió, dejando un beso en la frente de la pelinegra
— Supongo que sí, pero solo contigo — respondió la rubia con una sonrisa traviesa, mientras acariciaba suavemente la espalda de Mina.
— Entonces, ¿eso significa que ahora soy tu damisela en apuros y tú mi valiente salvadora? — Chaeyoung rió
— Algo así, diría que soy más como tu compañera. Quiero que ambas enfrentemos las cosas que se nos van a venir encima, juntas — respondió Chaeyoung con una sonrisa, sintiendo su corazón acelerado por la mirada de Mina sobre ella.
— Me encanta la idea de tener una compañera tan linda como tú — Chaeyoung le dedicó una mirada llena de cariño y complicidad a Mina
— Y yo amo tenerte a mi lado, Mina. Amo el hecho de haber coincidido contigo — Mina la observó algo incrédula por lo que había escuchado.
La pelinegra se quedó en silencio por un momento, procesando las palabras de la chica frente suyo.
— Chaeyoung, yo... — quizo decir algo más, algo coherente, pero las palabras parecían atoradas en su garganta, abrumada por la intensidad de sus sentimientos.
Chaeyoung la miró con ternura, entendiendo la turbulencia emocional de Mina. Sin decir nada, le ofreció una sonrisa tranquilizadora y le apretó suavemente la mano, transmitiéndole su comprensión.
— No tienes que decir nada, Mina. Tus acciones hablan más fuerte que cualquier palabra. Estoy aquí, contigo, y eso es todo lo que importa. Si aún tienes sentimientos que aclarar o quieres simplemente pensar las cosas, entonces hazlo, no tengo derecho a meterme en tu vida, pero quiero que sepas que estaré aquí para ti, sin importar qué decidas. Tu felicidad es lo más importante para mí, incluso si eso significa que no puedo ser parte de ella.
Mina suspiró bajito y asintió con gratitud, sintiéndose abrumada por la comprensión y el apoyo de Chaeyoung.
¿Cómo alguien podía ser tan dulce y linda?
— Gracias, Chaeng. Significa mucho para mí —respondió Mina con sinceridad, sintiendo cómo un peso se aligeraba de sus hombros al saber que tenía a alguien en quien confiar. Sin embargo, también era consciente de que una decisión mal pensada podría poner en peligro todo lo que habían construido juntas.
Chaeyoung le sonrió con dulzura, acariciando suavemente la mejilla de Mina con su pulgar.
— Vamos a descansar ya, mañana es la entrevista y Bangchan nos matará si llegamos tarde — Mina rió estando de acuerdo.
Las dos se quedaron abrazadas en silencio, dejando que sus corazones hablaran por ellas. No habían tenido una charla sincera acerca de sus reales sentimientos por la otra, no se habían confesado por completo, ni siquiera estaban en una relación formal, pero ambas sabían que lo que tenían era especial. Era un vínculo que iba más allá de las palabras, un vínculo que no se trataba solo de compañeras de trabajo, o simples amigas, había un lazo de confianza y apoyo mutuo que habían construido con el tiempo y que no se comparaba con ningún otro.
Mina se acomodó más cerca de Chaeyoung, sintiendo la calidez reconfortante de su abrazo. Aunque todavía había mucha confusión en su corazón y su mente era un revoltijo de pensamientos, ya que jamás había besado a una chica en toda su vida y mucho menos se había entregado tanto a una, se sentía un poco más tranquila sabiendo que no estaba sola. Tenía a Chaeyoung y eso era suficiente.
La rubia la abrazó con ternura, sintiendo una profunda emoción por tener a Mina a su lado. Aunque no sabía qué le depararía el futuro, estaba decidida a hacer todo lo posible para proteger y cuidar ese vínculo que compartían.
Porque ella realmente se había enamorado de aquella hermosa chica de cabellos pelinegros y sonrisa radiante.
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Sana se sentía nerviosa mientras se dirigía a la cena con sus padres. A pesar de haber pasado tiempo desde su última visita, la tensión seguía presente debido a la complicada situación en la que se encontraba.
No se trataba de que sus padres no la apoyaban o que se sintieran decepcionados de su carrera artística, para nada, a ellos solo les importaba que su hija estuviera saludable y feliz. Sin embargo, Sana se sentía abrumada por el hecho de que era muy probable de que sus padres, durante la cena, le pregunten cosas acerca de cómo iba su relación con su novia, Park Jihyo, y ella realmente no sabía cómo respondería a aquellas preguntas.
La situación era realmente complicada. Jihyo siempre fue una mujer muy dulce y atenta, amable con todos y dispuesta a ayudar. Cuando Sana la conoció no pudo evitar caer ante sus encantos, le parecía que Jihyo tenía todo aquello que había buscado en una pareja, así que se prometió conquistarla sin importar qué, lográndolo a tan solo tres meses de haberla conocido.
Si a la Minatozaki Sana de aquel entonces le decían que iba a cumplir mas de cinco años junto a la chica de ojitos bonitos, probablemente no lo habría creído, pero su relación con Jihyo era realmente estable.
Todo esto hasta que conoció a Kim Dahyun.
En el otro lado de la historia, estaba Dahyun, su encantadora compañera de elenco, cuya energía vibrante y sonrisa contagiosa la mantenían constantemente intrigada.
Sana recién conoció a Dahyun cuando Chaeyoung las invitó a ambas a ser parte de la serie, ya que la rubia había tenido la oportunidad de trabajar con ambas, por separado, y le había encantado su forma de actuar. Recuerda bien que fue en la casa de Chaeyoung que conoció a aquella chica bajita de finos cabellos pelinegros y una sonrisa tan contagiosa que la hacían sonreír sin poder evitarlo.
Durante aquella reunión ambas se presentaron gracias a que eran las únicas que no estaban bebiendo alcohol; Sana porque debía conducir y Dahyun simplemente porque no gozaba mucho de beber como los demás. Se presentaron y estuvieron hablando toda la noche, sin embargo, su amistad recién comenzó a surgir durante el rodaje de la serie.
A medida que Sana profundizaba en su amistad con Dahyun durante cada escena que grababan juntas, comenzó a descubrir aspectos de su personalidad que la cautivaban más allá de su encanto inicial. La personalidad de Dahyun no se limitaba a ser encantadora y divertida; también irradiaba una calidez y una energía que conectaba de manera única con Sana.
Dahyun ya no era solo una compañera de elenco; Dahyun se convirtió en alguien con quien Sana podía compartir sus pensamientos, sentimientos y miedos. Cada conversación con Dahyun era como dejar de sofocarse por las expectativas que todos tenían sobre ella y solo ser sí misma, Sana podía expresar emociones que antes no había considerado, que nadie más se había tomado el trabajo de escuchar.
Además de su personalidad energética, Dahyun también demostraba un talento excepcional en su trabajo como actriz. Su dedicación al arte de la actuación inspiraba a Sana a esforzarse más y a mejorar en su propia carrera. Juntas, compartían momentos de ensayos intensos y escenas emotivas, creando un vínculo único que iba más allá de la amistad.
Mientras Sana pasaba más tiempo con Dahyun, comenzó a cuestionarse sus sentimientos hacia ella. Se encontraba constantemente pensando en Dahyun fuera del set, deseando que llegara el día siguiente para verla y hablar con ella. Sin embargo, estos sentimientos estaban en conflicto con su compromiso con Jihyo, lo que provocaba una tormenta de emociones dentro de Sana.
Dahyun se había convertido en mucho más que una simple amiga para la japonesa; representaba una conexión profunda y significativa que estaba poniendo a prueba su lealtad y compromiso con Jihyo. A pesar de sus mejores esfuerzos por ignorar sus sentimientos, Sana no podía evitar preguntarse qué podría haber si se permitiera explorar una relación más allá de la amistad con Dahyun.
Durante la cena, trató de desviar la conversación lejos de su vida amorosa, con ayuda de su hermana menor la cual decía cualquier comentario para evitar que ella respondiera, logrando durante toda la noche mantener a sus padres ocupados en otros temas.
Al terminar de comer, su hermana ofreció llevarla de vuelta al hotel, lo que ella aceptó sin dudar. Sin embargo, apenas cerró la puerta y avanzaron unas pocas cuadras, Kazuha, su hermana, decidió preguntarle lo que tanto había estado evitando
— ¿Tú y Jihyo terminaron o por qué no has estado hablando de tu perfecta novia? — Sana suspiró soltando una pequeña pero nerviosa risa
— Ella y yo no hemos terminado, estamos muy bien, Zuha — respondió, su hermana ladeó un poco la cabeza, confundida por lo que decía
Sana se sintió atrapada entre la verdad y lo que quería ocultar, pero finalmente decidió ser honesta con su hermana. Necesitaba escuchar la opinión de alguien más, y sabía que podía contar con ella en estos momentos.
— Sinceramente, no estoy segura. Las cosas con Jihyo eran realmente maravillosas, pero últimamente he estado sintiendo... confusiones — confesó con sinceridad, notando el gesto de preocupación en el rostro de su hermana.
— ¿Ha ocurrido algo en específico? — preguntó su hermana
— Es solo que yo paso la mayor parte de mi día en el set, Zuha, grabando escenas o entrevistas, y Jihyo también está todo el día en su trabajo, últimamente le está yendo muy bien y estoy muy feliz por ella, pero apenas y cruzamos dos palabras por las noches, todo se volvió tan monótono entre ambas — agachó su mirada dejando escapar un suspiro cargado de frustración.
— ¿Es solo eso o hay algo más? — preguntó Kazuha directamente —. Llevan cerca de dos o tres años en esa rutina y hasta ahora no te había escuchado quejarte de eso
— De hecho sí algo más — respondió Sana — conocí a alguien durante el rodaje de "Painting Love". Se llama Dahyun, Kim Dahyun, y... bueno, es complicado. No puedo dejar de pensar en ella, y eso me hace cuestionar todo lo que tengo con Jihyo. No sé qué hacer, Zuha. Estoy confundida y asustada de arruinar lo que tenemos con Jihyo, pero al mismo tiempo siento que estoy perdiendo algo especial al no explorar mis sentimientos por Dahyun. Me siento atrapada.
Kazuha asimiló las palabras de su hermana en silencio, mostrando comprensión en su mirada.
— Sana, entiendo que estés pasando por un momento difícil. Pero recuerda que lo más importante es ser honesta contigo misma y con Jihyo. Las relaciones son complicadas, y es normal tener dudas. Pero debes afrontar estas situaciones con sinceridad, tanto contigo misma como con Jihyo. Tal vez sea momento de tener una conversación honesta con ella y decidir juntas cómo seguir adelante, o tal vez, simplemente dejarlo todo allí.
Sana asintió, entendiendo sus palabras y sintiéndose agradecida por el apoyo de su hermana. Sabía que enfrentar esta situación sería difícil, pero esperaba tomar la decisión correcta.
Al regresar al hotel lo primero que quiso hacer fue ir directo a la habitación de Dahyun y decirle todo lo que sentía, pero en ese preciso momento, mientras aún estaba procesando la conversación con su hermana, su teléfono sonó, interrumpiendo sus pensamientos. Al ver el nombre de Jihyo en la pantalla, Sana sintió un nudo en el estómago. Dudó antes de contestar, pero finalmente pulsó el botón verde y llevó el teléfono a su oído.
— ¿Hola? — dijo con voz temblorosa mientras cerraba la puerta de la habitación detrás suyo.
— Hola, cariño — respondió Jihyo al otro lado de la línea, reflejando su alegría —. Solo quería escuchar tu voz. ¿Cómo estás? ¿Qué tal todo por allá?
Sana sintió una oleada de emociones encontradas al escuchar la voz de Jihyo. Por un lado, anhelaba compartir sus preocupaciones con su novia y hablarle de lo increíblemente sola que se había sentido con su ausencia todos estos meses, pero por otro, temía el posible impacto que tendrían sus palabras y no estaba lista para perder a Jihyo.
— Estoy bien, Hyo — respondió Sana, tratando de sonar lo más tranquila posible —. Solo un poco cansada por el viaje. ¿Y tú cómo estás? Debo admitir que me sorprende tu llamada, a estas horas generalmente ya estás durmiendo.
— Lo sé cariño, de hecho también estoy muy cansada, pero hoy salí temprano de la oficina y quería escucharte antes de ir a dormir — dijo Jihyo con sinceridad—. Te echo de menos, es muy extraño volver a casa y que no estés tú aquí, ¿cuándo volverán?
Sana se sintió abrumada por la declaración de Jihyo. El peso de la culpa se intensificó mientras luchaba por mantener su compostura.
— Estaremos de vuelta en un par de días, cariño — respondió, su voz temblaba ligeramente—. Realmente yo también te echo de menos.
Hubo un breve silencio en el que Sana sintió que su corazón latía con fuerza en su pecho. Sabía que debía decir algo más, pero las palabras se atascaron en su garganta.
— Bueno, entonces esperaré ansiosa a que vuelvas — agregó Jihyo con ternura —. Dejaré que descanses, mañana seguro tendrás una agenda muy apretada. Buenas noches, cariño. Te amo, dulces sueños.
Las palabras de Jihyo hicieron que Sana se sintiera aún más culpable por tener dudas sobre su relación.
¿Cómo podía si quiera estar considerando poner en riesgo algo tan importante para ella?
— Yo también te amo, Hyo — respondió Sana, sintiendo un nudo en la garganta —. Buenas noches.
Sana colgó el teléfono con manos temblorosas y se dejó caer en la cama con un suspiro. Sabía que la conversación con Jihyo solo había postergado el inevitable enfrentamiento de sus sentimientos, pero por ahora, no estaba lista para afrontarlo.
Miró el techo de la habitación con ojos cansados, preguntándose cómo podría encontrar el coraje para tomar la decisión que cambiaría su vida para siempre.
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N/A: Actu por el cumple del loml Mina 🙈💞 Veré si puedo subirles otro cap, muchas gracias por todo el apoyo a la historia, son los mejores 😭💗💗
Por cierto, yo fui esta cuando vi los comentarios del cap 13:
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