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Chaeyoung observaba a Mina, la cual había estado más callada que de costumbre, dándose cuenta de que cada vez que sus miradas se cruzaban, aunque sea por un segundo, el nerviosismo en la nipona se hacía presente, haciendo que apartara su mirada avergonzada.

— No sé qué te pudo decir tu padre, pero estás muy tímida desde entonces, bonita — comentó Chaeyoung mientras ambas entraban al hotel, dirigiéndose hasta el ascensor

Mina rió mientras apretaba el botón del piso en el que ambas estaban.

— No estoy siendo más tímida, es solo... — la japonesa se detuvo, buscando las palabras adecuadas. Chaeyoung asintió, esperando pacientemente. — Solo estoy... confundida acerca de algunas cosas, nada realmente importante — dijo, tratando de ocultar la confusión en su voz.

El ascensor se detuvo en su piso y ambas salieron, caminando por el pasillo iluminado por suaves luces que se encendían a medida que ambas caminaban.

— ¿Puedo preguntar sobre qué son esas cosas? Quizá y pueda ayudarte, soy buena dando consejos — dijo Chaeyoung, preocupada de que fuera algo malo.

Mina se detuvo cuando llegaron hasta la puerta de su habitación, suspirando antes de responder.

— No estoy muy segura, Chaeng. Quiero decir, mi vida ha cambiado mucho últimamente y no sé cómo lidiar con todo eso. Siento que cada día es aún más nuevo y... aterrador, y no estoy hablando solo de la serie, tengo muchos sentimientos que no puedo explicar ahora mismo. Me tiene muy nerviosa eso — confesó Mina, con la voz ligeramente temblorosa.

Chaeyoung frunció el ceño, preocupada por la angustia de la pelinegra. Nunca la había visto tan insegura y confundida, sintiéndose, por primera vez, impotente al no saber qué decir para reconfortarla.

— Está bien si no tienes todas las respuestas ahora, Minari, no tienes que presionarte a adaptarte con rapidez a todo. Esto de la inimaginable atención que está recibiendo la serie pasó de la noche a la mañana, pero créeme que es totalmente normal, bonita, y te prometo que estarás mejor pronto  — dijo Chaeyoung, tratando de transmitirle calma. —. Solo tienes que darte tiempo para pensarlo

Mina sonrió, agradecida por las palabras de Chaeyoung, y asintió lentamente, sintiéndose un poco más aliviada. La suavidad de la mano de Chaeyoung acariciando su mejilla le proporcionaba un consuelo reconfortante, recordándole que no estaba sola, que había alguien que la estaba acompañando en toda esta nueva experiencia.

— Gracias, significa mucho para mí tener tu apoyo — expresó, sintiendo la calidez y la seguridad que emanaban de Chaeyoung.

Ambas se miraron con complicidad y luego rieron, quizá demasiado tímidas para poder seguir hablando. Era uno de esos momentos en donde no tenían que hacerlo más, bastaba con estar junto a la otra, sonreír y luego soltar una pequeña risita, inexplicablemente nerviosas por la presencia de la otra.

Era algo que siempre ocurría pero que Mina no era capaz de admitir.

— Creo que ya debería irme a dormir, mañana tenemos la entrevista así que espero que descanses, Minari — dijo Chaeyoung mientras metía sus manos dentro de los bolsillos de su abrigo, meciéndose levemente sobre sus talones frente a la puerta de la habitación de la pelinegra

— Lo sé, tienes razón. Que descanses entonces, Chaeng — respondió Mina, sonriéndole antes de colocar la tarjeta para abrir su habitación.

Sin saber cómo despedirse adecuadamente, y con un mar de emociones agitándose en sus mentes, ambas levantaron apenas sus manos en un gesto de despedida.

Mina cerró la puerta tras Chaeyoung, dejándola sola en el pasillo. La coreana miró a sus lados, corroborando que nadie estuviera cerca, y tal cual una niña pequeña, dió saltos victoriosos mientras levantaba sus manos en señal de triunfo.

Chaeyoung sentía que Mina poco a poco correspondía sus sentimientos y eso la llenaba de esperanza. La posibilidad de tener una oportunidad real con ella, sin la presión de actuar tiernas solo por las cámaras o la presión de los fans, la hacía sentir más feliz y determinada que nunca. Realmente le gustaba mucho y quería tener la oportunidad de mostrarle todo eso.

— Somi tiene que saber esto — dijo Chaeyoung mientras buscaba su teléfono para llamar a su mejor amiga.

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— ¿Quién eres y por qué te atreves a llamarme a estas horas de la madrugada? — la voz adormilada de Somi al otro lado de la línea hizo que Chaeyoung riera sin poder evitarlo.

— Idiota, apenas van a ser las diez de la noche — refutó, recibiendo un gruñido de la canadiense.

— No sabes lo bien que estaba descansando de todos ustedes y ahora a vienes a interrumpirme y... ¡auch! — Chaeyoung frunció el ceño

— ¿Qué fue eso? ¿Te caíste?

— ¿Qué? Por supuesto que no, solo... fue mi gato, es que acaba de dejar caer mi teléfono y por eso escuchaste un golpe — Chaeyoung se sentó en la cama dejando su teléfono en altavoz mientras se cruzaba de brazos riendo.

— ¿Tu gato, uhm?

— Ya conoces a mi Zoro, siempre tan inquieto... — Son podía escuchar claramente a Somi mentir, la canadiense era muy mala con eso pero de todas formas la molestaría con la caída que había tenido luego —. Y bueno, ¿por qué me llamas? Creí que a esta hora estarías durmiendo ya, considerando lo aburrida que sueles ser y que probablemente te hayas quedado en tu habitación viendo películas mientras todas las demás salían a ver el lugar.

— Oh Som, prepara bien la oreja porque tengo mucho que contarte...

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— ¡¿Y te tomó así de la mano?! ¡¿Sin cámaras cerca?! Ya cásense mejor — Chaeyoung rió ante la emoción de Somi luego de contarle todo lo sucedido —. Vaya, realmente tienes que darme tips para ligar.

— ¿Para qué? Si igual siempre le vas a terminar llorando a tu ex — Somi se quejó de inmediato

— Bueno pero no me juzgues, se veía linda incluso cuando rompía mi corazón — Chaeyoung rodó los ojos

— Te voy a conseguir a alguien, de preferencia pronto porque sino cometerás una locura y vas a volver a los brazos de la idiota de Doyeon — Somi suspiró al otro lado de la linea

— Como sea, no hemos venido a hablar de mi terrible suerte en el amor. Como amiga, déjame decirte que estoy muy feliz de que la cena haya salido bien, se nota lo importante que eres para Mina y tengo un buen presentimiento de ustedes dos como pareja — Chaeyoung mordió su labio evitando soltar una risita emocionada —, además, hablando ahora como guionista de la serie, creo que esto será más que bueno para la imagen de Painting Love, llamará muchísimo la atención y subiremos los números aún más. Podríamos incluso anunciarlo antes que Dispatch o cualquiera de esas páginas, ya sabes, grabar vlogs o-... 

— Gracias, enserio, pero sabes que no hacemos esto por la serie o por fama, Som — interrumpió Chaeyoung

— Lo sé, pero solo piénsalo, que ustedes dos tengan una relación fuera de cámaras solo aumentará la popularidad que tienen, pueden ganar mucho dinero con eso.

Chaeyoung estaba por hablar pero unos toques en su puerta hicieron que se enfocara en aquel sonido. Observó la hora en su teléfono y se sorprendió de llevar varias horas hablando con Somi, siendo entonces casi las tres de la mañana.

— ¿Qué pasa? ¿Por qué te callaste de repente? — preguntó la canadiense ante el repentino silencio

— Están tocando la puerta, déjame ver quién es — Chaeyoung se levantó sin dudarlo, colocándose sus pantuflas para acercarse hasta la puerta

— ¿Por qué vas a abrir? Es de madrugada y te recuerdo que eres famosa, Son, probablemente van a raptarte y-...

— M-Mina — dijo Chaeyoung apenas abrió la puerta, observando a la japonesa acariciando su propio brazo con nerviosismo y vergüenza, ignorando por completo la voz de Somi en su teléfono —. Te llamo después, adiós — no dió tiempo de que Jeon se despidiera ya que había colgado la llamada.

— Perdón que te interrumpa, ¿estabas ocupada? — Chaeyoung negó rápidamente mientras hacía espacio para que la japonesa entrara

— Para nada, solo hablaba con Somi de... c-cosas de la serie — Mina asintió mientras caminaba algunos pasos antes de darse media vuelta para mirarla —. ¿Ocurre algo?

— Bueno... Esto va a sonar muy vergonzoso, pero no puedo dormir porque tengo miedo de quedarme sola en mi habitación después de ver una estúpida película de terror que Momo me recomendó — suspiró haciendo un pequeño puchero —. ¿Crees que podría quedarme contigo un rato? Solo un momento — Mina bajó la mirada avergonzada, esperando no parecer demasiado infantil por lo que acaba de decir

Chaeyoung sonrió con ternura y asintió. — Por supuesto que te puedes quedar aquí, ¿Qué película viste? — preguntó mientras cerraba la puerta tras ellas y la invitaba a sentarse a un lado de la cama.

— El Exorcista — respondió Mina con voz baja, como si el simple acto de mencionar el título pudiera invocar algún tipo de mal.

Chaeyoung contuvo una risa. — Esa película es clásica. ¿Te asustó mucho?

Mina asintió soltando una risa nerviosa. — Sí, mucho. No sé por qué creí que ver una película de terror sería una buena idea cuando soy realmente muy miedosa, estoy en un hotel que no conozco y en una habitación gigante yo sola — confesó, abrazando sus piernas mientras la miraba ya sentada en la cama de la rubia —.

— Eres una ternura — soltó de repente la rubia, logrando que Mina negara avergonzada —. Es muy lindo, pero está bien, ¿qué te parece si ponemos una película más ligera para distraerte? — Chaeyoung tomó el control remoto encendiendo el televisor — ¿Alguna recomendación, Minari?

— Creo tener la película perfecta

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— Oh vamos, esta película es totalmente lésbica, ¡no me importa lo que digan!, ¿cómo vas a decir que la chica terminó estando con el idiota ese? si durante toda la película, durante todo el tiempo que ella se enamoró, realmente fue de la chica que estuvo disfrazada de su hermano. — tomó aire y luego siguió —, estúpidas películas antiguas, deberían haber acabado las dos juntas — se quejó Chaeyoung mientras Mina reía, comiendo de una de las bolsas de snacks que había recibido en el aeropuerto.

Con la habitación oscura y solo la luz de la pantalla iluminando sus rostros, Mina había propuesto una de sus películas favoritas la cual trataba sobre una chica que se hace pasar por su hermano gemelo en una escuela preparatoria para poder jugar fútbol.

El plan era perfecto, Mina se reía con las escenas cómicas, mientras Chaeyoung seguía la trama con interés, impresionada por la actuación de Amanda Bynes, aunque también manteniendo un crush tremendo en ella de inicio a fin. A medida que la historia se desarrollaba, ambas comentaban sobre los momentos divertidos y las situaciones absurdas en las que se encontraba el personaje principal, sin embargo, al final de la película, Chaeyoung no se encontraba satisfecha con la forma en la que acabaron las parejas.

— Lo sé, esta película la vi con Momo y ambas estuvimos de acuerdo que Olivia estaba totalmente colada por ella en su versión masculina, no tuvieron que quitarles eso solo porque reveló ser una chica — dijo Mina, limpiando sus manos mientras Chaeyoung asentía totalmente de acuerdo.

— ¿Qué tienes ahí? — preguntó la coreana mientras se sentaba más cerca de Mina, observando curiosa los snacks en su mano.

Mina sonrió mientras sostenía el paquete — Son Pockys. Es un dulce bastante popular. ¿Quieres probar uno?

Chaeyoung asintió y tomó uno de los palitos de la mano de Mina. — Los había visto antes pero no me llamaban la atención. No sabía que te gustaban tanto

— Al parecer los fans sí, me dieron por lo menos dos cajas de estas — ambas rieron mientras Mina tomaba otro palito — Ahora ven, déjame enseñarte algo — Chaeyoung la miró curiosa y mina se sentó frente a ella, obligándola a hacer lo mismo mientras reía suavemente, cómplice de lo que estaba por decir. — Hay una teoría divertida sobre compartir Pocky. Se dice que si compartes uno con alguien y ambas terminan comiéndolo hasta que se encuentran en el centro, significa que se gustan.

Chaeyoung sonrió tímidamente mientras le ofrecía el otro extremo del Pocky a Mina, algo que la nipona aceptó — Esa es una teoría interesante. ¿Crees que sea verdad? — Chaeyoung tomó a Mina de su cintura y se acercó para que ambas empezaran a comerlo, cada una desde su extremo.

Mina encogió los hombros con una sonrisa traviesa y nerviosa al tener sus ojos frente a los suyos y sus manos sujetándola con firmeza. — ¿Quién sabe? Quizá debamos descubrirlo. 

Con una risita cómplice, Mina y Chaeyoung se iban acercando más y mas con cada mordisco que daban. El dulce sabor del chocolate, y el atrevimiento que la madrugada extrañamente les daba a ambas, las envolvía mientras sus labios se acercaban con cada bocado, hasta que finalmente sus alientos se mezclaron y sus labios se encontraron en el centro.

En ese momento mágico digno de comedia romántica. el tiempo pareció detenerse mientras ambas se perdían en la intensidad del momento. Sus miradas se encontraron, las chispas de emoción brillando en sus ojos mientras la tensión entre ellas se palpaba en el aire cargado de electricidad.

Mina no entendía todos esos sentimientos que estaba teniendo en ese instante, ni tampoco de dónde venía ese impulso por querer romper la distancia y besar aquellos labios que apenas se estaba dando el tiempo de admirar.

Un susurro apenas audible escapó de los labios de Chaeyoung mientras sus corazones latían al unísono.

— Supongo que eso responde a la pregunta de si nos gustamos o no — murmuró Chaeyoung con una sonrisa traviesa, sus ojos brillando con diversión mientras comía el último pedazo de chocolate que había.

Mina rió suavemente, saliendo del pequeño trance en el que había entrado, su corazón latiendo un poco más rápido y el atrevimiento de la noche dándole el poder de decir aquello que en otro momento no se hubiera atrevido

— Parece que sí. Pero, ¿qué piensas hacer al respecto?

Chaeyoung se acercó un poco más, sus labios rozando los de Mina con suavidad.

— Creo que deberíamos seguir explorando esto que hay entre nosotras.

Mina asintió, incapaz de contener la sonrisa que se extendía por su rostro. — Me parece perfecto, señorita Son.

— ¿Entonces puedo? — preguntó, tomando con una de sus manos el rostro de la japonesa mientras la acariciaba lentamente

— No tienes que preguntarlo

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