𓏲 Capítulo 17: Fotos en Tailandia
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Sana intentaba mantener la calma y disipar los pensamientos de celos que seguían rondando en su mente mientras esperaba a su novia. Se sentía muy mal por pensar en Dahyun mientras estaba en una relación con Jihyo, pero no podía evitarlo. Y eso le frustraba mucho.
Miró su teléfono varias veces, esperando algún mensaje de su novia anunciando su llegada, pero el tiempo pasaba y nada parecía cambiar.
Finalmente, después de lo que le pareció una eternidad, decidió que no podía seguir esperando en vano. Soltando un suspiro resignada, levantó la mano para detener un taxi que pasaba por la calle y, tras un gesto rápido, indicó al conductor su destino acomodándose en el asiento trasero, sintiendo un nudo en el estómago por la situación.
El trayecto en taxi transcurrió en silencio, con Sana sumida en sus pensamientos y preguntándose qué podría haber retrasado a Jihyo. No había forma que ella se olvidara que hoy llegaba, le había dicho que la estaba extrañando, no podía haberse olvidado de ella.
Al llegar a su departamento, pagó al conductor y salió del taxi, sintiendo el peso de la preocupación en sus hombros.
Al cruzar la puerta de su hogar, Sana sintió un ambiente tranquilo que contrastaba con la ausencia de Jihyo, una sensación familiar que había estado presente durante mucho tiempo.
No sabía porque había creído que hoy sería diferente.
Un suspiro escapó de sus labios mientras dejaba su bolso en la entrada y sacaba su teléfono del bolsillo. Decidió enviarle un mensaje a Jihyo para asegurarse de que estaba bien.
Ya estoy en casa, habíamos acordado
que irías a recogerme, ojalá no
te haya pasado nada malo TT.
Prepararé algo de comer,
no llegues tarde, Hyo 🫶🏻💞.
Sana envió el mensaje, dejando escapar otro de los tantos suspiros cansados que brotaban naturalmente de sus labios. No negaba que el viaje había sido agotador, pero esa no era la razón total de su angustia, así que decidió darse una ducha para relajar sus músculos y despejarse un poco, ya luego pensaría en cuál sería la cena que prepararía para Jihyo.
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Momo conducía mientras el ambiente en el auto se llenaba de calidez y cansancio en medio del camino desde el aeropuerto. La japonesa conversaba de temas triviales con Dahyun, intentando conocerla un poco mejor, aprovechando que el camino del aeropuerto hasta el centro de la ciudad era mediamente largo.
— ¿Enserio? Bueno, en mi caso creo que yo nunca estuve tan decidida o nunca supe realmente qué quería hacer una vez que acabara el colegio, solo me gustaba bailar y tenía la ilusión de dedicarme a ello, pero a mis padres no les hizo mucha gracia y jamás tuve su apoyo — comentó Momo, restándole importancia con sus gestos — lo bueno es que ahora trabajo en un estudio de baile y vaya que amo esto, es igual que tú con la actuación, solo que yo no tengo que andar viajando como súper estrella — Dahyun rió mientras la miraba tímidamente de reojo
Habían decidido que Mina y Chaeyoung viajarían en los asientos traseros, con la torpe excusa de que si alguien las veía o les tomaba una foto, sería bueno que estuvieran cerca. Es así que Dahyun terminó en el asiento de copiloto, haciéndole compañía a Momo quien se mostraba muy interesada en conocer a la coreana.
— ¿En qué estudio trabajas? — preguntó Dahyun, atreviéndose a mirarla.
— En Sunny Studios — la coreana se sorprendió apenas escuchó el nombre —, ¿lo conoces?
— Solo he escuchado hablar de él... Es muy prestigioso, difícil de entrar, te felicito Momo, debes ser muy buena para que te eligieran — dijo Dahyun sonriéndole amablemente.
— Momo es la mejor, apenas suena la música de transforma en otra persona, es asombrosa — agregó Mina sonriente
— No la escuches, solo exagera
Momo miró a través del espejo retrovisor a Mina y Chaeyoung por primera vez durante el camino, dándose cuenta de que ambas parecían estar sumidas en sus propios pensamientos. Notó varios toques entre ellas, tímidos y sutiles, gestos que por supuesto no pasaron desapercibidos.
— ¿Y qué tal estuvo el viaje? ¿Se sintieron cómodas en las entrevistas? — preguntó Momo, rompiendo el silencio que se había formado en el auto luego de su pequeña conversación.
— Fue una experiencia increíble. Las entrevistas fueron interesantes en Tailandia y Japón, nos trataron muy bien allí, pero en Estados Unidos fue muy raro, algo incómodo diría yo — Dahyun sonrió ligeramente y fue quien contestó la pregunta.
Mina y Chaeyoung asintieron y luego intercambiaron una mirada, logrando que ambas se sonrojaran y apartaran estas para perderse en cualquier cosa que estuviera pasando a través de sus ventanas. Por supuesto que esto captó de inmediato la atención de Momo, quien observaba todo través del espejo retrovisor.
— Hmm, ¿y qué hay de ustedes dos? ¿Hubo algún momento "romántico" durante el viaje? ¿Tuvieron que hacer fanservice o ya se les da natural? — preguntó Momo con una chispa de diversión en su voz.
Chaeyoung y Mina se sonrojaron al instante, intercambiando una mirada incómoda antes de responder.
— Sí
— No — dijo Mina, ambas respondieron al unísono, contradiciendose entre sí.
— Bueno, yo diría que sí y no. Tal vez hubo un par de momentos con fanservice pero también hubieron otros que no — agregó Chaeyoung, un poco confundida, jugueteando con sus dedos nerviosamente.
— Sí, hubieron momentos... lindos. Pero no creo que sea nada demasiado emocionante de contar. — concluyó Mina.
— Oh, vamos chicas, no sean tímidas. Estoy segura de que fue adorable y nada forzoso. Además, ¿qué pasa con esa cita que tuvieron en Tailandia? Las fans se volvieron locas, definitivamente fue emocionante estar entre los miles de fans que twitteaban todo mejor que detectives. Insinúan incluso que hubo beso de por medio, ¿algo que decir en su defensa?.
Mina se sintió atrapada entre la incomodidad y la sorpresa ante la mención de la supuesta cita y el posible beso en Tailandia. Chaeyoung, por su parte, miraba a Mina con una expresión de confusión evidente.
— ¿Una cita en Tailandia? — repitió Chaeyoung, soltando una risita mientras buscaba en su memoria cualquier indicio de un encuentro que pudiera haber sido malinterpretado como una cita romántica.
Mina se apresuró a negar con la cabeza, sintiendo que el rubor se extendía por sus mejillas.
— No, esa no fue una cita en absoluto. Solo estábamos pasando tiempo juntas, incluso todo el elenco estuvo ahí, ¿verdad, Chaeyoung?
Chaeyoung asintió pero aún parecía confundida.
¿Por qué Mina se había escuchado tan disgustada cuando Momo insinuó una cita entre ambas?
— Sí, claro.
— Solo miren esto — la japonesa mayor sacó su teléfono, aprovechando la luz roja del semáforo, y entró a twitter, dándole click a la palabra "Michaeng" que yacía en tendencia, la cual la llevó a la publicación que hizo un fan tailandés con las fotos que había tomado de ambas.
Mina tomó el teléfono y se acercó a Chaeyoung para que observara también. Debía admitir que jamás se imaginó que alguien podía estarlas grabando o tomándoles fotos, solo habían ido a cenar con el resto del elenco, pero justo en ese momento ambas decidieron salir por un poco de aire y sentarse en un tronco para platicar un poco.
— Realmente parece que nos estamos besando — dijo Chaeyoung observando la imagen, el ángulo y la oscuridad del lugar sin duda daban mucho que pensar
— Pero solo estábamos conversando — agregó Mina
— ¿Entonces solo fue producto de la imaginación de los fans? — preguntó Momo, con una ceja alzada.
— Sí, todo es un malentendido. No hubo ningún beso, eso es seguro. Solo fue un momento espontáneo que fue malinterpretado por algunos fans supongo.
Chaeyoung escuchaba a Mina y la frialdad de sus palabras, decidiéndose por permanecer en silencio durante lo que restaba del camino.
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— Aquí es — dijo la coreana, señalando su departamento mientras Momo se estacionaba frente a este
— Te ayudo con las maletas — se ofreció Mina, bajándose del auto junto con Chaeyoung.
La coreana no se negó, simplemente se bajó del auto y abrió el maletero, sacando sus maletas con ayuda de la nipona.
— ¿Estás bien? — preguntó Mina cuando llevó una de sus maletas hasta la entrada —, estuviste muy callada
— Solo estoy cansada, Mina — Chaeyoung no pretendía ser grosera con la japonesa, pero tenía mucho en qué pensar y el largo y pesado viaje que había tenido estos días no ayudaba a que su ánimo mejorara
— ¡Mina ya vamos! ¡Aún debemos dejar a Dahyun! — gritó Momo desde el auto mientras le tocaba la bocina apresurándola
— Deberías irte ya, gracias por la ayuda — agregó Chaeyoung, entrando una de sus maletas
— Claro — Mina no sabía por qué aún seguía de pie en la entrada del departamento de Chaeyoung, como si esperara que algo más ocurriera —, que descanses entonces.
— Igualmente, buenas noches — Mina asintió sonriéndole levemente para luego darse media vuelta y subir al auto, viendo a Chaeyoung despedirse de Dahyun y Momo con un gesto de manos antes de que entrara y cerrara la puerta.
— Chaeyoung estaba un poco rara, ¿no creen? — preguntó Dahyun mientras el auto se ponía en marcha nuevamente
Momo y Mina intercambiaron una mirada fugaz antes de que Momo respondiera.
— Sí, algo parecía estar molestandola. Tal vez está agotada por el viaje o tiene algo en mente. No lo sé, no la conozco mucho para deducir algo — dijo Momo, frunciendo el ceño levemente mientras conducía.
— Sí, es posible. Ojalá pueda descansar y sentirse mejor mañana, tenemos reunión con el director para los próximos eventos que habrán aquí en Seúl, así que debe estar bien preparada — Dahyun dijo, asintiendo con comprensión
Mientras ambas hablaban, Mina se acomodaba en el asiento trasero del auto, sumida en sus pensamientos. La conversación sobre el malentendido en Tailandia aún resonaba en su mente, haciéndola sentir incómoda y confundida. ¿Pero qué era exactamente lo que le molestaba? ¿Qué dijeran que tenían citas? ¿Que todos pensaran que Chaeyoung y ella se habían besado? No tenía sentido alguno, después de todo, eso sí había ocurrido, aunque no específicamente en Tailandia.
Finalmente llegaron a la casa de Dahyun y Momo se detuvo frente a esta. Dahyun bajó del auto, seguida de la japonesa, quien se ofreció a ayudarla con sus cosas.
— Gracias por traerme, Momo. Y gracias a ti también, Mina — agradeció Dahyun con una sonrisa cansada mientras miraba a la menor por la ventana.
— No hay problema, Dahyun. En verdad ha sido genial conocerte, que descanses bien — Momo la miró con una sonrisa luego de hablar
— Sí, buenas noches Dahyun, que descanses.
Dahyun asintió y también les deseó buenas noches antes de entrar a su hogar.
Momo subió de regreso al auto en silencio, colocándose el cinturón mientras miraba a Mina por el espejo retrovisor
— ¿Tienes algo que contarme, no es así? — preguntó directamente, mirándola. Mina suspiró y asintió, sintiéndose abrumada y acorralada — Ven aquí, vamos a comprar helado y mucho alcohol para que puedas cuénteme todo lo que pasó en ese viaje — dijo Momo, palmeando el asiento del copiloto invitándola a sentarse a su lado.
Sería una larga noche.
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