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El leve sabor metálico de la sangre, y el ardor sobre toda la lengua que sentía debido a la pasta de dientes le estaba haciendo enojar una y otra vez, no le importaba si en estos momentos se sangraba un poco las encías, lo único que pensaba ahora era en quitarse por completo los rastros de Park Jimin que estuvieran en su boca, y aunque ese desgraciado no le había metido la lengua a la boca —afortunadamente—, no dejaba de tener la sensación de que un simple beso le había dado todas aquellas bacterias de Park en su boca.
Volvió a escupir en el lavamanos de los baños, para después tomar un poco de agua para enjuagarse por completo la boca, una y otra vez, mientras se miraba en su reflejo en el gran espejo frente a los lavamanos, y en cuanto dejo de sentir el sabor mentolado por fin pudo respirar mucho más calmado, su respiración era levemente errática, y se detenía por completo de sólo pensar en ese espantoso momento en que los labios pronunciados de Park Playboy Jimin se posaban sobre los suyos, el solo recuerdo le causaba escalofríos.
Soltó un pequeño quejido, asqueado por la sensación de los labios de ese idiota sobre los suyos, ¿por qué ese imbécil había reaccionado de esa manera? No tenía sentido, era tan extraño, Yoongi por unos momentos había pensado que Jimin terminaría por golpearlo por todo lo que le había dicho, pero a cambio había recibido un beso en los labios, ¿quién demonios reacciona de esa manera ante los insultos? Definitivamente Park Jimin o había perdido totalmente la cabeza, o simplemente quiere fastidiarle la vida. Yoongi piensa que seguramente lo hizo para molestarlo.
Frunció su ceño mientras miraba su reflejo, dejo el cepillo de dientes que había pedido en la enfermería con urgencia, y recargo sus manos sobre el lavamanos con fuerza, tomo aire por unos momentos cerrando sus ojos en el proceso mientras trataba de limpiar su mente de la terrible experiencia que acababa de vivir hace unas cuantas horas, y lo soltó cuando se sintió más tranquilo, el recuerdo no se iría tan fácilmente, Yoongi ahora deseaba que le sucediera algo más traumático para olvidarse completamente de todo, pero claro, no obtendría lo que quería, no es como si hubiera algo más traumante que lo que había vivido.
Miro su reflejo, y específicamente sus labios entreabiertos, trago saliva con pesadez, esto era peor que reprobar deportes.
—Esto es una mierda —dijo en voz baja mientras se miraba al espejo—, maldición, maldición, maldición, ¡maldita sea! —exclamo molesto consigo mismo, apretó los dientes con fuerza mientras su ceño se fruncia en el proceso—. ¿Cómo pude dejar que ese imbécil me besará?
Soltó un nuevo resoplido, en verdad se sentía terrible, pudo evitar el beso, lo sabe, pero se había quedado paralizado sin saber que demonios hacer en ese momento, ese había sido su peor error.
—¡Jodeeeer! —soltó fastidiado.
—¿No has considerado que lo mejor es dejar de decir malas palabras, gatito?
Yoongi abrió los ojos en grande al escuchar esa voz, estaba sintiendo lo mismo que hace unos momentos, esa estúpida y repentina parálisis que no lo dejaba en paz, miro el reflejo en el espejo, y no tardo en dar con la mirada de ese tonto que le había robado un beso, a diferencia de él, Jimin no se veía para nada avergonzado, ni siquiera molesto, es más Yoongi podía percibir que Jimin se miraba sumamente contento.
—Lárgate —Yoongi hubiese deseado hablar más fuerte, más demandante, con más energía, pero no, solamente esa palabra había salido como un murmullo, que, gracias al eco dentro de los sanitarios, se podía escuchar claramente.
El reflejo de Jimin le regalo una pequeña sonrisa llena de autentica alegría, alegría que Yoongi deseo fuera burla.
—¿Por qué quieres que me vaya? —Jimin relamió sus labios, mantenía su espalda recargada en la pared detrás de él mientras no dejaba de mirar a Yoongi—. Por si no lo sabes, uno es libre de venir a los sanitarios de la escuela, gatito.
Yoongi apretó sus dientes con fuerza, quería gritarlo que cerrará la boca y se largará, que lo dejase en paz, pero no podía, gastar saliva en alguien como él no era para nada una buena idea, mucho menos ahora, ni siquiera sabía si podía mirar a ese imbécil a los ojos, si con sólo verlo en el espejo puede recordar el horrible momento de aquel beso, no quiere saber lo que le pasará si es que lo tiene aún más cerca suyo.
—¿Qué pasa? —Jimin sonrió al ver esa pequeña impotencia en Yoongi, parecía que quería mandarlo a la mierda, pero no podía—. Vamos, gatito, sabes que me gusta escucharte decir insultos, ¿por qué no dices algo?
Dejo de mirar su propio reflejo, no estaba allí para complacer a nadie, y mucho menos a un tipo como Park Jimin, así que sin más, dejo de sostener el lavamanos y bajo la mirada, tenía que irse de allí, buscar un lugar en el cual estar solo y más relajado, sin la presencia de ese estúpido, así que sin más iba a comenzar su camino para salir de los sanitarios, a pesar de que tenía la sensación de que Jimin lo dejaría tranquilo y lo dejaría irse no fue así, en cuanto paso a su lado, Jimin no dudo ni un solo segundo en tomarlo por el antebrazo izquierdo y jalarlo de vuelta hacia la zona de los lavamanos.
Yoongi soltó un pequeño quejido de sorpresa al sentir como Park lo jalaba y lo volvía a colocar a donde se encontraba desde un principio, cuando su espalda baja logro dar con el frio de la loza, Jimin no dudo en acorralarlo colocando ambas manos sobre aquella loza, una a cada lado del cuerpo de Yoongi, acorralándolo por completo.
—¿A dónde planeabas ir, eh? —Yoongi frunció el ceño y miro a los ojos a Jimin, quien parecía divertido con la situación.
—Déjame ir, bastardo de mierda —mascullo Yoongi entre dientes.
—Lo haré —Jimin no tardo en dar un rápido vistazo a los labios de Yoongi—, pero primero —volvió a mirar a Yoongi a los ojos—, dame algo a cambio.
—No te daré nada —Yoongi en verdad se estaba comenzando a molestar—, apártate.
—No —Jimin soltó una pequeña risa—, ¿te han dicho que enojado te ves adorable?
—¿Te han dicho que siempre has parecido un imbécil? —Jimin no pudo evitar soltar una risa al escuchar ese comentario, se lo esperaba, es Min Yoongi, ni siquiera se le hace nuevo que lo insulte—. Déjame ir, Park.
Jimin relamió sus labios con lentitud mientras mantenía su mirada puesta sobre la de Yoongi, ambos se miraban fijamente uno al otro sin decir palabra alguna, por una parte Jimin miraba tranquilamente a Yoongi, sin alguna señal de que quisiera reírse de él o molestarlo, en cambio Yoongi miraba con desprecio a Jimin, no quería tener esa cercanía con él, no de nuevo, porque por más que quisiera ser valiente, en estos momentos lo único que deseaba era que entrase alguien para que ese idiota se apartará, pero al parecer sus suplicas no serían escuchadas.
Sus respiraciones se entremezclaban, calmadas, Jimin sentía que esta era una nueva oportunidad que no estaba dispuesto a desaprovechar, así que poco a poco fue acortando la distancia entre sus rostros, haciendo que Yoongi sintiera el miedo recorrer todo su cuerpo, no, no estaba dispuesto a recibir un nuevo beso, no de él.
—Deberías apartarte —comento Yoongi en voz baja, haciendo que Jimin detuviera sus acciones—, alguien podría entrar y...
—Sí alguien entra, que lo haga, nuestros asuntos no le incumben —Yoongi trago grueso al escuchar eso—, ahora, ¿qué es lo que estaba haciendo? —sonrió ladino—. ¡Ya recordé! —dijo animado.
—Park ni creas que... —detuvo sus palabras al sentir sus labios rozar ligeramente con los de Jimin.
—¿Me dirás que no lo disfrutaste tanto como yo? —de nuevo sus labios se rozaron, provocando una corriente eléctrica en ambos, Yoongi quería apartar el rostro, pero parecía que su cuerpo no quería responderle—. Sólo... —Yoongi cerro sus manos con fuerza—, déjate llevar, gatito...
—N-no... —y antes de que Yoongi pudiera decir algo más, Park termino por unir sus labios nuevamente en un beso.
Yoongi coloco sus manos de inmediato sobre el pecho de Jimin intentando empujarlo para separarse de él, pero sus esfuerzos eran inútiles, Jimin sonrió entre el beso al sentir como era empujado por Yoongi, se separó un poco dándole pequeños y castos besos a los delgados labios del chico mientras Yoongi cerraba los ojos con fuerza.
—Vamos, gatito —dijo Jimin en voz baja—, ¿por qué no me apartas? —le dio un pequeño beso de nuevo—. ¿Es porque te gusta tanto como a mí?
—I-idiota —mascullo Yoongi entre dientes, Jimin se separó un poco regalándole una sonrisa.
—No lo negaste —Yoongi estaba a punto de decirle algo más, pero el sonido de la puerta del sanitario abriéndose los hizo mirar a ambos hacia ella.
A Jimin le importo poco ver de quien se trataba, pero a Yoongi no...
—¿Kuyng?
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